15 de Noviembre de 2015

-Agente Coulson, la buscan en la sala de reuniones- dijo un chico de no más de 20 años interceptando mi camino hacia el entrenamiento matutino

-De acuerdo- sin decir más, ambos volvimos a nuestras actividades, la mía consistía en ese momento, en ir a la bendita sala.

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-¡Papá!- grité corriendo a abrazarlo -¿Qué hacés acá?-

-Ni de adolescente me echabas- sonreía divertido, yo también

-No, pero en serio ¿qué hacés acá?- alguien tosió falsamente –Vos también Nick, ¿Qué hacen los dos acá?-

-Yo vivo acá- comentó el afroamericano

-Nunca te vemos, así que mi pregunta sigue siendo válida- rodó los ojos pero contestó a mi duda inicial

-Te tenemos una misión-

-Bien- atiné a decir

-Es sobre Hydra- añadió mi padre

-No tan bien- concluí –¿De qué trata?- a sabiendas que la debía hacer, para que discutir

-Tenés que robar tus archivos originales, en parte los siguen teniendo ellos- abrí los ojos como dos platos, nunca me imaginaba que sería algo así

-Esperen un poco- Fury no me dejó continuar

-Lo que vos nos trajiste es una copia virtual de tu archivo, y el que tiene tu padre es el que estaba con vos cuando te encontramos.- asentí, siempre pensé que no había más copias que ese original –Pero si tienen la copia en digital, debe de haber uno en papel, ya que no coincide con en que poseemos en algunos puntos. Ese es el peligroso, y lo necesitamos con nosotros- volví a asentir

-¿Cómo planean que lo recupere?- mi voz sonaba dura, me costó hablar a decir verdad

-Lo tienen en Santa Mónica, California, en unos galpones que eran nuestros. Te vamos a infiltrar en uno de los camiones de suministros de los empleados, tu archivo están en el primer piso, según nuestro informante; tenés que entrar, sacarlo e irte, todo durante el cambio de guardia que dura 7 minutos. Los detalles finales están en una Tablet que dejé en tu cuarto- dijo mi padre

-Genial, ahora me convertí en James Bond-

-Salís mañana a las 3 pm- le sonreí al tuerto rey... literal

-Hija- dijo mi padre, haciendo que Fury se retirara –¿Vas a tener cuidado?-

-¿Qué clase de pregunta es esa?- sonreí de lado –Estoy aterrada y lo último que quiero es que me atrapen, voy a tener cuidado de respirar- su cara expresaba preocupación en cada ángulo posible

-Sabés que si fuera por mí jamás te expondría a esto, sobretodo sabiendo como sos- lo interrumpí

-Como soy...- saboreé las palabras a sabiendas de lo que implicaban -Papá, no podés mandar a otra persona que no sea yo, si llegan... si ese archivo llega a salir a la luz estoy destruída-

-_____, las cosas cambiaron, ya no es como antes, no hay bandos, no de ese tipo al menos, el mundo no es blanco o negro, mirá a Romanoff- 

-Con Natasha es diferente y lo sabés- acomodé mi pelo y masajeé mis sienes algo irritada, pero más bien cansada, siempre teníamos la misma discusión

-Si lo ponés de esa manera, vos sos más inocente de lo que ella será en toda su vida-

-Papá basta.- había discusiones que prefería no tener ni con él, ni con nadie –Voy a ir, traigo todo lo que necesiten, y listo.-

-Como prefieras- ahora él sonaba irritado

Quería enojarme con él, pero no podía, así que suspiré fuertemente y comencé a charlarle de temas triviales, para destensar la situación.

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No me presenté en el gimnasio luego de estar con mi padre, tampoco estuve deambulando durante la tarde por el predio o el edificio, como acostumbraba hacer desde que llegué, preferí quedarme recluida en mi habitación leyendo, estudiando y memorizando todos los  pormenores de la misión.

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16 de Noviembre de 2015

Mi inasistencia el día anterior en el entrenamiento provocó una rabieta en Rogers y un "castigo" para mí, ósea, debía correr 8 kilómetros. Me iba a quejar, pero ese tiempo corriendo me va a ayudar a pensar bien acerca de la misión y calmar mis nervios, en pocas horas saldría hacia Santa Mónica.

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-¡Es todo por hoy!- gritó Rogers desde una esquina, bajé la guardia, recibiendo un puñetazo de Sam

-¡Auch!- me quejé, sosteniendo mi mandíbula

-Perdón, la mano ya estaba en camino a tu cara- dijo divertido

Fruncí el ceño y le di una patada detrás de su pierna izquierda, justo en la unión de la rodilla, provocando que su estabilidad se debilitara y cayera al suelo. Levantó una ceja a modo de queja

-Mi pierna estaba en su camino a la tuya- dije burlándome y ayudándolo a pararse

-Muy gracioso-

-Demasiado- murmuré

Dejé los guantes en mi casillero y caminé a paso firme a la puerta, cuando una mano sujetó mi codo con fuerza. Cual robot automatizado me di vuelta tratando de golpear a quien sea que hacia eso, pero su otra mano detuvo mi golpe.

-Dos veces no me pasa- comentó con una sonrisa

-Cap... Steve ¿qué sucede? Si es por lo de ayer, no va a volver a pasar, lo prometo- miré el reloj de muñeca del soldado, marcaba las 2 pm, necesitaba irme ya o no tendría tiempo para comer y bañarme antes de partir

-Tiene que ver con eso, pero no te iba a retar- soltó su agarre y me relajé, hasta el momento no había sido consciente de lo próximos uno del otro que nos encontrábamos.

-¿Puede ser después?- tragué con fuerza, mis nervios estaban a flor de piel

-No.-

-Rogers- chillé -¿Qué es?- pregunté exasperada

-Quería saber si estabas bien, sé que tuviste una reunión con tu padre, por eso faltaste, pero después no apareciste en todo el día, y quería saber eso, si estabas bien- mi enojo se disipó con rapidez y en mi cara nació una sonrisa tímida

-Sí, estoy bien, tuve que preparar una misión es eso solo, gracias- quiso preguntar algo pero lo interrumpí –Es clasificada, y en- tomé su mano y miré su reloj -50 minutos debo partir, así que te dejo- me incliné hacia delante y besé su mejilla como despedida, lo hice sin pensarlo, es por eso que cuando me alejé, su cara mostraba asombro y la mía tenía un rubor colorado sobre los cachetes.

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Escurrí mi pelo en la toalla y agarré mi peine, con rapidez lo cepillé y trencé, solo me faltaba comer algo y estaría lista para salir. Miré la pantalla de mi celular eran las tres menos diez, sería algo para llevar entonces.

Corrí por los pasillos tratándome de no llevarme a nadie puesto, entré a la cocina y como un rayo agarré una bandejita con ensalada, cubiertos descartables, una manzana, varias barritas de cereales y una botella de jugo, tenía un viaje de 1 hora hasta California para comer tranquila, y dos manos con las que equilibrar todo eso, rogando que nada se cayera.

Con mi almuerzo en mano, me dirigí al hangar del complejo, donde Fury me esperaba

-Dos minutos tarde-

-Mi impuntualidad sería categorizada como escandalosa y casi penada de muerte, si siguiera trabajando para los otros-

-Agradezcamos a que estás acá- dijo mi padre bajando de quinjet -¿Pensás comer solo eso?- rodé los ojos

-Sí, ¿salimos?- respondí mirando a Nick

-En este instante-

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No tengo mucho para comentar, más que gracias por seguir la historia, votar y comentar siempre, las quiero, nos vemos el viernes, saludos, Barby.