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CAPÍTULO 28


Mi cuerpo se siente pesado. A penas empiezo a poner en marcha mi consiente. A penas logro empezar a desprenderme de la somnolencia.

Mis párpados sin embargo, siguen aferrados a la idea de seguir durmiendo. Intento mantenerme firme en esa idea, e intento moverme en mi lugar para acomodarme, cuando siento que algo me impide hacerlo.

En ese instante, mis ojos se abren de golpe y siento una sensación extraña. Intento moverme de nuevo y esta vez, obtengo un apretón a mi cuerpo en respuesta.

En ese instante, las escenas de lo ocurrido anoche vienen a mí. Pasan por mi mente como una película siendo adelantada en cámara rápida y se detiene justo en el momento en que Jaden me pidió quedarse conmigo.

Y ahora, lo recuerdo muy bien todo. Sé que quien me abraza por detrás, es Jaden. El calor que siento es de Jaden, así como la respiración cerca de mi nuca y el brazo y pierna que siento que me aplastan.

Estoy sobre mi costado izquierdo y Jaden me envuelve completamente desde atrás. Nuestros cuerpos encajan a la perfección en esta posición. 

Ahora que lo pienso, no sé como sentirme al respecto frente a esta situación. No puedo creer que halla dormido con Jaden. Debo decir, que no fue incómodo en lo absoluto. Fue como si estuviera acostumbrada a dormir con él, en su compañía, desde siempre.

Una sonrisa se me escapa al pensar en ello. Intento moverme de nuevo, y esta vez un quejido profundo suena en la garganta de él. Giro un poco mi cabeza para tratar de verlo, y me doy cuenta que aún parece dormir. Intento moverme una vez más y se vuelve a quejar halándome más hacia su cuerpo.

—Deja de moverte —sus palabras suenan arrastradas y su voz es ronca y profunda.

—Necesito ser menos aplastada —bromeo y mi voz al igual que la suya, suena ronca.

—Pero yo te necesito cerca —vuelve a protestar. Una risa se me escapa y él se acerca más hasta colocar su cabeza entre mi hombro y mi cuello—. Buenos días, amor.

—Buenos días —digo sintiendo cómo mi piel se eriza al sentir su respiración en mi cuello.

—En serio, que madrugadora eres —dice en tono de burla y deposita un beso en mi cuello, haciéndome erizar de nuevo.

—Y tú eres un dormilón —digo y finalmente, logro moverme y quedar de frente a él.

—Solo si se trata de dormir contigo —besa la punta de mi nariz y ante ello, la arrugo.

—¿Cómo vas con esto?— llevo una de mis manos hasta su boca y toco el golpe que le hicieron anoche. Ahora sólo luce un poco rojiza la piel y se puede distinguir un poco el pequeño corte en su labio.

—Duele mucho menos —dice en tono despreocupado. Yo bajo la mano hasta pasarla por el costado donde lo golpearon y donde está el otro moretón. Él se encoge ante mi tacto y se le escapa una risa —.Ya estoy bien, Alys.

—Debo revisar —le doy una sonrisa ladeada y levanto un poco el edredón para tratar de ver su costado. La piel blanca tiene un pronunciado moretón. Estoy a punto de decir algo, cuando él me interrumpe.

—Lo que tú quieres, es verme desnudo —y en ese momento, cuando termina de pronunciar sus palabras, siento el rubor apoderarse de mis mejillas.

Como acto reflejo ante sus palabras, bajo el edredón inmediatamente —¡Claro que no!— chillo apenada.

—No habría nada de malo en eso, pero supongamos que te creo que no querías eso —dice con aire presumido.

Yo río negando con mi cabeza. Cuando levanto mi vista para verlo, una sonrisa cálida se dibuja en sus labios, se acerca un poco y tira de mí hacia él para besarme.

Me siento un poco incómoda, debo decir. Justo en la mañana, recién despierto, no debo tener el aliento más agradable de todos. Sin embargo, el beso es perfecto. En cuestión de segundos, el beso se vuelve más apasionado y él lleva una de sus manos a mi abdomen. Siento cómo levanta el delgado material de la camisa que tengo puesta y acaricia la piel, enviándome escalofríos a todo el cuerpo.

De un movimiento rápido, Jaden se acomoda justo encima de mí. Sostiene su peso con sus antebrazos sobre el colchón, para evitar aplastarme. El beso es más urgente y siento su lengua abrirse paso en mi boca, para acariciarse con la mía.

Una sensación de placer, me invade cuando Jaden deja mis labios y empieza a besar mi cuello. Con sus rodillas, se encarga de separar mis piernas y se coloca en el espacio entre ellas. Estoy segura que debo detenerme, pero no puedo –no quiero– hacerlo.

Sus labios regresan a los míos y yo enredo mis manos alrededor de su cuello. Flexiono mis rodillas y mis caderas se elevan involuntariamente. El gesto parece ser un detonante para que me bese con más fuerza y más apasionadamente.

Nuestras respiraciones agitadas se escuchan en el silencio. Estoy muy segura que en estos momentos, el deseo se ha abierto campo entre nosotros. Los besos de Jaden son demasiado embriagantes. El roce de sus manos en mi abdomen, se siente placentero. Luego, traslada una de sus manos hasta acariciar una de mis piernas y subir hasta mi trasero.

No deseo detenerme; sin embargo, por esta ocasión, debo hacerlo.

—Para —susurro contra sus labios. Él parece no querer hacerlo ya que sus labios se rozan de nuevo con los míos y su mano no deja de acariciar la piel de mis piernas y costados —.Jaden, para —susurro de nuevo y entonces, cede.

Aleja su rostro del mío unos centímetros para verme —De acuerdo —se acerca y deposita un suave beso en mis labios de nuevo. Entonces se deja caer a mi lado y suspira profundamente.

Ahora me siento extraña. Ambos estamos con la mirada fija en el techo y sin decir nada. Solamente se escucha el sonido de nuestra respiración agitada. Acorto la distancia entre nosotros y recargo mi cabeza en su pecho, él me envuelve con sus brazos y me apega a él.

—L-Lo siento —no sé porqué exactamente, pero lo digo.

—¿Por qué, bonita?— su voz ronca retumba en su pecho.

—No lo sé. Sólo, lo siento —suspiro.

—Pues no lo sientas. Acabas de darme los cinco minutos más gloriosos del día —besa mi frente y lo que dice me hace reír—. ¿Por qué te ríes?— su voz suena divertida.

—¿Minutos gloriosos?— pregunto riéndome.

—Sí, así es. Y después de eso, creo que querré mis cinco minutos gloriosos todos los días. ¿Cómo no voy a desearte si tus labios y tu piel son tan embriagantes?

No puedo evitar reír aún más; sin embargo, siento que me he sonrojado bastante —¿Todos los días? Eso no será posible —intento no hace notar la risa nerviosa en mi voz.

—Pues ya te dije, y no aceptaré un no por respuesta —dicho esto me abraza más y empieza a intentar besar mi cuello, pero yo me muevo intentando evitarlo y riendo como si me hicieran cosquillas.



**~* 




—A ver si lo entendí —Juri lleva dramáticamente las manos a sus sienes para frotarlas en círculos y cierra los ojos. Cuando los abre, juro que leo el enojo en ellos —.El tío de tu novio es un —se acerca más a mí —,¿narcotraficante?— pregunta entre los dientes.

Resoplo y asiento. Su boca se abre con indignación, podría decir. Ella resopla también y da un enorme trago al jugo en su vaso.

Estamos en la cafetería de la universidad. Hace como tres horas, que Jaden salió de mi casa y yo me alisté para venir a la universidad. Cuando nos levantamos, Juri ya había venido a su primera clase. Yo por distracciones lindas llamadas: besos de Jaden, me perdí mi primera clase.

Hace diez minutos que ambas salimos y debo decir, que me admiró ver a Juri esperándome fuera del salón. Casi volamos por los pasillos hasta llegar a la cafetería y luego de llenar nuestras bandejas con algo para desayunar; nos sentamos en una mesa y Juri soltó la puñada de preguntas que no le dejé hacer anoche. Pareció como si soltaba el aire retenido por mucho tiempo.

—Aly, ¿por qué no me lo dijiste?— dice finalmente y sus palabras me devuelven al ahora.

—No es algo de lo que Jaden esté orgulloso y quiera que todos lo sepan —mi voz suena suave y me encojo de hombros.

—Ya lo sé. ¡Y quién estaría orgulloso! Yo viviría con miedo a ser amenazada o algo peor y... —Juri corta sus palabras en el instante en que me ve observarla disgusta por sus comentarios—. ¡Lo siento!— hace una mueca de disculpa.

—Promete que nadie lo sabrá, Juri —digo en tono de súplica.

—Lo prometo — dirige su vista a la bandeja y mueve con el tenedor el puré de papas en el plato, y parece dudar de lo que dirá —.Aly, si estás consiente de la situación en la que estás involucrada, ¿cierto?— débilmente, asiento—. ¿Y estás consiente que después de lo de anoche, Jaden no tiene alternativa?

Resoplo de nuevo y dejo el tenedor en la bandeja en señal de derrota —Él prometió que, no se involucraría con esos hombres —digo como niña pequeña asustada.

—Pero no es algo que él decida, Aly. Por lo que me has contado, esos hombres ya saben de tu existencia. Saben que Jaden haría cualquier cosa por ti. Cualquier cosa con tal que estés a salvo. Porque sabes que así es, ¿verdad?— extiende su mano por encima de la mesa y toma la mía.

—Lo sé, pero él también dijo —intento contener las lágrimas que están a punto de salir de mis ojos—, dijo que prefería alejarse de mí, antes de que algo me pase —entonces cierro mis ojos y llevo mi mano libre para tapar mi boca y disminuir el temblor en mi labio inferior.

¿Por qué estoy llorando? ¿Es que en tan poco tiempo, Jaden me ha hecho sentir algo tan fuerte por él?

—¡Oh, nena!— Juri se mueve de su lugar y se sienta a mi lado abrazándome. Entonces las lágrimas se vuelven más fuertes.

—Yo no quiero que se aleje o mucho menos que le hagan algo —digo con la voz entrecortada.

—Lo amas, ¿verdad?— la pregunta de Juri me sorprende y me hace retirar mis manos para verla.

Creo que nadie me había preguntado eso. Creo que ni yo misma me había puesto a pensar en eso. ¿Lo amo?

—No me había dado cuenta de que lo hacía —suspiro —.Pero ahora que este temor tan inmenso de perderlo me invade, me doy cuenta que sí. Lo amo y no quiero que se aleje.

Una sonrisa cálida se forma en sus labios y me mira enternecida —No se alejará. Jaden es un chico inteligente. Sabrá qué hacer.

Sonrío un poco, poniendo mis esperanzas en sus palabras y, esperando que efectivamente, Jaden sepa cómo salir de este enredo. Porque lo que menos quiero es que acceda a los juegos de Aguilar y termine trabajando para él.




Mi cuerpo se siente agotado y deseo llegar al apartamento, y tirarme a dormir. El día ha sido agotador. Los días que tengo clases, antes o después del trabajo, son realmente estresantes.

Por suerte ya me he acostumbrado. Llevo el suficiente tiempo haciéndolo, como para haberme adaptado a este tipo de día, aunque no me agrade en lo absoluto.

Mis pasos se sienten pesados y arrastrados. Con mi ánimo decaído, avanzo hasta el solitario callejón detrás de la boutique y veo a Juri recostada a un lado de su auto.

—¡Y volvió el Chevelle!— digo sonriendo y admirando el auto ya reparado.

Hace mucho tiempo que ya no lo usaba debido a que se había averiado y tuvo que ahorrar un poco para comprar el repuesto. Juri se quejaba todo el tiempo por tener que viajar en autobús, y decía casi a diario que extrañaba su cacharro.

—¡No más viajar en bus!— sonríe ampliamente.

—Es bueno oír eso —le sonrío de vuelta.

—¡Vamos entonces!— hace de señas con su cabeza y sube al auto. Yo avanzo hasta subir al lado del copiloto.

Salimos del callejón hacia la avenida y empezamos el camino hacia el apartamento. Son las 9:35pm. Por suerte el tráfico ha disminuido un poco y llegaremos en unos 15 minutos aproximadamente.

—¿Y dónde está Lucky? ¿Has hablado con él? No lo vi en la universidad —ella habla sin despegar la vista del frente.

—No tenía clases ahora —me encojo de hombros —.Imagino que está en su casa.

—Y cómo va con lo de..., ya sabes, Aguilar —habla un poco cautelosa.

Niego con mi cabeza —No he sabido nada de ese tema durante estas semanas. Jaden dijo que lo solucionaría, que no quiere estresarme con esos asuntos, así que me mantendría fuera.

—Deberías estar feliz, ¿o no?

—Sí, debería. Porque realmente sólo el escucharlo mencionar eso me pone tensa, pero tengo la mala sensación de que no saldrá libre de eso. Estas semanas ha estado demasiado fuera de órbita. Ha lucido demasiado distraído.

La veo esbozar una pequeña sonrisa tensa —Tranquila, no hablemos más de ello. Mejor dime: ¿qué quieres cenar?— cambia el tema y creo que lo agradezco.

—¿Tienes algo en mente?

—Mmm no, pero si pasamos llevando unas cosas puede que idee algo —dicho esto, gira a mano derecha para entrar al estacionamiento de un mini súper.

—Estoy de acuerdo —sonrío. Una vez estacionadas, bajamos del auto y avanzamos hasta entrar al local.

A pesar de estar un poco noche, el lugar luce lleno y la gente parece relajada mientras se pasea entre los pasillos y compra como si fuera cualquier hora de día.

—Busca algo de tomar y yo iré por la comida —Juri propone y yo asiento.

Ella avanza hasta un pasillo y yo me dirijo al de las bebidas. Me paseo observando los estantes en busca de alguna bebida apetecible. Observo un jugo de piña y coco, y lo tomo para observarlo.

—Es buen sabor. Te lo recomiendo —una voz familiar me habla y volteo para verlo.

—Sí, estaba pensando en llevarlo —digo a Michael quien es el que habló.

—Bien —mete las manos en los bolsillos—. ¿Y qué haces por aquí?

Me contengo grandemente para evitar rodar los ojos ante su pregunta. Es obvio. Estoy comprando. ¿Qué más haría en un supermercado?

—Sólo busco algo para ir a cenar —intento sonar amable a pesar de que no me gusta mucho interactuar con él.

—¿Jad, está contigo?

—No, vengo con Juri —tomo la botella con ambas manos y empiezo avanzar a paso lento por el pasillo.

—Creí que estaba contigo. Queríamos ir con los chicos a una fiesta. Lo llamamos pero dijo que no podía porque dijo que estaría ocupado —camina a mi lado mientras habla.

—Pues no. No está conmigo —intento sonar despreocupada, aunque la curiosidad está empezando a invadirme.

—Entiendo —frunce su ceño.

Lo veo que abre su boca para decir algo más, pero se queda callado cuando Juri me llama  —¿Ya lo tienes, Aly?— eleva su voz desde su lugar. Está haciendo fila en la caja para cancelar.

Levanto el jugo en mis manos para que lo vea y ella asiente. Avanzo hasta ella y Mic me sigue. Ambos se saludan y luego nos quedamos en silencio mientras la chica cobra a Juri por las compras.

Una vez canceladas, Juri toma las bolsas y avanza a la salida después de despedirse de Mic. Yo volteo para despedirme y él me habla primero.

—¿Has pensado que Jaden tal vez esté con Aguilar? Probablemente hoy haya sido la primer carrera.

Y en el instante en que termina de hablar, siento cómo el veneno de sus palabras ya se ha introducido en mí y ha sembrado el pánico, duda y confusión. ¿Cómo rayos sabe él acerca de todo ese asunto? Se supone que Jaden lo mantendría en secreto.

Él vuelve a hablarme —Alégrate, Alyssa. Con sus nuevas ganancias tendrás muchos lujos y te consentirá como a una reina —sus palabras claramente son una burla y siento el enojo.

—Buenas noches, Mic —digo y sin decir más, me giro y avanzo hasta la salida donde Juri me espera.

No puedo dejar que lo que él ha dicho me arruine mi estabilidad es estos momentos.

No estoy segura si Jaden logrará evitar correr para Aguilar o tendrá que hacerlo.

Sólo espero que si esta noche, Jaden está en esa carrera, tras el volante de un auto, ganando dinero para un narcotraficante; solamente sea una vez. Sólo esta vez y ya no más.

Si Jaden sigue corriendo para Aguilar, porque termine gustándole, no sé cómo termine esto.

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