Cap. 7
- ¿qué tu hiciste que?- grito Avril sorprendida cuando le relataba cierta parte de lo que estos día me había sucedido
En realidad sólo le conté la parte donde conocí al chico y hablé a solas con él en aquel lago, pero jamás mencione nada sobre mi pesadilla o de la manera tan extraña que borró el dolor en mi rodilla. Eso la volvería más loca aún.
- ¡¡Como te atreviste a ir sola!! ¿y si era un asesino o secuestrador?- ella movía las manos como loca y caminaba de un lado a otro del baño.
- ¡pero no lo fue!- replique intentando dar defensa.
- ¿Por que estas segura de eso? No es que la persona va decirte "¡Hay oye, soy un secuestrador, asesino y violador!"- grito - aunque nuestra ciudad es muy tranquila, no descarte esa opción.
Sonreí ante su respuesta, aunque ella tenía razón. Sin embargo, no podía explicar lo que pasaba, quizá necesitaba algo de aventura y adrenalina en mi vida. Quizá soy estúpida.
- no voy a verlo otra vez- respondí y ella se quedo muda.
- ¿Por qué estas segura?
- El clima está muy frío y eso hace que mi rodilla duela demasiado, tendré que esperar a que aminore.
- ¡Entonces jamás volverás a verlo!- replico y mis cejas se juntaron.
- ¿por qué ?
- A partir de ayer el clima del otoño es frío e insoportable. Congelara tus huesos con sólo la brisa, además las lluvias comenzarán y ese lago, bueno, va congelarse.
Sentí un hueco fuerte en el pecho al escuchar eso. En realidad muy dentro de mi moría de ganas porque la tarde llegara y volver a estar juntos, sentir ese pequeño rose de su piel en la mía, ver sus preciosos ojos compenetrar en los míos y sentir ese juego de mareos y nervios al verme cerca de su cuerpo. Él me estaba volviendo loca completamente.
- El día de hoy hablaremos sobre mitos, leyendas y verdades- sonrió el profesor de literatura.
Escribió un sin fin de significados sobre aquella pizarra blanca de plumón y todos copiaban como locos antes de que ese conocimiento fuera borrado. Yo escribía también pero con lentitud, la verdad era que no estaba en línea con la materia. Mis pensamientos seguían siendo una montaña rusa y en esos 60 minutos de clase no logre captar nada.
Solo pensaba en ese chico y la verdad me sentía estúpida ¿Como rayos puedo pensar en alguien que conocía hace dos días? Era tan extraño. Sabía que no era amor, quizá simple aventura.
- ¿Esta de acuerdo con esto señorita Street?- me pregunto directamente y en ese momento desperté sorprendida
- ¡Totalmente!- asentí sin tener la menor idea de lo que se refería
Avril sonrió burlona y señalo mi cuaderno antes de levantar sus cosas. Baje la mirada y habían letras sin sentido escritas en cada línea de mi cuaderno a rayas.
- ¿Que fue lo que el profesor ha dicho?- cuestione levantando mis cosas.
- En serio ese chico te ah cautivado completamente- sonrió mientras yo rodaba los ojos.
- Avril
- Ok ok. El profesor ah dicho que investiguemos por parejas sobre la antigua historia de Spencer y para eso debemos leer ese viejo libro de la biblioteca
- Entonces debemos ir de una vez porque aún debo hacer la tarea de fotografía
Caminamos hacia aquella biblioteca y Avril no paraba de hacerme preguntas sobre el "chico", creo que empezaba arrepentirme de haberle contado esa parte pero bueno supongo que su carrera como periodista la respaldaba
- Buenas tardes, disculpe libros sobre la historia de Spencer- pregunte a una señora de cabellos negros ondulados.
- Derecha último pasillo, sección f- respondió sin levantar la mirada y siguió sellando algunas cosas.
Seguimos las indicaciones y encontramos el lugar. El libro era grande, su portada era negra con el dibujo de un medallón dorado cubierto de enredaderas y una luna en medio, un grosor que señalaba un sin fin de hojas y lleno de mucho polvo. Era como sí llevara años sin haberse leído
- Muy bien iré por algo para comer porque no creo que este libro se termine pronto- sonreí mientras ella desaparecía
En realidad sabía que Avril no ansiaba mucho leer aquel libro y yo tampoco pero alguna de las dos debía terminar esa tarea y creo que todas las esperanzas estaban puestas en mi.
Mire mi reloj y este marcaba las tres, tenían suficiente tiempo para leer y regresar temprano a casa antes de que lloviera. Además debía ver aquel chico porque aunque dije que no lo haría, yo sabía que eso era imposible.
- Spencer Nueva Inglaterra- comencé mi lectura - Un lugar de cultura, misterio y muchas leyendas
Mis ojos pasaban con gran rapidez por aquellas largas filas de letras pequeñas y negras. La historia era interesante pero demasiado fantástica, sobre todo en la parte donde hacia inca pie a los llamados "Hijos de la Luna". La verdad es que soy muy escéptica en cuanto a vampiros, brujas y esas cosas se trata pero aquella parte me había cautivado completamente. Busque la página donde esa leyenda comenzaba y me centre en no perder ninguna palabra de lo que decía
- interrumpo algo- brinque al escuchar la voz de Liam a mi lado
- ¡Oh!- solté llevando la mano a mi pecho
- ¡Lo lamento no quería asustarte;- se disculpó Liam con cara de preocupación por lo que había hecho
- No te preocupes es sólo que yo estaba demasiado concentrada en esta lectura- moví las manos y le sonreí para hacerlo sentir mejor.
- ¿Y cual es esa lectura tan interesante?
- Es el viejo libro de la historia de Spencer- coloque un pequeño doblón en la hoja para no perder la parte donde me había quedado y luego lo cerré - Aunque tiene mucha fantasía.
- ¿Fantasía?¿ A que te refieres con eso?
- Bueno habla sobre unos chicos llamados "hijos de la luna" y su manera de llegar a este mundo. La verdad es que no creo mucho en esas cosas.
Liam me vio fijamente y sus labios no dibujaron ninguna sonrisa. Tomo asiento a mi lado y el iris de sus ojos se tornaba de un negro profundo.
- ¿Sufres de alguna enfermedad en los ojos?- cuestione señalándole lo que mi visión alcanzaba a notar.
- No ¿a que te refieres?
- Es la segunda vez que el iris de tus ojos se torna negro, como sí quisiera apoderarse de toda tu pupila.
Liam se alejó bajando la mirada y cerrando los ojos
- ¡Ah si! - respondió - sufro una enfermedad en los ojos, principalmente en el derecho.
-¡Oh! ¡Lo siento, no fue mi intención!
- no te preocupes- dijo y volvió a mi lado. Sus ojos están bien otra vez - no deberías ser tan escéptica. Si existe la bondad, también la.maldad.
Estaba por responder cuando apareció Avril con una pequeña bolsa de papel envolviendo algún rico bocadillo que me había comprado. Su sonrisa era grande pero en cuanto vio a Liam sentado junto a mi, su cuerpo se endureció como una roca y sus ojos se abrieron enormemente.
- Avril ¿has comprado lo que te eh pedido?- hablé para hacerla regresar
- ¡Hola Avril!- saludo Liam y ella le sonrió con nerviosismo
- Son las 5:30 y debemos volver a casa antes de que la escuela nos consuma- replico Avril tratando de sonar graciosa, pero no lo fue.
Tome mis cosas y regrese el libro a su lugar. Era tarde y tenía una "cita" si lo podía llamara asi, aunque en realidad no se lo que hay entre los dos y en verdad no se sí había un "los dos".
Dios debo tranquilizarme o esto empeorara.
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