CAMERINO
Ricardo jadea con fuerza, simulando que está embistiéndola con fuerza y siente que no puede más. Está rogando que su entrepierna no esté hinchada, no obstante, los senos y los gemidos hacen que sea cada vez más difícil.
La boca del hombre se hace agua mientras está desesperado por devorar sus senos y estar unido a ella.
Una y otra vez, Isabel siente como la erección de Ricardo roza en su monte de venus.
-Corten. -Grita el director.
Ambos se detienen y ella se cubre rápidamente su torso antes de observar su respiración lenta y profunda. Para suerte de ambos, Ricardo pudo disimular su virilidad erecta, pero perdió la cabeza por el deseo que siente por Irene.
-Ahora si quieren pueden almorzar y tomarse dos horas para descansar.
Irene asiente y sale rápidamente del estudio de grabación, sin darse cuenta que su pareja la sigue como si estuviera tras una presa. Ella llega a su camerino y cierra la puerta, llevándose una mano hacia su frente y suspira, sus bragas están mojadas por la excitación y se siente acalorada.
En ese momento, escucha la puerta cerrarse y se impresiona al ver a Ricardo, quien le pone seguro a la puerta y la toma enseguida. Ella observa sus ojos verdes y su respiración se detiene al verlo tan excitado.
- ¿Qué haces acá? ¿Alguien te..?
No pudo hablar más ya que su pareja la besa rápidamente y es devorada, las manos de su amante recorren sus muslos y va levantando su camisón.
-Me estás volviendo loco Irene. -Respira con dureza.
La lleva hacia el pequeño colchón y vuelven a besarse, empieza a acariciar su monte de venus a través de la tela de sus bragas y nota que está mojada. Le saca el camisón y gruñe suavemente al verla desnuda para él. Irene se siente tan excitada que respira con dificultad y su cabeza le da vueltas.
Ricardo besa su mentón y baja hacia su cuello, lamiendo y besando su piel, la mujer cierra los ojos con fuerza y sus brazos envuelven el cuello de Ricardo.
El hombre se muerde los labios y baja rápidamente, metiéndose en medio de las piernas de ella y no pierde más tiempo, su lengua arrasa el clítoris de su mujer e Irene abre la boca debido a la descarga eléctrica que se desparrama por todo su cuerpo.
-Uhhh.-Gime.
No puede controlar su movimiento de caderas mientras Ricardo come su vagina, es implacable con sus lamidas, maneja la punta de su lengua como un profesional haciendo que ella se tape la boca para no ser escuchada.
Su amante queda fascinado al ver el placer que le está provocando su lengua y utiliza los dedos para hacerla delirar más. Sonríe para si mismo al escuchar como jadea con fuerza y no puede controlar sus gemidos.
Sigue lamiéndola hasta que ella llega al clímax y su cuerpo es victima de los temblores, Irene queda increíblemente mojada y con ganas de más.
Palmea su vagina con suavidad y la respiración de la mujer se detiene, los labios de Ricardo van subiendo y besa lentamente sus senos, serpenteando sobre sus pezones rosados, provocando un gemido en voz baja y ella lo toma de los hombros, lo acerca hasta sus labios y lo besa con desesperación. Sus piernas envuelven su cadera y Ricardo da media vuelta, quedando que ambos estén de lado y se baja los pantalones.
La penetra rápidamente y gime por la sorpresa, cierra los ojos con fuerza y deja que Ricardo comande las embestidas. La embiste con fuerza, arrebatándole cualquier rastro de cordura y ella no puede controlar sus jadeos.
-Dios mío Ricardo. -Se tapa la boca para no gritar.
El hombre le quita la mano de la boca y la besa con desesperación, callando cualquier grito que saliera de ella.
Irene no puede soportarlo más y llega al orgasmo, clava sus uñas en la espalda de Ricardo mientras es torturada por las embestidas fuertes de su amante, prolongando su orgasmo. Ricardo sonríe al verla de esa manera y quiere más.
- ¿Te gusta así?-Excitado.
-Así, así. -Delira.
El sudor se arrastra por la frente de ella y suspira cansada. Sin embargo, el está con ganas de más.
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