Me quiere, no me quiere, me quiere no me quiere.
Poco a poco la margarita se va quedando sin pétalos.
Poco a poco sin esperanzas se queda mi corazón.
Desahogo mi llanto sobre los pétalos arrancados de una flor.
¿Me quiere? La margarita dice no.
¿Me quiere? Vuelvo y pregunto yo.
¿Me quiere? También llora la flor.
Deshojo una flor.
Destrozo mi corazón.

¿Me quiere o no me quiere?
¡Le pregunto a una flor!
¿Me quiere?
Ya dímelo por favor.
¿Me quiere?
Ya no aguanto este dolor.

Los pétalos al suelo caen y con ellos trozos de mi débil y destrozado corazón.
Las lágrimas se derraman creando ríos de desdicha.
La flor esta muriendo y yo continuo preguntando con inmenso dolor.

¿Me quiere?
Y un pétalo callo.
¿Me quiere?
Y una lágrima rodó
¿Me quiere?
Deshojo una flor.

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere.
¿Me quiere?
Que se yo.
¿Me quiere?
¿Acaso debo creer en una flor?
¿Me quiere?
Y otra flor murió.

Jonathan Cordero
15 de julio 2020