CAPITULO 36
A veces, los días pasan demasiado rápido. Me quedan exactamente tres días en Westwood para luego viajar a casa con Derian. Hace un día que salimos de vacaciones en la universidad, pero mi trabajo en la boutique me permitirá marcharme hasta el sábado por la tarde.
Si por mis padres fuera, yo ya estuviera allá. Están que no caben de la emoción por vernos a Derian y a mí, a esto le sumo la emoción por las festividades de las fechas que se aproximan.
Llegaron las aclamadas fiestas de diciembre. Yo no estoy tan emocionada que se diga, pero no niego que son fechas buenas, aunque justo ahora me encuentro muy pensativa al respecto. Siempre pasamos la noche buena y fin de año en familia y me encanta. Siempre ha sido así.
Pero ahora, estoy pensando en las posibilidades que hubieran de pasar una de esas dos fechas con Jaden. Sé muy bien que eso implica presentarlo con mis padres. Ya lo hemos hablado y él no pone ninguna excusa, pero soy yo la que no está segura de hacerlo.
Ya tenemos mucho tiempo de estar juntos, pienso que sería buen momento para que se conozcan. Pero con tantas cosas que han pasado y conociendo a mi papá que ama la investigación, el temor de que investigue a Jaden ha vacilado por mi mente un par de veces.
Creo que aún tengo que pensarlo bien.
Volviendo a mi actualidad laboral, puedo decir que la boutique ha estado abarrotada las últimas semanas. Las ventas se han duplicado y nuestro trabajo también. Sin las clases, mis horarios cambiaron. Me toca hacer turno completo y salgo un poco más noche, por suerte viajo a casa ya sea con Juri o con Jaden, si viene a recogerme.
Justo ahora, estoy ayudando a Juri a colocar unas cajas en bodega. Hace una hora que cerramos el local pero tuvimos que quedarnos a ubicar la mercadería nueva.
Un bostezo se me escapa mientras paso una a una las cajas de zapatos a Juri. Ella está en el reducido cuarto de bodega, ubicando una encima de la otra, y yo estoy parada afuera, viendo el pequeño espacio con repulsión imaginando que soy yo la que está adentro. Sólo de pensarlo se me eriza la piel.
Una vez terminamos todas las cajas, ella sale suspirando y se sienta en el piso del pasillo con la espalda recargada en la pared. Yo imito su gesto y me siento a un lado de ella.
—Te lo juro. Estoy muerta de cansancio —se queja mientras hace círculos con su cabeza.
—Dímelo a mí —me quejo cansada y froto mis cienes con las manos—. Dime que es todo lo que tenemos por hacer ahora.
—Sí, Eleonor dijo que solo los zapatos —hace un pequeño encogimiento de hombros—. Sólo hay que esperar que Mic termine de descargar lo que falta y nos largamos —termina de hablar y flexiona sus rodillas para ponerse de pie.
La observo desde abajo y le estiro mis brazos para que me hale y me ayude a ponerme de pie. Me da un tirón y ambas nos quejamos dramáticamente. Avanzamos a paso lento hacia el pasillo para ir a la sala de ventas. Ella se sienta en uno de los asientos que son para cuando los clientes se tallan los zapatos, y yo me quedo al otro lado del cubículo de caja ordenando unos papeles.
—¿Cómo van las cosas con Derian?— pregunta y la veo ladear su cabeza con curiosidad.
Resoplo y me encojo de hombros —Por ahí.
—No creo que sea tan resentido y aún no supere las cosas. Además no es como si hubiera sido la gran cosa —rueda los ojos y yo río un poco.
—No conoces a Derian. Para él es como si yo hubiera quedado tachada de por vida por haber pasado 3 horas en una delegación y él..., pues siente que falló con su autoridad —termino de ordenar los papeles y me recargo en el mostrador a mi lado—. Dijo que él tenía la culpa por no haber evitado que yo asistiera a ese tipo de cosas.
Ella niega con la cabeza —Me imagino que todo este tiempo y tú sin salir a las carreras, ha sido magnífico para él.
—Mmm se ha mantenido con buen humor. Cree que dejé de lado esos lugares de mala vida, como él los llama —ruedo los ojos y ella empieza a reír.
—¿Y qué dice Jaden al respecto? ¿Qué hará mientras el círculo esté cerrado?— suelta su pelirrojo cabello y empieza a rehacerse la coleta que llevaba.
—No estoy al tanto de eso. Ya pasaron muchos días desde el cierre de círculo —me encojo de hombros —,asumiría yo que las ganancias de su última carrera se han agotado. Dijo que buscaría un empleo temporal o algo así.
—Pues si no lo ha hecho, debe hacerlo rápido. Tiene muchos gastos me imagino —termina de hacer su coleta—. Aunque de seguro tenía sus reservas, porque no tardó mucho en arreglar su auto —dice al tiempo que se pone de pie.
Frunzo mi ceño porque no estaba enterada de eso; sin embargo, le resto importancia. Estoy a punto de abrir la boca para hablar, cuando Mic entra por el lado de atrás y no digo nada.
—He terminado señoritas. Nos podemos ir —él habla al tiempo que estira sus brazos y bosteza.
—Ya era hora —dice Juri con alivio y avanza haciéndonos señas para que salgamos—. Estoy esperando con ansias largarnos de aquí —se queja y yo empiezo a caminar hacia el pasillo detrás de Mic.
Avanzamos hasta llegar al pequeño cuarto de empleados para tomar nuestras cosas y salir. Una vez que tenemos todo listo, salimos por la puerta de atrás hacia el callejón y Juri echa llave a la puerta, yo avanzo hasta esperarla recostada en el capó de su chevelle.
—Nos vemos mañana, señoritas —Mic se despide—. Duerman mucho si pueden porque mañana nos espera un día igual de pesado.
—Ya cállate, Mic. No me lo recuerdes —Juri protesta y avanza hasta rodear el auto y subirse en él.
—Adiós, Alyssa —Mic me habla e incluso me guiña un ojo. Yo lo observo seria y le hago notar que todavía no lo tolero.
—Adiós —respondo seria y sin esperar más me subo al auto.
Una vez dentro, Juri enciende el motor y empieza a salir hacia la calle principal. Por suerte y por la hora, ya no hay tráfico y llegaremos al apartamento luego.
—Llámame loca, pero no sé por qué siento que Mic me observa de una manera extraña —me quejo mientras me acomodo en el asiento de manera que recargo mi cabeza en la ventana.
—Mic es un idiota —masculla restándole importancia—. No pierde el tiempo intentando fastidiarte o acosarte. Créeme, conmigo fue así todo un mes —rueda los ojos—, hasta que obviamente lo puse en su lugar.
—Pues yo lo conozco hace meses y sigue igual, y te recuerdo que ha llegado al punto de querer drogarme —sólo de recordar ese día me causa una enorme repulsión.
—Tal vez esté obsesionado contigo.
Me muevo de mi lugar para verla molesta —¡Eso es horrible, Juri! A estas alturas podría de tratarse de una horrible obsesión.
Ella tira una carcajada pero a mí no me causa gracia —No seas exagerada. El chico hasta te ayudó a escapar esa vez del círculo, ¿recuerdas?
—Sí pero luego sobornó al policía, se largó y me dejó sola.
—De acuerdo, en eso tienes razón. Pero no exageres las cosas. Sólo es un comportamiento de idiotez. Muy propio de Mic.
Ese comentario me hace reír un poco. Pero no me siento muy confiada, es por eso que como lo he hecho hasta ahora, seguiré manteniéndome alejada de él.
**~**
No sé si estoy dolida o molesta. O quizás ninguna de las dos cosas, porque en realidad estoy furiosa.
Hace unas horas que me hubiera quedado dormida, pero no.
Aquí estoy como tonta: recostada sobre mi cama con la vista perdida en el techo y esperando. No sé ni qué diablos espero, si es tan claro que no va a venir. Jaden me dejó plantada, se podría decir. Es la segunda vez que lo hace en estos días.
Ayer, quedó en ir a recogerme a la boutique a la hora de salida, pero justo cinco minutos antes de salir, me llamó para pedirme que me fuera con Juri, porque él no podría llegar. Y ahora quedó que vendría a pasar la noche conmigo, ya que mañana por la tarde salgo de viaje a casa, pero son las 11:32 y no hay señales de él.
Me siento molesta. Últimamente lo he sentido ausente, perdido en sus asuntos de buscar algún empleo temporal. O bueno eso es lo que me ha dicho él, porque a estas horas, dudo mucho que esté en eso; es por eso mismo que me siento tan enojada, y por más intentos que haga para dormir no puedo lograrlo.
Un suspiro cansino se me escapa, y decido levantarme. No tiene gracia estar en cama soportando el calor en vano. Salgo de mi habitación y avanzo hasta llegar al sillón personal y me siento. Subo mis pies al sillón y llevo mis rodillas hasta pegarlas a mi pecho y las abrazo.
Tal vez sea exageración mía, pero siento que algo no anda bien con Jaden. Más bien, creo que es esa intuición que tenemos las mujeres, y que al final muchas veces termina siendo cierta.
—Deberías estar durmiendo —la voz profunda de Juri me asusta un poco. No la escuche venir.
—Si pudiera hacerlo, créeme que ya estuviera profundamente dormida —me quejo y suspiro. Ella avanza hasta tomar asiento en el otro sillón frente a mí
—¿Quieres que te lea un cuento para que duermas?— un tono divertido tiñe su voz y no puedo evitar sonreír.
—Mejor dame una píldora para dormir —me muevo en mi lugar y bajo mis pies, para luego cruzarme de brazos.
Ella tira una pequeña carcajada y niega con la cabeza —Sólo llámalo.
Ya sé que ella sabe muy bien porqué estoy así. Sin embargo, no quiero llamarlo —No tengo porqué llamarlo —digo fingiendo desinterés.
—Entonces espera hasta mañana su explicación de porqué no vino, y vete a dormir ya —se cruza de brazos.
Me quedo en silencio unos instantes y vacilo —¿Alguna vez has tenido un mal presentimiento? De esos que te quitan el sueño y temes tanto porque se haga realidad.
—Sí, y es realmente malo. Llegas al punto de creer tanto que ese presentimiento puede ser real, que hasta ya estás lista para cuando suceda —me observa con un gesto un poco triste y sé que ella entiende cómo me siento—. Pero no puedes dejar que eso te consuma. No puedes cerrarte a que las cosas serán como lo presientes y que ya no hay más salida.
—Es que ni siquiera sé por qué estoy pensando estas cosas —me reprocho a mí misma.
Ella niega con la cabeza y se le escapa una pequeña sonrisa. Se pone de pie y avanza hasta mí para tirar de mi brazo y levantarme —Creo que tanto estrés en el trabajo te ha afectado un poco, Aly —ambas reímos—. Pero sea lo que sea que estés pensando, olvídalo. No pasa nada malo con él. El chico no ha tenido los últimos días tan buenos —después de tanto halarme, logra que me ponga de pie—, y si mañana no te da una buena excusa de su comportamiento, yo misma te ayudaré a golpearlo si quieres —una vez que me he puesto de pie, rodea mis hombros con su brazo y su comentario me hace reír.
—De acuerdo, intentaré dormir —digo con aire de derrota; sin embargo, es bueno que ella me suba los ánimos.
—Muy bien y más te vale que lo hagas, porque mañana hay mucho que hacer en la boutique y necesitas energía —avanzamos por el pasillo hacia nuestras habitaciones y yo me quejo ante su comentario.
—No me hables de trabajo si quieres que duerma tranquila —me coloco frente a la puerta de mi cuarto —.Hasta mañana, Juri. Gracias por las palabras.
—Por nada. Sé que no sabrías qué hacer sin mí —dice con aire presumido y una risa se me escapa—. No lo niegues —me señala con su dedo índice y entra en su habitación.
—No lo iba hacer —digo en voz alta cuando entro en mi habitación y cierro la puerta detrás de mí.
Una vez dentro, avanzo perezosamente hasta mi cama y me tiro de frente, acomodo mi cabeza sobre la almohada y meto mis manos bajo ella. Es tan relajante dormir así, y en mi caso, es muy efectivo para dormirme rápido.
La pesadez empieza a invadir mis ojos casi de inmediato, y aunque el pensamiento de preocupación por Jaden vuelve a mi mente, intento ignorarlo dejando que el sueño haga efecto en mí.
**~**
La boutique ha estado abarrotada completamente. Ha entrado y salido más gente de la que pude haber imaginado. Mis dedos duelen de tanto teclear códigos y precios en la computadora. No me he movido para nada de mi lugar en estas tres horas, mientras he observado a las chicas en sala de ventas, correr de un lado a otro llevando vestidos, zapatos y accesorios; mientras atienden a un cliente tras otro.
En serio que estoy deseando que la hora que me resta trabajando, pase rápido. No tengo ningún pendiente, porque todas mis maletas están listas ya, pero necesito tiempo siquiera para darme una ducha al salir de aquí. Estoy segura que al final terminaré tan cansada, que seguro me dormiré durante el viaje a casa.
Me quedo libre unos minutos y los aprovecho para masajear mis sienes y girar en círculos mi cuello, con los ojos cerrados. Me siento agotada. Abro mis ojos y cuando fijo mi vista en la entrada del local, veo a Jaden entrando.
Siento un alivio enorme y a la vez, unos puñeteros nervios que me invaden casi de inmediato. También siento algo de coraje por lo que hizo anoche; sin embargo, trato de actuar lo más natural que puedo.
—Recuerda, que si quieres golpearlo, sólo tienes que decirlo —Juri me dice en voz baja cuando pasa a mi lado y su comentario me causa gracia pero le asiento.
Ella se aleja y antes que pueda decir algo, me quedo sorprendida cuando veo a Jaden rodear el cubículo de caja y llegar hasta mí sin ninguna cautela.
—Que... —mi frase queda a medias porque él se acerca hasta depositar un beso rápido en mis labios— ¡Jad, nos puede ver Eleonor!— lo empujo suave y veo cautelosa hacia todos lados.
Una sonrisa maliciosa se forma en sus labios y yo me contengo grandemente para no sonreír también —Entonces salgamos donde no nos vea —se encoge de hombros pretendiendo lucir inocente y me hace rodar los ojos.
—Jad, tengo que trabajar, y después de lo de anoche, no estoy de tan buen humor —me giro hacia la computadora cuando veo a una chica acercarse para cancelar. Empiezo a teclear un par de cosas y luego tomo la tarjeta de crédito que la chica me extiende y realizo el cobro.
—Es por eso mismo que necesitamos hablar —él me habla pero no lo estoy viendo.
—¿Me permite su firma?— me dirijo a la chica y le extiendo el voucher del cobro —No es buen momento, Jad —le hablo a él sin darme la vuelta.
—De verdad que necesito tiempo contigo antes de que te vayas —su tono de voz se escucha como súplica y eso me hace doblegarme. Dejo caer mis hombros y suspiro.
Finalizo con el cobro de la chica frente a mí y ella se marcha feliz con sus compras. Me giro hacia Jaden y me recargo con mi espalda en el módulo mientras me cruzo de brazos —Sabes que no tengo mucho tiempo.
—¡Claro que sí! Toma tus cosas y nos vamos —frunzo mi ceño y lo observo sin comprender lo que ha dicho. Abro mi boca para hablar pero no me deja—. No preguntes cómo, pero conseguí que te dieran libre el resto de la hora que te queda —dejo abierta mi boca en señal de incredulidad ante lo que ha dicho.
—Eso no es posible. ¿Cómo lo hiciste?
—¡No!— me calla llevando su dedo índice hasta colocarlo en mis labios— Te dije que no preguntaras cómo.
No sé qué decir. No sé si bromea o es cierto lo que dice. Por el rabillo del ojo, observo cuando Juri se acerca y se cruza de brazos al observarnos.
—¿Todo bien, o ya puedo golpearlo, Aly?— me pregunta y Jaden la observa frunciendo su ceño pero con una leve sonrisa.
—No sé de qué hablas, o que razón tengas para golpearme, pero necesito que busques quien la cubra —me señala a mí—. Ella y yo, ya nos vamos.
Ahora es el turno de Juri de observarlo con cara de confusión. Voltea hacia mí esperando una respuesta, pero simplemente me encojo de hombros.
—Toma tus cosas —dice él al tiempo que hala suave mi muñeca y me hace tomar mi bolso que estaba en una de las gavetas.
—Después de lo de anoche, Jad. Más te vale no meter más la pata —Juri lo sentencia y él asiente.
Todavía no proceso nada de lo que sucede pero no protesto al salir casi corriendo del local con Jaden. Empezamos a avanzar entre las calles y él lleva una de nuestras manos entrelazadas. Todavía me pica la curiosidad de saber qué es lo que trama, pero no pregunto nada.
Jaden lleva rumbo fijo quien sabe a dónde. Llegamos al final de esta calle principal y doblamos hacia la derecha. Él disminuye el paso cuando llegamos a una pequeña plaza. Son cerca de las diez de la mañana, por lo que el sol está bastante alto ya, pero hay unos árboles que dan sombra a las bancas situadas al redor de la fuente en el centro de la plaza.
Jaden me guía hasta sentarme junto a él en una de las bancas. Nos sentamos en silencio y él empieza a jugar con los dedos de nuestras manos que están entrelazadas.
—Soy un idiota, Alys —su voz roca rompe el silencio. Dirijo la mirada hacia él y sus hermosas irises azules se fijan en mí —Soy un idiota porque hago cosas que sé que están mal.
Un gesto de preocupación se apodera de su rostro y siento miedo a lo que me pueda decir —¿Qué..., qué hiciste, Jaden?— mi voz suena realmente asustada.
—Te dejé dormir sola anoche, Alys. Aún cuando anhelaba tanto dormir abrazado a ti —sus ojos me observan aún más detenidamente.
—Está bien —trato de tranquilizar las cosas—. Sí me hiciste esperarte en vano y Juri sabe cuánto me costó dormir, estaba realmente molesta contigo. No sé si todavía lo estoy. Has estado tan extraño estos días que he pensado muchas cosas y me he sentido preocupada por ti —después de hablar tan rápido, siento que me quedé sin aire.
—¿Qué cosas has pensado?— la curiosidad es notable en su voz. Pero yo no quiero decirle todas las locuras que han pasado por mi mente—. Alys, no tienes idea de lo miserable que me sentí ayer cuando vi la hora y tu imagen me vino a la mente. Sabía que te había fallado nuevamente.
Una pequeña sonrisa se me escapa —Sólo porque no llegues a dormir no significa que me hallas fallado.
—Claro que sí. Porque ya sabía lo que tenía que hacer y me distraje. Sabía que tenía que estar contigo, pero... —suspira y aparta su mirada de mí.
—¿Me estás ocultando algo?— pregunto con cautela y siento miedo a lo que pueda decir.
Me observa de nuevo y no dice nada. Entre más pasan los segundos mi corazón más se acelera. Ahora sí me siento asustada.
—Alys, disculpa fui un tonto —dice finalmente y algo me aprieta el estómago.
—¿Estuviste..., con alguien más?— decir mi pensamiento en voz alta duele. Algo en mi pecho duele.
—¿¡Qué!? ¡No!— dice inmediatamente y me toma por los hombros —Ni siquiera lo pienses. Jamás te haría eso. Te doy toda la razón si pensaste eso, he estado distante últimamente y dejarte plantada anoche fue estúpido. Pero no es así, bonita —sus manos ahuecan mi rostro ahora—. No quiero que pienses eso de mí, Alys.
—Lo siento. Pero no sé qué pensar cuando desapareces de la nada y no pasas tiempo conmigo. Me acostumbraste demasiado a ti, y si te alejas siquiera un poco, te extraño demasiado.
Una cálida sonrisa se dibuja en sus labios y se acerca para darme un beso —Estuve con los chicos anoche —dice al alejarse de mí—. Con Evan y Esther. Fuimos a un bar y yo, realmente perdí el tiempo. Lo siento.
Un suspiro se me escapa. De alivio y de no sé qué más. No es una excusa que me agrade oír pero, es mucho mejor que otras que pude haber esperado.
—Está bien. Sólo que de verdad lamenté no poder pasar contigo la noche.
—Yo también, y como sé que te vas esta tarde, planeo aprovechar estas pocas horas que nos quedan —me guiña un ojo y se pone de pie para halarme.
—¿Qué tienes en mente?— la curiosidad me invade de nuevo y no paro de sonreír mientras empezamos a caminar de vuelta a la calle principal. Él rodea mi cintura con su brazo y me encanta ese gesto. Me encanta que me lleve así a su lado, además que luce muy guapo hoy.
—Ya lo verás —ladea su cabeza para verme y me acerca más a él.
Avanzamos hasta las calles más abarrotadas de personas, donde se sitúan las mejores tiendas de todo westwood. Finalmente llegamos a una tienda de ropa y frunzo mi ceño cuando Jaden nos hace entrar en ella.
—Jad, en serio. ¿Qué planeas?— digo una vez dentro. Me quedo parada observando el lugar. Luce demasiado lujoso. Estoy segura que las prendas aquí son tan caras como en Le'Diamant. Yo no podría comprarme una.
—Estamos aquí por tu regalo de navidad —dice sonriendo.
—Aún falta para navidad —digo riendo—. Además los regalos son hasta para noche buena.
—Pues yo no podía esperar tanto. Además quiero encargarme de que mi regalo sea el primero que recibas —me guiña un ojo y nos adentra más en la tienda. Hay muchas personas comprando.
—Pues me parece que tienes muchos días de ventaja —digo en un tono medio burlesco.
—Qué te digo —se encoge de hombros—. Siempre debo llevar la ventaja.
—Eso es tan natural en ti, Lucky —pronuncio con énfasis su sobrenombre y ambos reímos.
Empieza a empujarme suavemente hasta posicionarme frente a la sección de vestidos.
—Además, quiero asegurarme que luzcas hermosa usando mi regalo en noche buena —dicho esto, toma uno de los vestidos que cuelga de un gancho y lo pone frente a mí.
Es un vestido hermoso. No puedo evitar observarlo con demasiado asombro
—Jaden, esto es mucho para mí.
—Nada de lo que pueda darte es mucho para ti, porque tú lo mereces todo, bonita. —Tiernamente besa mi sien y me hace sostener el vestido con mis manos—. Entonces, ¿qué dices? ¿Te gusta este?
—El vestido es hermoso.
Lo sostengo frente a mí y me observo en uno de los espejos que decora las paredes del local.
Es color azul marino oscuro y tiene decoraciones plateadas en la parte del busto y cintura. Seguro me queda un poco arriba de las rodillas pero su corte tipo A, lo hace perfecto para mi gusto, ya que no se ajusta demasiado al cuerpo.
—¿Por qué no te lo pruebas?— me observa con una sonrisa encantadora.
—Claro que lo haré —digo con tono presumido.
Yo soy poca para usar vestidos pero este es lindo, y lo hace más, el hecho que él vaya a obsequiármelo. Aunque no dejo de pensar una y otra vez en el precio. Estoy segura que Jaden pagará mucho por él, si decido llevarlo.
Emocionada y a la vez dudosa, me traslado hacia uno de los vestidores y entro en él. Antes de que termine de entrar, Jaden me habla.
—¿No necesitas ayuda?
Me giro para verlo.
—Claro que no —me encojo de hombros—. Puedo hacerlo sola —le guiño un ojo e inmediatamente él sonríe.
—Pues yo insisto en que necesitas ayuda —dicho esto, lo veo mirar cauteloso hacia todos lados y antes que pueda preguntarle qué sucede, avanza hasta meterse al vestidor conmigo y cierra la pequeña puerta, poniéndole el seguro.
—¿Qué estás haciendo?— pregunto riendo pero a la vez asombrada por lo que ha hecho.
—¿Nunca hiciste nada prohibido?— dice riendo y se da la vuelta para verme—. Es divertido.
—Y extraño —le digo alzando una ceja—. Te imaginas que alguien de la tienda nos encuentre aquí. —Se encoge de hombros con gesto inocente, entonces yo añado—: Nos encuentre a ambos. Solos. Dentro de un vestidor —le hablo en pausas y él ríe bajo.
—No suena tan mal, ¿verdad?— su voz es maliciosa y poco a poco se acerca a mí. Me quita de las manos el gancho donde sostengo el vestido, y lo cuelga a un lado.
Me besa suavemente los labios e involuntariamente cierro mis ojos. Sus manos se aferran a mi cintura y me apegan a él. El olor a su loción se cuela entre nosotros por sus movimientos y me embelesa. Ahora que lo pienso no es tan malo que haya entrado.
Se separa un poco y me besa tiernamente el cuello, por lo cual, se me escapa una pequeña risa.
—¡Sshh!— se aleja sólo para callarme—. Nos vas a delatar —me reprende con una sonrisa
—¡Entonces no hagas eso!— me defiendo.
Está a punto de decir algo cuando se escucha que alguien empuja la puerta que por suerte está cerrada.
—¡Está ocupado!— digo lo primero que se me vino a la mente y Jaden sonríe.
—Lo siento —se escucha la voz de una chica.
Nos quedamos unos segundos en silencio. Ambos nos miramos de reojos y sonreímos. De todas las ideas locas que ha tenido Jaden, está es sin duda de las más locas. No puedo creer que estemos haciendo esto.
—Creo que tus intenciones no eran venir sólo por el vestido —lo observo riendo y llevo mis manos hasta abrazar su cuello y acercarlo un poco a mí.
Hace un pequeño mohín —¿Si te diste cuenta?
Niego con mi cabeza —Esta es una de esas locuras, que en mi vida se me hubiera ocurrido hacerla.
—Entonces será algo, que debo encargarme de dejar marcado en nuestras memorias —me acerca a él de nuevo y me vuelve a besar.
Si creía que adrenalina era sólo estar con Jaden en sus carreras, después de esto, he cambiado de opinión.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro