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─ chapter twenty-three




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— DIOS PAULO, cuidado por favor.

— No pasa nada, Gia, está todo controlado ¿o no Alle? —preguntó balanceando a la nena en sus brazos y provocando que riera.

— Hay más gente boludo, se van a llevar puesto a alguien, lo único que falta es que nos echen del estadio. —Gianna frunció el ceño viendo como su hermano la ignoraba— Ori decile algo, controlalo.

— Sí, justo a vos te van a echar. —le dijo Paulo colocando sus ojos en blanco— Aparte, Ori no me manda a mí.

— Paulo. —fue lo único que dijo Oriana provocando que el cordobés se detuviera. Gianna aguantó la risa al ver como su hermano se giraba para ver a la modelo.

— ¿Sí, mi amor? —la mirada de Oriana fue suficiente para entender— Bueno che, ahora no puedo ni jugar con mi ahijada, que aburridas que son. Vení Alle, vamos a comprar algo calentito para tomar mientras miramos el partido.

— Ojo con lo que hacen. —le dijo Gianna viendo como su hermano caminaba con Allegra hacia el lado de las tiendas que había en el estadio mientras esperaban a los Álvarez para subir al palco todos juntos.

Era ya ocho de enero, lo que significaba que Gianna y Allegra habían pasado ya una semana en Manchester y había llegado el día de un nuevo partido del Manchester City, esta vez uno perteneciente a la FA CUP, que iba a ser disputado contra el Chelsea.

Era el primer partido que Gianna iba a ver de Julián en el City de forma presencial, y por ende también lo era el de Allegra, y las dos estaban muy emocionadas. Aunque probablemente no tanto como Julián que había estado toda la semana hablando del mismo y encargándose de conseguirle los pases especiales, de conseguir ropa del club para Allegra y también para Gianna, además de obviamente obsequiarles a ambas la camiseta con su apellido y el número diecinueve. Y la presencia de Paulo y Oriana hacía todo mucho mejor, y es que habían viajado por al día siguiente, el nueve, era el cumpleaños de Allegra, y habían viajado a Manchester para pasarlo con ellas y la familia Álvarez aprovechando que ni Paulo ni Julián, ni los hermano de este tenían partido o entrenamiento.

— ¡Buenas! —las dos observaron a la familia de Julián acerándose a ellas, emponchados por el frío, usando bufandas del club al igual que Gianna— ¿Llegaron hace mucho? —cuestionó Gustavo saludándolas a ambas.

Gianna negó con su cabeza, mientras saludaba a los demás— Llegamos hace unos minutos. Decidimos hacer tiempo en la casa esa de comidas aprovechando que había juego para los nenes.

— ¿Y Alle?

Ante la pregunta de Agustina, Gianna señaló la zona de las tiendas— Se la llevó mi hermano para comprar algo caliente para tomar.

— ¿Está emocionada?

— Quiso dormir con la remera de Julián, pero la convencimos de que se ponga una de las que le regalaron de Spiderman, sino no la iba a llegar a lavar para el partido. —contó provocando que los demás sonrieran— Igual creo que Julián está al mismo nivel de emoción, se la pasó mostrándole fotos de los compañeros tratando de enseñarles los nombres para que los identifique.

Agustín carcajeó— ¿Y? ¿Aprendió alguno?

— Ya sabe identificar a Haaland, Phil y Rodrigo. —se encogió de hombros riendo— Algo es algo.

Cuando Paulo y Allegra regresaron, todos se dirigieron hacia la zona que les habían asignado, una zona especial para las familias de los jugadores. A pesar de que Allegra tenía un asiento solo para ella, no estaba usándola para nada porque pasaba un ratito sentada con cada uno de sus tíos, sobre todo con Paulo que era a quien menos había visto esos últimos días dada que estaban viviendo en distintos países.

— Hay rumores de que Enzo va a ir al Chelsea. —dijo Paulo mirando a su hermana mientras los jugadores del equipo de Londres salían a la cancha para el calentamiento— ¿Vos sabes algo? Porque en el grupo le preguntamos, pero se hace bien el boludo.

— Estuve hablando con Valentina, pero no me comentó nada, y Juli tampoco me dijo nada, aunque sé que estuvo hablando más seguido con Enzo, así que no me sorprendería si terminan siendo verdad. —murmuró Gianna, una sonrisa formándose en sus labios rosados cuando los jugadores del City salieron a la cancha, y entre ellos divisó a Julián que salía riendo con Phil Foden. A su derecha, los hermanos de Juli señalaban el campo para mostrarle a Allegra donde estaba Julián mientras la nena agitaba su mano saludando, y el cordobés devolviendo el saludo, sonriendo también como tonto al ver a Gianna— ¿Decis que es buena idea que vaya al Chelsea?

Paulo soltó un ruido con sus labios, analizando la situación de su compañero de selección y amigo— Creo que una de las mejores cosas que puede hacer es meterse en la premier por el nivel que tienen. Ahora el Chelsea no está en su mejor momento, pero es algo pasajero, son uno de los mejores equipos que hay, solo están pasando por una mala racha esta temporada. Es muy probable que una vez que empiecen a hacer las cosas desde la dirección como corresponden, van a empezar a funcionar como antes y volver al nivel que tenían. —hizo una pausa, viendo a los jugadores del Chelsea— Tienen muy buenos jugadores y muchos son nuevos, pero son muy buenos individualmente, y eso no alcanza, necesitan aprender a jugar como equipo, y cuando eso pase van a volver con todo seguro. En el 2021 le ganaron la Champions al City, un City que también estaba dirigido por Pep, eso dice mucho.

— Conclusión, ¿puede ser bueno, pero va a tomar tiempo? —preguntó Gianna provocando que su hermano riera mientras asentía— Si eso pasa, Alle va a tener una amiguita relativamente cerca cuando vengamos para acá, y de paso yo voy a tener a Valu para juntarnos de tanto en tanto, y organizar algún viaje a un punto neutro con ella, Karen y Cami que nos quede a todas a la misma distancia.

— Vi que se juntaron con Muri y Licha el otro día, me deja tranquilo saber que también los tienen a ellos cerca.

Gianna asintió sonriendo— Sí, hace unos días salimos los cuatro a comer mientras Allegra se quedaba con Agustina y Rafa, que la llevaron a pasear, y antes de ayer fuimos a lo de ellos a tomar mates, Allegra estaba como loca con Polito. —los dos rieron, Gianna sacando su teléfono para mostrarle fotos de la nena con el perrito de la pareja de entrerrianos— Conocí a Garnacho, lo habían invitado a tomar mate también, es el protegido de Licha y quería que entablara relación con Julián por el tema de que después va a estar en la Selección.

— Es buen pibe. —comentó Paulo recordando cuando los nuevos chicos habían tenido entrenamientos con ellos.

— Sí, es un poco raro escucharlo soltar palabras bien argentas con el acento, pero es bastante copado, y se nota que de verdad quiere representar a Argentina y siente la camiseta. La novia es un sol también, quedó enamorada de Alle. —dijo sonriendo.

Julián estaba de titular, por lo que desde el comienzo del partido se encontraba en la cancha, moviéndose de un lado a otro, molestando, presionando, haciendo lo que mejor sabía hacer. Pero de nada servía si no le pasaban la pelota cuando estaba solo o libre cerca del arco— ¡MORFÓN DE MIERDA! ERA PARA JULIÁN CULIADO, ¿QUÉ HACES?

Dieciocho minutos de partido, y Paulo ya estaba completamente sacado, puteando a Palmer y dando indicaciones como si los jugadores pudieran escucharlo. Gianna a su lado estaba en un estado similar, viendo como Julián miraba incrédulo a su compañero, sin creer que había desperdiciado tal oportunidad. Pero el partido recién comenzaba y tenían bastante tiempo por delante, y tenían de su parte el hecho de que el City estaba teniendo casi toda la posesión de la pelota.

— Yo si soy Pep no lo meto más, siempre hace lo mismo el pibe. —comentó Rafael mientras veían como Kepa, el arquero del Chelsea, agarraba la pelota y se preparaba para sacarla desde el arco.

— ¡PERO MIRÁ LO QUE FUE ESO! ¡LA METIÓ AL ÁNGULO!

— ¡GOL! ¡GOLAZO BOLUDO!

Gritos eufóricos por parte de los ciudadanos se escucharon en todo el estadio cuando Mahrez logró anotar el primer gol del partido desde un tiro libre, que con tanta precisión había logrado meter la pelota en la esquina superior del arco, Kepa no pudiendo hacer nada para detenerlo. Allegra en su asiento, saltaba agitando sus brazos de un lado a otro, gritando gol, a pesar de que no entendía demasiado del juego por su edad, sabía que si la pelota entraba era un gol y que el equipo de Julián era el que vestía de celeste.

— Che, ¿no tienen otro canto? Desde que empezó el partido están cantando la misma frase o gritan el nombre de algún jugador nomás. —murmuró Gianna provocando las risas de los demás.

— Estamos en Inglaterra Gia, no en Argentina, no todos tienen la capacidad de los argentinos para las canciones de la cancha. —dijo Agustín riendo.

— Que poca pasión le meten, encima es una Copa especial, ni siquiera es de la premier como para decir que es un partido más.

— ¡ESO ES MANO! ¿QUÉ TANTO VAS A CHEQUEAR EL VAR? —gritó Paulo indignado mientras el árbitro miraba la pantalla del VAR, cosa que llevaba haciendo desde hacía al menos dos minutos. Una jugada en la que tanto Laporte como Havertz habían saltado con la intención de recibir el tiro que se había realizado desde la esquina, tiro que el alemán del Chelsea había interceptado con su mano, generando una clara situación de penal a favor del Manchester City.

Gianna frunció el ceño— Estaba literalmente al frente de la jugada el tipo, ¿me vas a decir que no viste esa mano? Dios mío, cada vez más decadente el arbitraje de los partidos.

— Lo único que falta es que ahora no lo valide y diga que sigan nomás. —dijo Gustavo negando con su cabeza.

Pero al final, el árbitro había concedido el penal a favor del City, y todos los hinchas ciudadanos festejaban la nueva posibilidad de hacer gol que se presentaba ante ellos— ¿Quién dicen que lo patea ya que no está Haaland? —cuestionó Gianna viendo a los jugadores hablando entre ellos para definir el pateador.

Paulo posó su mirada en el grupito de jugadores— Puede ser que lo haga Mahrez, ya ha pateado varios penales antes, o por ahí lo hace Foden.

— ¡Juli! ¡Mira mami, Juli! —gritaba Allegra viendo al cordobés acercándose al punto de penal.

— Julián está con la pelota. —Gianna abrió sus ojos con sorpresa— Me muero, lo va a patear él, lo va a patear Juli, Paulo. —murmuró la escritora, sacudiendo el brazo de su hermano con emoción y provocando que este soltara una risa.

— Lo estoy viendo Gia. —respondió Paulo aún riendo— Kepa está tratando de aplicar la gran Dibu, espero que los chicos estén viendo esto. —dijo sacando su teléfono para escribir al grupo que tenían todos juntos, mandando un mensaje que decía "Díganme por favor que están viendo el partido de Julián".

— ¡Se le está cagando de risa! —una carcajada brotó de los labios de Gianna al ver como Julián se reía de lo que fuera que Kepa le estaba diciendo— Se le pegó lo demente del Dibu, salieron todos medio trastornados del Mundial ustedes. —dijo Gianna provocando que Paulo carcajeara junto a la familia de Julián— ¡VAMOS MI AMOR! ¡GOL! ¡LO HIZO! ¡ENTRÓ!

— ¡ESO ARAÑA! ¡GOOOOL HERMANO, GOL! —gritaban los hermanos de Julián con emoción mientras todos se abrazaban, Allegra saltaba aplaudiendo y gritando el nombre del cordobés, mientras el resto de la hinchada festejaba a los gritos el segundo gol del partido.

Paulo sintió entonces que su teléfono sonaba, indicándole la llegada de un nuevo mensaje, soltando una risa al ver el mensaje del Dibu: "ESE ES MI POLLO CARAJO, PARA ESTO LOS ENTRENÉ" seguido por mensajes de los demás felicitando al chico de Calchín y jodiéndolo por el festejo.

— Me parece que está clarito para quien va dedicado el gol, ¿no cuña? —dijo Rafael observando con una sonrisa a su hermano en la cancha.

— Ay, lo amo tanto. —susurró Gianna viendo como Julián alzaba dos dedos, para luego hacer un corazón señalando hacia la zona donde toda la familia estaba sentada, dando a entender que el gol iba dedicado para ellas dos.

De esa forma continuó desarrollándose el resto del partido, para cuando entraron en el entretiempo el City ya tenía tres goles a su favor, para el final del segundo tiempo el marcador había quedado en un cuatro a cero, gracias al gol realizado por Foden y a un segundo penal pateado por Mahrez. El City pasaba a la siguiente etapa de la FA Cup y el clima en el estadio era claramente uno de euforia y festejo por continuar en la carrera por la copa.

Gianna sonrió viendo como los jugadores del City festejaban en la cancha, aplaudiendo al público en agradecimiento por haber ido a apoyarlos, mientras los jugadores que habían estado en el banco de suplentes ingresaban en la cancha para felicitar a sus compañeros. La cordobesa observó con alegría como Julián y Phil se abrazaban entre ellos, y como ambos eran luego atrapados en un abrazo por Haaland, provocando que rieran. Se notaba la buena relación que Julián tenía con sus compañeros, y Gianna no podía estar más feliz por él.

— Hinchas de river, tremendo. —comentó Agustín llamando la atención de los demás. Gianna, que estaba hablando con Paulo y Rafael, que tenía a Allegra en brazos, dejó de mirar a su hija para ver a donde señalaba su cuñado.

— Dios mío, ¿qué hace? —preguntó Gianna entreabriendo sus labios con sorpresa, sus ojos claros cargados de incredulidad viendo a su pareja.

Julián, estaba a un lado de la cancha, junto a unos hinchas que tenían cosas de River y un cartel donde decían que venían de Argentina. Una oleada de gritos se hizo presente cuando Julián, en lugar de sacarse la camiseta para dársela a los hinchas, como hacían los jugadores normalmente, se sacó los pantalones que había usado en el partido regalándoselos con una sonrisa para luego dar media vuelta y correr hacia el otro lado de la cancha donde estaba el túnel para ir a los vestuarios. Todo eso dejando a la vista los calzoncillos blancos que llevaba abajo del equipo, que resaltaba el culo del cordobés y que dejaba completamente a la vista las tremendas gambas que tenía.

— No mires Alle, estás chiquita vos. —Rafael le tapó los ojos a su sobrina, tratando de aguantar la carcajada mientras el estadio gritaba por Julián que corría hacia el túnel, una sonrisa en sus labios y sus cachetes completamente rojos— Terminó el horario apto para todo público.

— La baba, Gianna, ¿querés un pañuelito cuña? Creo que tengo uno en la mochila.

Ante el comentario de Agustín, los demás carcajearon, viendo como la mirada de Gianna seguía a Julián, sus mejillas tornándose de un tono rosado. La escritora no lo había notado, pero Oriana había grabado toda la secuencia en una historia de Instagram, completamente tentada con como la expresión de la chica iba cambiando con la secuencia.

— Pobre gente ilusa que lo veía tímido. —Paulo ahogó una risa— Eso porque no lo vieron en los festejos en el vestuario después de la final. —Gianna observó a su hermano con una ceja alzada, provocando que negara rápidamente con su cabeza— Nada que pusiera en riesgo su relación, pero estaba re desacatado el loco con las birras y el Kun. —aclaró provocando que los hermanos Álvarez rieran.

— Ah porque vos estabas diez puntos, ¿no? Ni dos minutos del live de Ota que vos ya estabas en cuero y revoleando la camiseta, Paulo.

— Pero yo no tenía imagen de tímido. —le respondió su hermano guiñándole un ojo.

— Ya estás hablando boludeces, callate mejor. —le dijo Gianna colocando sus ojos en blanco.

— Bueno, ¿les parece si vamos yendo? Juli dijo que nos esperaba abajo para ir a comer juntos.

Así, todos bajaron a la zona de espera fuera de los vestidores donde ya había familiares de otros jugadores esperando a que estos salieran. Gianna saludó con una sonrisa a la novia de Erling, a quien había conocido unos días atrás, en una salida con los jugadores y sus parejas y familias, donde el cordobés había aprovechado para presentarles a Gianna y Allegra, ya que Julián desde que había llegado no había dejado de hablar de ellas.

— Hola Alle, hola Gia. —saludó Rodrigo con una sonrisa al verlas luego de salir del vestuario, saludando también a los demás Álvarez, Paulo y Oriana— Julián ya sale, fue de los últimos en entrar a las duchas.

— Gracias Rodri, ¡nos vemos! —saludó Gianna con una sonrisa dulce, de la misma forma en que saludó a los demás jugadores que se acercaban para saludarlas. Phil, que había pasado con Ronnie en brazos, se acercó a ellas para saludarlas, ya que Allegra y Ronnie habían jugado bastante juntos en la salida del equipo.

— Ah, ahí viene Julián, nos vemos chicas. —se despidió Phil, agitando su mano para saludar a Julián, de quien ya se había despedido en el interior del vestuario, yéndose con su familia.

— ¿Andábamos con calor hoy, Araña? —Rafael fue el primero en hablar, provocando la risa de la familia y que Julián se pusiera todo rojo.

— No sabía que había show de exhibicionismo incluido hoy. —dijo Agustín sumándose a la joda— Revolucionaste las redes, Juli, tas por todos lados en bolas culiado.

Rafael miró la pantalla de su teléfono, viendo que Julián era tendencia en Twitter— No creo que podamos repetir ni la mitad de las cosas que están diciendo en Twitter ahora mismo, y el noventa y nueve por ciento de esas cosas no son aptas para que las escuche Allegra, imaginate como está todo.

Julián soltó una risa— Dah, cierren el orto ustedes. —el jugador del city, que estaba portando ya ropa casual pero abrigada, sin el logo del club, se acercó a ellos, siendo primero abrazado por Mariana y Gustavo, y luego por sus hermanos.

— Yo no se como le dio para andar en bolas con el frio que está haciendo, que huevos. —dijo Paulo riendo mientras lo felicitaba por el gol con Oriana— Igual a una que yo sé le encantó todo el showcito. —movió su cabeza señalando a Gianna, quien no dudó en darle un golpe con su codo en el estómago.

— Deja de decir boludeces Paulo. —se quejó Gianna sintiendo que se ponía toda roja de nuevo, provocando que Julián sonriera mientras se acercaba a ella para dejar un beso en sus labios con dulzura y luego dejar otro en la cabeza de Allegra.

— ¿Así que te gustó? —Julián ladeó su cabeza, observándolo con sus ojos chocolate cargados de picardía. Gianna desvió la mirada hacia un costado, evitando verlo, porque estaba poniéndose aún más roja, lo que provocó que el cordobés riera, acercándose para besarla otra vez de forma fugaz.

— Bueno, vamos cortando con los besos que no están solos, ¿sí? —Paulo se acercó, poniendo sus manos entre ambos y abriéndolas hacia los costados para separarlos un poco, escuchando de fondo la risa de los Álvarez y Oriana— Estamos en público loco, un poco más de respeto.

— Las cosas que has hecho en público Paulito, no te vengas a hacer el santo ahora.

— Sin pruebas, no hay acusación válida, Giannita.

— Si, si, colacha, caminá. —le dijo la escritora empujándolo para que camine hacia la salida, siendo seguidos por los demás mientras reían.




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GIANNA SOLTÓ UN QUEJIDO cuando sintió la luz dando de lleno en su rostro— Julián. —murmuró tratando de taparse el acolchado, algo que estaba siendo difícil gracias a que el cordobés la tenía abrazada por la cintura, por encima del acolchado, y no permitía que este se moviera— Otra vez dejaste las cortinas abiertas.

La chica llegó a escuchar que el futbolista decía algo, pero por el volumen de su voz y que todavía estaba medio dormida no llegó a entender nada de lo que le decía. Gianna tuvo la intención de girarse hacia la izquierda para ver la hora en su teléfono sobre la mesa de luz, ya que ella estaba durmiendo del lado izquierdo de la cama, pero fue detenida cuando sintió que el brazo de Julián liberaba el agarre por encima del acolchado para meterlo por debajo de toda la ropa de cama hasta entrar en contacto con la tela del pijama de Gianna. Y sin demasiado problema, fue capaz de hacer girar a la cordobesa para que quedara de frente a él, que ya estaba con una sonrisita en sus labios aún sin abrir sus ojos.

— Buenos días. —murmuró con voz ronca, abriendo finalmente sus ojos para encontrarse los ojos claros de Gianna. Julián acercó su rostro al de ella para dejar un beso suave en su nariz, aprovechando para apoyar su cabeza sobre la de ella, sus ojos volviendo a cerrarse por algunos segundos— ¿Qué hora es?

— Estaba por fijarme eso hasta que alguien me agarró. —respondió ella provocando la sonrisa del cordobés.

— No deben ser ni las nueve y media porque tenía la alarma para esa hora y no sonó todavía. —Gianna asintió, acurrucándose más contra el pecho de Julián, aprovechando la calidez que le brindaba y que la resguardaba del frío que hacía por la mañana en Manchester— Podemos seguir durmiendo un ratito más.

— No hay chance de que me vuelva a dormir gracias a que alguien dejó la cortina abierta de nuevo. —dijo la chica mientras Julián acariciaba con suavidad su cabello, sus ojos otra vez cerrados para resguardarse de la luz que entraba por el ventanal.

— Bueno, no dormimos, pero quedémonos así un rato hasta que Allegra se despierte. —murmuró abriendo un ojo ligeramente para ver el walkie-talkie en la mesa de luz de Gianna, por el que no se escuchaba ningún ruido, lo que indicaba que la nena seguía dormida.

Y Gianna no iba a decirle que no, no cuando lo tenía de esa forma, abrazándola contra su pecho, dejando besos en su cabeza mientras trazaba caricias en su espalda con suavidad. Un suspiro feliz escapando de los labios de Julián al estar de esa forma, porque si algo le gustaba de esta nueva rutina que habían armado con Gianna durante su estadía en Manchester, era el poder estar de esa forma con ella, ese sentimiento de confort y de familiaridad al que sin dudas estaba acostumbrándose, el mismo que tenía cuando miraban películas con Allegra, o cuando cocinaban los tres después de que él llegara del entrenamiento, o el mismo que tenía básicamente en cada momento que estaba con ellas.

Durante un rato, se mantuvieron de esa forma, simplemente disfrutando de la compañía del otro, de la cercanía y la tranquilidad hasta que la alarma de Julián les indicó que ya debían despertarse. Dejando un beso en la frente de Gianna, el cordobés se estiró mientras ella se levantaba de la cama, acercándose al placard para agarrar un buzo, perteneciente a Julián, y colocárselo para que la resguardara del frío.

Luego de hacer la rutina de la mañana que compartían cuando Julián no tenía entrenamiento ni partido, como ese día, los dos se dirigieron hacia la cocina donde juntos comenzaron a preparar el desayuno.

— ¿Les recordaste a los chicos la hora? —indagó Gianna en voz baja metiendo en el horno eléctrico los cruasanes que habían comprado el día anterior para tenerlos de desayuno.

Julián asintió mientras ponía el agua a calentar para el mate y a un costado leche para Allegra, ya que estaban tratando de que dejara la mamadera y comenzara a tomar en taza— Sí, ayer les mandé otra vez la hora y la dirección, todos volvieron a confirmar que venían, excepto Rodrigo que estaba en Argentina con los nenes, y Alexis que dijo que no sabía si iba a venir porque no se sentía bien.

Gianna frunció el ceño confundida— Que raro, Cami me dijo que venía.

— Por ahí viene sola, por lo que me dijo Alexis estaba descompuesto. —se encogió de hombros— Rafa me dijo que él y Agustina se encargaban de ir a buscar la torta, que nos despreocupemos por eso.

Gianna asintió, una sonrisa formándose en sus labios cuando sintió la calidez que emanaba el cuerpo de Julián lo que indicaba que estaba cerca de ella, y lo confirmó cuando sintió que el cordobés la abrazaba por la cintura, ocultando el rostro en su cuello, provocándole un escalofrío al sentir su respiración contra su piel.

— Me haces cosquillas, Juli. —susurró ella soltando una risita, sintiendo como comenzaba a dejar besos en su cuello con suavidad, sabiendo perfectamente que eran la debilidad de Gianna— Julián...

— ¿Qué? —susurró sin detenerse. Gianna pudo sentir la sonrisa de Julián contra su piel, más que claro que lo estaba haciendo apropósito— ¿No puedo darle unos besitos a mi novia? —indagó, volviendo a su tarea y Gianna estaba a un segundo de que le cedieran las piernas. La escritora mordió su labio inferior sintiendo como poco a poco los besos de Julián comenzaban a desplazarse, subiendo por su barbilla lentamente hacia la comisura de sus labios, hasta finalmente llegar a sus labios donde dejó varios besos que culminaron en uno más largo e intenso que le robó el aliento por completo— Ahora sí son muy buenos días. —soltó en un susurro, completamente consciente del efecto que sus besos estaban teniendo en Gianna, sus labios aun rozando los de ella— ¿Qué pasa, Gia? ¿El gato te comió la lengua? —preguntó, alejándose de ella como si nada, con una sonrisa en sus labios tratando de lucir inocente, pero era cualquier cosa menos inocente.

— No te hagas el vivo. —lo apuntó con su dedo índice provocando que riera.

— ¿No te gustaron mis besos de buenos días? Y yo que pensé que te encantaban, mi vida. Voy a tener que mejorarlos entonces, y para eso necesito seguir practicando. —le guiñó un ojo para agarrar la pava y dejarla sobre la mesa con el mate— ¿Vas a ser mi sujeto de pruebas? —cuestionó volviendo a acercarse de forma peligrosa, sonriendo con picardía.

— ¿Qué pasa que estás tan mimoso? —le preguntó Gianna arrugando su nariz ligeramente, lo que provocó que Julián riera— ¿Le pusiste algo a tu dentífrico? ¿Qué te chupaste?

Julián tomó el rostro de Gianna entre sus manos, su mirada chocolate chocando con la mirada oliva de su novia, perdiéndose completamente en ella— Me pasa que te amo, y estoy aprovechando todo lo posible antes de que tengan que volverse a Roma. —hizo una pausa, dejando un beso en sus labios— Sé que van a volver para mi cumpleaños, pero igual las voy a extrañar mucho, ya me acostumbré a tenerlas acá.

Gianna sonrió con dulzura— Se va a pasar volando con todos los partidos y cosas que tenés que hacer, para cuando te des cuenta ya vamos a estar acá de nuevo molestando.

— Molestando no. —negó el cordobés, frunciendo el ceño— Ustedes nunca podrían molestarme, si fuera por mí pasaría con ustedes todos los días. —y esa era una idea que Julián ya venía teniendo hace rato y que de solo pensarlo lo hacía sonreír, porque la simple idea de poder vivir su día a día con Gianna y Allegra le podía demasiado— ¿Despertamos a la pulga?

Dejando un último beso en sus labios, Julián se separó para ir hacia el mueble donde habían escondido los regalos de Allegra mientras Gianna sacaba la bandeja del horno para evitar que los cruasanes se quemaran. Y entrelazando su mano con la de Julián, los dos se encaminaron hacia la pieza de Allegra que seguía durmiendo tranquilamente, abrazada a sus peluches, su carita apareciendo entre las frazadas y el acolchado, provocando que la pareja muriera de ternura. Una sola mirada entre ambos bastó para entenderse, Gianna abrió la cortina permitiendo que la habitación se iluminara.

— Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz. —comenzaron a cantar despacito acercándose con los regalos, sonriendo al ver como la nena comenzaba a removerse hasta finalmente abrir sus ojos— Que los cumplas, Allegra, que los cumplas feliz.

Allegra los observó, refregándose los ojos, una sonrisa radiante apareciendo en su rostro cuando entendió que era su cumpleaños y vio los regalos que tenía Julián entre sus manos.

— Buenos días princesa, feliz cumpleaños mi vida. —dijo Gianna acercándose a ella y ayudándola a sentarse en la cama para abrazarla y llenarla de besos— Te ama mami, hija.

— Feliz cumpleaños pulga. —dijo Julián dejando los regalos sobre la cama para acercarse a la nena y abrazarla, dejando muchos besos mientras le hacía cosquillas provocando que riera— ¿Lista para todo lo que preparamos para hoy? —Allegra asintió, soltando un bostezo que le robó una sonrisa a ambos, muertos de amor— ¿Qué hacemos primero? ¿Desayunamos o abrimos los regalos? Mamá te preparó los cruasanes que te gustaron.

La nena negó con su cabeza— Los regalos, ¡regalos! —exclamó aplaudiendo, un grito de emoción escapando de sus labios cuando Julián le pasó las bolsas y cajas que habían guardado para ella. Observando con una sonrisa la emoción de Allegra, ayudándola a romper los envoltorios o riendo cuando les mostraba algo como si fuera la cosa más increíble del mundo.  



— ¡NO SEAS TRAMPOSO CULIADO! —Gianna soltó una carcajada cuando vio al Cuti compitiendo con el Dibu en uno de los tantos juegos, como si fueran dos nenes más.

— ¡DALE CUTI, TIRALO A LA MIERDA! —gritó Nahuel— ¡A LAS PATAS BOLUDO, A LAS PATAS! —haciendo caso a los gritos de su amigo, el Cuti apuntó con el palo de goma que le habían dado hacia los pies del Dibu, obligándolo a retroceder hasta que el arquero terminó resbalando y cayendo en la zona que estaba llena de cubos de goma.

— ¡TE CABE DIBUJITO! —se carcajeó el Cuti alzando sus brazos triunfante mientras los demás reían.

Hacía rato que ya habían llegado al complejo donde estaban celebrando el cumpleaños de Allegra, un lugar que había sido apartado para ellos, repleto de juegos como trampolines, peloteros, castillos inflables gigantes, canchitas de futbol amortiguadas y muchos juegos más que eran aptos tanto para chicos como par adultos. Tenían toda la tarde reservada para festejar el cumpleaños de Allegra, el lugar decorado con la temática de Monsters Inc. que la nena había elegido, todo organizado por Gianna, Julián y los hermanos de ambos, que parecían unos nenes más queriendo de todo para el festejo.

Las risas podían oírse por todo el lugar, los nenes corriendo de un lado a otro, los padres también divirtiéndose como si fueran unos nenes más. Las mesas repletas de comida y decoraciones que iban a juego con la temática, y a un costado la torta decorada con los personajes que a Allegra tanto le gustaban, un número 3 hecho con globos a un lado, dejando en claro cual era la edad de la cumpleañera.

Todos los de la Scaloneta que habían confirmado su presencia se encontraban ahí con sus familias, así como la familia de Julián y la de Gianna, ya que su madre también había viajado para estar en el cumpleaños de Allegra. Contando incluso con la presencia de Frenkie y su pareja Mikky, que habían viajado desde España para poder asistir, o de algunos de los chicos del City como era el caso de Phil con Ronnie. Era todo un espectáculo ver a Lionel Messi y Ángel Di María tirándose por uno de los toboganes con sus hijos, o ver a Enzo y Julián en el castillo inflable saltando con Olivia y Allegra acompañados de Phil con Ronnie, los hermanos de Julián y Paulo.

— En unos minutos sacamos las pizzas, Gianna, ¿necesitas que hagamos algo más?

Gianna negó con una sonrisa hacia la encargada, Carla, con la que había estado hablando desde que habían comenzado a organizar todo— No, todo está perfecto Carla, muchas gracias.

La escritora observó como los nenes se agrupaban con las chicas que estaban para animar la fiesta, mientras los más grandes aprovechaban para descansar un poco, porque aun siendo deportistas de alto nivel era bastante difícil seguir el ritmo a nenes con tanta energía.

— ¿Cansada Araña? —cuestionó la cordobesa cuando vio a su pareja acercándose a ella, acomodándose los rulos que habían caído sobre su frente por todo el movimiento.

— ¿Cómo puede ser que tengan tanta energía? —preguntó provocando que Gianna riera— ¿Dónde se supone que guardan tanto si son esto? —hizo un gesto con sus dedos indicando que eran muy chiquitos.

La chica le entregó un vaso con agua, que él bebió rápidamente, agradeciéndole con un beso— ¿Está todo bien? ¿Hay que hacer algo? —Julián la observó nerviosamente, quería que todo saliera bien.

— Todo bien, ya se hicieron cargo de todo, no tenemos que hacer nada. —le aseguró Gianna— ¿Allegra?

Julián señaló la otra punta del lugar donde la nena estaba en los brazos de Paulo, dirigiéndose hacia el grupo de nenes para dejarla con ellos y que pudieran empezar con las actividades que las chicas tenían preparadas. Mientras los nenes se quedaban con las animadoras, Julián y Gianna se dirigieron a la zona de las mesas donde ya estaban todos sus amigos, hablando animadamente mientras comían o tomaban algo para recargar energías.

— Bueno, para el siguiente juego vamos a necesitar que vayan a buscar a papá o mamá, cualquiera de los dos sirve. —dijo una de las animadoras con el micrófono, logrando que los adultos también pudieran escucharla— Vamos a hacer una competencia y los nenes van a necesitar su ayuda. —a su lado, la otra animadora repetía las cosas en inglés para los jugadores que hablaban inglés como era el caso de Phil con Ronnie.

Los nenes que estaban sentados fueron colocándose de pie, acercándose a sus padres, tomando la mano de alguno para que los acompañaran al juego, ganándose risa de los demás cuando Olivia por ejemplo se llevó a Enzo en lugar de Valentina o cuando las hijas de Ángel lo agarraron a él mientras Jorgelina grababa todo.

Gianna observó como Allegra se acercaba y con su mirada escaneaba las mesas, buscando a alguien en específico— Me parece que te está buscando. —le dijo Paulo alzando su mano para que Allegra pudiera verlos. Sin embargo, un ruido de sorpresa escapó de los labios de Paulo cuando vio que Allegra no se acercaba a su madre, sino que iba directamente a Julián, bajo la mirada sorprendida del propio jugador que estaba muriendo de amor por dentro, tomando su mano para que se pusiera de pie y fuera con ella hacia donde estaban los demás padres y madres. Todos los demás observaban la escena con sonrisas enternecidas, porque incluso si nadie lo decía ya estaba completamente claro que para Allegra, Julián era su padre.

Gianna mordió su labio inferior con fuerza para no largarse a llorar viendo como Julián alzaba a Allegra en sus brazos, dejando un besito en su cachete mientras le decía que la amaba. Sin dudas Julián era lo mejor que podría haberles pasado y agradecía todos los días que estuviera a su lado.

— Gia, estate preparada porque cuando Allegra le diga papá, Julián se muere. —le dijo Mariana sonriendo con dulzura provocando que Gianna riera.

La mujer conocía a su hijo perfectamente, y una sola mirada hacia él fue suficiente para saber que Julián también se estaba aguantando las ganas de llorar por lo ocurrido, sabiendo lo importante que era para él ese gesto por parte de Allegra, y sabiendo lo mucho que Julián esperaba, aunque no lo expresara, que Allegra lo llamara papá en algún momento. Porque para él ya lo era, Julián era su padre sin importarle lo que los demás pudieran decir, las excusas que pudieran meter.

Allegra era su hija, Gianna su pareja y la madre de su hija. Ellas eran su familia y no quería que eso cambiara, todo lo contrario, quería que se afianzara, quería que se hiciera cada vez más oficial y poquito a poquito lo estaba consiguiendo. 




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nota de la autora: 

Buenasss! yo sé que lo de Julián en bolas pasaba en otro partido diferente al del Chelsea, pasaba en un partido contra el Tottenham unos días después, pero me parecía mejor hacer que pasara en este partido porque medio embole andar narrando dos partidos de una ajsjasj.

De paso quiero hablar de algo. si no actualizo es porque no tengo tiempo o no tengo la inspiración para ponerme a escribir, no porque no quiera hacerlo. Y créanme que los mensajes, comentarios o lo que sea donde exigen, porque algunos no son un "perdón que joda, quería saber cuando actualizas" o un "ay muero por seguir leyendo" sino un "actualizá", "subí otro", "seguí", no ayudan demasiado, sobre todo si aparecen a los minutos de haber publicado un nuevo capítulo. 

Entiendo que quieran seguir leyendo, a mi también me pasa con las historias que leo, pero creo que muchas veces la gente se olvida que fuera de acá tenemos una vida y que la gente que escribe no está 24/7 escribiendo o disponible para hacerlo, y que es un pasatiempo, no es obligación de nadie actualizar. Nada, eso ahre, sentía la necesidad de decirlo porque es algo que veo desde Daylight. 

En fin, espero que disfruten del capítulo, y muchísimas gracias por leer y comentar! La historia acaba de llegar a los 100k de vistas iiiiiiii se festeja en el obelisco!!!! Gracias por tanto!!!

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