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Cap 8: "Heridas del Alfa"

POV ELLIE

Llegamos a la pista de patinaje y nos dimos cuenta que la entrada estaba abierta. Eso puede significar que Boyd pueda estar aquí. Entramos al lugar y caminamos hacia la pista donde vimos a Boyd en una máquina puliendo el hielo.

No había rastro de Derek ni de sus betas, eso significa que llegamos a tiempo y Derek no lo a mordido.

— ¡Boyd! —grito Scott mientras caminábamos por el hielo hasta llegar a donde estaba el—. Sólo queremos hablar.

Boyd sólo nos miro un momento y volvió a concentrarse en hacer su trabajo con la máquina.

— Boyd, ¿Derek te dijo todo? —le pregunté seria — ¿Te contó sobre el cambió, de todo? Pero ¿te dijo
que mi familia te matara si eres un hombre lobo? ¿Te dijo que mi abuelo quiere la muerte de todos los hombres lobo? —sólo esperaba que con lo que le dije se le quite la idea de ser uno de nosotros.

Boyd me miro y luego resoplo mientras detenía la máquina.

— Sí, me hablo de los cazadores —ambos lo miramos sorprendidos ¿y aún así quiere convertirse?

Él me miro como si lo que le dije no le importó en lo absoluto. Debe tener algún desorden mental este chico.

— ¿Y eso no bastó? —le pregunto con incredulidad Scott—. Hay otros métodos.

— No quiero almorzar sólo todos los días —dice con tristeza y me dio mucha pena por él.

— Boyd, créeme que es mucho mejor estar solo que mal acompañado.

— Si lo que quieres son amigos, hay muchos mejores que Derek —mire mal a Scott por lo que dijo.

— Éso dolió Scott —hablo Derek a nuestras espaldas, al girarnos lo vemos junto a la resbalosa de Erica y a Isaac. Los tres vestían negro, con chaqueta de cuero negra, parecían una verdadera manada. Y mierda que se veía sexy Derek en esa pose (imagen multimedia), pero lo que más me encantaba era su creciente barba. Aunque, si mezclaba mi aspecto, caía perfecto en su grupo, pero no estoy muy segura si debo seguir a Derek o apoyar a Scott. ¿Me gustan los métodos de Derek? Para nada, se que esta haciendo las cosas mal y yo deseo apoyarlo, pero es injusto un grupo de 5 comtra uno. No deseo dejar a Scott solo en esto, así que no me queda más alternativa que seguirlo.

— ¿En serio, mi amor? —sonreí burlona—. No tienes muchos atributos para que te consideren como un buen amigo.

El movio su cuello de lado tronando sus huesos en señal de que estaba molesto y mi sonrisa burlona se enganchó más.

— Es decir, si lo que pretenden es clasificarme al menos háganlo en conseso —señaló a sus betas mientras ellos sonreían como si fueran poderosos y eso hizo que mi sonrisa burlona no se me borrara de mi rostro— Erica. ¿Cómo ha sido tu vida desde que me conoces? —Derek mantuvo su mirada en mi haciendo que está escena sea mucho más divertida.

— ¿En una palabra? —trató de hacerse la interesante y yo casi rodé los ojos con fastidio—. Transformadora —dijo como una niña pequeña incapaz de matar ni una mosca, pero luego rugio mostrando sus caninos y sus ojos de beta intentando atemorizarnos pero en ves de espantarme solté una carcajada provocando que ella se moleste y me mande una mirada asesina.

Está bien creerse superior y tener la autoestima por las nubes, pero ella cree porque ahora es más fuerte que el resto podrá salirse con la suya. Tiene una actitud que me desagrada bastante.

— ¿Isaac? —Derek miro a Isaac por un segundo antes de volver a mis ojos.

— No me gusta ser un fugitivo, pero aparte de eso me gusta —sonrio con egocentrismo y eso me desagrado más.

Esto me huele a pelea.

— Esperen un momento, esta pelea no es justa — reclamó Scott.

— Entonces vete a casa Scott —le recomendó Derek a Scott.

Yo me reí ganandome las miradas de todos, de nuevo.

— Scott, estas muy equivocado. Está es una pelea tan fácil de ganar —sonreí con cinismo y burla—. Nosotros somos mucho más fuertes, tal vez no podamos vencer a Derek, pero a sus betas si, ellos no tienen entrenamiento, no saben como defenderse, en cambio nosotros si —mire a Scott y este me sonrió agradecido por mi apoyo.

Derek hizo un movimiento de cabeza y sus betas corrieron transformados hacía nosotros. Scott se convirtió rápidamente y que sería mejor. ¿Destrosar a Erica como cazadora o mejor siendo loba? Creo que ambas.

Sonreí con malicia y espere a que Erica se acercara a mi. Cuando ya estuvo lo bastante cerca antes de que me atacara la tome del pelo y la tire lejos de mi. Ella se levantó molesta mientras me gruñia y yo le sonreí divertida, como si esto fuero un juego de niños y para mi lo era.

Erica corrió de nuevo para atacarme y saltó encima de mi provocando que caiga de espalda al suelo, pero con mis pies la empuje de su estómago y con fuerza de loba la lance lejos otra vez. Me pare rápidamente y saque solamente mis garras.

Pero está vez ella ataco a Scott para ayudar su compañero. Yo corrí hacía ella y con una patada la volví a tirar al suelo. Ella gruño molesta y por el rabillo del ojo observe como Scott y Isaac peleaban pero Scott iba ganando, el golpeó a Isaac y lo lanzó hacía la máquina donde estaba Boyd.

— ¿No lo entienden? Esto no lo hace por ustedes, sólo quiere más poder, sólo se trata de el —grito Scott con la respiración un poco agitada— Les hace sentir que les dio un regalo cuando los hace más sus perros guardianes.

Yo camine hacia Erica y la tome de la chaqueta de cuero, la levante y la lance cerca de Derek. Scott hizo lo mismo con Isaac, ambos gruñeron al llegar a los pies de Derek.

— Es cierto, se trata de poder —dijo Derek observandonos atentamente. Comenzó a caminar hacía nosotros con pasos seguros e intimidantes. Hizo un movimientos con ambas manos y le salieron las garras, sus ojos cambiaron de verde a rojos e hizo un movimiento de cabeza haciendo que su cuello tronara y luego nos rurgió mostrándonos sus caninos.

Dios mío...¡¿Soy la única que siente calor aquí?! Porque eso si que fue muy sexy, hasta llegar al punto extremo de excitarme con sólo verlo.

El camino hacía Scott y al estar al frente de él le dio un buen golpe en la cabeza, luego con sus garras le hizo una herida en el estómago. Después le golpeó en el rostro sin detenerse.

No soportaba ver lo que estaba viendo así que corrí hacía ellos y me puse enfrente de Scott. Al meterme intermedio accidentalmente Derek me pego un puñetazo en el rostro provocando que caiga al suelo.

Mi enojo fue tan grande que me pare de un saltó y le rugí con fuerza mientras me transformaba. Le lance un puñetazo y le hice un corte con mis garras en su brazo. El me gruño molesto y con sus garras me hizo un corte en el pecho y en mi mejilla. Yo le gruñi adolorida y caí al suelo mientras me tocaba el pecho mientras veía como sangre salía y manchaba mi polera blanca.

Scott corrió hacía Derek y le propinó un fuerte puñetazo en su rostro, él estaba enojado, se le notaba. Derek le devolvió el puñetazo y lo lanzó al suelo, se colocó al lado de Scott y puso su pie en su cuello dejándolo sin respiración.

— ¡Basta! —grite espantada al ver como Scott le falta el aire. Derek me ignoro.

Yo me levante ya en mi forma humana y dolorida, pero lo desimule y saque mi pistola M9, le saque el seguro y el sonido del click llamó la atención de todos. Yo le apunté a Derek cuando me observo serio.

— Alejate de él —él sonrió para luego pisar con más fuerza el cuello de Scott—. Si no lo haces te disparó.

— Esas balas no pueden herirme.

— ¿No sientes el olor a aconito Derek? —el frunció el ceño y al olfatear me miro con enojo—. Aléjate de él y no disparó.

— No te atreverías a matarme —dijo seguro y yo active el silenciador del arma, volví a apuntar hacía el, dispare y la bala casi le llega, pero falle a propósito, él dio un pequeño salto.

— ¿Así como tu te atreviste a golpearme? Claro que si. Estas tan cegado por el poder y dejas que tu arrogancia te nuble el juicio. ¡Tú necesitas a Scott tanto como a mi! Así que dejate de payasadas, porque no querrás verme más molesta de lo que ya estoy —baje el arma y le coloque el seguro antes de guardarla—. Ellos corren peligro ahora Derek y si algo les llegará a pasar va a ser netamente tú culpa.

Él miro hacia Scott y luego a mi. Al mirar mi rostro sus ojos rebelaron lo arrepentido que estaba por lo que hizo, pero sabía que no iba a demoatrar eso al resto. Quito el pie del cuello de Scott y retrocedió dos pasos mientras me miraba fijamente.

El ardor me empezó a molestar y sin poder evitarlo hice una mueca de dolor.

Boyd bajo de un saltó de la máquina y yo ayude a Scott a pararse y él ya volvió a su humanidad.

— No lo hagas, no quieres ser como él —dijo apenas Scott, ya que seguía dolorido y tenía su mano puesta en la herida.

— Tienen razón —el levantó su polera y nos mostró la mordida—. Quiero ser como ustedes —yo bufé, todo lo que hicimos fue en vano.

El camino hacia Derek y sus betas. Derek me dio otra mirada de culpabilidad antes de irse junto con el resto de su manada. Cuando ellos ya se fueron, yo gruñi de dolor y me senté en el hielo al igual que Scott, ambos nos quejamos adoloridos.

—Tenías razón.

— ¿En qué tenía razón? —le pregunté mientras me quejaba por el ardor de mi mejilla y mi pecho.

— Que somos más fuertes que Isaac y Erica —yo sonreí.

— El Lacrosse te ayudó mucho —ambos sonreimos.

— Y a ti los entrenamientos de cazadora —comentó y yo reí un poco pero luego me queje.

— Vámonos —el asintió y ambos nos paramos del frío suelo.

Empezamos a caminar hacia la salida y Scott comentó que debíamos ir donde Deaton para que nos curaran las heridas, además que tenía que ir a trabajar. Al salir nos subimos a mi camaro gris, maneje rápido, ya que el ardor de mi pecho y mejilla me molesta.

[...]

Estaba sentada en la mesa de metal. Deaton ya reviso la herida de mi mejilla, ahora me había sacado la chaqueta de cuero y mi polera blanca que tenia una gran mancha de sangre, estaba en brasier y Deaton me estaba limpiando la herida y me ardió demasiado, luego me colocó una venda para cubrir esa parte. Scott me pasó una polera gris muy grande y me la puse.

Mi vista viajó hacia el cuerpo del hombre con muchos rasguños en el cuerpo. Al llegar a la veterinaria Deaton sólo nos dijo que pronto vendría unas personas para que les explicara sobre el cuerpo y que nos iba a curar rápido para que no nos vean. Lo otro que nos dijo fue que las heridas de alfa tardarán en curarse.

— ¿Cómo sabe de todo esto? —pregunté con curiosidad.

— Es una larga historia...

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