Rosé detuvo a Jisoo de levantar su arma cuando quiso apuntar a Lisa, la pelinegra había dejado a su bebé en el suelo, limpiaba sus lágrimas mientras se alejaba de aquel lugar, la pareja no podía bajar a seguirla al ser una cuesta muy baja.

Lisa se alejaba con solo dos ideas en su cabeza, sacar a Jennie a donde sea que se la lleven y vengar la muerte de su única hija.

A pesar de estar lastimada, la furia hacía desaparecer cualquier tipo de dolor que las heridas debían tener.

_Vamos - Jisoo avisó a Rosé de manera rápida, tenían que llevar a Jennie a un hospital, ella aún seguía inconsciente en el capó del auto, una línea de sangre se dibujaba en su mejilla.

Llamaron a emergencias y les mandaron la ruta que debían tomar, habían acordado en no moverla, esto solo podría dañarla más al no saber que daños sufrió.

Minutos después, Rosé llamaba a su compañera mientras Jisoo manejaba detrás de la ambulancia.

_Jeongyeon - esperó respuesta - mira, quiero que averigües sobre alguien, ¿Puedes hacerlo? - escuchó su respuesta - sí, busca la información de Lisa Manobal y Jennie Kim, descarga todo el archivo y mándalo a mi correo...sí, gracias - colgó.

_Aquí tienes tu gran caso - pronunció Jisoo - dos chicas enamoradas, una es una psicópata, culpable de la muerte de Sana Minatosaki, la otra parecía una masita pero resultó ser igual de loca que ella, mueren, reviven, ambas sospechosas de unas recientes desapariciones y mira, una de ellas fue tu mejor amiga y la otra fue quien te golpeó por sonreírle.

_No creí ver a Lisa en una situación así, además...ni siquiera lo pensó cuando me disparó, si no fueran por los vidrios contra disparos, ya estaría muerta - Rosé estaba pensativa, aún le era difícil asimilar que su amiga estaba viva y que ya no es lo que recordaba.

_Te dije que veía algo raro en ella, cuando íbamos a su casa todo era raro, hasta su comida.

_Ya estás exagerando - la regañó.

_Qué, en mi opinión, que le guste el brócoli no es normal.

Rosé suspiró, estaba entristecida por lo que ocurrió con el bebé, si tan solo hubiera frenado a tiempo, pero el auto giró de repente y no pudo hacerlo.

_Debemos encontrar a Lisa cuanto antes - pronunció Jisoo - porque si ella nos encuentra primero, nos va a dejar como carne asada - rió.

_¿Te parece divertido? - preguntó Rosé, estaba molesta por la falta de tacto de Jisoo.

_¿Y qué quieres que haga? ¿Que llore y diga: "sí, tengo miedo porque es la primera vez que una psicópata irá tras de mí porque sin querer matamos a su bebé"?

_¿Tienes miedo? - preguntó.

_¿No viste cómo nos miró? Prácticamente nos dijo: "¡Corranle porque las mato!" - Jisoo sintió un escalofrío - debemos estar atentas.

****

Cuando fue despertando, sintió su cuerpo adolorido, escuchaba un pitido cada segundo a su lado, quiso mover sus brazos pero algo se lo impidió.

Jennie abrió los ojos con cuidado por la fuerte luz de la habitación y observó extrañada el lugar.

Bajó su mirada a sus manos y en sus muñecas tenía esposas conectadas a la camilla, siguió observando la habitación y comenzaba a alterarse al no ver allí a su familia.

_¿Lisa? - buscaba con desesperación - ¿Emi? - intentaba quitarse esas esposas - ¡Lisa! - llamaba - ¡Emi!

Rosé se asomó tras la ventanilla de la puerta, notando que por fin había despertado.

_Hola, Jennie - la castaña giró a verla, sus ceños fruncidos se mantenían en ella - por tu mirada, veo que me recuerdas.

_¿Dónde están? - preguntó seriamente.

Rosé mantuvo silencio, le mantenía la mirada y estaba pensativa, no podía ocultar aquella notícia por siempre, Jennie se llegaría a enterar tarde o temprano.

_Nos sabes cómo me sorprendió al verlas vivas, pensé que habían muerto ese día - recordaba.

_Si no quieres tener una puta cuchilla clavada en tu garganta - su voz fue dura - dime dónde están - Rosé volvía sostener su mirada, bajó la cabeza y suspirando asintió, Jennie esperaba tensa.

_En el accidente, Lisa logró escapar...pero tu hija...- mantuvo silencio, la expresión de Jennie comenzó a cambiar - lo siento, no logró soportar el accidente - retrocedió lentamente, era mejor dejarla.

Jennie se sentía desorientada, parecía no captar lo que Rosé había dicho. Sus lágrimas cayeron por si solas y en cuanto la rubia cerró la puerta tras ella, tragó en seco al escuchar los gritos desgarradores de la castaña.

Pudo suponer que intentaba romper aquellas esposas, los fuertes golpes, llantos y gritos se lograban oír por los pasillos.

_¡Las voy a matar! - gritaba en llanto - ¡Las voy a matar! - su voz se quebró en medio del llanto.

Rosé cerró los ojos la sentir su dolor, sintió el tacto en su hombro y a su lado estaba Jisoo, ella formó una débil sonrisa triste.

Las muñecas de Jennie comenzaron a sangrar por la fuerza con la que la castaña las sacudía, estaba fuera de sí, incontrolable.

Su rostro rojo por el llanto y su rostro llena de lágrimas, su hija era su mundo, su hija era todo para ella. Jennie estaba felíz, por fin estaba tranquila, ahora todo parecía volver a lo de antes.

Sin la presencia de Lisa y con la muerte de su hija, no había nadie quien calmara a Jennie.

Ese hospital había dejado entrar al mismo demonio, y ella estaba dispuesta en convertirlo en el mismo infierno.

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