Me enamoré...
de las infinitas palabras,
de los diversos idiomas,
y de mil maravillas.

Casi en la redes...
de la literatura,
de las historias,
de los sentimientos libres.

Amé el sentir...
del lápiz en el papel,
de mis dedos en el teclado,
de las frases en mis manos.

Terminé encantada...
de mostrar mil sentimientos,
de no ocultar lo que pienso,
de compartir una parte de mí.

Quedé anonadada...
de lo irónico de la vida,
de la simpleza de la complejidad
y de la complejidad de la simpleza,
de los momentos oscuros
y de los claros,
de lo que es capaz
el ser humano.

Me enamoré...
cuando la letras expresan
la maraña de ideas
que hay en mi mente siempre.