Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El mate amargo del despojo mapuche

Por @Aladeriva-

Dicen que la historia la escriben los vencedores. Será por eso que no se habla de todo en las escuelas. La historia oficial nos cuenta que nosotros fuimos colonizados por el Imperio Español, por allá, por 1510. Hasta que por fin dijimos basta en 1810 y recuperamos otra vez nuestra libertad e independencia. Mirá si pasaron años. Y recién hace menos de una década empezó a cuestionarse el tema.

Abro un pequeño paréntesis: no confundir a los colonizadores con los inmigrantes. Los últimos desembarcaron en la República Argentina, no en la colonia española. No vinieron buscando la guerra, sino escapándose de ella. La Argentina es un país tan joven. Tenemos poco más de doscientos años. Por eso a veces cometemos el error de olvidar a nuestros antepasados.

Siempre se nos habló en el colegio del 12 de octubre con imágenes y cartulinas re tiernas. Todas retrataban el famoso «Día de la raza». Día que se festejaba con una ingenuidad casi vergonzosa. Onda, ¡bien, otro feriado! Revivamos con alegría la masacre de los españoles sobre nuestros pueblos originarios y la conquista de nuestras tierras, aniquilando todo a su paso, como si no valiéramos nada, va-mos.

Quedamos en mano de un montón de desconocidos que encima osaron hablar de un nuevo «descubrimiento». Como si nosotros no hubiéramos existido nunca. Acá vinieron y dijeron esto es nuestro. Y lo hicieron armados y a la fuerza. Acá se derramó sangre indígena y se silenció un pueblo entero. De eso está hecha su «conquista».

¿Qué hicimos entonces?

Decidimos cambiarle el nombre, como si reparara algo. El 12 de octubre comenzó a llamarse en el 2010 «Día del Respeto a la Diversidad Cultural». La hipocresía, por favor, es de no creer. Si hasta hablaron de una alianza latinoamericana. No les da la cara.

Si acaso de algo sirven los conceptos y las palabras, con esto se intenta reconocer la existencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. También la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que ocupan, entre otros derechos.

Sí, sí, todo muy lindo. Ahora hablemos de acciones. Hablemos de lo que en realidad está pasando. Porque no alcanza con mover la estatua de Cristóbal Colón o quitar a Julio A. Roca del billete de cien pesos o cortar la 9 de Julio. Cosa que se hace cada dos por tres en este país. Nuestro famoso corte de cada día.

¿Sabés qué?

Ningún pedazo de tierra vale más que una vida.

No estamos en el mil quinientos. Pensé que habíamos crecido como sociedad. Pero no, la verdad que no. Seguimos siendo un pueblo sin memoria. En la escuela no se habla de Los Mapuches, se sigue hablando de nuestros queridos españoles. Del todo poderoso hombre blanco que vino acá y nos iluminó con su sabiduría y sus espadas, porque éramos unos «salvajes».

Bien por ellos, che. Bien por los vencedores que cuentan nuestra propia historia.

Por eso acá traigo a Pilmaiken, referente de su lucha y su cultura, una escritora sin miedo que utiliza el idioma de la tierra, para que nos hable un poco de lo que el resto insiste en ignorar. Sólo un vistazo a otro punto de vista. Sólo una parte del panorama que aún no está completo.


Por @Pilmaiken

¿Quiénes son los Mapuche?

Quizás alguien tenga alguna noción. Tal vez alguna madre, una abuela, o algún amigo haya escuchado algo. Puede que también lo primero que piense usted sea:

¿Los Mapuche? Son esos terroristas que en Chile andan quemando camiones e iglesias y que pa rematar la sinvergüencería reclaman tierras que no le pertenecen. Más encima en la Argentina andan armando las mismas revueltas. Y se quejan si los matan.

¿Y qué tiene que ver Argentina? Me dirá usted.

Pues bien Los Mapuche (no, no está mal escrito, no se dice Mapuches. El artículo determina la pluralidad) es un pueblo originario del Wallmapu, país Mapuche. Habitantes del Ngulumapu Chile y Puelmapu Argentina. En la actualidad se extienden en Chile desde el sur del río Bío-Bío hasta la provincia de Chiloé. Mientras que en el estado argentino se localizan en Territorios de la Pampa, Chubut, Buenos Aires, Neuquén y Río Negro. A la llegada de los españoles el territorio habitado era mucho más extenso a ambos lados de la cordillera. O sea, este Pueblo-Nación es preexistente a los estados chileno y argentino, a sus leyes y divisiones fronterizas. Sabe usted que se habla que esta cultura tiene entre trece mil y treinta y tres mil años.

En otras palabras, esta tierra ya estaba habitada mucho antes de la irrupción del hombre blanco. Con identidades territoriales, organizados política y económicamente, indomable y guerrero. Del verbo más que de la palabra escrita. Sí, así como lo lee, nuestro idioma es el Mapuzungun que significa el hablar de la tierra y Mapuche que quiere decir gente de la tierra. Entonces nuestra oralidad es el hablar de la gente de la tierra. Dicho sea de paso que nuestra lengua y todos los lenguajes hablados por los pueblos originarios no califican para idioma, no alcanzan más que para dialecto. Así lo estipula la RAE. Así se inferioriza, restándole el verdadero valor a muchos idiomas ricos y vivos, diversos.

Lo ve. Sí sabíamos hablar. Sabemos. Entendemos el universo desde nuestra propia espiritualidad, desde el ser parte de la naturaleza, la Ñuke Mapu, como la nombramos con cariño. Nuestra cosmovisión y leyes regidas por nuestro andar en el Ad Mapu.

¿Difícil de comprender? No es tan complicado. Digamos que el mundo es un jardín gigante repleto de miles de flores; y por más que a unos le gusten las rojas, a mí las azules y a otros las blancas, pertenecemos todos al mismo jardín. Cada una con su belleza y colorido particular, cada una individualmente, aportando sus diferencias y enriqueciendo la tierra.

Quisiera recordarle que el pueblo Mapuche fue el único que se enfrentó a los españoles en la denominada Guerra de Arauco. Muy bien documentada en el poema épico "La Araucana" de Alonso de Ercilla y Zúñiga. Tanto así que en 1641 el imperio del viejo mundo firma el tratado de Quillin, reconociendo la soberanía Mapuche al sur del Bío-Bío. Luego vino el nacimiento de la republica de Chile con quienes se firmaron más de 30 pactos ratificando dicha frontera. El más importante es el Tratado de Tapilhue en 1825 donde Chile reconoce la soberanía e independencia Mapuche.

Sin embargo en 1883 el estado chileno y simultáneamente el argentino, al otro lado de la cordillera, iniciaron la ocupación violenta con bastas campañas militares "Pasificación de la Araucanía" encabezada en Chile por Cornelio Saavedra y la "Conquista del Desierto" en Puelmapu que llevó a cabo Julio Argentino Roca, concretado en 1883 sobre sangre indígena. Ambos estados manifestaron interés económico y geopolítico en estas regiones. Por objetivo monetario de las nuevas repúblicas.

Lamento contarle que aquí inicia el periodo más crudo de nuestra historia. Una historia oculta, silenciada por los estados dominantes, partiendo por dividirnos en Mapuche argentinos y Mapuche chilenos. Buscando anexarnos a una cultura ajena, "regalándonos un idioma extraño", queriendo civilizarnos. Arrinconándonos en reducciones. ¿Sacarnos del estado salvaje?

¿Ve? Intente, como en muchas otras situaciones de la cotidianidad, ponerse un instante en el lugar de otro, el mío, el de mi gente. Es una tristeza larga en un andar desigual. Sin embargo, no quedan muchas opciones, más que la de avanzar al alero de la memoria de nuestros antepasados.

Mire, y le digo que el territorio Mapuche acá en Chile era al menos a 10 millones de hectáreas. Y fuimos disminuidos, masacrados, asesinados. Y los que quedaron reubicados en las peores tierras. Aquellas que nos usurparon se las entregaron a colonos extranjeros y chilenos.

Fue un genocidio a ambos lados de la cordillera. Un despojo que benefició a empresarios de elite amparados en la falacia del indio salvaje y sanguinario.

Algo de historia quedó documentada.

Lo que no completaron las armas, lo terminaron los evangelizadores y la educación estatal, dicen.

Tantos vestigios siguen presentes en la actualidad: la pobreza, el racismo, la estigmatización. La poca tierra que nos dejaron la siguen codiciando las hidroeléctricas, mineras, forestales y latifundios.

Me gustaría preguntarle ¿Qué haría usted si un día su cultura fuera transgredida? Si le prohibieran hablar su idioma, si estuviera obligado a dejar el lugar donde vive.

Han pasado muchos años de despojo y seguimos viendo como siguen exterminándonos, amparados en un sistema político y de leyes que no hacen más que proteger los intereses de los grandes terratenientes y multinacionales.

La dignidad, me dicen, de nuestro pueblo, de nuestra cultura, de nuestros hijos es nuestra propiedad, nos pertenece. Y no aparece bajo un decreto estatal, ni viene de una u otra religión, no se vende ni se compra, se recupera o se defiende hasta con la vida.

Hoy en el año 2018 los medios informativos siguen alimentando la concepción de indios ignorantes, incivilizados y flojos. Como antaño y ahora en la actualidad terroristas. Al parecer nada ha cambiado. Lo están reafirmando las muertes de Alex Lemun, Matías Catrileo, Luis Marileo, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y tantos otros.

Todo esto desde el respeto y el valor que se merece usted, su diversidad y la nuestra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro