Habian pasado dos meses desde que era libre, por así decirlo. Dos meses que había pasado entrenándose cada día, aprendiendo nuevas formas de defenderse, métodos de atacar y todo lo necesario para comenzar su nueva vida. Una vida que no era precisamente la que quería, pero era la única que podría tener

Sin darse cuenta se había ido ganando un lugar entre todos los que la rodeaban, Dalia se había hecho algo así como una amiga, el comisario Torregrosa seguía forzándola al máximo posible pero tambien la felicitaba por su buen trabajo y en cuanto a Brad, había surgido algo entre ellos. No sabría exactamente explicar que era, pero se sentía muy bien a su lado, incluso llegaba a olvidar su pasado

-¡Propongo un brindis! –Torregrosa levanto la copa en su mano -¡Por nuestra nueva agente!

Todos levantaron la copa mirando a Dana y esta sonrió, tras el brindis bebieron el vino y siguieron cenando tranquilamente. Una cena de celebración, para celebrar el que habian acabado el entrenamiento y tambien el empezar con la siguiente parte del plan Esta seria la ultima cena que tendrían juntos. Pues mañana, en la mañana Dana seria recogida en la prisión y puesta en libertad, bajo el poder de su protector Andrés Cortes, a quien muy pronto conocería

-Tus hombres fueron puestos en libertad esta mañana –Dalia, que se encontraba sentada a su lado le hablo en voz baja –Al final te saliste con la tuya

-Siempre me salgo con la mía –Dana le miro de reojo y sonrió levemente

-Todo a terminado –Dalia suspiro –Ahora estarás sola, ten cuidado

-¿Preocupándote por mi? –Dana levanto una ceja –Si al final vas a tener corazón

-No lances campanas al vuelo –ella sonrió divertida

-Lamento interrumpir la charla de mujeres –Torregrosa se levanto de su lugar y miro a Dana –Pero ahora que hemos terminado la cena, necesito dar algunas indicaciones a mi agente

-Su agente –Dana se levanto de la silla –Esta tomando gusto a esas palabras

-Lo hago muchacha –Torregrosa sonrió mientras caminaba hacia la sala que estaba sola, se sentó y señalo el otro sillón para que tomara asiento –Mañana vendrá a buscarte el abogado de Cortes, según la información que tenemos el estará esperándote en su casa Su hijo esta de viaje, así que te recibirá el solo

-Bien –Dana asintió

-Debes tener cuidado con tu actitud –Torregrosa frunció el ceño

-¿Se esta preocupando por mi comisario? –Dana le miro divertida –No se preocupe, he aprendido de los mejores

-Ahora tu eres una de las mejores –Torregrosa la miro a los ojos –No me cabe duda de eso

Tras la charla Dana salio a la terraza a tomar un poco de aire y despejarse. Aunque su cabeza seguía dando vueltas a todo lo que estaba ocurriendo. Se sentía como una de ellos, pero sabia que no lo era. El comisario había dicho que era una de las mejores y por supuesto que lo era. Había puesto todo su empeño, toda su fuerza, para poder llegar hasta el hombre que amargaba su sentido. Lamentaba tener que usar de esta forma a las personas que la estaban ayudando, pero si había aprendido algo en estos años es que nadie mira por una, si no lo hace una misma. Ella solo hacia lo que le habian enseñado, usar a la gente para lograr su meta. Usaba a la CIA para llegar hasta Andrés Cortes y después usaría su nombre y su pasado para destruirle. Después de todo era y seguiría siendo Dana Evans, la hija de Giovanni Evans y estaba segura de que eso le abriría muchas puertas

-¿Qué haces aquí tan sola? –Brad se acerco a ella caminando despacio –Todos se han ido a dormir

-Todos menos tu –Dana le miro con una sonrisa

-Pensé que quizás querrías tomarte una ultima copa –la agarro de la mano y la guio al interior del salón. Allí en el suelo estaba dispuesta una cubitera con una botella de champan y dos copas

-¿Todo esto para mi? –Dana camino hasta sentarse junto a la botella y le miro incitándolo a imitarla

-Para ti –Brad se sentó a su lado y sirvió dos copas, pasándole una a ella –No se cuando podre volver a disponer de ti para mi solo

-¿Y quieres aprovechar esta noche? –Dana bebió un poco de champan y lo saboreo cerrando los ojos

-Prométeme que tendrás cuidado –Brad la miraba de una forma intensa

-Te lo prometo –Dana le miro a los ojos –Aun así, tu estarás cerca, por si te necesito

-Por supuesto que estaré cerca –El tomo su mano con delicadeza –¿Piensas en el?

-¿En? –Dana se tenso, sabia de quien hablaba

-Ya veo que si –la miro con tristeza

-No podría dejar de pensar en el –Dana apretó la mandíbula –No podría olvidar lo que me hizo

-No es esa mi pregunta y lo sabes –Brad suspiro

-Se cual es tu pregunta –Dana dejo la copa en el suelo y llevo la mano al rostro de el, lo acaricio despacio y siguió hasta parar en su cuello. Observo el perfil de el, con los ojos cerrados, disfrutando de su caricia -Gracias por ayudarme a vivir de nuevo –hablo en un susurro y después acerco su rostro al de el, para darle un tierno beso en los labios

-Dana –Brad abrió los ojos y levanto la mano para apartar un mechón de su cabello colocándolo tras la oreja –Ojala fuera yo el que ocupara tu corazón –y en esta ocasión fue el quien la beso, pero no con ternura, no con delicadeza Sino con amor, con pasión contenida

Y un sentimiento que Dana pensaba muerto en ella volvió a nacer, el deseo por estar en los brazos de un hombre, por sentir sus caricias, sus besos, pero iba mas allá de aquello Sentía su corazón latir con fuerza, su pulso acelerarse ante el contacto de su piel y quería estar entre sus brazos. Quería ser suya, sin importar si podrían volver a verse, a disfrutar de la compañía del otro

Enrosco las manos en torno al cuello de el y acerco su cuerpo, mientras abría su boca permitiéndole un acceso completo a su lengua. Sintió como Brad la abrazaba por la cintura y pronto se vio sentada a horcajadas sobre el, notando como sus manos acariciaban sus piernas y su espalda, como tomaban su cabello con delicadeza

-Quiero que me hagas el amor esta noche –Dana le hablo mirándole a los ojos

El no respondió, la miraba con un brillo especial, con un deseo que lo consumía y la fascinación de tenerla entre sus brazos. Con cuidado la tumbo en la alfombra, colocándose sobre ella y con delicadeza comenzó a desnudarla. Mientras se deshacía de las prendas que la cubrían acaricio cada parte de su piel y beso cada poro, se deleito con su suavidad y aspiro su aroma. Después dejo que fuera ella quien le desnudara, maravillándose al sentir sus manos deslizarse por su cuerpo, sus ojos mirándolo con ardor y sus labios rozándole. Con cuidado se coloco entre sus piernas, sin dejar de besarla y acariciarla y se adentro en ella contenido un gruñido de placer

-Brad –Dana se abrazo a su espalda y se arqueo hacia el

Después de tanto tiempo volvían a abrazarla, a besarla, acariciarla, hacerle el amor

Había pensado tantas veces que estaba seca, consumida por su dolor, que no volvería a sentir la felicidad, la pasión, el deseo. Y lo estaba sintiendo, sentía aquella maravillosa sensación que la consumía, que la elevaba a lo mas alto de una montaña y conseguía que saboreara el éxtasis, aunque solo fuera por un segundo, un instante

Cuando Dana abrió los ojos, la habitación apenas estaba iluminada por los rayos de la luna que entraban por el ventanal. Estaba arropada por los brazos de Brad y cubierta por una manta que seguramente el mismo había traído. Giro el rostro para mirarle y una sonrisa se dibujo en su rostro

Se levanto despacio, con mucho cuidado para no despertarle y se puso la camiseta de el Después salio a la terraza, y se apoyo en la baranda de esta, mirando el cielo estrellado, mientras una pregunta se repetía en su cabeza ¿Se podía amar a dos personas al mismo tiempo?

Porque a pesar de todo el odio y rencor que tenia contra Néstor, sabia que aun quedaba algo de amor, un sentimiento que estaba enterrado en lo mas profundo de su ser. Pero ¿Y Brad? De nuevo había podido sonreír, sentir, disfrutar. Había vuelto a ser feliz y algo se había derrumbado en su interior esta noche ¿Amor? ¿Era amor lo que su corazón estaba sintiendo de nuevo?

-¿No puedes dormir? –Brad la abrazo desde atrás y apoyo la cabeza en su hombro

-No quiero que pase la noche –Dana suspiro cerrando los ojos

-Yo tampoco –El hablo en su oído y después deposito un beso en su cuello –Pero es nuestro deber Dana

-Siempre soñé con tener una familia –sonrió amargamente –Ver a mi marido jugar con los niños en el jardin de nuestra casa No una mansión, una simple casita con su jardín, con perros. Una familia normal

-Y puedes tenerlo –la obligo a girarse y le sonrió levemente –Cuando todo esto acabe, podrás escoger la casa, comprar los perros, casarte, tener a tus hijos

-El problema es que ya no sueño con eso –Dana lo miro con amargura –Mis sueños se han convertido en pesadillas, llenas de dolor, de rabia, de odio, teñidas de sangre, de lagrimas -una lagrima cayó por su mejilla –Ya no tengo sueños

-Yo te ayudare a tenerlos –le dio un suave beso en sus labios –Juntos construiremos nuevos sueños

Y juntos observaron el manto oscuro iluminado por las estrellas, en el silencio de la naturaleza

Brad pensando en nuevos sueños y una nueva vida cuando todo esto terminara

Dana recordando sus pesadillas, preguntándose si realmente algún día, todo el odio y rencor que sentía desaparecería ¿O acaso estaba condenada a vivir con ello? ¿al igual que estaba condenada a vivir con un nombre en sus pensamientos? Kevin

QUEDA CLARO QUE HAY ALGO ENTRE ELLOS…. PERO ¿Y AHORA? ELLA SE INFILTRARA EN CASA DE CORTES, EL DEBE MANTENERSE ALEJADO .. ¿AQUÍ HA ACABADO LO QUE ACABA DE EMPEZAR ENTRE DANA Y BRAD? CUIDADO QUEDAN MUCHAS COSAS PARA DESCUBRIR; MUCHA GENTE QUE APARECER DE NUEVO EN LA VIDA DE ESTA MUEJER .. OS DARE UNA PISTA.. LOS HOMBRES DE SU PASADO REGRESAN, Y NUEVOS APARECEN EN SU CAMINO OS DEJO UNA FOTO DE BRAD Y DANA ESA NOCHE,