Que se sepa
Abrí los ojos lentamente, dándome cuenta que mi cabeza descansaba en el hombro de Steve, el mismo, estaba absorto leyendo un libro.
-¿Dormiste?- el sarcasmo era evidente...
-Un poco...- dije bostezando
-Se notó... hasta roncaste- su cara seria hizo que me asustara, enrojeciéndome casi de inmediato, él lanzó una carcajada –Solo bromeo, pero te moviste bastante, creo que tuviste algún mal sueño-
-No que recuerde- realmente era así, no recordaba haber soñado con nada...
-¿Algún día vas a hablarme de tus sueños?- preguntó con preocupación
-No conozco Disney World, me llevas, es mi sueño- alzó una ceja en desaprobación, mis evasivas le molestaban, y me hacían quedar sumamente infantil, resoplé –Son pesadillas Steve, algunas muy malas, otras no tanto, vos también las tenés, no creas que no lo sé, quizá son peores que las mías, pero son parte tuya, igual que estas son parte de mí, y a veces me cuesta no ser egoísta y compartir lo mío-
-Ahora me tenés a mí, siempre que me necesites-
-Lo sé- sonreí de lado –Pero no cambia nada-
-Llegamos- nos avisó Sam mientras aterrizábamos, la tristeza se plasmó en los ojos del Capitán, y en los míos, los suyos padecían mi falta de confianza, en cambio los propios, sufrían de miedo a la verdad.
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Llevaba puesto un joggin y un buzo dos talles más grandes que el mío habitual, me troné los dedos para mover un par de cajas, el equipo se había unido a Stark en el centro de refugiados, hablando con la gente, y viendo cómo iban las reconstrucciones; a mí me quedaban los trabajos manuales.
-Да ли би ми чашу воде ? молим (¿Me daría un vaso con agua? Por favor)- las palabras en serbio flotaron detrás mío, un niño que tendría poco más de 7 años fue quien me habló, mientras me sonreía con dulzura.
-Ако је , овде (Sí, aquí)- extendí una botellita cerrada de agua, que tomó con gusto, y compartió con sus amigos momentos después. Mi serbio era casi nulo, pero podía decir un par de frases, sobre todo por su similitud en algunos casos, al ruso.
-No sabía que hablabas serbio...- la voz de Wanda no me sorprendió, sabía que estaba por la zona jugando con los nenes, el choque de ver su ciudad natal convertida en escombros no le hacía bien.
-Es parecido al ruso, más de lo que imaginé en un comienzo- dije dándome vuelta -¿Desde cuándo lo sabés?- estaba estoica, mis postura era tan tensa que mis músculos dolían, pero no me importaba
-Desde que llegaste a la base.- estaba tan seria como yo, pero más relajada, su cuerpo era una seda, el mío, una roca.
-Me lo imaginaba, pero temía preguntar ¿Por qué no dijiste nada? ¿Por qué mierda no me acusaste? ¿Por qué?- la desesperación se escapó entre las preguntas, y me maldije internamente, podía con cualquier interrogatorio, pero bajo las condiciones de lo que se me acusaría
-Es tema tuyo no mío- respondió alzando los hombros, fingía que la situación no era delicada
-Nos afecta a todos- la situación si era condenadamente delicada...
-No sos la persona que crees ser-
-No Wanda.- la corté duramente, sabiendo hacia donde se dirigía
-Leí tu mente, ______- rodé los ojos, vaya novedad -Hiciste lo que hacer para sobrevivir, la gente hace eso-
-Se hace lo que se necesita para sobrevivir, no para escalar escalones- miré a mis costados en busca de algún chismoso, pero éramos solo nosotras –Maté a gente que no lo merecía, a gente inocente...- las últimas palabras salieron en forma de un susurro estrangulado, el llanto quería tomar el poder, pero no se lo permití.
-Y yo ayudé a Ultrón- dijo desafiante
-Me parece que no lo sabías, pero auto compadecerse no ayuda, ¡sigo siendo una mierda!- resoplé, apartando una lágrima rebelde de mi mejilla –Podrás haberlo ayudado, pero yo cargo con más vidas inocentes de las que salvaré alguna vez-
-Si vez a tu alrededor ¿qué ves?- su tono se volvió taciturno –Nada. Solo escombros. Tus decisiones fueron hechas por alguien desesperado por mantenerse con vida, incluso si sabía el daño que haría- cerró los ojos y tomó una larga bocanada de aire –Las mías guiadas por la venganza destruyeron mi hogar, costó cientos de vidas... le costó la vida a... le... le costó la vida a Pietro- sollozó silenciosamente, quien estuviera de espaldas a ella solo notaría la leve sacudida en su cuerpo, pero yo frente a ella, ví sus lágrimas y el dolor plasmado en sus ojos.
Cuando me volvió a mirar, la compasión estaba escrita en su cara, como si fuera poca cosa, limpió sus lágrimas y tomó aire para calmarse.
-No dejes que el odio te dirija... el mío era hacia Stark, el tuyo... hacia vos misma- bajé la mirada dándole la razón –Tenés un padre que te ama, amigos y a Steve- la miré nuevamente con una ceja levantada, ella rió dulcemente, como niña que sabía el gran secreto de la vida –Recordá que leo la mente- dijo mientras tocaba su frente con el dedo índice.
-¿Sabés? Hubo un tiempo en donde lo más raro en este mundo era él- sonreí recordando la frase repetida cientos de veces por el soldado
-Si... ya no estamos en esa época- su tono lúdico hizo que me alegrara, la tristeza no la iba a consumir, no tan fácilmente, era una mujer fuerte.
-Ni me lo digas...- contesté riendo
-Hacen buena pareja- gritó desde lejos, ya que los niños la llamaban, y yo debía volver a mi trabajo con las cajas.
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-¿Quiénes hacen buena pareja?- dijo Nat acercándose con una sonrisa
-Brad Pitt y Angelina Jolie- abrí una caja sacando varios paquetes de comida, se los extendí al agente que esperaba que se los diera.
-¿Te estas comparando con Angelina Jolie? ¿En serio?- comentó riéndose
-Primero, ella es una diosa, pero mi carisma es insuperable- remarqué, ella rodó los ojos y susurró un "como digas"
-¿Y segundo?- preguntó con una ceja alzada
-Nada.- iba a decir que Steve era más lindo de Brad Pitt, pero preferí callarme
-¿Cuándo van a gritarle al mundo lo enamorados que están?-
-No te parece un poco pronto...- comenté divertida –Además... nuestra relación es totalmente platónica, si no contamos aquella vez que nos besamos... -sus ojos se abrieron por pura sorpresa -Y aquella otra vez... También estuvo ese día... como sea, somos dos adultos, ¡tenemos necesidades por el amor de dios!-
-¿Se... besaron?- preguntó lentamente
-Te juro que si gritas te disparo- advertí -Estamos juntos- dije con una sonrisa
-¡Al fin! ¡No sabés lo felíz que estoy por vos!- me abrazó fuertemente, le costaba demostrar sus sentimientos, pero si lo hacía era demasiado efusiva
-Yo también estoy feliz por mi...- hice un gesto como si fuera algo obvio
-Ahora me contás todo- sabiendo que no me libraría de esto, asentí y conté los acontecimientos de los últimos días.
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Perdonen la tardanza y el hecho de que no publique desde hace 2 semanas, pero viéndole el lado positivo, acabo de empezar las vacaciones, lo que significa que posiblemente publique dos veces en las próximas 2 semanas. L@S QUIERO MUCHO, saludos, Barby.
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