-¿Entonces? –El abogado la miro con interés

-Entonces estoy deseando salir de aquí –Dana sonrió con altivez

-Pondré todo en marcha –El se levanto de su asiento

-No tan rápido –Dana lo miro a los ojos –Tengo una exigencia

-¿Una exigencia? –El suspiro -¿Y cual es?

-Mis chicos –se levanto del asiento –Quiero a mis chicos libres, son mi apoyo

-Bien, -el saco un papel de su maletín y bolígrafo –Escriba los nombres, me encargare de ello. La estarán esperando cuando salga

-Bien –Dana tomo el bolígrafo y escribió en el papel, después se lo entrego –En ese caso tenemos un trato

-Hasta pronto –El asintió y salió de la sala

-¿Lista? –La agente se paro a su lado

-Por supuesto –Dana le sonrió mirándola de reojo

Caminaron por pasillo dirección al pabellón de las celdas y cuando estaban en el centro de este, una de las reclusas se lanzo contra Dana pegando gritos. Ella respondió como estaba planeado, peleando con todas sus fuerzas y tal como pactaron cuando las agentes las separaron ella golpeo a una de ellas.

-¡Al agujero! –La orden resonó por todo el lugar mientras los gritos de las reclusas aun se oían en el pabellón

-Vamos – Una de las agentes coloco las esposas a Dana y tiro de ella hacia la zona en la que estaba la celda de aislamiento. Pero en lugar de pararse ante la puerta de esta, siguieron el camino hacia la zona trasera de la carel Una vez allí, le quito las esposas y abrió la puerta de emergencia –Bueno Evans, creo que te echare de menos

-No puedo decir lo mismo –Ella le guiño un ojo y con la vista fija en el exterior, avanzo lentamente. Sintiendo como volvía a la libertad, a tomar las riendas de la vida

-Bienvenida al mundo –Brad se encontraba frente a ella, mirándola con una sonrisa

-Espero que no se arrepientan de esto –La directora miro a Brad y a Dalia y entro de nuevo en la prisión, la puerta se cerro. Y entonces Dana fue consciente de que realmente era libre, no mas esposas, celdas, reclusas, peleas

-¿Lista para empezar tu entrenamiento? –Brad levanto una ceja mirándola divertido y después comenzó a caminar hacia el coche –No te preocupes, seré suave

-Estoy lista para darte una patada en el trasero –Dana sonrió y camino tras el, seguida por Dalia

En el auto, Brad conducía, Dalia estaba sentada en el asiento del copiloto y Dana miraba por la ventana trasera

-¿Cuál será mi entrenamiento? –Hablo sin despegar la vista de la ventana

-Lucha cuerpo a cuerpo, boxeo, artes marciales, mejoraremos tu resistencia con entrenamiento militar, practicaremos tu defensa con arma blanca, probaremos tu puntería, con armas de corto y largo alcance –Dalia hablaba pensativa –Te enseñaremos algo de informática, para que puedas introducirte en los discos duros de sus ordenadores

-No olvides supervivencia –Brad sonrió mirando por el retrovisor –Y conducción

-Se conducir –Dana giro el rostro para observar como llevaba el coche

-No de la forma a la que me refiero –el giro levemente para mirarla y después volvió a fijar la lista en la carretera –Ya lo veras

Cuando llegaron a lo que parecía ser un refugio militar, Brad paro el auto frente a la puerta. Tras bajarse caminaron hacia el edificio y entraron directamente al salón, donde había tres hombres esperándoles

-¿Algo va mal? –Brad frunció el ceño

-¿Tus chicos? –Un hombre mayor, con bigote se dirigió a ella –Eso no entraba en el trato

-Lo se y tambien se que no estaríais de acuerdo –Dana sonrió –Por eso lo hice de esta forma. Si le es imposible liberar a mis hombres, le resultara extraño que pueda hacerlo conmigo

-Es lista –Otro de ellos la miro fijamente –Eso puede venirnos bien

-¿Puedo saber a que se estan refiriendo señor? –Dalia pregunto al del bigote, que parecía ser el jefe

-Hablo de que nuestra colaboradora ha pedido al abogado que libere a sus hombres y si mal no creo, estarán también inmiscuidos en esto –El suspiro –Tendremos que ponerles al día

-Yo me encargare de eso –Brad la miro de reojo

-No –Dana sorprendió a todos hablando con seguridad –Seré yo la que hable con ellos, no confiaran en ustedes

-De acuerdo –El del bigote se acerco a ella –Soy el comisario Torregrosa, controlo la misión y usted estará bajo mi mando

-No lo creo –Dana sonrió –Yo soy Dana Evans, me necesitan para llevar a cabo su misión, así que yo controlo esta misión. Y no recibo ordenes de nadie, así que no estoy bajo su mando

-Veremos como se te bajan los humos con el entrenamiento –Él sonrió levemente y después salió del lugar

-Empezamos bien –Dalia suspiro y salio tras su jefe

En cuestión de segundos se había quedado sola con Brad en la sala

-¿No confiaran en nosotros? –El la miro a los ojos -¿Tu confías en nosotros?

-No, yo no confió en nadie –Dana se quedo pensativa y recordó aquello que su padre le había dicho –La confianza es algo que no me puedo permitir

-Tu habitación es la puerta del fondo a la derecha –Brad señalo el pasillo –Tienes ropa y todo lo necesario allí. Te dejare un tiempo para que te arregles, después iremos a ver a tus hombres

-De acuerdo –Y Dana le dio la espalda y camino por el pasillo dirección a la habitación, consciente de que tenia los ojos de el clavados en su cuerpo

-¿Qué coño pasa ahora? –Walter miraba con los ojos entrecerrados a los policías que le acompañaban

-Cierra la boca Walter –Uno de los policías le hablo sin mirarle, se paro ante la puerta de una de las salas de visita y la abrió –Entra

-Como ordene –Walter le miró fijamente y después entro a la habitación, escucho cerrarse la puerta tras el

-¿Tu tambien? –Jack le miraba con el ceño fruncido, estaba sentado en el filo de la mesa con una botella de agua entre sus manos

-¿Qué haces tu aquí? –Walter lo miro confundido

-No lo sé –Él se encogió de hombros –A mi no me han dado explicación

-A mi tampoco –Walter se quedo pensativo mientras caminaba hasta unas silla para sentarse

-¿Pero al menos díganme que visita? –Carlos entro a la sala con el ceño fruncido, volvieron a cerrar la puerta y cuando fijo la vista frente a él se sorprendió –Hola

-¿Tambien tu? –Walter le miro desconfiado –Esto no me gusta

La puerta se abrió de nuevo, Carlos se giro para poder ver quien era, Walter se levanto de su silla y Jack salto de la mesa. Todos se quedaron en silencio

-Hola chicos –Dana sonrió y entro caminando despacio

-¿Dana? –Walter la miraba asombrado –Eres tu

-¿Quién si no? –miro de reojo a Brad que estaba a su lado –Déjanos solos

El la miro y tras pensar unos instantes salio y cerro la puerta

-¿Ese quien es? –Jack frunció el ceño mirando la puerta

-Ese es el agente Brad, de la CIA –Dana miro a cada uno

-¿Y un agente de la CIA te hace caso? –Carlos frunció el ceño

-No solo uno –Dana sonrió –Tengo algo que ofreceros

-¿Estas bien? –Walter camino hacia ella mirándola con tristeza, la ultima vez que la vio fue en el accidente en que Giovanni perdió la vida

-Ahora si –Dana lo miro a los ojos –Un abogado vendrá a sacaros, de parte del hombre que necesita mi ayuda

-¿Quién necesita tu ayuda? –Jack frunció el ceño

-Vais a aceptar la oferta, seréis libres –Dana ignoro su pregunta –Pero el no será vuestro jefe, trabajareis para mi

-¿Vas a asociarte con alguien? –Walter la miro fijamente

-Ya estoy asociada –Dana camino por la habitación tranquilamente –Andrés Cortes, está dispuesto a todo por conseguir mis contactos, por lograr el lugar de mi padre. Y yo estoy dispuesta a todo por destruirle -miro a todos –Y quiero vuestra ayuda, quiero que me ayudéis a vengarme del hombre que mato a mi padre

-¿Cómo dices? –Carlos la miro sorprendido

-Andrés Cortes es el hombre que quería quitar a mi padre del medio, el que me mando secuestrar y matar en otra ocasión, el que ordeno la emboscada en el centro comercial Y su hombre fue el que provocó nuestro accidente cuando huíamos –hablaba de forma fría con la mirada perdida –Quiero venganza

-¿Y como piensas lograrlo? –Walter se apoyo en el filo de la mesa

-Trabajando con la CIA –Dana suspiro –Soy una de sus agentes y son ellos los que me han sacado de la cárcel, para que me infiltre en la vida de Cortes y les ayude

-¿La CIA? –Jack trago saliva despacio

-¿Por qué la CIA? –Carlos frunció el ceño

-Eso no importa –Dana corto la pregunta –Lo único que importa es que ellos creen que lo hago por ser libre y así debe seguir siendo. No deben saber que conozco a Cortes

-¿Por qué crees que nos sacaran de aquí? –Walter la miro a los ojos

-Por que yo lo exigí –Dana le miro –Porque quiero a mis hombres a mi lado, porque solo puedo confiar en vosotros

-Pues entonces –Walter se acerco a ella –Hagamos justicia a nuestro jefe

-A nuestro amigo –Carlos sonrió

-Para mi será un placer obedecerte jefa –Jack asintió

-Andrés Cortes, se arrepentirá del momento en que decidió jugar con los Evans –Dana sonrió fríamente

La puerta se abrió y Brad entro y se paro ante ellos

-Se acabo el tiempo –Miro a Dana

-Ya sabéis –Ella sonrió a los chicos –Os veo bien

Carlos y Jack le sonrieron y salieron de la sala guiados por los policías, Walter la miro por unos instantes y la abrazo con fuerza

-Siempre podrás contar conmigo –Le hablo en voz baja

-Irónico ¿no? –Ella respondió a su abrazo y después se alejó para mirarle –Voy ha actuar igual que el

-Nos veremos pronto –Walter la miro con lastima y salio de la habitación

-¿El? –Brad camino hacia ella -¿Te refieres a Néstor Macquenzi?

-Veo que has hecho los deberes –Dana le miro de reojo –Si, me refiero a Néstor Macquenzi

ENTRENAMIENTO... UN DURO ENTRENAMIENTO, ESO ES LO QUE ESPERA A DANA A PARTIR DE AHORA. TENDRA QUE CONVERTIRSE EN UNA MUJER NUEVA, AUNQUE PARECE QUE SU CARACTER AYUDARA