Me enamoré de la chica que sonreía tras bambalinas,
Me enamoré de la chica que amaba el sonido que en su corazón felicidad repartía;
Me enamoré de una chica que  unas páginas su alma apasionaban,
Me enamoré de una chica que las letras su corazón llenaban.

Me enamoré de esa chica que día a día comprendía que perfecta nunca sería,
pero que aún así única se sentía.

Al final del día de mí misma estaba enamorada
y el amor de nadie más necesitaba.