Cap 16: "Está muerta"
POV ELLIE
Scott me había llamado para que fuera a la veterinaria en donde nos pondríamos de acuerdo con Derek para formar un plan y así detener a Jackson sin necesidad de matarlo.
— Ya ha llegado —les informo al sentir el aroma de Derek.
Al oír eso Scott partió a la puerta del establecimiento y quito el cerrojo con la llave para así poder abrirles la puerta.
— ¿Qué hace él aquí? —pregunto Scott un tanto molesto y dirigí mi mirada a la entrada.
— Lo necesito —dijo Derek en respuesta y atravesó el umbral de la puerta y yo le sonreí cuando nuestros ojos se conectaron.
— No confió en él —respondió Scott serio.
— Sí, pues él tampoco confía en ti —hablo Isaac caminando con pasos largos adelantando a Derek, este al verme me sonrió y yo le devolví la sonrisa.
— ¿Saben qué? A Derek no le importa —espetó como si hablara de otra persona con un ligero tono de molestia, bueno con bastante molestia para decir verdad—. Tú tienes ha alguien de tu manada aquí —me señalo—. Yo tengo a uno de mi manada ¿correcto? —todos asentimos—. Lo importante es ¿el veterinario nos va ha ayudar?
— Eso depende, a tu amigo Jackson planean ¿matarlo o salvarlo? —el veterinario apareció y todos les prestamos atención a el.
— Matarlo —le respondió Derek.
— Salvarlo —respondimos Scott y yo al unísono y al mismo tiempo que Derek — ¡Salvarlo! —le espetamos Scott y yo a Derek y este asintió sin ganas
— Salvarlo —le dijo Scott al veterinario.
El doctor Deaton asintió y nos hizo una seña para que lo siguiéramos en dirección a la sala de atención en donde atienden a los animales. Isaac se había adelantado pero Derek lo quito del camino para que yo pudiera pasar primero. Mire con burla a Isaac.
— Las damas primero, deberías ser más caballeroso —no pude evitar soltar una carcajada al ver su cara de molestia y pase a la sala.
Todos nos pusimos alrededor de la mesa de metal mientras veíamos como el doctor Deaton colocaba sobre la mesa un objeto que contenía 12 frascos, acomodados en dos hileras y cada uno de los frascos tenían unos símbolos muy raros.
Isaac levanto su mano dispuesto a tomar uno de los frascos.
— Cuidado con lo que tocas —Derek golpeo la mano de Isaac para alejarla de ahí.
Isaac sonrió para luego agacharse un poco para recargarse en la mesa y miro al veterinario.
— ¿Y tú eres como una bruja? —le pregunto con burla Isaac y el veterinario lo miro con el ceño ligeramente fruncido.
— No, soy un veterinario —le respondió Deaton sonriendo y eso dejo a Isaac muy pensativo y luego el veterinario hablo—. Desafortunadamente no veo nada aquí que vea como defensa contra una toxina paralizante.
— Aceptamos sugerencias —murmuro Derek.
— ¿A demostrado alguna debilidad? —cuestiono Deaton.
— Una, no puede nadar —le respondió Derek.
— Jackson tampoco puede —afirmo el veterinario pero yo negué con la cabeza.
— No, Jackson es el capitán del equipo de natación —dije mientras recordaba cuando antes Lydia pasaba hablándonos a Allison y a mi sobre lo "fabuloso" que era su novio.
— Lo que necesitan es capturar a dos personas —el veterinario se dio vuelta para tomar algo y regreso para mostrarnos una moneda rara—. Una marioneta y a quien la maneja —coloco la moneda en la mesa de metal—. Uno mato al esposo, pero el otro tuvo que encargarse de la esposa, ¿saben por qué?
Eso me recuerda a un asesinato que hubo ya hace tiempo. Un hombre joven fue asesinado cerca de un remolque. La esposa también murió luego de dar a luz en el hospital, pero lo raro es que no murió por el parto, sino porque fue asfixiada en su habitación del hospital.
— Creo que Jackson no pudo, su madre murió embarazada y pueden que la hayan matado — conto Scott—. No podría hacerle lo mismo a alguien más.
— ¿Cómo sabes que es parte de las reglas? — pregunto Isaac perdido entre sus pensamientos—. El kanima mata asesinos. Si Jackson mata a la esposa, el bebe muere también.
— ¿Tú padre también era un asesino? —le pregunto con cuidado Scott.
— No me sorprendería que también lo fuera —le contesto Isaac con sus ojos apagados y hice una leve mueca. No me gustaba ver esos ojos así.
— Escuchen —hablo Deaton—. El libro dice que hay un lazo, ¿verdad? ¿Y si el miedo al agua no proviene de Jackson sino de quién lo controla? Y si algo —Deaton tomo uno de los frascos y lo abrió mostrándonos un polvo negro—, afecta al kanima, también afecta al amo —esparció el polvo negro alrededor de la moneda.
— ¿Qué significa eso? —le pregunto Isaac a Deaton.
— Que podremos atraparlos — le comento entendiendo ya lo que quiso decir el veterinario.
— A ambos —completo Scott y Deaton asintió dándonos la razón.
Tendremos mucho trabajo para está noche sin duda.
[...]
Ya era de noche y el plan era el siguiente: Isaac y Erica estarían adentro junto a Scott para encontrar la manera de inyectarle a Jackson un líquido que lo paralizaría por completo, mientras Stiles pondría un polvo oscuro alrededor de todo el lugar para que nadie pudiera salir o entrar.
Boyd y yo nos quedamos con Derek para impedir que algo saliera mal y si teníamos que quitar a personas del camino, lo haríamos con tal de que la misión no falle.
Pero lo peor de todo es que tendríamos mucha acción con nada menos que mi padre y sus perros falderos. Mi padre me miro molesto, más a Derek y agradezco internamente que halla traído mi arco con mis flechas junto a mis cuchillas y pistola. Todo mi arsenal listo para actuar acorde a la situación que enfrentamos y el cual yo enfrentó constantemente.
— Vete de aquí Derek y tú Ellie, ven aquí antes de que tengas más problemas de lo que ya tienes jovencita —me regaño con la mirada y yo mire a Derek con nerviosismo.
— ¿Vete de aquí? ¿Eso es todo lo que vas a decir? — le pregunto con burla Derek e ignorando cuando me regaño mi padre—. Debo decir Chris que esperaba mucho más de un cazador veterano de hombres lobo —mi padre formo una sonrisa torcida y no sé porque, pero esa sonrisa me da mala espina.
— Bueno. ¿Qué tal esto? —hizo una pausa mi papá— ¿Qué acaso no te dijo nadie que no lleves garras a una pelea con armas?
Al instante todos sus compañeros apuntaron con sus armas a los dos lobos que están junto a mi y yo prepare mi arco junto a mis flechas.
— Eso sonó muy bien —dijo Boyd impresionado.
Derek trono su cuello antes de indicarnos que nos escondiéramos. Los tres nos alcanzamos a esconder detrás de un enorme contenedor de basura antes de que fuéramos lastimados por la lluvia de balas.
Boyd fue el primero en salir y observe como le arrebataba el rifle a uno de los cazadores y luego lo golpeaba con el arma. Derek salió por encima del contenedor y rodó sobre este para llegar a otros cazadores y lo golpeó con una voltereta.
Sabía perfectamente que no podía convertirme enfrente de mi padre, así que deje en el suelo el arco junto a las flechas y salí del escondite para ir a luchar con un cazador.
Al llegar sobre uno le plante un buen puñetazo en el rostro y luego le plante una patada a su rostro. Este me intento golpear, pero lo esquive y bote al hombre al suelo para luego golpear su cabeza para dejarlo inconsciente.
Busque a mi padre con la mirada pero no lo vi en ninguna parte. Vi a un tipo que iba a dispararle a Derek por la espalda y no dude en correr hacia el y quitarle el arma justo a tiempo. El hombre furioso me planto un golpe en mi costilla y yo gemí del dolor, pero de todas formas lo aguanté y con mi mano le peque en la cabeza con fuerza de lobo dejándolo inconsciente en el suelo.
— Estás heridas no sanan —murmuro Boyd y vi como en su pecho tenía varios agujeros ensangrentados.
— Acónito —susurre preocupada y mire a Derek.
— Es mejor que se vayan, yo iré a buscar a Scott — no me podía negar, debía ayudar a Boyd primero— ¡Ahora!
Tomo mis cosas y me llevo a Boyd lejos de allí. Cuando ya estábamos en un lugar seguro, lo ayude a curarse las heridas, luego cuando vi que las heridas estaban sanando le dije que fuera a la guarida que yo iba a ayudar a los chicos. Boyd partió corriendo y yo fui de regreso hacia donde estaban los chicos.
Corría lo mas rápido que podía pero de repente siento una descarga eléctrica sobre mi espalda y provoca que caiga al suelo. Alzo la vista y veo a mi padre mirándome con seriedad.
— Estás en serios problemas jovencita —siento como alguien me pone un paño en mi boca y nariz y poco a poco siento como voy cayendo en la inconsciencia para luego, ver todo negro.
Sentí mis parpados abrirse poco a poco y observé que estaba en mi habitación a oscuras, la única luz que había era de la luna que se veía a través de la ventana. Me senté en la cama justo cuando suena mi móvil y contesto al ver que es una llamada de Allison.
— Hola —la salude mientras me pasaba la mano por la cara y cerré los ojos por el dolor de cabeza.
¿Qué carajos tenía esa cosa?
— Hola. ¿Dónde estás?
— Papá me atrapo y estoy en casa —escuche como maldecía por lo bajo Allison.
— Nos vemos en casa —dijo para luego cortar la llamada.
— Adiós —susurre mientras tiraba mi celular a la cama.
[...]
Al otro día me levante temprano y me escapé de la casa para evitar un pleito con mis padres. Aproveché la instancia para ir al centro comercial y comprarle un regalo a Lydia, ya que hoy es su cumpleaños. Pase muchas horas en el centro comercial intentando buscar el regalo perfecto para mi amiga hasta que por fin lo encontré. Era un collar de plata con un colgante de tres corazones y cada corazón tenía una cadena, era el regalo perfecto para ella, así que le dije al joyero que quería dejar grabado en el corazón izquierdo, por detrás, "Mejores" y un poco más abajo para Allison, en el corazón de al medio "Amigas" y más abajo el de Lydia "Por siempre".
Era un regaló que deseaba hacer para las tres. A pesar de que odie en algunos momentos a Lydia, no puedo negar el hecho de que se a ganado parte de mi corazón.
El joyero no se demoro casi nada en grabar lo que le pedí en el collar, luego puso el collar en una caja pequeña de color azul marino y me lo envolvió en una bolsa de regalo. Después pague el collar y me fui de la tienda al estacionamiento.
Al llegar voy donde deje mi moto y subo mientras guardo el regalo en mi mochila, después me amarró mi pelo un una coleta para ponerme el casco y arrancó hacia mi casa para poder cambiarme de ropa y ir a la fiesta de cumpleaños de Lydia. Le había prometido que la iba a ayudar en la preparación y voy tarde.
Al llegar dejo mi moto dentro de la cochera y veo que mi Camaro esta ahí, de seguro algunos de los chicos me lo vino a dejar.
Entro a la casa y voy a mi habitación para poder darme un baño. Luego de 10 minutos salgo del baño en ropa interior limpia y voy a mi armario para ver que me coloco para la fiesta de mi amiga. Decidí colocarme un vestido azul rey, sin mangas, tiene un poco de escote, es ajustado de la cintura para arriba y suelto de la cintura para abajo, el vestido me llegue cuatro dedos arriba de la rodilla y lo convine con un pequeño cinturón negro que va a la cintura, tacones negro y una chaqueta de cuero negra.
Me maquillo con delineador negro, me hecho rímel en las pestañas, me cepillo los dientes y me hecho perfume. Guardo mi celular y llaves en mi bolsillo de la chaqueta y salgo de la habitación junto con el regalo y voy a la cochera. Al llegar veo como Allison está recargada en mi auto con los brazos cruzados.
— Vayas, hasta que al fin llegas.
— ¿Por qué me esperabas? —le pregunte mientras le sacaba el seguro al auto con un botón.
— Por que me voy contigo —asentí con la cabeza y ambos nos subimos al Camaro.
Encendí el auto y maneje con dirección a la casa de Lydia mientras Allison y yo hablábamos de que hoy mamá estaba actuando muy extraño.
Ayer después de que llegara Allison a la casa, nosotras nos preocupamos por mamá por que estaba muy decaída y triste, pero eso no fue lo que mas me alarmo, sino fue que sentí olor a sangre impregnado en ella. Yo se lo dije a Allison y nosotras le preguntamos a papá que le pasaba pero dijo que estaba bien, que no teníamos que preocuparnos pero se que él está mintiendo porque se que ella no estaba bien.
Al llegar a la fiesta de cumpleaños de Lydia vimos que no había llegado nadie, éramos las primeras en llegar. Bajamos del Camaro y fuimos a la entrada para tocar el timbre. Segundos después abre la puerta Lydia quien trae una bandeja con vasos que tenían un liquido color rosa.
— ¡Feliz cumpleaños! —le dijimos Allison y yo al unísono a Lydia mientras extendíamos los regalos.
— Gracias chicas, no se hubieran molestado —dijo ella refiriéndose a los regalos y me causo curiosidad que no actuará de forma arrogante, pero lo dejé estar—. Pasen y tomen un ponche — nosotras les sonreímos y entramos a la casa mientras tomábamos un vaso cada una.
Lydia cerro la puerta y dejo la bandeja en una mesa y tomo los regalos mientras los abría emocionada. Primero abría de Allison que era un vestido turquesa junto a unos pendientes. Ella le agradeció a Allison y luego abrió el mío. Al abrirlo ella quedo impresionada y yo sonreí contenta, le había atinado.
— Un collar de la amistad —sonríe—, gracias Ellie — ella saco los collares y separo cada corazón y le paso a Allison el collar que tenía su nombre y a mi el corazón que tenía grabado mi nombre.
— Es hermoso —dijo Allison feliz y yo asentí con la cabeza mientras me ponía el collar.
Todas nos pusimos el collar con una sonrisa de oreja a oreja, luego tocan el timbre y Lydia partió a recoger la bandeja con el ponche y fue abrir la puerta dejando ver a Stiles con un enorme regalo en manos y se nota a leguas que es una televisión.
Esté Stiles...
— Hola Lydia —saludo Stiles—. Feliz cumpleaños — Stiles trato de entrar a la casa pero con el enorme regalo no podía— ¿podrías ayudarme?
Lydia en cambio dio media vuelta y se fue a dejar la charola en la mesa y se nos acerco a nosotras. Yo en cambio fui a ayudar a Stiles.
— Stiles, si pones el regalo verticalmente pasara —le explique y el asiente con la cabeza mientras un ligero rubor aparece en sus mejillas.
Me hice a un lado y Stiles pudo pasar, dejo el regalo en el suelo y fue a tomar un ponche.
— ¿Qué le regalaste? ¿Una televisión? —le pregunte divertida.
— Si —susurró apenado Stiles y yo negué con la cabeza mientras iba a la alberca ayudar a Lydia.
Vi que estaba llenando mas vasos con ese ponche. Mire la mesa y observe varios vasos llenos de ponches y me pregunte porque estaba llenando mas vasos si todavía no llegaba gente, solo éramos los cuatro.
— Lydia, no hay mas invitados, ¿por qué llenas más vasos? —le pregunte tratando de no incomodarla.
Ella dejo de servir mas ponche y asintió con la cabeza triste y me quise golpear por hacerla sentir mal.
— Tienes razón. ¿Quién querría venir a la fiesta de la loca del pueblo?
— Lydia, tú no eres ninguna loca, tal vez se les hizo tarde...
El timbre suena avisando que alguien llego y Lydia partió con la bandeja llena de ponche para los invitados hacia la puerta. Mire el vaso con el ponche y me lo tome de un solo trago ya que tenía sed.
Camine hacia adentro y las miradas de Scott, Stiles y Allison se posaron en mi y yo les sonreí.
— ¿Y tú eres? —escuche preguntar a Lydia y mire hacia la puerta para tratar de ver quien era la persona que había llegado, pero el cuerpo de Lydia no me dejaba ver.
— Venimos a la fiesta —le respondió una voz de hombre pero tenía a la vez voz aguda como de mujer.
— ¡Pues pasen! —dijo Lydia con tono de voz claramente alegre.
Lydia se corrió y muchos hombres vestidos de mujer entraron en la casa. Cada uno de las personas que entraron a la casa tomaba un ponche que Lydia les ofrecía. En la sala entro Jackson y yo mire con preocupación a Scott quien tenía la mirada puesta en Jackson.
Música empezó a sonar y la casa ya estaba llena de gente, así que salí a la alberca en donde había más gente que bailaba al ritmo de la música.
[...]
Ya era de noche y la luna llena ya estaba en su punto mas alto. Había perdido a los chicos de vista y no encontraba por ningún lado a Lydia, al parecer desapareció de la fiesta y no entiendo el porque si ella es la anfitriona de la noche.
Yo ya llevaba como más de cinco vasos de ponche y no sé pero, me empecé a sentir mal. Me dolía la cabeza a montones y me sentía mareada, como si estuviera ¿drogada?. Me giro dispuesta a entrar a la casa pero paro en seco al ver a mi padre, Gerard y algunos cazadores con armas.
— ¿Qué hacen aquí?
— Venimos a matarlos a todos querida —sonríe Gerard provocando que yo me pomga pálida.
— ¿Qué? No, no lo permitiré —saqué mi daga de la chaqueta y todos ellos rieron.
Mire a mi padre y le suplique con la mirada que no lo hiciera, pero el reía como loa demás.
Esto no me está gustando para nada.
— Tú serás la primera en morir —abrí mis ojos con horror y él paro de reír para luego mirarme con asco—. Por traicionarnos.
— No sé de que hablas papá —intente acercarme pero su pistola fue directamente a mi cabeza y yo temble—. Papá, por favor basta.
— No. Al ser mujer lobo nos traicionaste, al ser la novia de Derek nos traicionaste y al ayudar a tu repugnante de tu primo nos traicionaste —negué con lágrimas en los ojos e intente escapar pero ellos me rodearon con sus armas.
— ¡Papá! Papi, por favor —suplique intentando acercarme a él, pero no me dejo.
— ¿Sabes qué es lo mejor de todo? —me pregunto con burla Gerard y yo con miedo negué con la cabeza—. Que exterminamos a la manada Hale — Gerard se empezó a reír como un maniático y lagrimas de dolor caían por mis mejillas.
¡No puede ser cierto! ¡Derek no puede estar muerto!
— Pero eso no es todo —mi padre acaricia mi mejilla y yo lloro con dolor no pudiendo con la traición de ellos. Mi propio padre me está dejando de lado y va a matarme y Derek... mi vida entera estaba cayendo a pedazos—. Conseguimos lo que queríamos...
— Más bien, lo que yo quería —interrumpió Gerard a mi padre.
De repente alguien me tomo con fuerza el cuello y sentí como unas garras se enterraban en mi cuello y yo me quede quieta al saber que el kanima me tiene a sujetada y temí lo peor. Un movimiento en falso y moría.
— ¡Son ustedes! ¡Hipócritas!
No puedo dejar de llorar con pena y rabia. Todo este tiempo él es quien a utilizado al kanima para su beneficio y a matado a tanta gente.
— Sí querida y ahora llego tu hora de que te juntes con tu mugroso novio en el infierno —Gerard miro al kanima y hizo un movimiento de cabeza como indicándole algo y siento como las garras del kanima corta mi cuello en un movimiento rápido.
— ¡Ellie! —sentí como alguien me zarandeó y parpadeé varias veces mientras respiraba agitada.
Mire a Allison quien me miraba preocupada y yo lleve una mano a mi cuello y no sentí nada. No había sangre, marcas de garras en mi cuello, dolor o ardor, nada. Buscaba con la mirada a Gerard y a mi padre pero no lo veía por ninguna parte y yo no podía dejar de llorar.
— ¿Ellie estás bien? —pregunto Allison y yo dirigí mi vista a ella rápidamente al darme cuenta de que todo fue una alucinación.
Gerard no estuvo aquí, solo fue mi imaginación, ¿pero cómo? ¿Que mierda está pasando? Limpio mis lágrimas mientras proceso todo.
— Sí, estoy bien —le mentí pero luego la mire con el ceño fruncido al ver que está triste — ¿Qué ocurre?
— Me llamo papá, ahora hay que irnos al hospital — Allison tomo mi mano y me arrastro a la salida.
— ¿Qué? ¿Por qué al hospital? ¿Qué paso? —le pregunte asustada.
— En el camino te explico. Ahora tienes que conducir rápido —ambas salimos de la casa de Lydia y nos subimos al Camaro para ir al hospital.
[...]
Mi hermana y yo salimos a pasos apresurados del ascensor mientras caminábamos apresuradas por los pasillos del hospital. Ninguna de las dos decía algo, estábamos solamente preocupadas de llegar donde papá.
Cuando vimos a papá con la cara afligida vimos que detrás de él hay una enorme ventana en donde se ve mamá durmiendo en una camilla. Me asusté, pero cuando veo que el doctor le cubre la cabeza con la sabana en señal de que está muerta siento que dejo de respirar. Allison y yo paramos en seco, pero luego ella grita sollozando mientras corre con el intento de ir donde mamá, pero los brazos de papá detuvieron su paso, él la abrazaba fuertemente mientras lagrimas caían por sus mejillas y trataba de consolar a Allison quien gritaba destrozada. En cambio yo seguía en shock, viendo como mi mamá estaba inmóvil en la camilla, sin poder escuchar su respiración y lo peor de todo no sentir el latir de su corazón...
Lagrimas silenciosas cayeron por mis mejillas al darme cuenta que ya no la voy a ver más, que acababa de perderla para siempre y al mirar a papá, el alza un brazo de modo que él quiere que yo vaya con ellos. Sollozo sin poder evitarlo y lo abrazo por su costado uniéndome al llanto. El dolor de mi pecho me ahogaba, me era imposible respirar bien.
Necesitaba explicaciones, pero en estos momentos no paraba de gritar por el dolor junto a Allison.
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