Juegos
En la mañana, Federico está tratando de resucitar después de la borrachera de ayer, sin embargo, su cabeza está partida a la mitad por el dolor de cabeza, pero más su alma. Está completamente preocupado por Irene y más de no recordar de lo que paso con Sofia, tanto que no pudo dormir en toda la noche, aunque quisiera, no obstante, el pánico y el asco pudieron más.
Si es verdad que tuvo relaciones sexuales con esa mujer, se sentiría el peor hombre sobre la tierra a saber que estuvo con una mujer tan despreciable como Sofia. Siente un profundo asco por el mismo, odia la sola idea de no saber que es lo que en realidad paso, no recuerda nada y eso provoca que sintiera culpa en estos momentos.
Está tan arrepentido de haberse emborrachado, estuvo tantos años sin probar una gota de alcohol y ahora la cago sin pensar en las consecuencias. Su hermana tiene razón, ni siquiera merece a Irene, sin embargo, su alma, su corazón la necesitan para seguir teniendo fuerzas y la sola idea de que su hermana la encontró, lo hizo enloquecer por completo.
"Ella no quiere verte"
-Eso es mentira. -Murmura. -Ella me sigue amando, nos seguimos amando a pesar de que hayan pasado tantos años. -Se da fuerzas. -Ella es lo único que me queda y no puedo perderla. -Llora.
Más tarde, Irene deja a Elena en su camerino y camina hasta el productor, ya les queda poco para terminar con las grabaciones y se siente tan cansada, rogando tener unas vacaciones y poder descansar un poco.
Grabo varias escenas por separado, la mayoría con el actor que interpreta a su marido y una empleada le dio café a cada uno para entrar en calor.
Mientras, Ricardo no tiene escenas para hacer y aprovecho para pasar un poco de tiempo, camina hasta el camerino de Irene y golpea la puerta. El hombre le sonríe cuando Elena le abre la puerta.
- ¿Puedo pasar hermosa?
-Si.
Ricardo entra al camerino y la niña cierra la puerta.
- ¿Estabas jugando?
-Sip. -Le señala. -Estoy dibujando.
- ¿Puedo ver?
Elena asiente y toma la mano del hombre, lo lleva hasta la mesa y se sientan juntos.
La niña le muestra el dibujo y Ricardo observa el dibujo de un conejito.
-Es muy hermoso.
-Gracias.
- ¿Cómo estás? Tu mamá me conto que estás triste.
-Si... es que me pidieron hacer una actividad para mañana y llevar a mi papá al jardín. -Narra mientras pinta el cielo y pestañea rápido mientras sus ojos están llenos de lágrimas.
Ricardo ve su cara de tristeza y apoya la mano en la cabeza de la niña. La abraza con suavidad y se separa un poco.
- ¿No quieres que te ayude? -Sonríe.
Elena frunce el ceño y Ricardo sonríe aún más.
-Claro princesa, me voy a presentar mañana como tu papá. ¿Qué te parece?
Los ojos oscuros de la niña brillan con esperanza y su boca está abierta.
- ¿Quieres ser mi papi?
-Así es linda. -Aprieta su nariz suavemente. - ¿Qué te parece?
-Siii. -Dice con alegría y lo abraza.
Ricardo se ríe y la abraza con fuerza. Sus ojos están llenos felicidad al ver lo alegre que está Elena.
Tiempo más tarde, Irene termina con sus escenas y se muere de hambre. Camina hasta su camerino y al entrar, se encuentra con la escena tierna de Ricardo y Elena jugando al té. Observa en silencio cuando su pareja se lleva la tacita de té hacia la boca y hace que toma.
-Está riquísima.
Irene larga una carcajada y ambos la observan.
-Hasta que al fin llegas. -Le dice.
-Estaba trabajando. -Sonríe. -Por lo que veo ustedes están muy bien.
-Muy bien pero te estamos esperando para salir a comer. -Alegre.
-Mami. -La abraza. -Ricardo se va a hacer pasar por mi papá y va a ir al jardín.
Irene abre la boca por la sorpresa y mira al hombre, este tiene una sonrisa y se pone de pie.
- ¿En serio vas a hacer eso? -Sorprendida.
Irene no lo puede creer, sin embargo, está tan maravillada de la clase de hombre que tiene a su lado, hasta sintiendo que no lo merece.
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