CAPITULO 46
La pesadez me invade por completo. Cada músculo de mi cuerpo se siente débil y un poco adolorido. En especial mis piernas.
A pesar que estoy más dormida que despierta, una sonrisa boba se pinta en mis labios al recordar lo de anoche. Me muevo un poco en mi lugar, echándome la cobija encima hasta el pecho e inmediatamente, siento el aroma a Jaden. Suspiro profundo y me giro sobre mi costado en busca de su cuerpo para abrazarlo, pero me voy en blanco y abro los ojos de golpe.
No está. El espacio a mi lado está vacío.
Frunzo mi ceño y enderezo mi postura, recargándome con los codos sobre el colchón —¿Jaden? —pregunto en voz alta hacia la nada. Ni siquiera sé por qué lo hago.
La habitación está a oscuras. De seguro es de madrugada. Me muevo hacia el otro lado, en dirección a la mesita de noche en busca de mi teléfono o un reloj. Para mi sorpresa mi bolso está ahí, así que, busco mi celular y verifico la hora. Son las 3:28am.
«¿Dónde está Jaden?» la pregunta en mi subconsciente me provoca ansiedad «No otra vez. Por favor, no» me repito mentalmente recordando la última noche que estuve aquí.
Me siento sobre la cama y muerdo mi labio inferior, dudosa o asustada, no lo sé. Veo el borde de la cama y ahí está su camiseta. La que llevaba anoche. Debe haberse levantado al baño.
Me muevo sobre la cama hasta tomar la camiseta y me la pongo, ya que aún estoy desnuda. Cuando meto mi cabeza y luego paso los brazos, me rozo la zona en donde tengo la pequeña herida de ayer. La reviso y me doy cuenta que está descubierta. La gasa debe haberse quedado en la cama, así que no le tomo importancia.
Me pongo de pie y decido salir de la habitación. El pensamiento de revisar el baño, se cruza por mi mente; sin embargo, me dirijo a la sala y pego un pequeño brinco, cuando veo a Jaden sentado en el sillón con aire distraído y una lata de cerveza en la mano.
Ahora sí que no entiendo nada. Me acerco a él lentamente —¿Jad, está todo bien? —pregunto en voz baja y parece que lo asusto ya que da un respingo y me observa sorprendido.
Frota su cara con la mano libre y se aclara la garganta —¿Te desperté?
Termino de hacer mi camino hasta él y me siento a su lado —Me he despertado sola —me encojo de hombros. Lo observo un poco, y veo que está completamente vestido. Sus jeans, sus botas caterpillar, una camiseta y su chaqueta de cuero.— ¿Saliste algún lado?— no puedo ocultar la afirmación que pretendo sea pregunta.
Sus ojos buscan los míos y tienen algo extraño. Algo que parece decepción o desesperación —Trabajo —dice con una sonrisa que no toca sus ojos. Ahora que me habla de cerca, puedo sentir el olor a alcohol en su aliento.
—¿Jaden has estado bebiendo? —ignora mi pregunta y se limita a terminar lo que queda de su cerveza.— ¿Qué sucede?— pregunto preocupada cuando en realidad debería estar molesta —¿Estuviste con él? ¿Fuiste a ver Aguilar?
—Alys..., solo vuelve a la cama —es lo único que dice en un tono cansado y ni siquiera me observa ahora. Abro mi boca con indignación.
¿Esto es lo que iba a tener que soportar? ¿Esto es lo que elegí?
Suspiro profundo para tratar de mantener el enojo a raya. Solo necesita tiempo y espacio, y creo que yo también. Me imagino que para él son muy difíciles las cosas, así que no voy a pelear ahora. Me obligo a ponerme de pie y me cruzo de brazos.
—Te voy a estar esperando —digo tímida y al no obtener respuesta, me giro y regreso al dormitorio.
Entro en la habitación y dejo la puerta abierta, me dirijo directamente a la cama y me introduzco bajo la cobija haciéndome un ovillo. Mi subconsciente está batallando porque lo deje salir, pero no lo hago. Sé que solo me hará sentir mal reprochando que todo es mi culpa por haber accedido.
Minutos después escucho que alguien entra en la habitación. Sé que es Jaden pero no volteo. El colchón se hunde cuando él se sienta en el borde, y no estoy segura pero, parece que está desvistiéndose para meterse a la cama conmigo. Finalmente se acuesta a mi lado y el olor a su loción y cerveza llega a mis fosas nasales.
Se apega a mi cuerpo abrazándome por detrás y hunde su rostro en mi cuello, todo lo hace en un completo silencio. Se abraza con fuerza a mí, como si su vida dependiera de ello —No dejaré que nadie te haga daño, Alys. Estoy dispuesto a lo que sea por protegerte —dice en un susurro y me siento confundida; sin embargo, no digo nada.
Segundos después, su respiración se relaja y estoy segura que empieza a quedarse dormido. Suspiro y me acerco más a él buscando su calor, para luego, entregarme a la bruma del sueño también.
**~**
—No sé si golpearte por ingenua, quizás. O abrazarte y llorar por la romántica empedernida que eres —Juri tiene sus manos a cada lado de su cara en gesto dramático.
Yo contengo una enorme carcajada ante su comentario —Yo tuve el mismo debate, créeme —hago un mohín y ella se remueve incómoda en su asiento. Estamos en la cafetería de la universidad.
—Alyssa, esa fue una clara reconciliación y lo sabes —hace una pausa y se acerca para hablarme en voz baja.— Con final feliz y toda la cosa —muerde su labio inferior y alza ambas cejas maliciosamente.
Yo no puedo evitar sonrojarme —Ya lo sé.
—Pero a ver si entendí. Luego de esa ardiente reconciliación, lo encontraste ebrio por quién sabe qué, se comportó como un idiota y decidiste ir a la cama y dormir juntos de cucharita —dice haciendo muecas de confusión y yo asiento.— ¿Y luego?
Muerdo mi labio insegura de cómo vaya a tomar el resto, pero me armo de valor y hablo —Luego amaneció, Jaden ya se había venido a la universidad. Dejó una nota para avisarme y decirme que Evan me traería y..., aquí estoy —me encojo de hombros. La cara de Juri me causa unas inmensas ganas de reír.
—¿Y lo dices tan serena? —dice incrédula.
—Juri, escucha... —suspiro—, sé que toda esta situación es, enfermiza o quizá hasta un cierto punto sea masoquista, pero, solo sé que quiero hacerlo —sé que en estos momentos ni yo misma me reconozco diciendo esto. Juri guarda silencio y se toma unos segundos para asimilarlo.
—De acuerdo. Te dije que te apoyaría en la decisión que tomaras, independiente de cuál fuera. Y eso haré —se encoje de hombros regalándome una sonrisa tímida—, pero necesito que me prometas algo, Alyssa —me observa seria ahora y yo asiento. Entonces prosigue.— Promete que si sientes que no eres capaz, vas a dejarlo. Promete que si no crees soportar todo lo que esto pueda conllevar, no vas a obligarte a hacerlo —me observa firme y debo decir, que sus palabras son una punzada para mi corazón pero también reconfortan de alguna manera.
—Lo prometo —digo segura, porque así lo creo. Yo misma me prometí que no iba a soportar más de lo que soy capaz.
—¡Hola, chicas! —la voz de Esther llena mi audición y como Juri está dándole la espalda, puede rodar los ojos sin necesidad de ocultarlo.
Reprimo una sonrisa —¡Hola! —le contesto el saludo a Esther.
—¿Cómo estás, Aly? ¿Todo bien? —pregunta rodeando la mesa hasta sentarse a mi lado. Su pregunta me extraña o es que de seguro sabía de mi reunión con Jaden ayer, y como todos los demás, creyó que estaría hecha un mar de llanto.
—Bien —digo tranquila y llevo el vaso con jugo a mi boca para dar un sorbo.— Todo está bien.
—¿Segura? —me observa con el ceño fruncido.
—Sí —vuelvo a decir segura —Jaden y yo estamos bien —le digo para aclarar y parece que enmudece.
—Wow. Creo que no volveré a dudar de la buena persuasión de Jaden —dice sonriendo y no sé si lo dice en buen o mal sentido.— Sí que te convenció —me observa con los ojos entrecerrados y yo demuestro desinterés, mientras como un poco del puré de papa en mi plato.
—Cosas del amor, ¿no crees? —es Juri quien habla y la veo observar a Esther con mucho desdén.
—Claro —le responde Esther —Dicen que el amor es ciego —dice chasqueando la lengua.— En fin, solo iba de paso a mi próxima clase y quise pasar a saludar. Nos vemos luego —se despide sonriendo y sin decir más, se retira de la mesa.
—Ves porqué te digo que es rara —dice Juri observando en dirección a donde Esther se marchó.
—Lo sé —me encojo de hombros—, pero realmente no le tomo mucha importancia a lo que ella diga.
—Y nadie debería hacerlo —Juri rueda los ojos y me causa gracia.— Por cierto, ¿y la rubia que siempre estaba con ella?
—Mmm, ¿Nathy? —recuerdo un poco a la chica, pero me encojo de hombros —No lo sé, la vi un par de veces luego que Jaden nos presentara, pero de pronto dejé de verla. Tal vez se cambió de universidad.
—O tal vez se hartó de su amiga entrometida, alias Esther, y se largó —hace una mueca inocente pero yo niego con mi cabeza riendo.
—Tal vez tengas razón —llevo otro pequeño bocado a mi boca y jugueteo un poco con la comida que queda en el plato.
—¿Cómo están, nenas? —Evan llega hasta nuestra mesa y se sienta al lado de Juri, a quien parece atorársele el trago de jugo en la garganta. Ellos no se han visto desde el penoso incidente en el apartamento de los chicos.
—¿Qué hay, Evan? —pregunto sonriendo a Juri y ella me observa gritando con la mirada que no vaya a mencionar nada de ese día.
Él nos sonríe a ambas pero luego me observa fijamente a mí —¿Todo bien?
Sonrío involuntariamente y asiento. Es la tercera vez que oigo esa pregunta —Sí, todo bien —rasco detrás de mi oreja en manera nerviosa —¿Has visto a Jaden?
—Sí de hecho, saliendo de clases me lo encontré. Parecía molesto conmigo.
Frunzo mi ceño —¿Por qué habría de estar molesto?
—Está un poco molesto desde ayer en la noche cuando llegué al apartamento y, le dije el incidente de la motocicleta —sus labios forman una línea dura y yo no puedo evitar observarlo con un poco de molestia.
—¡Evan! No tenías por qué decirle.
—¿Qué cosa? ¿De qué motocicleta hablan? —Juri se incluye en la conversación y yo suspiro. Ahora también ella se molestará.
—Juri, no pasó nada. Solo fue algún lunático conduciendo por la acera y nos hizo caer a Evan y a mí —la observo e intento sonar lo mayor despreocupada posible.
—¡Dios mío!, ¿Segura que no fue grave? —luce preocupada.
—Sí, tranquila. No nos pasó nada —digo sonriendo y ella asiente. Puedo observar cuando su vista se posa en alguien atrás de mí y su ceño se frunce.
Una mano me aprieta el brazo, justo donde me hice el corte ayer y duele un poco. Entonces Jaden aparece a mí lado.
Hago una mueca de dolor —Jad, eso duele —su mano aún me sujeta fuerte, pero luego me suelta y se sienta a mi lado.
—Anoche también te lo lastimé —dice tensando su mandíbula.
—Tú me quitaste la gasa —afirmo viéndolo fijamente.
—Te abracé fuerte y te quejaste dormida, tuve que revisar. Esa mierda, es un corte hecho con una navaja —dice completamente molesto.
Lo observo confundida —¿C-Cómo? Eso no puede ser posible.
—No, a menos que quien iba en la motocicleta pasara intencionalmente, y te hiciera esa herida segundos antes que Evan te halara —su rostro no tiene algún vestigio de broma. Todo esto lo dice en serio y no sé qué pensar.
—¡Ay por favor! ¡Eso no tiene lógica!— dice Juri con una media risa—, además la chica está bien. Ella está aquí, comiendo puré de patatas con su novio y sus amigos —ella me señala y tiene una enorme sonrisa pintada en sus labios, y no puedo evitar sonreír también.
Volteo hacia Jaden y aunque intenta ocultarlo, hay una pequeña sonrisa en sus labios también. Llevo mi mano hasta colocarla en su muslo derecho y doy un pequeño apretón. La sonrisa es más amplia ahora.
—Solo tenías que haberme dicho lo que pasó —dice él con la voz cálida.
Antes que yo pueda hablar, Evan me interrumpe —Jaden, ¿no es ese Rob? —lo observo y está con el ceño fruncido viendo atrás de nosotros.
Ambos volteamos y vemos al chico entrando en la cafetería. Inmediatamente lo reconozco. Es el chico que trabaja para Aguilar, el que encontramos en la cocina el día que Jade me llevó por primera vez a la casa de su tío. El corredor de Aguilar.
Inmediatamente una roca se asienta en mi estómago —¿Qué hace aquí? —pregunto casi asustada. Sé que eso no significa nada bueno.
—No lo sé —dice Jaden, al tiempo que se pone de pie para ir al encuentro del chico, que parece venir en nuestra dirección.
—Jad, ¿a dónde vas? —alzo un poco la voz para que me escuche pero me ignora y continúa su camino.
Ambos se encuentran a unos tres metros de distancia de nosotros. Puedo ver a Jaden que luce a la defensiva con sus hombros cuadrados y su espalda rígida.
—¿Quién es él? —pregunta Juri completamente perdida y no la culpo.
—En resumidas palabras —Evan es quien responde—, es el corredor oficial de Aguilar.
Yo no puedo despegar mi vista de ellos. Los observo atenta a cualquier señal o gesto que hagan. El chico dice algo a Jaden y lo pasa de largo para avanzar hacia nosotros. ¿Qué quiere? Mi pulso se acelera y veo a Jaden caminar detrás de él, luciendo molesto.
—Hola, Alyssa —dice el chico una vez llega a la mesa y me observa de una manera que no sabría descifrar. Me quedo sin habla por completo y el continúa:— Me preguntaba si le das permiso a tu novio —dice esa palabra con notorio sarcasmo —para acompañarme. El jefe necesita arreglar algunos pendientes con él.
Me olvido de cómo respirar por completo. Si antes había perdido el habla, al escucharlo decir eso, es peor aún. No puedo gesticular ni la más mínima palabra.
—¡Mierda, Rob! ¡Te dije que esto no era necesario!— Jaden espeta con fuerza, pero el chico castaño delante de mí, ni se inmuta.
—¿Así lo crees? —finalmente el chico aparta su vista de mí para ver a Jaden.— Después de lo anoche, merecías que enviaran a Bennet por ti, pero te consideraron y aquí estoy yo.
Bennet. Inmediatamente recuerdo a ese matón.
El terror se apodera de cada parte de mi cuerpo al escuchar lo que dice Rob. Muchas imágenes vienen a mi cabeza. Cada momento traumante que se relaciona con ese hombre. La noche en Black and White donde me quería hacer bailar con él a la fuerza y golpeó a Evan. La noche en círculo alfa donde me sujetó contra su cuerpo y pasó su asquerosa lengua en mi cuello, y cuando golpeó sin piedad a Jaden.
Me siento asqueada y hasta mareada.
—¿Aly, estás bien? —la voz de Juri me saca de mis cavilaciones. Mi respiración es agitada y mis manos están heladas, pero asiento en respuesta.
Volteo hacia Jaden —Sí estuviste con Aguilar anoche —él me observa sin decir nada, pero finalmente asiente.
—¡Oh, claro que estuvo con nosotros anoche! —es Rob quien habla —Fiesta, alcohol, chicas sexys...
—¡Cierra la boca maldita sea! —Jaden alza la voz interrumpiéndolo y me hace dar un respingo. Siento algo de repulsión y mi estómago se revuelve con las palabras de Rob. Jaden lo pasa empujando y se acerca a mí, ahuecando mi rostro con sus manos.— Alys, no hice nada malo. Lo siento, no quise decirte que había estado con Aguilar, porque dijiste que no querías que te preocupara con esas cosas. Sí bebí unas cervezas y sí había mujeres, pero no hice nada. Créeme.
Lo observo unos segundos en silencio pero me atrevo a hablar —T-Te creo —digo a penas en un hilo de voz —Sé que me dices la verdad —le regalo una sonrisa tranquilizadora y él parece relajarse. Se acerca hasta darme un tierno beso en los labios.
—Tengo que ir —dice casi susurrando contra mis labios y sé que se refiere a ir con Rob y ver a Aguilar.
Aunque no quisiera que fuera, asiento —Lo sé, ¿estarás bien? —lo observo preocupada y él me sonríe cálidamente.
—No te preocupes por mí —me guiña un ojo y se aleja para irse con Rob, quien no dice nada más y se marcha, caminando delante de Jaden.
—¿¡Qué diablos fue eso!? —Juri alza un poco la voz y me hace moverme en mi lugar para verla.
—¿Qué fue qué? —le pregunto extrañada y ella pone los ojos en blanco.
—¿Le creíste así de fácil? ¿Lo dejaste ir así de fácil? —se escucha molesta y la entiendo.
—No tenía opción. Juri, te dije que esto sería como un sube y baja. Así son y así serán las cosas. Yo lo sabía y lo acepté —digo de un tono tan deprimente, que ahora el peso de mis actos anteriores cae sobre mí.
—Juri, yo le creo a Jaden —es Evan quien habla—, lo conozco y no quiero que pienses que lo defiendo por ser mi amigo, pero créeme. Si hay algo que Jaden jamás haría, es meterse con otra mujer. No mientras esté con Alyssa. Podrá ser un idiota algunas veces, pero no jugaría de esa manera y menos con ella.
Ella niega con la cabeza —Evan, sabes que de alguna manera nosotros estamos contribuyendo al salto suicida que Aly está haciendo. Estamos siendo participes de todo esto.
—Están haciendo lo que todo buen amigo haría: apoyarme aún en los saltos suicidas —le regalo una sonrisa a ambos.— Si al final esto resulta o no, no piensen que será su culpa, porque desde un principio fue mi decisión.
—Solo tú, Alyssa Walker, puedes decir eso tan serena —Juri me regala una enorme sonrisa. Se mueve en su lugar y saca el teléfono del bolsillo de su jeans para verlo y sus ojos se engrandecen.— Será mejor que salgamos o llegaremos tarde a la boutique —cuelga el bolso de su hombro y se pone de pie.
Hago un mohín porque realmente tengo mucha pereza de trabajar hoy, pero imito su gesto y me pongo de pie para irnos —Nos vemos luego, Evan —me acerco a él para darle un pequeño abrazo.
—Te mantendré informada acerca de Jaden, si lo necesitas —dice una vez nos separamos.
—¡Claro! Eso me haría estar más tranquila —le sonrío agradecida y me encamino con Juri para salir de la cafetería y marcharnos.
Ya casi terminamos el turno en la boutique. Por suerte la última media hora ha estado calmada y no tengo mucho que hacer. Estoy distraída en el ordenador, cuando siento la presencia de alguien colocarse frente a mí, e inmediatamente una fragancia de mujer inunda mis fosas nasales. Es el perfume más exótico y fino que jamás olí.
—¿Eres Alyssa? —escucho una voz de mujer hablarme y en ese instante alzo mi vista.
Dos hermosos ojos azules, extrañamente familiares me observan fijamente y siento que el aliento se me va. No puedo creer lo que ven mis ojos. Debo estar imaginándolo.
—¿E-En qué puedo ayudarle? —intento responder segura a pesar que hice un enorme esfuerzo por encontrar mi voz en algún lado.
—No sé si me recuerdes, nos vimos una vez. Soy la madre de Jaden.
Mi respiración se atasca y un nerviosismo extraño me invade por completo. No puedo creer que sea ella realmente. La madre de Jaden está aquí, frente a mí.
—Y-Yo... —aclaro mi garganta—, claro que la recuerdo.
Ella me sonríe amablemente a pesar que justo en estos momentos, yo tengo una cara como si hubiera visto un fantasma.
—Perdona las molestias en tus horas de trabajo, pero es el único lugar donde estaba segura que podía encontrarte. Necesito hablar contigo —ahora su expresión es pacífica pero tiene un toque de preocupación.
«¿Qué rayos necesita hablar conmigo? ¿Hay algo malo? ¿Es algo grave?» mi subconsciente trae a flote cientos de preguntas y me provocan más ansiedad.
—Amm..., bueno yo... —santo Dios, solo balbuceo cosas sin sentido.
—Prometo que solo serán unos minutos. Puedo hablar con Eleonor para que no tengas problemas en salir.
«¿Qué? ¿Ella conoce a mi jefa?»
Abro mi boca de nuevo pero no sé qué decir, finalmente suspiro y asiento. Ella me regala una enorme sonrisa y empieza a caminar a la salida principal de la boutique, mientras yo la sigo.
Al pasar por el espacio que es sala de ventas, Juri me observa sorprendida y me grita con la mirada un: ¿Qué sucede?, yo le hago de señas para indicarle que luego le cuento y ella asiente.
Salgo de la boutique, detrás de la elegante señora que viste un hermoso vestido color vino, un poco ajustado al cuerpo. Este le llega hasta sus pantorrillas y el color le ayuda a resaltar aún más, su blanca piel. Trae puesto encima un abrigo gris y su cabello castaño, del mismo tono que el de Jaden, está finamente amarrado en un elegante moño. Es una mujer bella y elegante.
Una vez salimos, nos hacemos a un lado de la entrada y ella se gira para verme. Sus hermosos ojos azules me observan con atención —Eres muy bella, Alyssa. Tal como Jaden lo dijo —sus ojos se achinan un poco cuando sonríe y sus palabras me dejan sin habla.
¿Jaden le ha hablado de mí?
—G-Gracias —digo en un siseo y cruzo las manos frente a mi pecho, sientiéndome nerviosa. Estoy en las peores fachas para conocer a mi suegra. Ya estoy finalizando el turno, mi uniforme está arrugado y mi cabello no tiene el mejor semblante. Llevo un mechón de este, detrás de mi oreja intentando hacer algo por mi mal aspecto.— Creo que justo ahora, no estoy en una de mis mejores presentaciones —digo con una risa nerviosa y me aclaro la garganta. Dios, mi garganta está seca.
—No pienso eso en lo absoluto —me sonríe de nuevo y yo muerdo mi labio inferior de manera nerviosa.
—Entonces..., ¿necesita hablar conmigo?
Asiente —Voy a ser breve y primero que nada, quiero que sepas que lamento conocerte de esta manera. Hubiera preferido una cena o una comida juntas —se acomoda el elegante abrigo gris que lleva puesto.— Alyssa, estoy preocupada por Jaden.
—Bueno, él está bien, en todo lo que cabe —respondo de inmediato y hago un pequeño encogimiento de hombros.
—Lo sé. Es un chico bueno. Es solo que, no he sabido nada de él desde que regreso la última vez. Estoy preocupada por su situación económica. ¿Cómo se las está arreglando con sus gastos?
¿Es broma? Ella está aquí, hablándome que está preocupada por Jaden, ¿por eso?
A pesar que me parece algo no tan importante, entiendo su preocupación. ¿Qué madre no se preocupa por su hijo, hasta por la más mínima cosa?
Sin embargo, siento el nudo en mi garganta cuando caigo en cuenta que tendré que mentir y decirle que él tiene un empleo. Pero, ¿cómo le digo que ha empezado a trabajar para el narcotraficante que mató a su tío?
—Señora...
—Ellie —me interrumpe ella y yo la observo con mi ceño fruncido por lo que aclara.— Llámame Ellie, por favor.
Sonrío penosamente y no estoy segura si podré hacer eso —Él está bien, créame. Entiendo que debe estar preocupada pero, él es inteligente y sabe cómo arreglárselas. Recién ha iniciado en un empleo y le está yendo bien, no tiene ningún problema —estoy orgullosa de mí misma por sonar tan convincente en todo lo que he dicho, pero estoy rogando al cielo que no vaya a pedirme la dirección del supuesto lugar de trabajo de Jad, o estoy perdida.
—¿En serio? —luce aliviada y yo asiento.— Bueno, no es que me agrade del todo que trabaje. Después de todo su padre y yo le dijimos que estaríamos enviado una mensualidad para sus gastos, pero jamás quiso aceptar. Después de la muerte de Steven, sabía que él no tenía a nadie más de quien depender. Que tendría que pagar alquiler de algún apartamento y eso es un gasto extra —dice con una notable tristeza y un nudo se aprieta en mi estómago.
—Steven era su...
—Era mi hermano —termina mi frase y ahora me siento mal por preguntar.
—Lo siento, no quise ser indiscreta.
—Descuida —hace un desdén con su mano y suspira.— Bien, creo que me voy mucho más tranquila sabiendo que él está bien. ¿Podrías decirle, que esperaré su llamada? O dile que estoy en la ciudad y quisiera verlo.
Le sonrío y asiento —Claro, se lo diré con gusto.
—Hay algo más que quiero decirte, Alyssa. Quiero aprovechar la visita —me observa fijamente y yo la observo atenta.— Mi esposo, es muy desconfiado con todas las personas. Él sabe de ti, y solo quiero advertirte que tal vez llegues a saber de él algún día. Él es muy obstinado con algunas cosas, y estoy segura que intentará saber muchas cosas sobre ti esperando encontrar alguna falla y usarla contra Jaden, o contra ambos —sus palabras me hacen quedarme atónita y mi estómago se contrae.
—P-Pero yo no he hecho nada malo —digo completamente asustada.
—Lo sé. No digo que lo hayas hecho, y créeme, me pareces una buena chica. Me puedo jactar de mi buen juicio cuando percibo la primera impresión de las personas. Puedo ver que eres una chica excepcional. La mujer que quisiera al lado de mi hijo —se acerca a mí y coloca una de sus manos en mi hombro al tiempo que me sonríe radiante.
Yo estoy sin habla de nuevo. No sé qué decirle.
Ella vuelve a hablarme:— Conozco a mi hijo. Muchas veces será un imprudente y obstinado, y a lo mejor también te va a decepcionar, pero como su madre que soy, sé que guarda un hombre de oro por dentro con un enorme corazón, dispuesto a amar de nuevo, a la indicada —sus palabras son dulces. Son cálidas y acogedoras para mí en estos momentos.
—Gracias por sus palabras y por la advertencia de su esposo —le digo sonriendo.— De verdad, haré lo que pueda para que Jaden pueda verla.
—¡Oh, te lo agradecería mucho! —dice conmovida y cuando menos lo espero, se acerca para abrazarme. Me quedo asombrada ante su gesto. Tiesa como una roca y apenas puedo corresponderle un poco su abrazo; sin embargo, no puedo dejar de sentirme incómoda.— Ahora vuelve al trabajo. Gracias por tu tiempo, linda —nos separamos y me sujeta de las manos.
—Claro. Gracias a usted también —me muevo incómoda en mi lugar.
—Llámame Ellie —me corrige de nuevo y ambas reímos —Espero verte de nuevo, Alyssa —se aleja un poco y luego parece recordar algo importante —¡Oh!, ¿Por qué no vienen a cenar conmigo el fin de semana? Tal vez si tú aceptas, pueda ver a mi hijo.
¡Oh por Dios!
Su invitación me deja sin aire. Un brillo destella en sus ojos y me observa esperanzada, por lo que, me sentiré muy mal si no lo intento siquiera.
—¡Claro, sería un placer! —digo no tan convencida pero ella parece encantada.
—Excelente. Me estoy quedando en el Luxe Sunset. Puedes localizarme ahí sin problemas.
—De acuerdo. Veré qué puedo hacer para convencer a su hijo y espero vernos el domingo entonces —no puedo evitar torturar mi dedo meñique. En qué lío acabo de meterme.
—Te lo agradezco —lleva una de sus manos hasta su pecho y puedo ver, cuan conmovida luce realmente —Esperaré tu llamada, Alyssa. Hasta luego —se acerca a mí y se despide con un beso de mejilla que apenas y me da tiempo de corresponder.
Sin decir más, camina hasta la orilla, donde se acerca hasta un lujoso auto negro y un hombre fortachón le abre la puerta trasera para que ella entre.
«¡Dios mío! ¿Tiene un guardaespaldas? ¿Qué tan importante es ella?» la vocecilla en mi cabeza salta del asombro «. ¿Estuvo parado ahí, observándonos todo este tiempo?»
El hombre que viste completamente de negro, rodea el auto y sube al lado del piloto, y en seguida, el auto se pone en marcha.
Me quedo aquí, quieta en mi lugar. Tratando de procesar y poner en orden todos mis pensamientos de lo que acaba de suceder.
¿Qué acaba de suceder? Estoy metida en un gran enredo.
Con los nervios a flor de piel, regreso a la boutique para terminar lo que resta de mi turno. Necesito hablar con Juri. Necesito contarle todo lo que pasó, pero estoy segura que se volverá loca, cuando le diga que conocí a mi suegra, le mentí en algunas cosas de su hijo y que tengo que convencer a Jaden de ir a cenar con ella el domingo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro