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CAPÍTULO 25


Me siento realmente incómoda. Nerviosa y ansiosa. Soy un manojo de malas vibras en este momento.

Siento que mis pulmones están envueltos en el humo que he tragado. Estos tipos no han parado de fumar ni beber. No sé cuánto tiempo llevamos de estar aquí, pero me parece que han sido años.

Hablan de cosas que no entiendo. Obviamente no hablan acerca de sus negocios, tal y como lo digo Jaden; sin embargo, hablan de sus propiedades, de viajes y negocios obviamente falsos y demasiado decentes.

He tenido que aguantar las ganas de vomitar, al ver al tal Aguilar y el otro tipo llamado Bennet, casi comerse con las prostitutas. Podría decir que se han introducido la lengua en toda la tráquea, unas veinte veces. Son escenas realmente indecorosas para ver en público. Descaradamente, se tocan por todos lados.

No me he separado de Jaden ni un segundo y a pesar de que me agrada la idea de estar muy junta a él, me desagrada totalmente la forma en que tengo que hacerlo.

Estoy sentada sobre su regazo y él rodea con una mano mi cintura. En la otra mano sostiene una cerveza que le ofreció su tío. Por suerte fue su tío quien me ofreció una a mí también y pude rechazarla, sin temor a ser obligada a beberla.

Me siento incómoda. Me siento como una chica que se sienta en el regazo de un hombre, como si fuera cualquier cosa. Como si fuera diversión. Como si sólo se tratase de pasar el momento, para seducirlo y luego terminar en la cama con él.

Pero es de esa forma que Jaden me pidió que actuara. Debo decir que estar así con él, también ha ayudado a mantener lejos de mí a los otros tipos. Al parecer deben respetar y mantenerse alejados de la chica que está con otro, aún sea solo por diversión.

—Tómala —Jaden se acerca a mí para susurrar en mi oído. Me ofrece la cerveza que el sostiene en su mano.

Él sabrá porqué lo hace, así que la tomo sin cuestionar. La lata está casi vacía. Sin decir nada más, él toma otra cerveza de las que están sobre la mesa al frente. Segundos después, el tal Aguilar se sienta frente a nosotros.

—¿Visitas seguido a tu tío?— dicho esto, da un trago a la cerveza que sostiene en su mano.

—Casi no en realidad —dice Jaden en tono neutral.

—¿Tú trabajas?— Aguilar ladea su cabeza con curiosidad hacia Jaden.

—Estudio —él responde y hace un pequeño encogimiento de hombros.

—Bien —veo claramente cuando su vista viaja hacia mí—. ¿Y tú?

—Estudio también —a pesar de lo nerviosa -más bien asustada- que me pone ese hombre, respondo segura.

—¡Una colegiala!— el otro hombre llamado Bennet, aparece frente a nosotros y se incluye a la conversación—. ¿Te gustan las niñas?— dice viendo a Jaden. Su comentario me parece grosero y me incomoda aún más, la forma en que me mira.

Es un hombre que parece de aproximadamente unos treinta y tanto. Es alto y no tan musculoso. Sus facciones lucen duras y casi puedo sentir la energía negativa que emana de él.

—¿Algún problema con eso?— Jaden habla y luego da un trago a la cerveza.

—Ninguno. Hay niñas muy lindas. Ella lo es —el hombre se encoge de hombros y también da un sorbo a su cerveza.

El tipo no para de verme y eso me pone un poco tensa. También siento como Jaden se percata de eso y me acerca aún más a él. Me siento demasiado incómoda en este espacio. Me siento demasiado incómoda alrededor de estos hombres.

—¿No quieres bailar?— una de las mujeres se le acerca al tal Bennet y se coloca justo frente a él. Hay un poco de música que la verdad, no es de mi agrado tampoco.

—Ahora no, preciosa —dice él. No logro ver bien gracias al cielo, pero creo que él ha besado sus senos cuando ella se inclina a él

La chica se retira y se junta con las demás, quienes según ellas, están bailando. Creo que ya están muy ebrias.

—¿Por qué no vamos a una fiesta de verdad?— finalmente después de estar en silencio, Aguilar habla—. Black and white debe estar muy alegre esta noche.

Frunzo mi ceño, ya que no tengo idea de qué habla. Volteo a ver a Jaden, y espero que decline la oferta pero él no dice nada. Se limita a observar a su tío.

—Creó que ya deben irse —se excusa él y claramente, sé que no desea que vayamos.

—Por favor, Steven. Deja que ellos decidan. Además, me han caído muy bien y hay algo que me gustaría hablar con él —hace un pequeño movimiento de cabeza señalando a Jaden.

«¡Mierda! Tendrán que ir!» la vocecilla en mi cabeza me ofrece el análisis de la situación.

—¿Podremos salir a la hora que queramos?— pregunta Jaden y eso me hace saber que iremos.

—¡A la hora que quieran!— afirma Aguilar con una amplia sonrisa.

—¿Hay problema si invito a un amigo?— hace una nueva pregunta.

—Por supuesto que no. Adelante —el hombre se pone de pie —.Bien, entonces nos vemos allá dentro de un momento —dicho esto, se retira del lugar y Bennet lo sigue.

—No creo que sea buena idea ir —digo una vez que ellos se han marchado.

—Llamaré a Evan. En caso de que deba dejarte sola, me sentiré tranquilo que estés con él —tiernamente besa mi mejilla.

—De acuerdo —suspiro no muy convencida.



**~**



El famoso Black and White, es un extraño bar a las afueras de Westwood. No luce muy agradable o tranquilo.

Llegamos hace como quince minutos y desde aquí afuera, logro escuchar la música estridente. Esperamos a que llegue Evan. Ya está muy oscuro y ya tuve que avisar a Juri y Derian que llegaría tarde, sólo para evitar que me estén llamando cada cinco minutos.

—¡Buenas noches!— la voz de Evan suena tras nosotros y giramos para verlo —.Bueno, no tan buenas. ¿En qué lío te metiste, Jad?

—¿Viniste a ayudar o a criticar?— dice Jaden y se saludan chocando su puño derecho.

—Bien, ¿qué hago una vez adentro con esos narcotraficantes?— una pequeña risa se le escapa. No deja de ser gracioso.

—Quieres dejar de decir esa palabra —lo reprende Jaden —.Escucha, necesito que cuides de Alys. Necesito que si no estoy yo, no te alejes de ella por ningún motivo.

—Entiendo. Pero si me permites ser serio por una vez en mi jodida vida, que esto no sea toda la noche. No es bueno estar con ellos.

—Lo sé. Aguilar dijo que quiere hablar conmigo. Después de eso nos largamos de aquí —voltea hacia mí y lleva su mano a mi mejilla. Yo asiento e intento sonreír.

Avanzamos hasta el local y entramos en el ruidoso bar. Luces danzantes y humo llenan el lugar. Hay demasiadas personas aquí. El lugar está abarrotado, a penas y podemos caminar. Jaden avanza a empujones entre la gente. Mi mano está aferrada a la suya y de vez en cuando, volteo a ver atrás para ver a Evan seguirnos.

—¡Aguilar está por allá!— una voz grita por encima del bullicio a Jaden. Cuando me percato de quién es, veo que es su tío.

Su mano señala una mesa hasta el fondo, donde está el tal Aguilar y el otro chico que estaba en la casa. Entonces, Jaden voltea hacia Evan y a mí.

—En cuanto termine con él, nos vamos, ¿de acuerdo?— ambos asentimos—. Alys, no te alejes de él —se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla. Luego se retira con su tío y avanza en dirección a la mesa que él le indicó.

—¿Una cerveza, Aly?— grita Evan y yo volteo a verlo.

—¡Solamente una!— grito de vuelta y él asiente. Entonces me acerco para tomar su brazo y caminar con él hasta la barra.

Evan pide las cervezas y cuando las tenemos al frente, tomamos una cada uno. Creo que con tanta cosa este día y los nervios que siento, en verdad necesitaba una.

—¿Ya sabías lo del tío de Jaden?— pregunta Evan y se acerca un poco más para no gritar demasiado.

—Sí, lo sabía. Solamente que no me siento bien en este lugar y mucho menos con Jaden interactuando demasiado con esa gente —suspiro y pierdo mi vista en la lata en mi mano.

—Él sabe que no es bueno relacionarse con ellos. Lo sabe —da un enorme trago a su cerveza. Aprieta sus labios y vuelve a hablar —.Y no debió involucrarte en esto —su vista viaja hacia mí y de igual manera, yo lo observo.

—No fue su culpa. Él sólo quería presentarme con su tío y...., y olvidó que estarían reunidos ellos —bajo mi vista hacia la lata de nuevo.

—Sólo espero no se meta en problemas.

Mi vista regresa a él sorprendida. ¿Es que a caso podría terminar metido en problemas Jaden?

—No creo. Sólo será este día que estará cerca de ellos. No tiene porque volver a suceder —sueno temerosa. Intento alentarme a mí misma.

—¿Sabes de qué está hablando el tal Aguilar con Jaden?— pregunta como si fuera demasiado inocente ante lo que sucede a mi alrededor.

—N-No —titubeo un poco.

Entonces él voltea hacia la mesa donde ellos están y por instinto, volteo también —El chico que está con ellos, se llama Rob. El corre en autos al igual que Jaden —habla sin despegar su vista de la mesa donde ellos están —,en distinto lugar, claro. Aguilar obtiene muy buenas ganancias gracias a él. Es un buen corredor —hace una pausa —.Escucha, Aly... —dirige su vista hacia mí y yo hacia él   —,creo que Aguilar le pedirá a Jaden que corra para él. Según le ha comentado Steven, lleva un buen tiempo intentando hablar con Jaden sobre eso.

En el preciso instante en que Evan pronuncia esas palabras, mi corazón sufre una punzada dolorosa. Sólo de pensar en eso, mi estómago se revuelve. No quiero ni imaginar a Jaden involucrado con esos hombres. Pero si se niega, temo que pueda correr algún riesgo.

—No digo que así sea, pero cabe la posibilidad...

—¡No!— lo corto de golpe— No puede ser así. Ni siquiera lo menciones.

—Lo siento. No quise asustarte —suspira —.Sólo quiero que estés atenta a cualquier cosa. Que estés advertida.

Mi vista viaja hacia la mesa donde Jaden está y para mi desgracia, veo justo el momento en que el chico con ellos le ofrece unas llaves a Jaden.

«Son las llaves de un auto. Son las llaves del auto que Aguilar quiere que Jaden corra» la maldita voz como siempre realista. Como siempre cruel, hace que mi corazón duela de nuevo.

—Q-Quiero salir de aquí —tartamudeo. Siento el latir de mi corazón tan acelerado, que mi respiración se siente dificultosa.

Me pongo de pie e inmediatamente un mareo me hace tambalearme un poco. Siento que alguien me sujeta, creo que es Evan. No sé si la cerveza ya hizo efecto en mí o es por la impresión tan fuerte que me he llevado.

—¿Te sientes mal?— la voz preocupada de Evan llena mi audición cuando se acerca para que lo oiga por encima de la música. Tal como lo pensé, él es quien me sostuvo.

—S-Sólo necesito s-salir —tartamudeo de nuevo y él se coloca a mi lado para ayudarme a abrir espacio entre la gente que baila.

Camino por inercia. No soy consiente realmente de todo mi alrededor. Mi cabeza reproduce una y otra vez escenas fatalistas.

Jaden ganando dinero para Aguilar. Mezclado en sus asuntos. Trabajando para un narcotraficante. Terminando en el negocio como su tío.

Sacudo mi cabeza para ahuyentar ese pensamiento. No puedo creer que esté torturándome a mí misma.

Se me hace eterno el espacio que hay que recorrer para ir a la salida. Necesito con urgencia salir de aquí y respirar aire fresco para calmarme. Sin embargo; lo único que inunda mis fosas nasales, es el hedor a sudor, cigarrillo y cerveza. Eso está haciendo que me sienta más mareada.

Quedo un poco atrapada entre dos personas y tengo que empujar con fuerza para salir, entonces siento una mano áspera que se aferra a mi brazo y tira de mí hacia atrás. Es tan brusco el movimiento, que un nuevo mareo me hace perder el equilibrio. Cuando retrocedo por el tirón, por inercia halo a Evan del brazo también, quien se da la vuelta sorprendido.

Me detengo al momento que choco contra alguien. La mano aún sujeta mi brazo, pero yo solté a Evan. Entonces, me giro para ver quien me impidió salir de aquí, cuando más necesitaba hacerlo.

Mi sorpresa es cuando veo al hombre frente a mí. Miedo y algo de repugnancia hacia él, me invaden. Es Bennet, el otro tipo que estaba con Aguilar.

—¿Ya te ibas, niña?— su voz ronca es casi un grito ya que el ruido de la música no le permite hablar suave.

—¡Suéltame!— digo con fuerza e intento zafarme de su agarre pero no puedo.

—¿Perdón?— pregunta incrédulo. Entonces, caigo en cuenta que no debí hacer eso. Lo menos que quiero es hacer enojar a alguien como él.

—Es que no me siento bien. Necesito salir —me excuso inmediatamente.

—¡Conmigo te sentirás bien, niña!— se acerca un poco y entonces siento el horrible olor a cerveza en su aliento. Está ebrio.

—Disculpa, pero en verdad debe salir —la voz de Evan suena a mis espaldas y agradezco que esté aquí.

—¿Podrías soltarme..., p-por favor?— digo y volteo a ver el punto donde su mano sujeta mi brazo, y que ya duele porque está ejerciendo algo de presión.

—No estás con tu chico. Puedes venir conmigo. ¡Divirtámonos un poco!— ignora por completo lo que Evan y yo le hemos dicho, y tira de mí hacia él —.A mí también me gustan las niñas.

—¡Que me sueltes!— elevo mi voz, tanto, que ha sido un pequeño grito. Por lo cual, unas cuantas miradas curiosas viajan hacia nuestra dirección.

El tipo sin embargo, no suelta mi brazo. Al contrario, me aprieta más y hago una mueca de dolor.

—¡Oye, ya suéltala!, ¡La estás lastimado!— Evan alza su voz también. Se acerca e intenta alejarlo, poniendo una mano sobre su pecho.

Entonces, de un movimiento raído, el tipo impacta su puño contra el rostro de Evan y un jadeo de susto se me escapa. Evan cae al suelo sobre su trasero.

—¡No me pongas una mano encima, niño!— espeta el tipo con fuerza.

Evan sostiene su pómulo derecho con una mano y me observa con preocupación, enojo y no sé qué más. Entonces se pone de pie y veo como muchas personas están presenciando la escena ya.

El tipo me hace voltear a verlo dando un tirón a mi brazo de nuevo —Te gusta hacerte la difícil, ¿verdad zorra?

—¡Suelta su brazo reverendo pedazo de mierda!— la voz de Jaden se escucha a las espaldas del tipo. Suena realmente furioso.

El tipo finalmente me suelta y retrocedo hasta llegar a donde Evan está. Mi vista viaja hacia Jaden, quien luce demasiado furioso. Sus manos están en puños y su espalda y hombros lucen rígidos.

El tipo voltea hacia él y lo observa con desagrado —Vaya, el héroe defiende a su chica.

Esto no luce bien. No pueden darse cuenta que Jaden me defiende, que me cuida, que se preocupa por mí, como si fuéramos pareja. No deben saberlo.

—Sólo hice lo que creí correcto. No me parece que lastimar a una mujer sea de un verdadero hombre —Jaden se defiende y debo decir que lo hizo muy bien.

Por suerte las personas ya siguen en lo suyo. Ya no están como espectadores curiosos a lo que aquí sucede.

—Sólo le estaba pidiendo que se divirtiera conmigo —dice Bennet y voltea a verme —.Después de todo es lo que hace, ¿o no?— voltea de nuevo hacia Jaden.

Sé que lo está probando. Y Jaden luce realmente molesto —Pues esta noche ella solo se divierte conmigo —dice él y cuando pasa a su lado, lo golpea intencionalmente en su hombro. Avanza hasta llegar a donde Evan y yo estamos —.Salgamos de aquí.

Dicho esto me sujeta de la muñeca y empieza a guiarnos a la salida. Yo sujeto a Evan del brazo, mientras a empujones salimos de entre la gente.

Finalmente salimos del lugar y el aire fresco golpea mi rostro, pero lo siento tan relajante. Después de tanta tensión me sabe a gloria. Llegamos hasta donde Jaden dejó su auto estacionado y se detiene para girarse hacia mí 

—¿Te lastimo demasiado?

—N-No —tartamudeo —.Deberías revisar a Evan —digo viendo hacia el pobre chico que se quedó atrás y hace una mueca de dolor cuando toca su pómulo.

—Bien —se acerca y me da un beso para luego ir con Evan.

Cuando él se aleja, me aseguro que no vea cuando reviso mi brazo en la parte que Bennet sujetaba. La piel luce un poco rojiza y tengo la marca de los dedos en ella. Paso mis dedos por la zona y duele un poco, de seguro serán moretones mañana.

—No es nada grave. Sólo se le hará un moretón —se acerca Jaden hablando e inmediatamente dejo de revisar mi brazo pero él lo nota—. ¿Te lastimó verdad?

—No, sólo apretó un poco.

—¡Déjame ver!— se acerca y me toma de la muñeca.

—Estoy bien.

—¡Alys!— advierte y entonces me resigno y dejo que observe el brazo. Cuando veo su gesto, volteo mi vista hacia el suelo—. ¡Hijo de puta!— suelta mi brazo y se da la vuelta.

—Jaden..., ¿¡a dónde vas!?— pregunto preocupada cuando veo que camina para regresar al bar.

—¡A partirle la cara!

—¡¡No!!— elevo mi voz y empiezo a correr hasta alcanzarlo. Me interpongo en su camino —.Jaden, por favor. Sólo vámonos. No quiero más problemas —mi voz suena tan asustada, que hasta parece que quiero llorar—. ¡Por favor!

Suspira y me envuelve entre sus brazos —Lo siento. Siento tanto haberte metido en esto. Esto fue mi culpa.

—No. No digas eso...

—¡Es que así es, Alys!— me corta al hablar—. Te juro que quiero partirle la cara a ese mal nacido. Pero no quiero meterte en más problemas.

—¿Podemos irnos ya?— pregunto mientras hundo mi cara en su pecho.

—Claro que sí —besa mi frente y me guía hasta su auto.

Abre la puerta del copiloto y me introduzco en el asiento. Evan se sube en el asiento de atrás y él trota hasta subirse al lado del piloto. Enciende el auto y justo cuando estamos a punto de irnos, alguien toca el vidrio de la ventana a mi lado y giro asustada para ver. Me doy cuenta que es Aguilar y siento algo de miedo.

Jaden baja la ventana y al instante que lo hace Aguilar habla —Lo siento por lo de Bennet. Ya estaba pasado de tragos —ríe un poco pero Jaden lo observa serio —.En fin, no me diste una respuesta muchacho. ¿Aceptas mi trato?

Mi estómago se contrae porque después de lo que Evan me dijo, tengo miedo que Jaden acepte.

—Lo siento pero, mis estudios están primero —dice Jaden y en ese instante siento una oleada de alivio.

—Entiendo —es lo único que dice Aguilar y se aleja de la ventana. Su mirada está clavada en Jaden. Es una mirada intimidante —Te aseguro que nos veremos de nuevo.

Cuando el auto arranca, la mirada de Aguilar viaja hacia mí y siento que hasta me eriza la piel. Siento temor. Ahora no me siento tan aliviada de que Jaden haya rechazado su trato; más bien, me siento preocupada porque puede hacer algo en contra de él por haberlo rechazado.

Algo me dice, la mirada de Aguilar me lo dice: cosas malas vendrán.

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