001
"This ain't for the best
My reputation's never been worse, so
You must like me for me"
Jisung caminaba rápidamente por los pasillos de la escuela mientras sostenía su comida. No le daba importancia a los reproches de los alumnos con los que chocaba debido al poco espacio que tenían para caminar.
Tenía que llegar lo más pronto posible a su objetivo, el cual era el bibliotecario, debido a que no quería encontrarse con alguno de sus compañeros que siempre lo fastidiaban. Si lo veían en la biblioteca no le harían nada, y si lo hacían, probablemente el bibliotecario haría algo al respecto.
Entró velozmente sin pensarlo al llegar a su destino, y luego se dirigió a buscar cualquier libro, como cualquier estudiante en una biblioteca haría. Agarró el primero que le llamó la atención y lo llevo consigo para ir a sentarse a la mesa más visible del lugar.
Suspiró y abrió el molde que tenía la ensalada que le había preparado su mamá Taeyeon en la mañana. Al fin podría disfrutar la comida que su mamá le hacía con tanto amor, pues la mayoría de las veces no lograba terminarlo.
Conectó los audífonos que tenía a su celular para escuchar un poco de música relajante, las pocas veces que leía le gustaba hacerlo mientras escuchaba alguna canción, ya que sentía que era más entretenido.
Abrió el libro y comenzó a leerlo en el que momento en el que puso la canción. También empezó a comer felizmente por aquel buen receso que estaba teniendo, hasta ahora no había llegado nadie a insultarla o algo por el estilo. Solo estaban el, su ensalada, la música, el libro que leía y el alfa que lo veía curiosamente desde lo lejos.
El trabajo de bibliotecario no era tan malo como Minho pensaba. Lo único que tenía que hacer era atender a los alumnos que querían algún libro prestado —el cual no era un caso muy recurrente, supervisar cuando alguien iba y acomodar los libros un cierto tiempo.
Pero la mayoría del tiempo podía ver tranquilamente videos graciosos de gatos o alguna película, lo malo era que la silla que tenía no era muy cómoda y dejaba adolorido su trasero.
El alfa se encontraba revisando sus redes sociales con los pies en el escritorio que tenía, ya que era una posición más cómoda, solo esperaba que ningún maestro o el director entrara, pues sería el fin de su trabajo "perfecto".
Su entretenimiento se fué cuando vió de reojo a una persona por los estantes de libros. El miedo inundó todo su ser en ese corto momento. Volvió a sentarse normal tan rápido como pudo que su celular casi se caía, se quitó sus audífonos de cable bruscamente y se escondió debajo del escritorio como un cachorro miedoso.
Tenía miedo de ver y que fuera un profesor el que estaba ahí. Los maestros de esa escuela se veían un poco amargados y eso los hacía intimidantes a la vista de un alfa de 20 años. Okey, tendría que armarse de valor y afrontar las consecuencias si algún superior lo había visto.
Con todas sus fuerzas salió de su "escondite" y se sentó rápidamente de nuevo. Recorrió el lugar con su mirada para ver quién estaba ahí, y para su suerte, solo vió a un lindo chico que se encontraba comiendo y leyendo. Se quedó un rato observándolo curiosamente, por una extraña razón no podía —ni quería— apartar la mirada, aparte de que sentía un lindo sentimiento de calidez en su pecho.
Sentía que su lobo tenía un pequeño interés en aquel muchacho, y sinceramente el también empezaba a tenerlo, pero solo ignoró aquello en lugar de ir a hablarle. Agarró nuevamente sus audífonos y su celular para seguir con lo que estaba haciendo antes de aquella interrupción.
Pero aquello no duró mucho tiempo. No podía ver a gusto la serie que había puesto, por el simple hecho de que aquel sentimientos seguía ahí, y lo peor era que se intensificaba cada vez más, debido a que por alguna extraña razón, el olor del omega llegaba hasta ahí.
Todo se le hacía extraño, pues había conocido a muchos omegas a lo largo de su vida, y hasta habían algunos de los que se había enamorado, pero nunca le había pasado algo similar a aquello. Parecía que el omega, o más bien su olor, tenía algo que lo atraía demasiado.
Y llegó a un punto en donde no pudo más con aquella "atracción" hacia aquel olor, así que tomó la decisión de intentar hablarle. A lo mejor podía entablar una amistad con el, haciendo que todo eso que sentía se fuera de una vez por todas.
Notó como el desconocido se encontraba comiendo y escuchando música, algo que no estaba permitido hacer en ese lugar, así que se le ocurrió hablarle mediante esa excusa. Pero obviamente no se lo iba a prohibir, solo utilizaría eso como una excusa para comenzar una pequeña conversación. Así que respiró hondo —lo cual fue una mala decisión por las dulces feromonas del omega—, y se dirigió un poco mareado hacia la mesa donde estaba el castaño.
Jisung no prestaba ningún tipo de atención a su alrededor más que al libro que había agarrado mientras disfrutaba de la música que escuchaba mediante sus audífonos. El omega no era alguien muy fan de la lectura, pero cualquier cosa era mejor que estar soportando a los horribles omegas y alfas que solo lo insultaban.
Estaba tan distraído con su música y el libro que ni siquiera se había dado cuenta de que un desconocido lo estaba llamando, pudo reaccionar hasta que sintió como alguien tocaba su hombro.
Rápidamente se quitó los audífonos que traía para luego dirigir su vista a un chico, el cual parecía de su edad y tenía un leve sonrojo pintando en sus mejillas. Parecía que estaba apenado, o más bien nervioso por algo.
— Hola, ¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?
— Y-yo solo venía a d-decirle que la comida está p-prohibida aquí en la biblioteca. — vió como el chico desconocido jugaba con sus manos mientras hablaba nerviosamente.
Aquellos nervios se le pegaron a Jisung cuando el pelinegro había terminado de hablar. Se sentía como un completo idiota, pues en la entrada había un cartel enorme con las reglas que debías de cumplir si estabas dentro de la biblioteca, y a el omega no se le había ocurrido revisarlo debido a que estaba sumamente apurado.
— Oh, lo siento demasiado. Estaba tan apresurado que no leí el cartel de reglas, si quiere me puedo reti-.
— ¡No! D-digo no es necesario, no vengo a correrte o algo. De todas formas nadie viene, no se darán cuenta.
Jisung mentiría si dijera que aquella situación no se le hacía extraña. ¿Por qué le había mencionado eso si no la iba a echar de ahí? De todas formas estaba feliz por el hecho de que no tenía que salirse de ahí.
—¿Entonces cuál es el motivo por el que está aquí? No es por ser grosero, pero es que no entiendo. — el menor soltó una pequeña risa después de hablar.
Esa acción tan mínima e inofensiva hizo que Minho se quedara paralizado, ¿Por qué le pasaba eso? ¿El omega le había tirado algún hechizo o algo? A lo mejor su sonrisa tenía alguno, pues honestamente le parecía muy lindo.
— Bueno, seré directo, te vine a hablar por-.
El pelinegro no pudo terminar de hablar pues el ruidoso timbre que indicaba el fin del descanso le había interrumpido. No sabía si era algún tipo de mala suerte porque no pudo hablar bien con el chico, o si era algo bueno pues ya no sentiría ese raro sentimiento e interés, pues el omega se iría de la biblioteca.
— Una disculpa, pero me tengo que ir. Si quiere puede decirme mañana lo que quería, pues vendré otra vez. — y sin decir más, Jisung se fue con los mismos pasos apresurados hacia su salón.
¿Había escuchado bien? ¡Iba a regresar mañana! Y si no quería sufrir lo mismo que ese día, tendría que ponerse bien los pantalones y armarse de valor para hablarle una buena forma sin tartamudeos. Aunque eso iba a ser demasiado difícil.
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