Cap. 4
Me encontraba caminando a la universidad con la prisa de siempre. Mi cabeza iba como atolondrada y sin poder recordar mucho del día anterior. En realidad todos mis pensamientos llegaban hasta el momento en que estaba durmiendo y después una especie de hoyo negro se apoderaba de ellos y todo se terminaba. Era como sí simplemente jamás había despertado del sueño hasta el día de hoy.
- ¡Oye! parece que tu noche no fue muy buena- saludo Avril justo cuando llegaba aquel lugar.
- Creo que la lluvia no me a dado una muy buena bienvenida- replique y sonreímos.
Caminábamos hacia el salón de literatura cuando dos chicos y una chica se acercaron a nosotras. Los vi con curiosidad y luego saludaron cálidamente a Avril.
- por fin te dejas ver- abrazo un chico de cabello negro y ojos verdes, era una gran mezcla.
- Creo que después de este verano Avril consiguió una nueva amiga- sonrió una chica de cabello teñido en color morado. Muy original.
- Vamos chicos ustedes han faltado dos días más y me han dejado sola- les sonrió Avril a los tres.
- ¿Y quien es ella?- cuestiono el segundo chico de cabello Rubio.
- Ella es Summer. Summer ellos son Aaron, Cristina y Benjamín, mis amigos- presento y todos nos saludamos con amabilidad.
-¿ No eres de por acá cierto?- cuestiono Aaron, el chico de cabello negro.
- No, vengo de New York- respondí y seguimos nuestro camino.
- ¡New York es bello, yo eh ido ahí como diez veces!- exclamo Cristina y todos rodaron los ojos
- Tu presunción nunca termina- replico Benjamín y ella lo golpeó.
Entramos a clase y Avril estuvo junto a mi, mientras los otros chicos tomaban el asiento de abajo. Aquel profesor entro con felicidad cargando muchos libros y colocándolos sobre su gran escritorio.
- Daremos inicio con esta clase...
- Profesor- levantó la mano la chica con el cabello de puntas moradas.
- Dígame señorita Marry- compuso sus pequeños anteojos aquel hombre.
- Desde ayer hay una chica nueva en nuestra clase y aún no sabemos como se llama. Creo que como jefa de comité y porristas de esta universidad es mi deber hacer que ella se sienta a gusto- sonrió como un ángel hacia aquel profesor y luego levantó una ceja como una bruja hacia mi.
- Gracias señorita Marry por su observación y pido a la nueva alumna presentarse.
Avril giro la mirada rápidamente hacia mi y mis pocas ganas de hablar se presentaron. Esa chica en serio era un dolor de cabeza y demasiado estúpida en mi opinión. Pero bueno
- Mi nombre es Summer Storn y vengo de New York- explique y regrese a mi asiento sintiéndome protegida otra vez.
¡Odio ser tímida a veces!
El profesor tomo nota en una pequeña hoja blanca y luego continuo con la clase. Mi cabeza estaba perdida en los pensamientos del día anterior, trataba de recordar que había pasado conmigo, sabía que había algo más en ese sueño que había tenido, pero por más que trataba no conseguía nada.
- Eso sería la próxima semana- término aquel profesor y yo desperté asustada.
- ¿Que es para la próxima semana?- cuestione a Avril
- Leer la historia de Spenser por parejas y sacar un pequeño resumen sobre sus leyendas- explico la pelirroja - ¿que pasa contigo Su?
- Lo siento. No eh podido dormir- respondí y en ese momento récorde lo que había pasado anoche.
- ¡Señorita Storn!- grito el profesor en ese momento - estamos por presentar una pequeña obra de teatro sobre la historia trágica de Romeo y Julieta.
- es un gran libro- respondí sin dejar de ver a la pelirroja que me apresuraba para ir a clase de fotografía.
- La próxima semana comenzaremos analizar la lectura y luego haremos el casting para elegir actores y espero poder contar con su actuación. Una cara nueva, le daría frescura a mi obra- término, bajando sus anteojos y viéndome
- ¡Oh! claro que si, cuente conmigo- sonrió satisfecho mientras yo salía apresurada hasta el pasillo.
Llegue hasta la pelirroja y caminamos hacia las siguientes clases que teníamos. Ella hablaba y hablaba, pero yo estaba concentrada en mis recuerdos. Ahora sabía casi todo lo que había sucedido y aquel chico que había visto. Lo único que se tornaba oscuro ahora era la forma en como regrese a casa, pero eso lo averiguaría sin duda más tarde.
Las horas en la universidad pasaron muy rápidas, tanto que cuando me vi estaba caminando fuera de los comedores con Avril hablando sobre las diferentes formas de morir en los exámenes.
- ¡New York!- escuche la voz de Benjamín tras de mi.
- Ella tiene un nombre y es Summer- replico Avril rodando los ojos.
- No hay problema- respondí tratando de ser amable.
- Vez a New York no le molesta- sonrió
- Que inmaduro- susurro Avril y seguimos caminando.
Spenser era un lugar muy hermoso -aunque su cielo no conociera el azul- flores de colores alumbraban cada ventana de cada casa que había en ese lugar. El tejado de época medieval le daba un tono rústico al espacio, el paisaje tan hermoso que el verano había dejado era inigualable y aunque el otoño estaba cerca las hojas aún no lo anunciaban.
- Te veré mañana- despidió Avril mientras yo entraba a casa.
Mire el reloj y eran las 6:00 de la tarde, esta universidad me robaba más tiempo que lo que New York lo hacia. Pero las clases eran maravillosas, en realidad estaba aprendiendo muy bien para poder trabajar en Vogue y por fin tener un apartamento.
" Regreso hasta mañana, te amo. Por favor cena algo"
Un mensaje de la abuela cayo en mi celular y fui directamente hacia la nevera. Tome un poco de pollo que había y lo puse a freír. Lo acompañe de ensalada y un jugo de naranja. Comí a gusto para luego subir a cepillarme y darme una buena ducha.
- Tu y yo...- cantaba mientras me secaba el cabello
De pronto mi mirada se quedo clavada en la ventana y en el rayo de luna que volvía aparecer. Suspire y decidí que quería ver ese majestuoso acto más de cerca. Además , ayudaría a mi clase de fotografía. Así que coloque mis converse rojos, playera y pantalón de mezclilla para luego salir hasta ese lago.
La luna alumbró mi camino hasta que llegue aquel lugar tan encantador. Un poco de viento movió mi cabello mientras yo cerraba los ojos y me perdía en la inmensa brisa que se mezclaba con mi rostro. Era exótico aquel sitio, algo que en New York jamás había visto - aunque tuviera muchos lugares espectaculares- era simplemente relajante y seductor.
- ¡Hermoso cierto!- una voz dulce pero ronca hizo que saltara asustada y rápidamente busque entre los árboles.
Ahí estaba aquel chico que había observado desde la ventana, escondiéndose por alguna extraña razón tras un árbol. Una corriente eléctrica viajo sobre mi cuerpo y me dejo muda.
- Lamento haberte asustado- se disculpó al ver mi rostro sorprendido.
- No te preocupes- dije nerviosa y sin dejar de ver su silueta.
- Es hermoso como un pequeño rayo de luna puede alumbrar todo un inmenso lago- dijo sin dejar de ver hacia el cielo.
Asentí con la cabeza e intente tratar de verlo mejor,pero la sombra del árbol donde estaba escondido como un pequeño asustado no me lo permitía. Pero ¿a que podía temerle? Sólo estábamos el y yo, bueno y la luna de compañía. De pronto el salió de donde estaba y yo temblaba de nervios.
Lo primero que note de él, fueron esos inconfundibles ojos cafés cristalinos con un toque verdoso en lo más profundo. Sus ojos eran pequeños y alargados, como los asiáticos. Su cabello era un lío, moviéndose hacia arriba. Su piel era de un tono apiñonado, altura sorprendente y su sonrisa un suave canto de ángeles.
- ¿Tienes miedo?- pregunto sonriendo. Sus ojos se volvieron más pequeños aún.
No podía creer que existiera alguien con una sonrisa tan hermosa.
- ¿Tendría porque?- respondí sin dejar de verlo y tratando de sonar confiada.
- Supongo que sí. ¿A caso no te dijeron sobre no hablar con extraños?- dijo agachando la mirada pero sin dejar de sonreír.
Estaba dispuesta a irme de ese lugar, no tenía caso continuar esa plática. La verdad tenía un poco de miedo. No sabía si era un chico, un fantasma o un asesino. Así que gire y di un paso hacia adelante en señal de "me voy", pero justo en ese momento él se paró frente a mi, evitando que pasara.
- ¿Me has estado siguiendo?- pregunto sin titubear y sorprendiendo, otra vez.
- Yo, es decir...te refieres a mi- titubee nerviosa -¡ para nada! No imagines locuras- conteste a media voz.
-¡ Mientes!- respondió rápidamente.
- ¿Como sabes que miento?- cuestiones intrigada - ¿A caso puedes leer mis pensamientos?
Comenzó a sonreír más fuerte y se llevó la mano a su cabello, alborotando más ese enredo.
- Se que me observas desde tu ventana, desde hace un día- me vio directamente a los ojos.
Como era posible que lo notara, a caso era una especie de águila para tener una vista tan buena. Dios, no sabía que responder. Comencé a sentir como mis manos se fueron enfriando de los nervios. Movía los ojos como buscando una salida pero nada venía a mi mente, pensaba en miles de respuestas pero sólo conseguí formular una..
- Yo sólo observo el reflejo de la luna en el lago, es la imagen más hermosa que jamás había visto- gire la mirada y señale el lago.
- Entonces ¿porque has venido hoy hasta acá? Pudiste hacerlo desde tu ventana- pregunto con un toque de fanfarrón.
- Por lo mismo que tu, para ver la luna más de cerca en el lago.
- ¿Por qué harías eso?
- tengo una tarea de fotografía y quiero salir bien en calificaciones. Además, la otra noche yo..
- ¿La otra noche? ¿Estuviste aquí?- su sonrisa se había extinguido.
- si..bueno, no lo sé. Fue algo extraño, yo pensé que tú necesitabas ayuda- no estaba mintiendo. Esa era la verdad.
Él no respondió nada. Se quedo pensando y fue mi turno de preguntar.
-¿Por qué has venido a este lugar? Tú me cuestionas, pero aún no me dices la razón de estar aquí- él volvió a sonreír.
- Quizá yo también deseaba conocer a la chica de la ventana- susurro y se acercó hasta mi.
Mi termómetro de nerviosismo había llegado al punto más alto, sentía como la sangre se reunía en mi rostro como sí ese fuera su punto de concentración. El corazón me latía más rápido de lo normal y el frío empezaba hacerse presente.
No dije nada, de hecho no podía articular palabra si quiera, sólo gire y me encontré con esos preciosos ojos verdosos viéndome fijamente, era con sí buscara algo dentro de mi mirada.
- ¿Dije algo malo?- cuestionó, pero yo no pude responder.
Así que decidí irme a casa. Tome un poco de fuerza y pase a su lado, tratando de verme segura. Suspire y camine a casa,dejando aquel chico parado junto al lago. Llegue a casa y camine directo a mi habitación, el ritmo de mi corazón había aminorado mucho y ya no me preocupaba que me fallara. No podía creer lo que había pasado, ese chico era un desconocido y ya causaba extrañas sensaciones en todo mi sistema nervioso.
¿Que rayos pasa conmigo? ¿Y si era un asesino? ¡Oh Dios!
Pero, si fuera un asesino, él hubiera intentado hacer algo hoy ¿No?
¡Por Dios!
- Summer Summer- susurre metiéndome a la cama con la cabeza llena de ideas.
Una suave lluvia arrullo por primera vez mi sueño en el cual apareció aquel chico por primera vez. Su voz, sus ojos y todo, era demasiado demente estar soñando con él, pero mi subconsciente no entendía la palabra razonable. Algo iniciaba y creo que no estaba preparada.
.--.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro