Error había notado a su esposo un poco diferente desde que despertaron esa mañana, aunque estaba la posibilidad de que quizás solo sea su paranoia hablando por él. Y es que Ink realmente no actuaba diferente a como solía ser su personalidad: sonreía, hacía bromas, no se quedaba quieto, seguía siendo olvidadizo. En fin, todo era como siempre. Sin embargo Error estaba seguro de que algo molestaba al pintor.

No fue sino hasta el almuerzo, justo después de que Ink lanzara su tercer suspiro, que Erro confirmó sus sospechas.

-¿Me dirás que te molesta o debo esperar más?- preguntó, dejando su plato de lado para concentrarse en su esposo, quien lucía avergonzado por verse descubierto.

-No es importante- respondió Ink, jugando con su bufanda. Suspiró -Es sólo que... He estado pensando-

-¿En qué?-

Otro suspiro. Error empieza a impacientarse y a sentir algo de miedo. Pasan un par de minutos más antes de que Ink hable.

-...¿Crees que hayamos hecho las cosas bien?- preguntó al fin, rompiendo con el silencio.

El ex-destructor miró con confusión a su esposo, no entendiendo la pregunta. Por alguna razón aquello le había traído la imagen de sus hijos a la cabeza, pero no estaba seguro de si el pintor se refería a ellos.

Ink continuó hablando.

-Sé que ellos nunca fueron niños pequeños, y me siento orgulloso y feliz de que hayan crecido y estén haciendo sus propias vidas, pero... Últimamente no he dejado de pensar en lo que sigue-

-¿A que te refieres?-

-No lo sé- contestó Ink con una mueca triste -Todo esto es raro-

Error se levantó de su lugar y se dirigió hacían su esposo, sentándose frente a él y tomando su mano. Entendía ese sentimiento que tenía Ink en esos momentos, la misma pregunta también había pasado por su cabeza y no hay dado con una respuesta satisfactoria todavía.

Entonces el sonido de una discusión entrando por la puerta principal rompió un poco con lo serio del ambiente. Paper Jam y Gradient estaban discutiendo.

-¡Que no, enano cuatro ojos!- gritaba PJ -¡Ahora callate!-

-¡Qué sí!- replicaba Grady -¡Ugh, no sé como te aguanta Fresh!-

Ambos esposos, aún en la cocina, se miraron y sonrieron. Sus hijos los necesitaban para calmarse y no romper la casa.

Error e Ink pensaron que quizás eso era lo que seguía, disfrutar su tiempo a solar y estar ahí para sus hijos cuando los necesitaran.

Por alguna razón, aquello no fue suficiente.

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