CAPÍTULO 14
«Y tú eres adorable »
Cuatro palabras, que han estado revolviendo mi pensamiento. Cuatro palabras, que no he podido sacar de mi cabeza, desde el momento en que Jaden las dijo.
Cuatro palabras, que me han hecho parecer una chiquilla enamorada, ya que al recordarlas, me hacen suspirar algunas veces; y otras más, me hacen quedarme perdida viendo hacia la nada, con una sonrisa boba en mis labios.
Debo admitir, que ayer después de que Jaden dijera eso, el ambiente se tornó tenso y extraño. Y todo lo que hacía, me hacía lucir una patética nerviosa ante su mirada. No pude evitar sentirme ansiosa ante su cercanía luego de eso. Sólo el hecho de sentirlo demasiado cerca, enviaba al caño mi sistema nervioso balanceado, y me hacía derretirme de los nervios y la ansiedad.
Tuvimos una larga conversación después de eso, tomamos café y creo que tratamos de aminorar la tensión del momento. Logré hacer desparecer los nervios, hasta que éstos se convirtieron en vergüenza, en miedo o ansiedad. No lo sé.
Jaden me pidió que le contara acerca de la dependencia de mi claustrofobia. Me puse renuente. Pero al recordar la forma en la que él tuvo confianza conmigo, y me contó lo de su hermano, accedí a contarle.
Me desahogué. Me liberé. Llore y me atreví a contar esa fobia en mi vida, que tanto odio. Él se limitó a escucharme, y no puedo evitar ruborizarme, al recordar la forma en la que cariñosamente me abrazó, después de haberle contado el accidente del incendio. Me ayudó a quedarme en el presente, después de que me quedé atorada en el pasado y me sentí demasiado afectada al revivir eso.
Le conté lo cobarde que he sido, por no poder enfrentar y superar mi miedo. Le conté el pavor que le tengo a todo lugar reducido, y la forma en la que me siento mal debido a eso. La forma en la que odio que la gente me vea con lástima, como si eso fuera una enfermedad terminal. La forma en la que otras me miran con disgusto, como si mi miedo fuese algo de dramatismo para llamar la atención.
Se comportó tan amable conmigo. Tan lindo. Que lo único que hice después, fue recostarme en su hombro y relajarme; mientras él, trazaba caricias en mi cabello. Ese fue un momento acogedor.
No puedo evitar repetirme una y otra vez, que nuestros acercamientos; últimamente, han sido demasiado frecuentes y cariñosos. Que, definitivamente, me estoy sintiendo de alguna u otra manera, atraída por él.
Y aquí está de nuevo. La sonrisa boba y nerviosa, pintada en mi rostro. ¿Es que no puedo pensar en Jaden sin ponerme así?
Alguien toca la puerta y me saca de mis cavilaciones. Me pongo de pie para ir a abrir. Estoy en el sillón, haciendo mi primera tarea de la universidad. Aunque justo ahora, no me siento tan concentrada. No he avanzado de la misma línea, desde hace como veinte minutos.
-Con permiso, señorita -Derian me da un beso en la frente y luego, me pasa de largo al instante en que abro la puerta. Lo sigo con la mirada, hasta que se sienta en el sillón personal y luego cierro la puerta.
-Creí que no vendrías -avanzo y me siento en el otro sillón, tomando mi laptop.
-Me cambiaron el turno. Por suerte, no trabajaré todo el fin de semana -se sienta con aire desgarbado y estira sus brazos.
Consiguió un empleo en la tienda The Golden's Cars. Ahí venden repuestos nuevos para autos. Además realizan servicio de enderezado y pintura. Ya entré al lugar y es bastante sofisticado, además que es el más reconocido en todo Westwood y él adora todo lo que tenga que ver con autos.
-¡Genial! Estarás en la fiesta de hoy entonces.
-Sí ya me enteré de esa fiesta. ¡Será genial! ¿Estarás ahí verdad?- pregunta alzando una ceja.
Guardo el documento que elaboro y cierro la laptop -Sabes que no me gustan las fiestas -ruedo mis ojos.
-Otra cosa que tenemos en común -Juri aparece en la sala. Por lo que noto, se acaba de despertar -. ¡Hola, Derian!- frota sus ojos con las manos y luce adormilada.
-¡Hola!- él saluda casual. Se conocieron hace unos días, cuando Derian llegó al trabajo.
-Bueno, volviendo al tema...- Derian capta mi atención de nuevo -¿Piensan en no ir al baile las dos?
-Pues yo no -digo desinteresada y cruzo mis piernas sobre el sillón.
-Tal vez, algo nos haga cambiar de opinión -Juri dice con un tono muy sospechoso y sé que algo trama.
-Eso espero. O si no, tendré que llevarlas a la fuerza -advierte él.
Juri y yo, reímos por el comentario de Derian. Ella se acerca a mí y en secreto, me susurra al oído para asegurarse que él no escuche -Tal vez un chico ojos azules, te haga ir a ese baile.
Me aparto bruscamente y entre cierro mis ojos cuando la veo y trato de reprimir una sonrisa -Tal vez un corredor te haga ir a ese baile también -digo en su oído en voz baja, de la misma manera que ella lo hizo.
-Derian... -Juri habla entusiasmada -, ¡creo que sí iremos a ese baile!- chasquea su lengua y me guiña un ojo.
Él nos observa, confundido sin entender nada de lo que acaba de pasar, pero luce fascinado -¡Excelente! ¡A celebrar esta noche se ha dicho!
**~**
-En serio mujer. ¿A qué horas piensas salir de ahí?- estoy ya aburrida. Juri lleva como media hora en el baño. Dijo que se maquillaría, pero parece como si se estuviera haciendo un cambio de look completo.
-¡Oye! Veré a mi corredor en esa fiesta. Lo menos que puedo hacer es ir presentable -masculla desde el interior del baño.
Ruedo los ojos, pero no puedo evitar reír. Llama corredor, al chico que le gusta. Porque según lo que me ha contado, compite en carreras de autos. Dijo que lo conoció el año pasado, cuando ingresó a la universidad. Y aún así, solamente han interactuado una vez.
Según me dijo también, el chico tiene un poco de fama de mujeriego. Pero aún así lo quiere, lo sé, por la forma en que habla de él.
-Es una pequeña fiesta. No vayas demasiado maquillada -me cruzo de brazos y me recuesto en la pared del pasillo.
Finalmente, la puerta del baño se abre y revela a Juri. Quien viste un entallado jeans azul negro. Una blusa mangas largas negra, que deja al descubierto su abdomen plano y unos tenis negros. Su cabello ondulado y pelirrojo, está suelto y cae hasta una poco debajo de su hombros.
-¿Y dices que no se ha fijado en ti? ¡Ese chico está ciego!- señalo con ambas manos su cuerpo de pies a cabeza.
-¡Gracias!- ríe -. Pues veamos si tu chico es tan ciego, como para no ver lo linda que luces esta noche -ella igual me señala.
No luzco atractiva, ni mucho menos me esmeré demasiado en mi presentación. Visto un jeans azul, ajustado. Un centro blanco, también ajustado; mi chaqueta de mezclilla, y traigo puestos mis viejos vans. Mi ondulado cabello está suelto y apliqué un poco de maquillaje: algo de rímel y labial.
-No es mi chico -aclaro y ella hace un desdén con su mano, para restarle importancia a mis palabras.
-Eso ya lo sabremos. Ahora bajemos o llegaremos tarde - brincotea por el pasillo, mientras me empuja por la espalda.
Llegamos al sótano del edifico y la música estalla en mis oídos, al instante en que entramos al lugar. Todo el sótano está lleno, más de lo que pensé que estaría.
Muchas personas bailan frenéticamente en el espacio central y otras más, están bebiendo cervezas, en una improvisada barra. Como es de esperarse en este tipo de fiestas, hay parejas ocultas en la oscuridad, que ya se calentaron demasiado.
Juri me toma del brazo -No te me pierdas, ¿de acuerdo? No quiero ni pensar en estar yo sola aquí.
Asiento, a pesar de que apenas escucho su voz por la música.
-¡Juri! ¡Heey!, ¡¡Por aquí!!- un chico la llama y ella me hala hasta llegar a él -. Que bueno que viniste -un chico de complexión atlética, ojos café claro, cabello castaño y bien vestido, aparece frente a nosotras.
Sé quien es él. Es el estúpido chico que estaba con Jaden el día del incidente en la lluvia. El que hizo el comentario burlista cuando me caí.
-¡Claro que tenía que venir!- Juri dice y me hala un poco más -. Ella es Alyssa. La nueva compañera de trabajo, de habitación y mi nueva amiga.
-Así que te llamas Alyssa, ¿eh?- claramente sé que está un poco ebrio por la picardía en su tono de voz -. Y eres la nueva empleada de la boutique, que casualidad volvernos a encontrar, ¿no crees?- por increíble que parezca, él me recuerda.
Para mi sorpresa y desgracia, él es el mismo idiota que me encerró en la bodega de la boutique.
Juri luce sorprendida y nos observa de hito en hito -¿Cómo? ¿Ustedes ya se conocían?
-¡No!- respondo tajante. No lo conozco demasiado, pero aún así, no me cae nada bien -. No lo conozco.
-No te reconocí el día que llegaste a la boutique -él ignora lo que he dicho -. De haber sabido que eras tú, a la que encerré en la bodega yo...
-¿¡Que hiciste qué demonios!?- una voz ronca, lo corta y nos hace voltear la vista hacia un lado.
Mi respiración se atasca. Mi pulso y mi corazón se paralizan, y regresan su ritmo, pareciendo que ambos compiten por ver quién se acelera más rápido que el otro. Es Jaden. Evan aparece al lado de él y sorpresivamente, las dos chicas que estaban en el grupo ese día de la lluvia también.
Juri me observa sin comprender nada de lo que sucede. Todos lucimos sorprendidos y nadie dice nada.
-¡Vamos, Mic! ¡Repite lo que dijiste!- la voz de Jaden, luce más ronca de lo normal. Luce como si estuviera enojado.
-¿Cómo?, ¿tú la conoces?- el chico tartamudea y luce sorprendido.
-¿Es cierto lo que dijo, Alys?- ignora por completo lo que Michael le ha preguntado -. ¿Te encerró en la bodega?- suena demasiado calmado, y su mirada fija en mí, no hace más que inhabilitar mi habla, por lo que simplemente asiento. -¡Vuelve hacerle una estupidez así, y te vas a arrepentir!- Jaden quita su mirada de mí, y espeta con enojo hacia Michael. Suena a una advertencia muy seria.
-A ver... ¿¡Qué demonios sucede aquí!?- una de las chicas protesta y se cruza de brazos -. ¿Y ella quién es? -la chica me observa de una manera despectiva.
Aparto mi vista de Jaden y observo a Meredit, quien luce igual de sorprendida que yo.
-Ella es Aly... -Evan se mueve de su lugar y se pone a mi lado. Luce como si quisiera aminorar la tensión.
-¿De dónde la conocen ustedes tres?- la otra chica, de cabello castaño, señala a los tres chicos.
Nadie responde, y eso no hace más que aumentar mis ganas de salir corriendo.
-¡Vamos! ¿No la recuerdan?- Mic es quien rompe el silencio y toda nuestra atención se dirige a él -. Es la chica de Los Angeles... -las dos chicas fruncen su ceño -el día de lluvia..., el golpe de Jaden..., su chaqueta siendo regalada... -habla como si por fragmentos, intentara hacerlas recordar.
Finalmente, la chica de cabello castaño es quien habla :- Y si es ella, ¿cómo es que parece que se conocen tan bien? Sólo se vieron esa vez, ¿o no?
No puedo más. Me quiero largar de aquí ahora mismo.
-Larga historia Esther. Te la contaré luego... -Jaden es quien habla, después de un largo tiempo de silencio en el que estaba. Se gira un poco más y queda justo frente a mí -. Que gusto que hayas venido, Alys -su postura es más relajada, al instante en que me mira a los ojos, y su voz ya es amable. Una sonrisa torcida se dibuja en sus labios y mi corazón se acelera con su gesto.
-S-Si -tartamudeo y odio hacerlo.
-Bueno, creo que una presentación no caería mal, ¿o sí?- puedo reconocer esa voz perfectamente. Es Evan.
Jaden se gira y hace un gesto, para que sus -creo que amigos- se acerquen más, de manera que quedamos en un pequeño círculo. Halo a Juri del brazo y la posiciono a mi lado. Creo que nota cuan nerviosa estoy, ya que aprieta mi mano.
-Ya conoces a Evan -Jaden me habla -. Veo que también a Michael. Ella es Esther -señala a la bonita chica cabello castaño -, y ella es Nathy -señala a la otra chica, quien es rubia -. Y chicos, ella es Alyssa -finalmente, Jaden me señala para presentarme a ellos.
No puedo evitar sentirme observada y eso me incomoda -Un gusto. Ella es mi amiga Juri -la acerco más a mí y ella saluda con su mano.
-Bueno ya que veo que nos veremos más seguido... -es Mic quien habla -, te ofrezco una disculpa por lo sucedido en la boutique.
-No hay problema -respondo seca y sin verlo.
-Mantente al margen con ella, ¿me oíste, Mic?- es Juri quien habla ahora. Y no sé por que le dice eso, pero lo agradezco.
Él levanta las manos -Claro, lo haré -se detiene -. Claro que lo haré -observa fijamente a Jaden y lo pasa de largo.
Ambas chicas se retiran con él sin decir nada. Obviamente, no les simpaticé.
-¿Bailas, Aly?- Evan me guiña un ojo y hace un gesto con su cabeza a la pista.
-Gracias, Evan. Pero la verdad no.
-No baila muy bien que se diga -Jaden alza una ceja y sonríe divertido.
-¿Y tú cómo lo sabes?- Evan luce incrédulo. Jaden no dice nada y se limita a observarme -. Ya lo sé... - dice -. Es otra larga historia que aún no sé -ríe y niega con su cabeza. No puedo evitar reír también.
-Bueno, no sé ustedes, pero si no hacemos nada más que estar aquí parados, ¡esta fiesta será un asco!- Juri dice y se aparta de mí, para avanzar hasta uno de los asientos en la "barra". Jaden, Evan y yo la seguimos hasta llegar a su lado.
Llevamos casi dos horas, riendo y hablando tonterías. Los cuatro hemos estamos aquí cerca de la barra y debo decir que la estamos pasando bien. Juri se está llevando bastante bien con los chicos y ellos, parecen hacer lo mismo. Mic y las dos chicas, no se han acercado para nada.
-¡¡No puedo creer que lo conozcas!!- Juri chilla emocionada, cuando Evan dice que conoce muy bien, a su chico corredor.
-¡Sí claro!, ¡puedo presentártelo si quieres!- Evan dice y da un sorbo a la lata de cerveza en su mano. Ha bebido un poco bastante al igual que Jaden.
Ambos se ven dominados por el efecto del alcohol, ya que no han parado de reír y actuar demasiado dinámicos.
-¡¡Por supuesto!!- dice emocionada.
-Creo que estaba en unas mesas por allá- Evan señala las mesas del otro lado y se pone de pie -¡Vamos!
-¡Ahora vuelvo!- Juri se pone de pie también -. Si no lo hago, nos vemos en el apartamento, ¿si?- no espera respuesta y con una sonrisa radiante se marcha.
-En serio tu amiga es rara -Jaden dice con aire divertido -. Pero es agradable.
-Lo sé. Pero aún así, es una excelente amiga -me encojo de hombros.
-¿Segura que no quieres una cerveza?- me observa mientras da un sorbo a la suya. Luce aparentemente sobrio, pero creo que ya tomó bastante.
-¡Sí!, ¡Segura!- finjo una mueca de asco cuando el traga el líquido y aprieta sus labios.
-¡Haré que tomes una!- hace una señal al chico detrás de la barra, para que le dé otra cerveza.
-¿¡Qué!? ¡No!, ¡de ninguna manera!- protesto.
El chico le pasa la lata llena y él la pone frente a mí -No tienes opción -lo observo incrédula -. O es la cerveza o un baile conmigo -me guiña un ojo.
Abro mi boca con indignación. No puedo creer que me esté chantajeando.
-¡¡Creo que bailaremos!!- se pone de pie y me insinúa ir a la "pista".
Suspiro y lo observo con disgusto -¡Eres un tramposo!- odiosamente, tomo la lata de cerveza en mi mano y la llevo hasta mi boca.
Pienso unos segundos antes de dar el trago, pero lo hago. El sabor amargo se esparce en mi boca y aprieto los labios. El líquido quema cuando baja por mi garganta y empuño mis ojos. No es la primera vez que tomo una, pero tenía mucho de no hacerlo. Los abro nuevamente y Jaden me observa divertido.
-¡Debiste ver tu cara!- se burla y ríe un poco -. Bueno... ¡Salud!- levanta su lata y la extiende hacia mí -. ¡¡Vamos!!, ¡Brinda conmigo! Tienes que acabarla o tendremos que bailar -señala la lata en mi mano y la levanto hasta chocarla con la suya.
-¡Creo que te quedarás con ganas del baile! -le digo en tono de burla y le guiño el ojo. Doy otro trago y no puedo evitar hacer la misma mueca, que hice anteriormente. Sin embargo, le demostraré que puedo tomarme la cerveza completa, así que sigo dando tragos pequeños.
El volumen de la música aumenta y él se acerca un poco a mí para que lo pueda escuchar-¿Podemos salir?- lo observo confundida -. Vamos afuera -su aliento choca en mi mejilla y siento el olor a cerveza.
Asiento y doy un último trago a la cerveza y la dejo en la barra. Camino a su lado mientras avanzamos a la salida. Cuando salimos del sótano, la brisa helada me golpea, erizando mi piel. A pesar de traer mi chaqueta, siento frío.
-Mañana quiero llevarte a conocer un lugar. Espero puedas venir conmigo como prometiste -su voz es ronca y profunda. Se gira para observarme.
-Claro, no tengo planes para mañana -me encojo de hombros.
-Pues ya los tienes conmigo -se detiene, cuando llegamos a la escalera de incendios de la parte trasera del edifico.
Sonrío y asiento -De acuerdo. ¿A dónde iremos?
-Es secreto -me guiña un ojo e intenta recostarse en la pared, pero tambalea un poco. Ahora que lo veo, creo que ha bebido varias cervezas, como para estar mareado.
-¿Cuántas cervezas te has tomado?- me cruzo de brazos.
-¡Las suficientes!- se encoje de hombros -. Pero tranquila. No hago nada malo cuando estoy ebrio -se acerca un poco y tambalea una vez más riendo -. Sólo hago cosas buenas. ¡Realmente buenas!- ríe socarronamente y se acerca un poco más.
No puedo evitar reír por su comentario, que se me antoja picaresco. Pero es bromista y hoy el alcohol, lo hace que sea mucho más.
Está demasiado cerca. Tanto, que puedo sentir su respiración en mi mejilla. Mi parte sensata, me dice que me aparte y sin embargo, estoy aquí. Inmóvil. Observándolo, mientras su mirada está fija en mí y su rostro está demasiado cerca debido a que se ha inclinado.
-¿Ya te había dicho que eres realmente bonita?- su aliento tan cerca, me eriza la piel.
-Jaden, creo que sí estás ebrio -río e intento darle una explicación a esto que me está diciendo y que está alterando mi sistema nervioso.
-¿No has oído decir, que los borrachos siempre dicen la verdad? Pues lo estoy haciendo. ¡Eres bonita!- se acerca más y una de sus manos se aferra a mi cintura.
No sé que rayos piensa hacer pero no quiero averiguarlo -Jaden, ¡en serio estás borracho!- coloco mis manos en su pecho para alejarlo, pero el avanza más hacia mí y me hace retroceder unos pasos.
Luce ebrio. Y a la vez, luce como si realmente supiera y estuviera consiente de lo que está haciendo. Afloja su agarre de mi cintura, pero da otro paso hacia mí. Yo doy un paso más hacia atrás, pero mi pie topa con el borde de una acera.
Me tambaleo un poco hacia atrás y de pronto, Jaden coloca sus dos manos en mi cintura de nuevo y hala de mí hacia él, evitando que caiga sentada.
Mi cuerpo choca con el suyo y al alzar mi rostro, el suyo me queda a escasos centímetros. Sus ojos azules me observan fijamente y una sonrisa se dibuja en sus labios -¿Ves cómo extrañamente, siempre hay algo que nos acerca de esta manera?- su nariz casi roza la mía -. No sé lo que sea, pero espero que siga estando ahí. Porque no me lo sé explicar, pero tengo la necesidad de tenerte siempre cerca.
Su voz es ronca y casi un susurro. Sus ojos se han oscurecido. Siento que el aroma a su loción me droga, invitándome a algo indebido, tal vez. Mi corazón no para de latir como si quisiera huir de mí. Fugazmente, su vista se posa en mis labios y luego en mis ojos de nuevo.
-Jaden, y-yo... -no sé qué decir -. Creo que estás muy ebrio y no quiero que hagas algo, de lo que mañana cuando estés sobrio te arrepientas.
Se acerca un poco más y por un segundo creo que va a besarme; sin embargo, solamente deposita un fugaz beso en mi mejilla, casi acercándose a mi boca. A penas siento sus labios en mi piel, pero mi respiración se atasca y me siento petrificada. Finalmente se aleja de mí y suelta su agarre de mi cintura. Sentir que se aleja, se siente como un rechazo doloroso. Pero no lo culpo. Yo acabo de decirle que lo hiciera.
Su expresión está en blanco y me observa, llevando su mano a mi mejilla en la parte donde me besó -Si mañana no recuerdo esto, por favor, ¡hazme recordarlo! ¡Buenas noches, Alys!- sin decir más; retira su mano, se da la vuelta y aunque tambalea un poco, regresa al sótano.
Me quedo abrazándome y maldiciéndome por lo que acabo de hacer.
Ni si quiera sé qué hice.
Ni siquiera sé, qué iba a hacer él.
No sé si me arrepiento por dejar que llegara hasta este punto. O me arrepiento por no haberlo dejado llegar a más.
No sé si actuaba bajo los efectos del alcohol. Pero definitivamente; después de hoy, Jaden y yo, no nos veremos de la misma manera. No cuando sus intenciones claramente eran besarme.
¿¡Y yo!?, ¡Maldición!, ¡Yo quería que lo hiciera!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro