Irene se quedo en silencio y mira al stereo del coche. No se dio cuenta que es observada por Ricardo y escucha atentamente a la noticia.

"Testigos informan que el actor Federico Guzmán se lo vio borracho y peleando con el bartender del bar. Estuvieron por echarlo del bar cuando apareció una mujer y se lo llevo como pudo. Nos informaron que apenas podía quedarse parado por el alcohol que ingirió".

Ricardo no dijo nada, respeto el silencio de Irene mientras escucha la noticia. Al ver como narraron las características de la mujer, se dio cuenta que se trata de Sofia.

Eso no le hizo daño, lo que si provoco es que en su cabeza rememorara momentos que quiere borrar de su mente, fingir que nunca ha pasado. Cierra los ojos y suspira, se toma la libertad de cambiar la estación de radio y observa a Ricardo.

-Lo siento.

-No te preocupes, mi amor. -Acaricia su muslo. - ¿Estás bien?

-Si cariño, estoy bien. -Mira hacia la ventanilla.

Ricardo sabe muy bien que no es así, hay algo que no le está diciendo. Sin embargo, va a esperar a que ella le diga todo cuando sea el momento indicado.

Tiempo después, el hombre estaciona el auto y toma las manos de su pareja.

- ¿Seguro que vas a estar bien? -Preocupado. -También lo digo porque te veía débil.

-Eso es por culpa suya. -Sonríe. -No se haga el tonto.

Ricardo ríe con ella y besa sus manos.

-Voy a tener más cuidado de ahora en adelante.

-Ni se te ocurra. -Se inclina hacia el y besa sus labios. -Me gusta mucho que seas así.

Irene se siente segura hablando de esa manera con él, su cuerpo se siente seguro ante sus caricias, sus besos. Su alma es consciente que está seguro con Ricardo.

-Y lo de Federico. -Acaricia su mano. -No pienses que lo sigo amando porque no es así... solo quiero que me des tiempo a decirte todo.

-No pensé...

-Ya se que no piensas así. -Lo interrumpe. -Pero quiero que las cosas queden en claro. -Seria. -Solo te estoy pidiendo tiempo para poder decirte algunas cosas.

Ricardo sonríe con suavidad y sus manos van a las mejillas de Irene, acaricia su piel suave y besa la punta de la nariz.

-Te voy a esperar lo que haga falta mi amor.

Ella cierra los ojos y se deja abrazar por su pareja, calmando los desordenes que se formaron en su mente por los recuerdos que la siguen lastimando.

Abre los ojos cuando se separan y Ricardo la sorprende con un beso, ella siente la lengua perspicaz de su pareja y se deja llevar por el beso apasionado. Sus lenguas luchan entre sí y sonríe en el beso, sintiendo como es acariciada por las manos grandes de su amante.

Suspira cuando dejan de besarse y le da una sonrisa perfecta.

-Los besos son hermosos cuando se roban.

Ricardo sonríe como un tonto cuando escucha eso.

-Ahora lo voy a tener en cuenta.

Se ríen al unisonó e Irene le da un pico antes de salir del auto. La mujer se va a acercando a la puerta y cuando abre la puerta, da media vuelta y lo saluda con la mano antes de entrar a la casa. Ricardo hace lo mismo y arranca el coche cuando ella entra a la casa.

No tuvo inseguridad alguna con Irene, sabe muy bien los sentimientos de ella y confía plenamente en ella. Una sonrisa dibuja su rostro y suspira lleno de amor, está tan enamorado de Irene que sabe que la ama más que nada, siendo incapaz de imaginarse una vida sin ella, sin su hermosa risa, sin sus enormes ojos azules, sin sentir esos labios que lo están volviendo adicto.

Respira hondo mientras piensa en Irene y acelera antes de irse a su casa.

Mientras, Irene entra a la casa, no ve a Elena ni en la cocina ni en el comedor, solamente se encuentra con Liliana y la preocupa al ver el aspecto serio.

- ¿Qué paso Lili? -Aterrada. - ¿Paso algo con Elena?

La niñera traga saliva y camina hasta la habitación de la niña, Irene la sigue por detrás, sintiéndose asustada y la pone ansiosa al no saber que le pasa a su hija.

-Lili por favor, dime algo.

Se paran cerca de la puerta cerrada de la habitación.

-Me estoy desesperando Liliana, ya dime que está pasando. -Levanta la voz.