CAPITULO 35
Llegamos a la delegación hace unas dos horas aproximadamente, pero yo siento que ha sido mucho más tiempo. No he dejado de torturar mi dedo meñique, estoy demasiado nerviosa.
En la llamada que se me fue otorgada hacer, a la única persona que pude llamar fue a Derian. Por mala suerte, su número de teléfono fue el único que se me vino a la mente y sé que no debo esperar una buena reacción cuando llegue.
Cuando recibió mi llamada estaba completamente furioso, quien sabe que se le cruzó por la mente al decirle que estaba detenida. Seguro pensó que había cometido alguna locura. Pero luego de un instante cuando pude explicarle un poco, a pesar de que me reprochó en cara el hecho de que yo hubiera estado en el lugar de las carreras, su carácter se tornó preocupado e hizo muchas preguntas; sin embargo, no le dejé decir mucho. No es como si la llamada fuera por pura cortesía y le contara todo lo sucedido. Me limité a decirle la situación y que viniera por mí lo más antes posible.
Eso fue hace una media hora y en estos momentos estoy paseándome de un lado a otro sin parar. Nos mandaron al fondo de la recepción a Mic y a mí. Por suerte no nos mandaron tras las rejas y es un enorme alivio, ya que estar en un lugar así, tan abarrotado de gente y tan reducido, habría hecho que mi claustrofobia se detonara. Eso sin mencionar, el horrible recuerdo que quedaría en mi memoria de por vida, de haber estado presa siquiera por unas horas.
Sin embargo, me siento ansiosa por estar en este lugar, hace unos minutos se llevaron a Mic, no sé a dónde exactamente pero tengo la corazonada que ya se marchó y me dejó sola. De todos modos, no es como si esperara que su bondad fuera más. De hecho me sorprendió que me ayudara a intentar salir del círculo.
Finalmente escucho unas voces en el pasillo de recepción y siento un enorme alivio cuando escucho la voz de Derian. Debo admitir que quisiera que Jaden viniera también, pero aún sigo viendo a Derian como mi protector y es realmente gratificante saber que ya vino por mí, aún y cuando sé que me dará la regañada de mi vida.
En el instante que entra al recinto donde estoy, su mirada me busca con desesperación y cuando me encuentra, no pierde tiempo y sale a mi encuentro cuando yo avanzo hacia él. Su expresión luce un poco dura pero no duda en abrazarme. Yo le devuelvo el gesto como niña pequeña que busca alivio en su hermano mayor.
Se aleja un poco y rápidamente me da una ojeada para asegurarse de que esté bien. Suspira pesadamente y me observa directo a los ojos. Es en ese momento, que siento tragar grueso. Ya sé lo que viene.
—Tú y yo tenemos que hablar seriamente, Alyssa Walker —su voz ronca denota advertencia y yo asiento en señal de derrota —. Pero que bueno que estás bien.
Estoy a punto de decir algo, pero cierro la boca cuando alcanzo a ver que se acerca un oficial.
—¿Podemos hablar señorita Walker?— el hombre dice mi apellido de la manera más natural como si me conociera y siento algo de confusión por ello.
—Ya le dije oficial... —Derian habla —,de verdad no es necesario, yo puedo hacerme cargo de esto.
Frunzo mi ceño y volteo hacia Derian —¿Hacerte cargo de qué?— lo observo esperando su respuesta pero él no dice nada, ni siquiera voltea a verme—. Vamos Derian, dilo. ¿Hay que pagar una fianza, es eso? Puedo pagarlo por mi cuenta, no hay problema.
Lo observo de nuevo pero él no da respuesta. Esta vez, su mirada viaja hacia mí y no logro descifrar qué intenta decirme; sin embargo, un horroroso pensamiento se cruza por mi mente.
—Tengo que quedarme aquí, ¿verdad? ¿Quedaré en detención?— sé que claramente se escucha el pánico en mi voz. No quiero, definitivamente no quiero quedarme a dormir tras las rejas.
—Claro que no señorita Walker —el oficial vuelve a hablarme confiadamente—. A pesar que es lo que corresponde hacer según los cargos de los que se le acusan, haremos la excepción con usted.
—¿Por qué harían algo así?— la curiosidad ya pica en mí y creo tener una intuición hacia su amabilidad, aunque quiero creer que estoy equivocada— ¿Por qué harán una excepción conmigo?
Entonces Derian es quien me responde —Porque eres la hija de un oficial de policía, Alyssa. Porque eres hija de un oficial superior al que te aprendió.
¡Mierda! Tal y como lo pensé, ya investigaron acerca de mí y saben sobre mi papá. Siento un extraño coraje y detesto haber estado en lo correcto.
—¿Qué pretende exactamente, oficial?— digo con un tono molesto. Es que de verdad me molesta su actitud. Claramente está ansioso por poner al tanto de todo esto a mi papá y quedar como un buen empleado ante él, aún y cuando esta delegación no tiene nada que ver con los asuntos de mi papá.
—No pretendo nada. Simplemente es que debo hacer un reporte por los cargos de los que se le acusan, y no estoy seguro que manchar el apellido de su padre sea bueno, señorita. Así que digamos que, estaría dispuesto a cambiar de opinión si ustedes así lo quieren —el repugnante hombre claramente intenta... ¿sobornarnos?
¡Qué hijo de puta!
—¿Quiere levantar cargos? Adelante —sueno muy molesta
—Alyssa... —Derian advierte pero lo ignoro por completo.
—Estaría haciendo su labor a la perfección, ¿o no? —un notorio sarcasmo acompaña a mis palabras—. Pero meterse en la vida privada de las personas, y querer informar de algo que no le corresponde a alguien, me parece que ya no es asunto suyo —me cruzo de brazos y le sostengo firme la mirada.
El oficial me observa completamente incrédulo y algo molesto por lo que acabo de decirle. Creo que está acostumbrado a cuestionar y no ser cuestionado.
—Muy bien Alyssa, estás ayudando bastante —Derian me reclama muy molesto y se interpone entre el policía y yo.
—¡No, Derian!— reprocho aún más molesta—. Este oficial —lo señalo con desdén —,está intentando sobornarnos. Está insinuando dar su silencio a cambio de algo.
—En ningún momento he dicho eso —el hombre ataja con fingida ofensa—. Me parece que es una chica lista, y por lo tanto asumiría yo que debe saber que faltarle el respeto a un policía no es tan bueno, y usted me parece que acaba de hacerlo.
—Decirle la verdad a alguien, no es faltar el respeto. Por policías como usted, no logran erradicar la corrupción —parece que mi boca nunca se cierra cuando debe hacerlo. Pero es tanto el enojo que siento, que estoy hablando por impulso.
—¡Alyssa, ya basta! ¡Es suficiente!— Derian alza la voz, tanto, que me hace verlo sorprendida.
Lo observo incrédula y a la vez decepcionada. Tal vez sí me alteré un poco, pero no puedo creer que vaya a dejar a este repugnante hombre salirse con las suyas, cuando sus intenciones son más que claras. Quiere que le demos dinero a cambio de cerrar la boca. De seguro así fue como logró marcharse Mic.
—¿Podemos arreglar esto señor oficial?— Derian deja de verme y voltea hacia el hombre—. A solas —añade y abro mi boca con indignación.
—Me parece que quedará libre de todos los cargos, señorita —el oficial dice con una estúpida sonrisa que me hace desear golpearlo. Obviamente sabe que Derian le pagará—. Se puede retirar —me hace de señas hacia la dirección de la salida y yo niego con mi cabeza.
—¿Y dices estudiar leyes, Derian?— digo mientras lo veo con el mayor enojo posible—. ¿Que transparencia has demostrado en esto?— lo paso de largo golpeándolo en el brazo y camino a la salida.
Antes de salir, paso retirando en recepción las pocas pertenencias que traía y que ellos me quitaron . Entre ellas mi teléfono y claramente recuerdo que me quitaron hasta el dinero, pero este no me lo devuelven. ¡Estúpidos policías corruptos!
Cuando salgo de la maldita delegación, el aire fresco me golpea el rostro y me sabe a gloria. Siento mis orejas arder del enojo. Avanzo hasta llegar al auto de Derian una vez que lo reconozco; sin embargo, no entro en él. Necesito aire. Necesito relajarme un poco.
Camino de un lado a otro como león en jaula y doy varias inspiraciones profundas, intentando calmarme. Me cuesta unos minutos lograrlo, pero finalmente, me quedo quieta en mi lugar y levanto la vista al cielo nocturno. Cierro los ojos y me quedo escuchando el silencio. Ahora ya siento que el enojo va disminuyendo un poco más.
Estoy en un completo silencio y de pronto, el sonido de mi teléfono me hace saltar del susto. Cuando logro sacarlo del bolsillo, ni siquiera reviso quién llama y lo llevo a mi oído —¿Si?
—¿Aly? ¿Eres tú?— la voz preocupada de Juri llena mi audición.
Siento un enorme alivio escucharla —Sí, soy yo...
—¿Dónde estás? ¿Estás bien?— se escucha realmente preocupada y no lo culpo. Escucho unas voces al fondo y creo reconocer a Evan preguntando si estoy bien.
—Sí, estoy bien. Dile a Evan que estoy bien.
—¿Dónde estás, Alyssa? Te hemos intentado llamar demasiadas veces. Tu celular enviaba la llamada al buzón —frunzo mi ceño y retiro el celular de mi oreja para revisar la señal, y me doy cuenta que es débil.
—Es la señal. No tengo casi nada —llevo de nuevo a mi oreja el celular y suspiro —¿Ustedes están bien? ¿Todos salieron?— avanzo lentamente hasta recostarme en el capó del auto.
—Evan y Esther están conmigo. En el caos tuve la suerte de toparme con ellos —se queda un momento en línea y parece que está dudando en algo.
Entonces pregunto lo que me está inquietando demasiado —¿Dónde está Jaden?— la línea se queda en silencio y no puedo evitar sentirme asustada. Siento como si una enorme roca cae en mi estómago. Estoy esperando escuchar malas noticias—. Juri, ¿dónde está Jaden?
Balbucea unos cuántos monosílabos que no entiendo y me hacen asustarme más —Aly, no sabemos de él —cuando termina de hablar siento que el miedo se apodera de mí extremadamente rápido—. Evan asegura que está bien —continúa ella —,puede que no podamos contactarnos porque perdió su teléfono o no tenga señal igual que el tuyo —sé que intenta tranquilizarme pero no lo logra.
Estoy a punto de hablar pero escucho que alguien sale de la delegación. Giro un poco para ver y es Derian.
—¿Alyssa me estás escuchando? Debe estar bien, no hay que preocuparse.
—Como si fuera fácil para mí no preocuparme por él— suspiro—. Juri quiero que me escuches con atención. Justo ahora no es buen momento, voy camino a Golden con Derian y estoy segura que después de la que ya tuvimos, aún falta una pequeña discusión. Estaré ahí en un par de horas. Te veo en el apartamento y por favor... —cierro mis ojos —,si sabes algo de Jad, por favor llámame lo más pronto posible.
—Así lo haré. Te veo luego —sin esperar más, ella cuelga la llamada justo en el momento que Derian llega.
—¿Qué crees que hacías, Alyssa?— Derian me habla molesto y se coloca justo enfrente de mí. No le respondo nada y me quedo con la mirada fija en el suelo —¡Te estoy hablando!— suena más impaciente aún.
Levanto mi vista y lo encaro —No te hagas que no sabes. Sabías perfectamente sobre las carreras de Jaden.
—Pero omitiste la parte donde mencionabas terminar en una delegación —se cruza de brazos y hace exactamente esa mirada que hace que todos terminen dándole la razón.
—A mí no me veas así, Derian. Yo no tengo la culpa. Fue un accidente, algo demasiado repentino. Las posibilidades de que algo así suceda en esas carreras es mínima.
Él lleva una de sus manos hasta colocarla en el puente de su nariz —No es que te esté culpando, Aly. Sé muy bien que no es tu culpa. Pero déjame decirte, que fue por este tipo de cosas que yo sabía no era buena idea que fueras a ese lugar —ahora se cruza de brazos y me observa serio—. Sé que detestas que haga este tipo de comentarios pero..., un día puede llegar a más, y lo sabes.
—Claro que no...
—¡Claro que puede, Aly!— me corta de golpe— Un día puede ser algo mucho peor que terminar en una delegación, y creo que muy dentro de ti lo sabes —me quedo observándolo pero no respondo nada. Es obvio que ninguno dirá nada más. Un suspiro cansino se le escapa—. Es hora de irnos.
No espera respuesta alguna, simplemente avanza hasta subirse al auto y yo pesadamente lo sigo, subiendo al lado del copiloto. Una vez dentro del auto, enciende el motor y antes de ponerlo en marcha se voltea hacia mí.
—Esta fue la única vez que te cubro en algo así, Alyssa. Me temo que si hay una próxima, tendré que informarle a John —esto ya me lo esperaba y por eso mismo no digo nada, sólo aprieto mi mandíbula y doy un forzado sentimiento.
Sin esperar más, nos largamos de la delegación.
**~**
Hace unos veinte minutos que Derian me dejó fuera del edificio donde habito. Me ha llevado otros quince subir los escalones hasta el tercer piso, pero finalmente llego a la puerta de mi apartamento.
Espero que Juri ya se encuentre ahí. No me ha vuelto a llamar. La ansiedad y el miedo de no saber de Jaden me tienen al borde de mis nervios, y cuando más pendiente de mi teléfono deseaba estar, el malnacido aparato se apagó.
Introduzco la llave para abrir, y entro lentamente al apartamento. Cuando cierro la puerta y giro hacia la pequeña sala, veo a Jaden sentado en el sillón personal con sus codos apoyados en las rodillas y su rostro cubierto con sus manos.
—¡Aly!— Juri se pone de pie cuando me ve. Ella estaba sentada en el otro sillón.
En ese momento, Jaden alza su rostro e inmediatamente voltea hacia mí. Le regalo una sonrisa tímida, a pesar que quiero sonreírle de oreja a oreja. Su semblante es cansado y preocupado, pero el alivio que siento al verlo es demasiado.
Se pone de pie como un resorte y no duda en avanzar hasta mí y abrazarme. Yo por supuesto no pierdo tiempo en corresponderle el gesto. Nos quedamos así por unos instantes que parecen eternos, luego me suelta para ahuecar mi rostro en sus manos y besarme tiernamente.
—Juro que si no sabía nada de ti unos minutos más, iba a volverme loco —dicho esto me vuelve a besar.
—¡Hola! También estoy aquí por si no sabían —Juri protesta y me hace reír. Me separo un poco de Jaden sólo para abrazarla a ella también —Por Dios mujer, dinos: ¿cómo lograste salir de ahí? ¿Dónde estuviste estas horas?— me pregunta cuando se aleja y camina hacia el sillón donde estaba para sentarse de nuevo.
—Creo que no tuve tanta suerte como ustedes —me encojo de hombros y hago un gesto de cansancio.
Entonces Jaden me toma de la mano, y se sienta en el sillón personal de nuevo, haciéndome sentarme en sus piernas —¿Cómo hiciste para salir? ¿Segura que estás bien?
—Sí estoy bien. Sólo tuve que dar un paseo en una patrulla —hago un mohín y ambos me observan incrédulos. Antes que alguno hable, continúo:— Estuve un par de horas en la delegación pero Derian no tardó en llegar por mí —con cada palabra mía, ambos van pasando su expresión de la admiración al espanto.
—¡Pero qué diablos, Aly! ¿Es en serio? —Juri pregunta exaltada —Y Jaden creyendo que la peor parte se la había llevado su auto —dice con una pequeña risa.
Frunzo mi ceño y volteo a verlo —¿Qué le pasó a tu auto?
—Sólo un pequeño golpe cuando salí del lugar. No importa —se encoge de hombros —. Quien me tenía preocupado, eras tú —lleva su mano hasta mi mejilla—. Lo siento tanto por no haber estado contigo.
—No es culpa tuya —le sonrío—. Era imposible encontrarnos en medio de tanto caos.
—Lo importante es que estamos todos bien— Juri habla—. Lo que yo necesito son detalles de lo que te sucedió.
Conociendo a Juri, ella querrá cada detalle de todo y me causa gracia su infinita curiosidad, pero también veo a Jaden observarme atento, así que empiezo a relatar mi larga historia.
**~**
Un suspiro se me escapa en el instante que me acomodo en el pecho de Jaden, ya dispuesta para dormir. Esta ha sido una de las noches más extrañas de mi vida. Pero estoy segura que dormiré cómodamente en los brazos de él, tal y como lo hago siempre.
—Me diste el susto de mi vida, bonita —su voz profunda y ronca, retumba en su pecho.
—También me asusté —confieso y me apego más a él. Siento la pesadez en mis ojos y un bostezo se me escapa—¿Qué harás mientras no puedas correr en el círculo?
—Mmm creo que buscaré un empleo —hace un pequeño encogimiento de hombros.
Una pequeña risa se me escapa —¿Tú, trabajando? No es cierto—es su turno de reír ahora.
Entonces suspira y besa mi frente —No lo sé, bonita. Tendré que buscar alguna manera de sacar dinero para mis gastos. Mis padres no querrán ayudarme, obviamente —ríe un poco —,y es probable que el círculo esté cerrado por un par de meses y Steven ya no está para ayudarme.
Un nudo se instala en mi estómago como cada vez que escucho el nombre de Steven. No puedo evitar suspirar también. No tengo ni idea de cómo ayudar a Jaden o qué podrá hacer para sacar dinero.
—Y pensar que con el dinero que Aguilar me ofrecía, jamás me preocuparía por mis gastos —en el instante en que él termina de hablar, no puedo evitar moverme y observarlo molesta.
—¡Qué diablos, Jaden!—reclamo molesta y el reprime una sonrisa—. ¿Cómo se te ocurre siquiera pensar en ese hombre? Lo último que quiero es volver a saber de ese tipo—me alejo un poco más de él; sin embargo, él no dice nada más —Es en serio Jad, no quiero ese estrés en mi vida de nuevo.
Me hala hacia él hasta abrazarme de nuevo —Duerme tranquila, bonita —besa mi frente y a pesar que no quedo convencida con su respuesta, decido hacer el intento por dormir.
No quiero que el apellido de ese hombre vuelva a ser el causante de mi insomnio como lo era antes. Además, confío en Jaden y sé que todo el asunto de Aguilar, fue resuelto hace mucho.
—Buenas noches —susurro suave y me muevo para darle un beso en los labios. Él me aprieta más contra su cuerpo y la habitación se sume en el silencio.
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