Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12.

La tempestad que se había formado debido a la explosión de ira de Camus, no dejo ni un solo rastro o daño, este se puso de pie para poder ayudar al peli azul a hacer lo mismo cuando vieron que se acercaba el resto, estos ni lentos ni perezosos verificaron que nada les hubiera ocurrido, aunque claramente el que estaba más histérico era Aioros y en momentos así era cuando todos se preguntaban ¿cómo Aioria puede soportar a su hermano cuando se pone así? Siempre terminaba mareando a todos en cuestión de segundos.

-Fue muy peligroso para ambos ¿Camus, cómo se te ocurre salir solo sin avisar? Y tú Milo ¿cómo se te ocurre poner tu vida en peligro de aquella manera? -Aioros miraba a ambos con preocupación y reproche. -Ustedes de verdad no quieren que llegue a viejo.

-Aioros, tranquilo, no paso a mayores. -Trato de tranquilizarlo el escorpión, sino lo hacían ahora estaría de esa forma el resto del mes.

-Es un alivio que no pasara a mayores, ustedes solo buscan que me dé un infarto, porque eso es lo que lograran. -Replico Aioros, que no hubiera muerto durante todo ese tiempo ya era mucho decir, porque con esos dos y los otros que se hacían los ángeles en ese momento, ya debería haber muerto debido a un infarto desde hace muchos años, pero fuera de todo eso, al fin todo comenzaba a ser como debía ser. - ¿Ya están juntos de nuevo?

-Aún tenemos que hablar mucho, no es como que de un segundo a otro todo quedará claro. -Respondió Camus evitando las miradas curiosas, ellos no ayudaban nada a que se bajara su sonrojo.

-Con el beso que le plantaste a Milo ¿no crees que ya fue suficiente explicación? -Molesto Afrodita a su primo, eso provoco que se sonrojara más intentando ocultarlo con ayuda de su flequillo.

-Dita, no digas eso. -Estaba siendo una situación incómoda y vergonzosa para el caballero de los hielos.

-Ah no ¿ahora te pones nervioso luego del espectáculo que nos diste? Si el romance de ustedes dos está mejor que cualquier romance de novela. -Siguió molestando Aioria mirando a ambos.

-Ya basta, dejen de molestar a Camus porque a Milo no le importa y se le nota. -Ordeno Saga, antes de que en vez de ser una persona el acuariano pasara a ser un tomate, cuando ninguno siguió haciendo ningún comentario al respecto, volteo a ver a ambos menores con preocupación, pero también sorpresa. -Camus ¿qué fue todo ese poder que desataste? Tenías dos pulseras en tus muñecas.

-Yo... no lo se. -Se encogió de hombros bajando la mirada, el tampoco entendía que es lo que ocurría. -Pero se quién puede tener muchas respuestas... no... es imposible.

- ¿Qué ocurre? ¿no qué no le temes a nada? -Y quién sabe como Athena se liberó por sí misma. - ¿O prefieres seguir haciéndote el huerfanito, millonario, angelical que todos se creen?

-Athena. -Camus se acercó a la diosa sin importar que los chicos no querían que lo hiciera, pero pudieron ver que estaría bien protegiéndose solo, debido a que cada paso que daba congelaba un tramo del suelo. -Yo puedo entender muchas cosas y puedo entender que alguien haga muchas locuras sin pensar... porque yo también lo hago, en algunos momentos, pero te juro que yo no entiendo lo que haces.

-Defenderme de ti. -Le miro desde arriba, eso molesto mucho más al resto, pero el aquamarina no le tomo importancia por esta vez.

-No, atacarme... no entiendo Saori, de verdad ¿Por qué estas tan enojada, tan sacada conmigo? Inventas cosas, inventas un embarazo y un aborto. -Cruzo sus brazos sobre su abdomen, por alguna razón le dolía a la vez que le molestaba, no era un tema cualquiera. -Yo... de verdad que no sé, no entiendo como alguien que es una líder como tú puede hacer una cosa así.

-Una líder como yo ¿cómo soy yo, según tu? -Tenso su mandibula.

-Te creí como alguien ubicada, correcta, señorita, un ejemplo a seguir para alguna persona, no se... -Se mantenía atento a cualquier movimiento que esta pudiera hacer en su contra.

-No. -Paro sus palabras Saori. -Tu pensabas que yo era una estúpida y así me trataste, no soy estúpida.

- ¿Qué te hice Saori? -Se acerco un poco más a ella para que no pudiera escapar.

-Déjame sola, no tienes que hacerte el buenito porque estén todos aquí. -Miro hacía otro lugar.

-Te estoy preguntando en serio ¿qué te hice? -Rectificó su pregunta.

- ¿Tú te acuerdas? Cuando llegaste al santuario, yo ya estaba aquí y acababa de perder a mi familia terrenal, estaba sola en el mundo, era una niña aterrada y lo único que yo tenía, Camus, era a mi mejor amigo que "raramente" en ese entonces era Milo. -Los demás rodaron los ojos ¿de verdad era solo por eso que Athena se llevaba de esa forma con el aquamarina? -Y en el momento que yo más lo necesite ¿Dónde estaba? Mejor dicho ¿Dónde estaban todos? Con el nuevito que había visto como asesinaban a su familia ante sus ojos, tanto el como todos te prefirieron a ti antes que a mi ¿no te acuerdas de eso?

-Aja ¿y no te acuerdas tú de esto? Que antes de eso, yo ya conocía a todos, mi familia era la encargada de mantener al santuario con todo lo necesario y los chicos siempre estuvieron conmigo por más que yo siempre estuviera lejos y que cuando tú llegaste se centraron exclusivamente en ti, no en mí. -El resto asentía a sus palabras era lo que todos recordaban había sucedido.

-Pero yo no tuve la culpa de eso, Camus, yo a ti no te hice nada. -Lo empujo levemente para poder irse de allí, este le tomo de la muñeca, pero sin hacerle daño.

-Espera ¿no me hiciste nada, Saori? Perfecto, según tú, no me hiciste nada. -Este comenzaba a perder la tranquilidad en sus palabras, comenzaba a molestarse por la actitud de la diosa y más porque estando solo un ratito con ese tipo se enteró de tantas cosas, de todo lo que le fue oculto. - ¿Te seguimos llamando diosa Athena, protectora de la tierra? No te mereces el título y te lo digo yo que no estoy bajo tus ordenes, después de todo eres una asesina.

-No sé dé que hablas. -trato de hacerse del quite evitando la mirada de todos.

- ¿No? ¿y qué hay de tu hermano menor? -Sabía que había dado justo en el clavo, todos miraron con sorpresa a la diosa. -Ese hermano menor que podía quitarte tu puesto de regente de la tierra ¿qué hiciste con ese inocente niño de apenas un año?

-Has perdido la cabeza. -Se movió bruscamente para hacerse finalmente del quite, lastimando un poco a acuario en el proceso.

-Si, la perdí, pero de enojo y cansancio hacía ti, Saori, pensaste que jamás me iba a enterar que fuiste tú, quien dio el lugar preciso de donde estaríamos con mis padres, tú, mandaste a matar a quienes alguna vez llame padres, a quienes alguna vez me salvaron de haber muerto, tú sabes perfectamente que he sido huérfano más de una vez y que tenga esa herencia de ser inmune a todo tipo de veneno es solo por una cuestión que nadie ha podido descifrar, tú, quien invento todo un cuento para separarme de quien más amaba, no, de quien más amo, me hiciste más que sufrir, Saori, mucho más que eso. -Se sentía mareado debido a imágenes que venían a su memoria, pero solo lograba tener más y más preguntas.

- ¿De qué estás hablando? Yo no te he hecho absolutamente nada. -Comenzó a retroceder lentamente, los chicos volvían a tener los ojos como platos y la quijada hasta el suelo.

-Claro que sé de qué estoy hablando ¿por qué, Saori? Me has estado arruinando la vida lo suficiente ya ¿no lo crees? ¿no te da vergüenza lo que haces? -El de ojos amatistas miraba con intensidad a la peli lila, esa mirada solo le hacía recordar a su progenitor, distinto color, misma mirada.

- ¿Vergüenza? Claro que no, mi objetivo de mantenerme en esta tierra es hacerte la vida miserable, tú y solo tú siempre encontrarás una forma de atacarme y es por eso que ya no debes vivir más. -Saori encendió su cosmos que ya no se sentía como uno cálido y lleno de luz, con este logro evitar que el resto pudieran acercarse ni siquiera un milímetro. -Si no te elimine hace 16 años lo haré ahora. -Sonrió de medio lado, el aquamarina no hacía nada más que mirarle con lastima, sabía que nada le pasaría. -Adiós hermanito o mejor dicho... hermanito primito.

-Haz lo que quieras. -Miro hacia otro lado sin hacer ni un solo movimiento más, todo esto que estaba pasando le regreso esos recuerdos que mantenía olvidados, esos recuerdos que le hacían sentir seguridad que jamás le pasaría nada a manos de esa diosa, sabía que ellos no lo permitirían.

- ¡NO QUEDARÁ RASTRO DE TI! -Utilizo su báculo y ataco sin más, pero algo impidió que aquel ataque llegara a su destino, mejor dicho, dos personas que no permitirían que a su pequeño le hicieran daño de esa forma, podía ser que entre ellos dos no se entendían muy bien en muchas cuestiones, pero siempre coincidían en esta. -Pero si ustedes son...

-Bien hecho, Athena, nos has ayudado mucho con la búsqueda y a que este terco se diera cuenta de que clase de hija tiene. -Sonrió de medio lado.

-Querida, tu trabajo como diosa de la tierra de la guerra y sabiduría a llegado a su fin en estos momentos.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro