Nota: solo les recuerdo que este fic es g!p, si no les gusta, obtenerse a comentar e irse, gracias (◕ᴗ◕✿)🔪

El sol se iba ocultando a través de las montañas y Lisa presionó el acelerador a todo lo que iba, la carretera era larga y no podría demorar más de lo habitual, Jennie se desesperaba si tardaba al menos unos minutos.

La carne se iba descongelando en el asiento del copiloto, la música en el auto era alta, dejando bloqueado cualquier ruido al rededor.

Lisa acomodó la carne cuando de la nada una bicicleta salió de entre las grandes hiervas y cruzó la autopista, la rubia giró el volante para evitar embestirlo pero el auto logró golpear parte de la bicicleta.

El coche se detuvo y Lisa salió de este para caminar tranquilamente al muchacho, este sollozaba adolorido mientras sujetaba su rodilla izquierda y tenía la bicicleta en parte destruido por el golpe.

_Ayudeme - pedía el chico cuando tuvo a Lisa a su lado, lo estaba observando de pie - por favor - sollozaba.

_¿Es grave? - preguntó con expresión neutral, como si no le afectara nada.

_¡Tengo un hueso roto! ¡Por favor! - el dolor era cada vez más intenso - me duele demasiado.

_¿Me acusaras si te llevo al hospital?

_¡No! ¡No lo haré! - negaba.

_Está bien - Lisa lo tomó de sus hombros y sin importarle el grito de dolor de chico, lo llevó a rastras hasta su auto, lo subió a la parte trasera y cerró la puerta, caminó con tranquilidad a su auto para comenzar a retroceder.

De pronto su celular timbró, era Jennie.

_Hola, cariño - contestó.

_¿Pasó algo? - veía a su pequeña gatear - Estás tardando.

_Un ciclista se puso en mi camino, estoy llevándolo al hospital - respondió - llegó en media hora, ¿Está bien?

_Dejalo - pronunció de inmediato - déjalo dónde sea y regresa a casa.

_Cariño, no puedo hacerlo, no podemos arriesgarnos, ya te dije, regreso en media hora, adiós - cortó la llamada.

Jennie solo sonrió negando, Lisa se había vuelto más ruda y eso le encantaba, sobre todo el cama.

****

_Jisoo - Rosé se quitaba su gorra y la dejaba sobre el escritorio, la pelinegra giraba ante el llamado y sonrió en los labios de la rubia cuando la besó - feliz cumpleaños - murmuró sin despejarse de su esposa.

_¿Solo eso tienes? - retó la pelinegra - esperaba algo más - miró sus labios, sonriendo provocativa.

_Solo espera a que lleguemos a casa...- susurró en silencio y volvió a atrapar sus labios en beso más hambriento.

_Mjmm - un carraspeo las separó de inmediato, cuando notaron que quien las interrumpió solo era su amiga y eso las hizo suspirar aliviadas, solo riendo - esto no es un hostal - pronunció Jeongyeon - ¿Que hubiera pasado si el jefe las hubiera encontrado?

_Nada - Jisoo se apoyó en el escritorio - me lo agarraría a besos - se cruzó de brazos.

Las tres rieron.

_¿Que se siente ser la esposa de quién manda en este lugar? - preguntó Rosé con picardía, aún estaba con ganas de más.

_Se siente extraordinario - le sonrió.

Llegar a ese puesto no había sido fácil, pero agradecía que el jefe se había jubilado ya, y la dejó a cargo de todo, tanto como en su prestigioso currículum y todos los logros que tuvo con solo dos años de ser parte del FBI.

_¿Saben que el caso cuatro ya fue resuelto? - Jeongyeon dejó los documentos sobre la mesa - era un maniático quien mataba a todo esos animales, aunque no pudieron atraparlo - se sentó - el idiota se suicido en cuanto estuvo rodeado por la policía.

_Mejor - respondió Jisoo tomando de su café - una escoria menos en este mundo.

_¿Cuál es el nuevo caso? - preguntó Rosé.

_Aun no tenemos el informe, pero se nos entregará en dos días.

****

Lisa ingresó a la cabaña y observó la sala vacía, las tablas crujían a sus pasos hacia la cocina, Jennie estaba allí, mirando a la nada, pensativa.

_Cariño - se acercó a ella.

_¿Qué va a pasar? - preguntó de la nada, giró a ver a Lisa.

_¿A qué te refieres? - llegó a ella, acariciando su mejilla y dejó un suave beso sobre ella.

_¿Qué va a pasar si descubren este lugar? Nos separarían de Emily, me alejarían de ti.

_Eso no va a pasar - la miró a los ojos - nadie sabe que estamos aquí, hemos acabado con quienes se acercaban, con todos - sonrió - estamos muy lejos de la ciudad, cariño.

_Pero ellos llegaron - se refería a los cuerpos - pueden volver a hacerlo.

_Esos eran ladrones, fugitivos, nadie se acercaría porque sí - su sonrisa se fue borrando - y si nos encuentran, jamás dejaría que te separen de mi lado - acarició su cabello - jamás lo permitiré, Jennie, confía en mí.

_Lo hago - se miraban fijamente - siempre lo hago.

Lisa observó sus labios y no tardó en atraer a su esposa en un beso apasionado, estaba deseandola desde aquella llamada y había entendido la indirecta de llegar rápido a casa.

La castaña gimió en su boca cuando Lisa la acorralado entre la cocina y se posicionó entre sus piernas, frotaba su bulto sobre su centro y no dejaba de besarla con hambre.

_Vamos a la habitación - murmuró Jennie entre jadeos.

Lisa tomó sus piernas y la cargó, no dejaban que sus bocas se alejaran, para la rubia no era problema no ver el camino, conocía la cabaña a la perfección.