Mi pulso late a mil. Mi corazón late más acelerado que nunca. Y me siento congelada en el momento. Me siento petrificada ante la escena que hay ante mí.

Un jadeo de asombro y un poco asustado sale de mi garganta, en el momento en que Derian vuelve a contraminar a Jaden.

—¡Derian, suéltalo!— mi grito suena más agudo de lo que esperaba. El pasillo entero es un silencio total.

Sin pensar en lo que hago, avanzo hasta Derian y tiro de él hacia atrás para que deje ir a Jaden.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué haces esto?— a pesar del pánico que siento, mi voz suena segura y logra captar la atención de Derian.

Vuelvo a tirar de su playera y esta vez, él voltea a verme —¿Sales con él?

Su pregunta me toma por sorpresa y de pronto, parece que se me ha olvidado cómo respirar.

—Sí —mi voz no titubea para nada. Debo decir que me admira. Estoy muriendo de los nervios y el miedo, pero si se va a enterar que sea de una vez.

—¿Por qué... —comienza pero no lo dejo terminar.

—¿Cómo se supone que te fuera a contar? ¡Ve tu comportamiento, por Dios!— atajo un poco exasperada —. ¿Vas a ir por ahí, golpeándolo sólo porque salgo con él?

Por un instante siento que en cualquier momento Derian me gritará o golpeará a Jaden. Sin embargo, se gira para verlo y con un esfuerzo enorme -por lo que se ve- suelta su agarre de la camiseta.

—Escúchame... —empieza a hablar Jaden cuando abruptamente Derian lo corta.

—Ni se te ocurra decir algo. Esto es entre Aly y yo.

—Si esto la involucra a ella, claro que es conmigo también —Jaden suena exasperado.

Derian se gira para verlo y la mirada que le lanza me intimida por completo.

—Quieres calmarte Derian. ¡Puedes decirme siquiera cuál es tu enojo! —mi coraje gana terreno y me permito alzar la voz.

—¿Sabes que hace éste tipo? ¿Sabes quién es?— Derian se gira para verme y preguntar.

—Sí —respondo segura —Sé quien es. Sé lo que hace y eso no afecta en nada.

—Ahora lo entiendo —Derian suelta una carcajada carente de humor —.Por él es por quien vas a esas estúpidas carreras.

No respondo. Sin embargo, me permito mantenerle fija la mirada.

—Si en verdad te preocupas por ella y quieres arreglar las cosas. Hazlo del modo correcto —Jaden capta la atención de ambos al hablar —.Hablémoslo como la gente civilizada. Sólo tú y yo. Sin armar escándalo.

Frunzo mi ceño y espero ansiosa por la respuesta de Derian. Pero él está en silencio. Observando a Jaden con una mirada que parece que quisiera traspasar su rostro.

—Bien, hablémoslo —Derian anuncia.

—No —digo moviendo mi cabeza en una negativa —.Ustedes los hombres no hablan. No resuelven nada hablando. Solo entienden de brutalidad y golpes.

Una sonrisa se le escapa a Jaden lo cual hace que mi enojo y oposición ante lo que piensan hacer aumente.

—Ve a clases. Vas tarde —la cálida voz de Jaden me habla pero yo me niego rotundamente —. Alys, ve a clases. Todo estará bien.

—Si alguno siquiera piensa en golpear al otro, juro que yo misma los llevaré donde el director y haré que los sancionen a ambos —los señalo con mi dedo índice, de manera enojada.

Jaden empieza a caminar hacia afuera del edifico y Derian lo sigue.

«Oh Dios, esto no puede estar pasando. Esto terminara en un jodido desastre» mi subconsciente me intimida más de lo que ya estoy.

A pesar de que no quiero, avanzo hasta el salón donde tengo mi clase. Por suerte aún no ha empezado. El maestro ni siquiera ha llegado al salón. Avanzo hasta mi usual asiento y dejo caer mi peso sobre el.

Muerdo mis uñas ansiosa. Nerviosa. Asustada hasta la mierda.

Temo que en cualquier momento informen acerca de dos chicos moliéndose a golpes en algún lado, y de cómo son trasladados a enfermería o algo así.

Estas horas de clase serán eternas.

**~**

—¿Y?— pregunto ansiosa a Jaden.

Sentí mis horas de clase eternas y como si el tiempo estuviera en mi contra pasando más lento de lo normal. Deseaba tanto salir y correr a preguntarle a Derian o a Jaden acerca de su "conversación". Y ahora que tengo la oportunidad y lo he preguntado, Jaden parece estar mudo. 

—¿Tan mal fue?— pregunto de nuevo para borrar el silencio que hay.

—Hay ventaja porque tu hermano dice que no me romperá la cara —se encoge de hombros —.Al menos no por el momento y sólo si cumplo muchas cosas que me dijo.

Mi ceño se frunce y asiento —Pero... —intuyo que habrá un pero y por la expresión de Jaden sé que sí lo hay.

—Pero debo contarte algo muy delicado. Porque quiero ser yo quien te lo cuente y no alguien más. Porque tu hermano me amenazó con que debo decirte y si después de eso decides continuar conmigo, no se opondrá más, porque dijo que entonces significa que está loca completamente —un suspiro cansino se le escapa y siento más ansiedad.

—Dime —intento no sonar tan ansiosa, sin embargo lo hago.

—Obviamente te lo iba a decir a su tiempo. Después de lo que pasó cuando te enteraste de lo de Allen y su novia, creí que debería esperar un poco.

—De acuerdo —digo un poco dudosa.

—¿Recuerdas que te dije que vivía con un tío?— yo asiento —.Y te dije que a mis papás no les agradaba —asiento de nuevo y él suspira aún más preocupado.

—Oye —tomo una de sus manos entre las mías —.Todo estará bien. Sólo dilo. Lo que sea.

—¿Y si tienes miedo y te alejas de mí?— sus ojos azules buscan con desesperación los míos. Una emoción extraña se apodera de mí.

Miedo. Ansiedad. Curiosidad. Pánico a lo que me pueda decir.

—No lo haré. Sólo..., no esperes una respuesta inmediata. Necesitaré unos minutos.

El siente —A mis padres no les agrada que me relacione con él porque..., porque tiene tratos con traficantes de drogas. Es un tipo peligroso.

Entonces, siento algo que pareciera ser un ser invisible, pasa golpeándome con fuerza hasta sacarme el aire.

Creo que he olvidado cómo respirar. Creo que mi corazón se ha olvidado de cómo latir.

Ahora entiendo porque Derian estaba tan molesto. Él ya sabía esto. Es algo demasiado fuerte para tomarlo con calma.

—Sólo quiero decirte que no tengo nada que ver con eso —la voz ronca y profunda de Jaden me llama la atención —.Te lo juro. Jamás me he involucrado. Te lo dije una vez, las drogas no son lo mío. No me agrada el hecho de saber que mi tío es así, pero respeto su privacidad y sus asuntos.

—¿No te da miedo vivir con él? ¿Relacionarte con él?— las preguntas salen antes de que las formule.

—Es el único que me ha tendido la mano con lo de mis carreras. Y él me mantiene fuera de sus asuntos. Jamás me ha involucrado en nada.

—Aún así es riesgoso. Imagina que tenga problemas alguna vez y busquen en ti un familiar perfecto para una venganza —ahora que lo pienso eso sería horrible. Sólo de pensarlo me invade el temor.

—Eso no pasará. Él sabe muy bien sus asuntos y créeme, le creo cuando me dice que no quiere afectarme o dañarme de ningún modo. Niego con mi cabeza y suspiro intentando calmarme. Él lleva sus dos manos a mis mejillas y ahueca mi rostro —Hey, bonita. No pasa nada. Te juro que nunca me pasaría algo.

—¿Cómo lo tomó Derian? Por eso quería golpearte, ¿verdad?— muevo mi rostro hasta apartarlo de su agarre.

—Quería matarme. Pero lo hice razonar. Le juré que no te verías afectada en nada y me hizo jurar que el día que algo malo suceda y me involucren, me alejaré de ti, inmediatamente. Y que tal vez así no me mate.

No sé si tomar eso a bien o a mal. Me agrada que Derian se preocupe y me agrada que Jaden le haga saber que estoy segura con él. Pero me aterra la idea de que algún día, por alguna mala jugada del destino, Jaden tenga que alejarse de mí.

—Por favor. Promete que nunca te verás involucrado en los asuntos de tu tío —mi voz suena a una súplica.

—Lo prometo. Te lo prometo, bonita. Jamás haría algo que te dañe. Y el día que presienta que algo podría dañarte, prefiero alejarme antes de hacerlo.

No reprimo mis ganas de abrazarlo, así que lo hago. Lo abrazo con todas mis fuerzas y él corresponde el gesto.

Quiero hacerle saber que confío en él. Quiero hacerle saber que no me importa que esté rodeado de cosas y personas malas, porque sé que él no lo es.

—Te creo —mi voz a penas y se escucha, ya que tengo mi rostro hundido en su pecho, por lo que levanto mi rostro para que me entienda —. Creo en ti y lo que dices.

—Me encargaré cada día, de que siempre lo hagas —levanta mi barbilla con una mano y planta un beso en mis labios.

**~** 

—¿Crees que Allen esté por aquí?— Juri alza su voz por encima del bullicio que hay. A penas y la escucho. Hay música, gritos, silbidos y motores de autos rugiendo.

Hoy era la segunda carrera de Jaden que por cierto acaba de ganar. Estamos aquí paradas en la zona VIP con Juri. Ella no ha dejado de preguntar por su chico.

—¡No lo sé! ¡No lo he visto por ningún lado!— grito como respuesta.

—¿¡Quieren algo de tomar!?— Evan grita mientras extiende un vaso hacia Juri y a mí. Estoy a punto de rechazarlo, cuando Juri lo toma.

—¡Gracias!, ¿Has visto a Allen?— pregunta ella mientras se inclina un poco hacia él.

—No. Creo que no ha venido —él niega, para luego dar un sorbo a la bebida en su vaso.

Juri hace un puchero de disgusto e igual, da un trago a la bebida. Estoy a punto de hablar cuando alguien me empuja, de pronto, siento mi blusa mojarse y mi piel erizarse ante la heladez de lo que sea que me echaron encima.

—¡Idiota! ¡Fíjate por donde caminas!— una chica alta y de cabello castaño me grita.

Abro mi boca con indignación —Tú eras quien caminaba, idiota. Yo estaba quieta en mi lugar —escupo con enojo mientras empiezo a despegar la blusa de mi piel.

Genial, estoy empapada creo que de cerveza.

—¿Quién te crees que eres para alzarme la voz?— chilla la tipa intentando lucir intimidante, pero sólo me causa gracia.

—Tú eres quien la empujó, niña. No hagas escándalo que aquí la empapada es ella —un chico aparece a su lado.

Creo recordarlo. Es el chico corredor que apodan Morderous Shadow. Sus brazos tatuados sobresalen del centro blanco que trae puesto. Sus cejas son espesas al igual que sus pestañas y sus ojos son castaño claro.

—¡Aly, hay que secarte con algo!— Juri intenta sacudir la blusa con sus manos.

—Puedes secarte con esto, Aly —el chico del frente, me extiende una camiseta negra. Lo observo seria y él sonríe amable. Un hoyuelo aparece en su mejilla derecha —.Puedes usarla —extiende la camisa de nuevo hacia mí, pero yo sigo dudando.

—¡Alys!— la voz que me llama me hace girar de golpe hacia un lado —. ¡Pero que carajos! ¿Fuiste tú quién derramó su trago en ella, idiota? —escupe con fuerza hacia el chico del frente y puedo sentir cómo todo el ambiente se tensa.

—Claro que no. Yo me fijo por donde camino —dice el chico mientras voltea hacia la chica que lo hizo —.Sólo estaba ofreciéndole algo con qué secarse.

—Pues no necesita nada de ti —Jaden se pone entre el chico y yo.  Claramente está celoso y eso causa en mí..., ¿satisfacción?

—La conoces, ¿eh?— el chico cuelga la camiseta en su hombro y se cruza de brazos.

—Es mi novia —cuando Jaden termina esas palabras mi corazón empieza su danza bailarina. Una sonrisa estúpida se me escapa. Es lindo oírlo decir eso.

El chico alza las cejas y me mira. Yo no hago más que mantener el corto contacto visual para asegurarle lo que Jaden dice.

—¿No tienes una carrera, Carter?— Jaden dice al chico y se acerca a mí para rodear mi cintura con su brazo en un gesto posesivo, podría decir.

—Sí, tengo una carrera que ganar. Asegúrate de que se seque o puede hacerle daño —el chico me señala y me guiña un ojo. Luego se echa a andar en dirección a la pista.

—¡Idiota!—masculla Jaden entre dientes y se da la vuelta para verme —.Necesitas cambiarte, vamos a tu casa. Es hora de irnos.

Asiento y me despido de Juri quien dice que se irá con Evan. Jaden rodea con su brazo mi cintura y guía nuestro camino hasta su auto. Muchas miradas curiosas nos observan y puedo ver y -casi- oír, cómo unas chicas se lamentan y desean ser ellas las que van al lado de él.

Finalmente llegamos a su auto. Allá atrás se quedó la mayoría de personas viendo la segunda carrera, por lo que este lugar está desolado.

Antes de abrir la puerta del copiloto para mí, Jaden se gira para verme y se quita la camiseta azul que trae puesta, dejando su torso al descubierto.

—Póntela. No quiero que estés mojada —extiende la camiseta hacia mí y yo dudo en tomarla.

Finalmente lo hago y observo el material en mis manos —¿Me la coloco encima?— me siento la más ignorante por preguntar eso.

Obviamente me debo cambiar. Esa es la idea. No ponérmela encima que en nada ayudaría.

Una risa se le escapa y sé que de seguro está diciendo lo mismo que yo. Que ignorante.

—El lugar está solo. Me daré la vuelta para que te cambies —dicho esto se gira y queda dándome la espalda.

No sé si hacerlo. El lugar está completamente sólo, pero siento algo de temor que alguien me vea. Finalmente, hago uso de toda mi agilidad y me deshago de mi blusa mojada para luego ponerme la de Jaden.

Me queda un poco grande, pero me agrada el aroma a su loción. Amo su aroma.

—Ya está —anuncio una vez que me la he acomodado bien.

Él se gira para verme y una sonrisa se dibuja en sus labios. Una sonrisa que no sé descifrar pero diría que es un tanto picaresca.

—Ven acá —dice al tiempo que recarga su cuerpo en la puerta del auto y extiende una mano para que la tome y tirar de mí hacia él. Cuando lo hago me hala hasta que nuestros cuerpos quedan unidos —.Te ves hermosa usando una camiseta mía —no me deja tiempo de hablar ya que ahueca mi rostro entres sus manos y me besa.

El beso es urgente y apasionado. Su lengua se acaricia con la mía hábilmente y sus manos abandonan mi rostro para trasladarse a mi cintura y pegarme más a su cuerpo.

—¿Crees que le quedó claro a ese tipo que eres mi novia? Tal vez debí besarte frente a él —dice contra mis labios y se me escapa una risa por ello.

—Creo que le quedó claro —digo separando nuestros labios.

—Pues me encargaré de dejárselo claro a todos. Eres mi novia. Mía y sólo mía.

Entonces, me vuelve a besar.