VERDAD
Federico se está dando un baño para aliviar su mente, sin embargo, es cuando más trabaja su cabeza. Ahora que puede pensar con la mente fría, sus recuerdos se van organizando rápidamente y recuerda a la niña que estaba en brazos de Irene, un calco exactamente a ella de cuando era pequeña, excepto los ojos oscuros, algo que lo había hecho sospechar.
-Esto tiene que ser una locura. -Niega. -Ella nunca tuvo hijos, es absurdo.
De pronto recordó lo que le dijo Sofia y un escalofrió se extendió por todo su cuerpo, se apoya en las cerámicas frías para no resbalarse mientras hay una pelea de estados de ánimo. Cierra la llave de la ducha y se seca enseguida antes de vestirse.
Al terminar con todo, camina de prisa hasta la puerta de entrada y cierra la puerta, casi corre hasta el ascensor y entra rápidamente. La calma desapareció de Federico, solamente quiere respuestas y sabe en donde las va a obtener.
Sofia está desayunando en su casa cuando el timbre suena, frunce el ceño ya que no está esperando a nadie, suspira y va hacia la puerta, al abrirla, se sorprende al ver a Federico.
-Tenemos que hablar.
Ella abre los ojos al escuchar eso y lo hace pasar.
- ¿Y de que queres hablar? Eso que antes no me querías ni ver.
-Porque necesito respuestas y se que vos las sabes.
Sofia se queda de pie esperando que el hombre diga algo.
-Cuando fui a ver a Irene había una niña, ¿Quién es?
Los ojos de la mujer lo miran con intensidad y sonríe suavemente.
Ricardo observa a Irene con atención y la abraza con delicadeza. Mara se llevo a Elena a pasear para dejar a Irene un poco más tranquila y así pensar en el futuro que se le viene.
-De verdad tengo miedo por lo que puede llegar a pasar cuando Federico se entere de Elena. -Suspira. -Pero es algo que tengo que hacer. -Traga saliva. -Tengo que hablar con mi niña y no se que puede hacer... -Cierra los ojos por un momento. -Estoy que no puedo parar, pienso y pienso que le puede hacer a Elena. -Suspira.
Ricardo la toma del mentón y hace que lo mire.
-Elena cuenta con mucha gente que la ama, nosotros, sus amigos, la vamos a proteger de cualquier cosa.
-Pero es su padre...
-Igual no creo que la rechace. -Sincero. -Puede que la noticia lo tome de sorpresa pero que la rechace no creo.
-A veces pienso tomarme el primer avión e irme de acá.
-Si lo haces vas a seguir evitando tu realidad. -Acaricia su espalda. -Es tiempo que el pasado se acomode antes de que te haga colapsar.
-Solo quiero que me dejen tranquila.
Ella apoya el rostro en el pecho de Ricardo y este la toma con fuerza.
-No estás sola, mi amor. -Besa su cabeza.
Respira hondo y se deja proteger por sus fuertes brazos.
Federico mira con ansiedad a Sofia y se agarra la cabeza.
- ¿Quién es esa niña, Sofia? No te quedes callada.
-Me sorprende que no te hayas dado cuenta. -Sonríe. -Cuando la vi estaba segurísima, pero quería confirmarlo. Se llama Elena y tiene 6 años, los mismos que ustedes llevan separados. -Se ríe. - ¿Acaso no te dan los números? Es muy fácil Federico.
Sofia se está divirtiendo en como está jugando con la mente de Federico ahora que está desequilibrado. Es más fácil de manejarlo a su antojo y tenerlo solamente para ella.
La cabeza de Federico estallo al escuchar la verdad, su mirada se quedo en el limbo mientras trata de pensar con claridad.
-Cuando le hiciste eso...
-Ya estaba embarazada. -Tranquila.
-Yo te tendría que matar. -Avanza hacia ella.
La furia aparece en los ojos del hombre y Sofia le pone un alto rápidamente.
-Tranquilo. -Apoya las manos en sus hombros. -No seas mal agradecido, si sabes está verdad es gracias a mí.
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