HUMANIDAD
Más tarde, Irene le pidió a Ricardo que la acompañe al jardín para salir a almorzar junto a la niña y de paso pasear un rato, su pareja acepta de inmediato y maneja hacia la escuela de Elena.
Ambos bajan del auto cuando llegan a la institución y en pocos minutos los chicos empiezan a salir del jardín, Elena se hace ver y camina rápidamente hacia ellos.
- ¿Cómo la pasaste mi amor?
-Bien mami.
Ricardo sonríe con ellas y alza suavemente a su princesa.
- ¿Qué te parece si vamos a comer y a pasear?
Elena observa a Ricardo y le encanta la idea. El hombre besa su mejilla e Irene sonríe con ternura mientras los ve felices. Al poco tiempo, suben al auto y Ricardo conduce hasta el McDonald más cercano.
Mientras, Federico regresa a la casa de su madre y no quiere hablar con nadie, camina hasta su habitación y agarra su ropa antes de darse un baño. Tarda unos largos minutos en bañarse y al salir, se encuentra con su madre.
- ¿Dónde estabas cariño?
-Fui a acompañar a Irene a llevar a Elena al jardín.
- ¿Y cómo te enteraste en donde vive?
-Eso no importa mamá. -Suspira. -Ya se toda la verdad, ¿para que jugar a este juego estúpido? Solamente quiero estar cerca de Elena, ya entendí que Irene no me quiere. -Malhumorado. - ¿Qué más me quieren vigilar? No hice nada malo.
-Te estoy hablando bien.
-Yo también pero ya estoy harto que se estén metiendo en mi vida, ya acepté todo sanamente. -Nervioso. - ¿Qué más quieren?
-Que seas feliz.
Una sonrisa aparece en sus labios mientras se sienta en su cama.
-En eso estoy mamá, ya dentro de poco me vas a ver feliz.
Juana suspira y se sienta a su lado antes de abrazarlo.
-Ojalá mi amor, es lo único que quiero... que seas feliz con Elena. -Sonríe. -Es una niña encantadora y se que te va a ayudar en salir adelante.
Federico no dice nada, solamente mantiene su vista perdida hacia el suelo mientras trata de mostrarse tranquilo y estable frente a su madre.
Sin embargo, Federico perdió toda humanidad por culpa de la obsesión que tiene, la perdida de su gran amor le está haciendo perder la cordura que lo mantenía a flote. Ahora está loco por volver a tenerla entre sus brazos y no le importa hacer cualquier cosa, hasta lo más deplorable con tal de retenerla y dio gracias a dios en tener a Elena, esa niña que va a utilizar a su antojo para hacer que Irene vuelva a estar con él. La idea de Sofia le resulto tan perfecta y aprovechara todo lo que este a su alcance para lograr su cometido, ya no hay persona que lo pueda detener.
Está tan loco que no tiene idea que está jugando con fuego y que puede ser destruido por Sofia. No puede borrar la sonrisa que tiene en sus labios y cierra los ojos, fantaseando en una vida junto a Irene.
-Volverás a ser mía Irene, eso te lo juro. -Piensa.
Una vez que los tres terminaron de comer, se levantan de la mesa después de tirar todo en el cesto de la basura y salen a la calle. Elena sostiene las manos de ambos mientras camina con ellos y se encuentran con una plaza, la niña aprovecha para separarse de ellos y corre hasta el sube y baja.
Ricardo se sube con ella y empiezan a jugar, Irene vio una sonrisa encantadora en su hija y saca su celular para sacarles fotos. Se bajan del juego y Ricardo se acerca hasta su pareja para alzarla con fuerza, girando sobre el mismo lugar y se ríen. El hombre besa sus labios con delicadeza a la vista de Elena quien mira con una sonrisa toda la escena.
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