Una vez que terminan de comer, Federico mira a su hija atentamente y sonríe suavemente. La tiene en sus brazos mientras su padre camina por la vereda.

-Ahora vamos a la casa de una amiga tuya. -Animado.

Elena frunce el ceño y ladea la cabeza.

- ¿Quién?

-De Sofia mi amor, la vamos a pasar muy bien.

Su hija sonríe al saber quien es y deja que su padre la lleve hasta su destino. Después de unos minutos, Federico toca el timbre y espera a que Sofia les abra la puerta.

-Hola. -Dice ella animada. - ¿Cómo estás linda?

La niña sonríe suavemente y su padre la baja al suelo antes que la mujer tome su mano, la lleva suavemente hasta el comedor y le indica que se siente.

- ¿Quieres un vaso de jugo? ¿Agua?

Elena niega suavemente mientras Federico se sienta a su lado. Sofia la mira con tranquilidad antes de sentarse frente a ella.

-Le dije a tu papá que te trajera porque te extrañaba y porque queríamos hablar con vos.

La niña mira sin entender a su amiga.

- ¿Hice algo?

Los mayores se ríen y Sofia niega.

-No hiciste nada linda, no te asustes. Solo quería preguntarte si no deseas que tu padre este con tu mamá. Tu papá ama tanto a tu mamá que quiere estar con ella, ¿a vos no te gustaría?

-Bueno...-Confundida.

- ¿Te sientes cómoda con Ricardo?

La niña sonríe y asiente rápidamente, eso hace que Federico ponga mala cara.

-Es como mi papá.

-Tu papá soy yo mi amor, Ricardo no lo es. -Aprieta los dientes.

-Pero lo quiero mucho.

Federico suspira y se pone de pie, trata de mantenerse tranquilo pero la respuesta lo desencajo por completo.

-Se que Ricardo es la pareja de tu mamá, pero no creo que el la quiera tanto como tu papá... ¿en serio no te gustaría tener a tus papás juntos?

-Antes lo deseaba y Ricardo ocupo ese lugar. -Responde con timidez. -Lo quiero mucho a mi papá y seria lindo verlos juntos pero...

- ¿Pero? -Federico se acerca a su hija.

A Elena no le gusta mucho ver a su papá de esa manera, lo ve bastante enojado y le da miedo, Sofia nota eso y apoya su mano en el hombro de Federico para tranquilizarlo.

-Perdón mi amor. -Suspira. - ¿Vas a ayudar a tu papá a reconquistar a mamá?

La niña está en silencio mientras su mente está que le da vueltas, mira a los mayores y traga saliva, en estos momentos desea estar con su mamá.

-Quiero estar con mi mamá. -Ruega.

Sofia suspira y mira enojada a Federico.

-Sera mejor que la lleves. -Seria.

-Vamos, mi amor.

Quiere alzarla, pero Elena camina hasta la entrada y Federico mira a Sofia.

-Arruinaste todo. -Le dice la mujer.

Mientras, Irene está leyendo el guion para la función de mañana pero se siente ansiosa por no saber nada de su hija. Ricardo le da una taza de té y ella le sonríe.

-Ya vendrán, mi vida.

-Lo se pero me inquieta un poco, pensé que estaría con Mara o con Juana. -Suspira. - ¿A dónde la habrá llevado?

En ese momento, el timbre suena y la mujer se pone de pie rápidamente, camina hasta la puerta y al abrirla, la niña la abraza con fuerza.

-Hola mi amor. -Se agacha y besa su mejilla. - ¿Cómo la pasaste?

-Bien. -Sonríe un poco.

Ricardo la mira atentamente y se da cuenta que pasa algo, mira a Federico y el semblante es serio.

-Gracias por traerla más temprano.

-Si... es que te extrañaba.

Irene suspira y asiente lentamente.

-Ya se va a acostumbrar, Federico.

El hombre mira a Ricardo con bronca y aprieta los dientes.

-Eso espero Irene, bueno ya me voy. -Acaricia el cabello de su hija. -Adiós hermosa.

-Chau.

Federico se va e Irene cierra la puerta.

- ¿Qué quieres hacer, mi vida? -Pregunta su madre.

-Tengo tarea.

-Te ayudamos. -Dice Ricardo.

La niña sonríe al ver a sus padres y asiente, sintiéndose mas tranquila.