Capítulo 1
|| Tal vez algún día puedas convertirte en una Madrigal ||

La noche era especialmente hermosa ya que la luna llena yacía perfectamente sobre la casa de los Madrigal, Camilo te sacó de tu casa a través de la ventana para que ambos pudieran mirar las estrellas como siempre lo habían hecho durante años. Esa sonrisa que siempre te dedicó parecía diferente, había algo más en sus ojos, parecido a un deseo oculto. Deseaste poder leer su mente, ¿estaba pensando en ti?

"Oye y si vamos a la azotea, podríamos tener una mejor vista." Sugirió, sabiendo que era arriesgado, esperaba realmente que Dolores se mantuviera al margen está vez ya que finalmente Camilo reuniría el valor para contarte lo que sentía. Y quería que fuera perfecto. Lentamente, ambos empezaron a trepar por las paredes usando las enredaderas o cualquier cosa a la que pudieran agarrarse mientras lo hacían lo más silencioso posible, aunque sabía que su hermana lo oiría todo de todos modos. Dejándose caer una vez más en el lugar más cómodo con una vista maravillosa, Camilo se acercó un poco más a ti antes de mirar a lo lejos.

Suspiró, como incitándote a iniciar una conversación, pero te sentías cómoda solo con el silencio entre los dos, sintiendo la calidez irradiando de él. "Eres increíble -quiero decir que esta idea fue increíble, aunque no es como si no lo fueras p-pero, ah me detendré ahora." Tropezaste con tus palabras sintiendo como arruinabas el perfecto momento con tu crush/mejor amigo. Esto era un poco raro de ver, Camilo estaba tranquilo, sin tontear y sin decir algún que otro comentario ingenioso, así que sentías que tenía otras intenciones esta noche.

Sentiste una mano sobre la tuya, acariciándola suavemente antes de agarrarla con un poco más de fuerza y ​​confianza, y comenzó a hablar: "Sabes que me preocupo mucho por ti, ¿verdad? Eres mi persona favorita y no estoy bromeando." Mientras dice esto, se transforma en ti lo que te desconcierta un poco, pero te adaptas fácilmente. "Tengo un millón de cosas buenas que podría decir sobre ti, pero me limitaré a solo 3. Tu personalidad, me entiendes, y eres absolutamente impresionante, y podría seguir y seguir pero lo que estoy tratando de decir es que yo-" Volvió a ser su yo original. "Te amo." Te quedaste sin palabras mientras tu respiración se quedaba atrapada en tu garganta, viendo a Camilo sonreír y mirarte fijamente a los ojos. Brindándote una mirada que solo mostraba amor, compromiso y pasión.

"Y no tienes que devolver mis sentimientos, solo decidí decírtelo." Se encogió de hombros, pero podías sentir su palma sudorosa como si se escondiera detrás de una máscara, y es que en el fondo estaba inseguro de que no llegaras a sentir lo mismo. Te inclinaste para besarlo en la mejilla, luego en su otra mejilla, luego en su frente antes de apoyar la tuya en la suya. "Yo también te amo." Susurraste sin aliento antes de plantar tus suaves labios sobre los de él, los ojos de Camilo estaban abiertos de par en par todo el tiempo, lo cual no era lo más halagador para un primer beso, pero estaba en shock. El frío aire de la noche rozó tu piel, tal vez debiste haber traído una manta. Camilo tira de ti para abrazarte, en un intento de calentarte y sentir tu cuerpo sobre el de él.

"Oye, sé que es un poco pronto para decir esto, quiero decir, todavía somos jóvenes y puede parecer una locura, pero tal vez algún día puedas convertirte en una Madrigal."

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