TaeHyung había salido del baño con ropa limpia y seca, su cabello estaba mojado aún, alrededor de su cuello se encontraba una toalla, el muchacho se dejó caer en la cama mirando al techo con aire pensativo. Luego de haber hablado con JungKook y haber escuchado lo que sentía por él, había regresado donde su tía Sun, una vez dentro de casa ésta le daba la noticia sobre irse fuera del país, acabar sus estudios fuera de Corea.

Tal y como JungKook le había sugerido.

En ese momento Tae se arrepintió de haberle contado la verdad a su tía sobre el muchacho, era cierto que hubiera cambiado el hecho de quererlos separados, pero... ¿Su relación con JungKook habría sido normal como cualquier otra? La respuesta era no porque el mundo en el que vivía ese chico no era absolutamente adecuado para Tae.

— No quiero irme—susurró cubriendo sus ojos con su toalla. Respiró profundo sin saber que hacer, era consciente que si se quedaba corría el riesgo de acabar muerto o de perder a sus tíos.

Tae debía hacer lo mejor para todos, pero también lo mejor para él.

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A la mañana siguiente Tae hizo su rutina de todos los días, esa mañana estuvo más callado de lo normal y su tía Sun lo notó. Cuando el chico recogía su bolso de la sala, la mujer lo detuvo mirándolo con una pequeña sonrisa

— ¿Todo bien?

"Ya no tiene caso seguir mintiendo"

— Sé que me quieres lejos de JungKook—susurró—Sé que debe molestarte el hecho de que debamos vernos en clase...

— TaeHyung—tomó sus brazos—Estoy haciendo lo mejor para ti, no quiero perderte, eres como un hijo para mí—y corrigió—Eres el hijo que nunca pude tener, ¿Me entiendes?

— Lo sé, pero...—suspiró—Tal vez si hubiera sucedido antes...me hubiera ido sin pensarlo.

— No estarás solo, tu primo NamJoon está en Seattle, te recibirá allá una vez que llegues...

— Me gusta JungKook—soltó sin más—Conozco lo que siente y él está al tanto de lo que siento—sonrió tristemente—Es irónico que hayamos comenzado a coincidir desde esa tarde en el callejón—recordó lo asustado que estaba—Con razón él siempre me seguía.

— ¿Sabes lo peligroso que es esto?

— Es igual de peligroso que cuando papá y mamá aceptaron ese dinero para mi operación—la miró—Ellos pagaron la deuda con su muerte, me dejaron solo.

— Hicieron lo mejor para ti. Te salvaron.

— Lo sé, pero me hubiera gustado que ellos...hubieran tomado otra decisión—y añadió—JungKook no es el villano, tía Sun. Él es...bueno, ¿Y sabes que es lo importante? Que me quiere y yo lo quiero también.

La mujer ya sabía la historia de ambos cuando niños. Pero insistía, estaba haciendo lo correcto.

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TaeHyung abrió su casillero intercambiando algunos libros, el pasillo estaba lleno, iban y venían algunos estudiantes, el muchacho seguía pensando lo de irse, debía decidirse ya. Había convivido con su primo NamJoon cuando niños, aquel chico siempre destruía cualquier cosa que tocaba, pero era muy inteligente y astuto, además, siempre tuvo paciencia para explicarle a Tae lo que no entendía del mundo.

Su primo se había ido al extranjero por una beca que obtuvo para una universidad en Seattle, para Nam no fue complicado ya que sabía hablar inglés, pero a Tae le afectó un poco no tenerlo a su lado.

Volverlo a ver y convivir con él no sería tan malo, ¿Cierto?

Un pequeño alboroto se escuchó en aquel pasillo, TaeHyung levantó la mirada distinguiendo un joven de pantalones negros, camisa de botones blanca con mangas hasta los codos y zapatos negros. Lo impresionante era su rostro expuesto, ¿Jeon JungKook había dejado atrás ese cubrebocas negro de siempre?

Todos estaban sorprendidos por el cambio del chico ya que usualmente era lo contrario.

Tae siguió con los ojos bien abiertos cuando éste se detuvo frente a él con una pequeña sonrisa.

— ¿Vamos a clase?

TaeHyung miró alrededor, escuchaba murmullos, estaban susurrándose cosas, rumores, ahora él era parte de ellos, parte de ese escándalo y...ahora su nombre estaba junto al de JungKook. Ninguno de ellos conocía su historia, pero él sí. Con una pequeña sonrisa asintió obedeciendo, ambos caminaron al lado del otro ignorando las miradas poco discretas de los demás.

— ¿Puedo preguntar a qué se debe este cambio?

JungKook aferró su mano a la correa de su bolso.

— Pensé que te gustaría.

— ¿Lo hiciste por mí? —sonrió sonrojándose.

— Claro que no, no te emociones, TaeTae—usó su característico tono, TaeHyung sonrió aún y JungKook adoró verlo así.

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— Así que hablaste con tu tía—ambos chicos se encontraban en el jardín. Específicamente en las gradas de aquel campo, TaeHyung miraba aquel espacio verde asintiendo.

— Si me voy...—comentó dudoso— ¿Cuidarías de mis tíos?

— Tendrán guardaespaldas todo el tiempo hasta que solucione el problema—JungKook sonó muy seguro de sus palabras—Mi padre les brindará protección absoluta, a ellos y a toda tu familia, nadie los tocará.

— Eso me deja un poco tranquilo, creo—suspiró.

— Escucha, la idea de enviarte fuera del país no es para estar triste—ambos se miraron. JungKook apoyó sus brazos en sus muslos mirándolo fijamente—Cuando termines tus estudios yo habré solucionado todo aquí para tu regreso, ¿Bien?

Tae miró ese lindo rostro, no había notado que el chico tenía un pequeño lunar debajo de su labio inferior. Y JungKook notó como Tae humedecía sus labios con la punta de su lengua tragando con dificultad.

— ¿Entonces...esperarás a que regrese?

— Lo haré—asintió.

— ¿Y si algo sucede contigo? ¿Cómo lo sabré?

— Bueno...—sonrió con algo de picardía—Esta vez estoy armado, eso dice mucho.

— ¿Cómo entraste con un arma a la universidad? —se sorprendió— ¿Dónde está?

JungKook tocó su tobillo y Tae comprendió. De nuevo esas miradas dulces entre ambos se alargaban un poco.

— Voy a extrañarte.

— Y yo a ti, TaeTae.

Y allí en las gradas unieron sus labios bajo el cielo algo nublado, TaeHyung no resistía y colocó sus manos en su cuello mientras JungKook en cambio acariciaba su muslo, los dos estaban encerrados completamente en su burbuja.

Iba a colocar lemon pero luego dije que no, realmente no lo siento necesario.

Se viene el epílogo ^^