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Al día siguiente Lisa estaba arreglando la ventana, había comprado nuevos vidrios y cortado madera vieja que tenía en el sótano.
Jennie se encontraba en la pequeña sala, jugaba con la niña en el suelo y sonreía al verla gatear con su oso de peluche en la mano.
Su sonrisa fue creciendo cuando notó que Emi intentaba ponerse de pie, solo levantaba sus glúteos de manera graciosa y reía tiernamente cuando caía.
_Lisa, Lisa - llamó, la rubia giró a verla con martillo en mano - mira - sonreía conmovida.
Lisa sonrió igualmente y dejando el martillo sobre la ventana, se acercó a ellas e inclinándose, admiró el esfuerzo que hacía su hija por querer levantarse.
_Vamos, Emi, vamos - animaba Jennie con alegría - vamos, cariño.
La pequeña castaña fue ingeniosa, se ayudó apoyándose en el sofá y con sus piernas temblando por el esfuerzo, logró ponerse de pie, sonriendo con sus ojos brillantes al ver la alegría de sus madres.
_¡Bien hecho! ¡Bien hecho, Emi! - Lisa la cargó con emoción, besó su mejilla con euforia junto a Jennie y ambas mimaron a la pequeña.
****
En la carretera, un auto estaba detenido y muy cerca de él, estaban dos agentes viendo a su al rededor, traían gafas de sol por el calor y observaban descontentas que no había nada extraño.
_Te lo dije - pronunció Rosé - esto es pura arena, esto fue una perdida de tiempo - se dirigió al auto con enfado - vámonos - ingresó al lado de piloto y bufó.
Jisoo seguía observando, con la arena es más difícil encontrar algún rastro, el viento hace que todo desaparezca.
_Vayamos más adelante - pidió Jisoo al ingresar al auto.
_¿Más adelante? Solo hay más arena, ni siquiera hay montañas por aquí - reprochó - mejor nos hubieran dado otro caso.
_¿Hoy te levantaste de mal humor? - preguntó tranquila - solo conduce, recuerda que soy tu superior - sonrió al darse cuenta de la mirada amenazante de Rosé.
_Está bien - la rubia obedeció - pero que te quede claro algo - giró a verla - yo mando en casa.
_Lo sé, cariño, eso nadie lo niega, pero...- giró a verla igualmente - ahora no estamos en casa.
_Sigue así y no llegarás a casa.
Jisoo rió y besó su mejilla mientras seguía conduciendo, Rosé era una gruñona y se veía muy linda cuando sus ceños se fruncían.
_¿Crees que podamos ir a nuestra cita antes de las cinco? Según aquí...- Jisoo leía unos documentos - el caso del ciclista ocurrió a esa hora, si esperamos posiblemente el auto volverá a pasar, claro, si es una rutina de cada día.
_Entonces hagamos nuestra cita aquí en el auto - Rosé seguía conduciendo - ¿Qué opinas? Así no nos aburrimos mientras esperamos.
_Me parece bien, en la maletera hay postres, los traje por si la ocasión lo ameritaba.
_Hay algo que no me cuadra - pensaba.
_¿Qué cosa? - Jisoo no dejaba de observar la carretera, estaba atenta ante cualquier señal.
_Al final de esta carretera hay una gran ciudad, allí tienen todo lo necesario, hospitales, mercados, si aquella chica viene de allí, ¿Por qué venir hasta aquí? Son como dos horas de viaje.
_Eso es lo que tenemos que averiguar - Jisoo suspiraba - lo más lógico es que viva más cerca de aquí, pero eso significaría que hay un lugar que no conocemos, ni tú, ni nadie, porque tampoco se muestra en los mapas.
_¿Te parece si nos estacionamos ya y esperamos? - preguntó Rosé.
_Está bien, esperemos hasta las ocho y veremos qué pasa.
Cada hora un auto nuevo pasaba, los hacían detener y hacían los procedimientos básicos para que se les pueda permitir continuar.
Ese día no habían hallado nada y tuvieron que volver al día siguiente, estar sentadas por horas las agobiaba, el calor que hacía las obligaba a salir constantemente y refrescarse echándose agua en la nuca y rostro.
Llegó el tercer día dónde volvieron para esperar ahora un día completo, esta vez eran las nueve de la noche y revisaban los documentos nuevamente, sacaban teorías y analizaban cada mínimo detalle.
Ambas dejaron los documentos de lado para bajar al ver unas nuevas luces de un auto a lo lejos.
Ambas esperaron a un lado de la carretera hasta que llegara, pero extrañamente para ellas, el auto se detuvo cuando la luz logró alumbrarlas.
Dentro del auto, Lisa observaba nerviosa a su antigua amiga caminar en su dirección, de inmediato apagó las luces y retrocedió.
Esto fue el aviso para que las oficiales corrieran a su auto por el intento de fuga, estaba claro que algo no andaba bien.
Lisa giró el auto al sentido contrario y aceleró para poder alejarse, vió a través del espejo retrovisor que ambas chicas comenzaron a seguirla, esto la hizo enfadar.
Giró repentinamente a su izquierda para nos guiarlas a donde estaba su familia y fue cuando Rosé aceleró, comenzando una persecución.
Lisa tenía que idear un plan, en el desierto difícilmente podrías esconderte y huir de la vista de alguien.
El auto se iba acercando más al tener mayor velocidad que su auto viejo, el polvo que hacía sus ruedas ayudaban un poco en cubrir la vista de las oficiales pero no era suficiente.
Jisoo alistó su arma y saliendo por la ventana, apuntó directamente a la rueda trasera, al instante en el qué disparó, el auto de Lisa perdió el control, pero la rubia tuvo una idea rápida.
Al ver el auto detrás de ella, frenó en seco, Rosé no tuvo tiempo de desviar el auto y en un movimiento brusco, Jisoo ingresó al auto al mismo segundo en que ambos coches se estrellaron.
Rosé se sentía desorientada por el fuerte golpe que se dió al volante, su frente estaba sangrando y Jisoo se encontraba desmayada a su lado, al no traer el cinturón de seguridad sus golpes habían sido más fuertes.
Rosé observó con dificultad como la silueta que estaba dentro del viejo coche, salía lentamente, al parecer también se había herido.
Aquella silueta era claramente de una mujer, la vió correr con torpeza y alejarse, antes de que su visión se vuelva oscura y quedara inconsciente al igual que su compañera.
Lisa observó su auto ya dañado, no podría llevarlo así y arriesgarse a que deje alguna pista de su paradero.
Había tomado todos los documentos que necesitaba y los llevaba en una mano, con la otra sujetaba el gran corte que se había hecho en el brazo por los vidrios que habían salpicado.
Lisa siguió caminando hasta llegar nuevamente a la carretera y cruzar, dejando un rastro de gotas de sangre que solo quedó en la autopista, en el resto de camino, la sangre solo se hundía dentro de la arena.
Voten ❤️
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