CAPÍTULO 11
Literalmente, siento que mi cabeza duele. La pobre chica a mi lado, debe estar harta de mí. Harta de explicarme cientos de veces: ¿cómo se hace un ticket de compra?
Inicié mi primer día de trabajo, a las 9:00am.
La señora Eleonor, quien me entrevistó y es mi jefa, asignó a una chica llamada Juridieth, el tedioso trabajo de asesorarme. Estar en caja será mi responsabilidad, por lo que lleva cerca de una hora, tratando de explicarme el sistema.
—¿Está bien así?— pregunto temerosa. Siento que cuando menos lo espere, la chica me enviará a la mierda.
—¡Exacto! ¡Si ves cómo no es tan difícil!— sonríe tan serena. Su radiante sonrisa me dice que es una chica paciente. Veo que no la saqué de sus casillas, aún cuando es un fastidio asesorarme.
Suspiro aliviada —Eso creo. Y gracias por..., tenerme paciencia.
—Tranquila, no es nada— me quita del frente de la computadora y borra el documento de prueba, que acabo de elaborar —.Deberías haber visto cómo fue mi aprendizaje.
—No creo que más estresante que el mío —hago una mueca de cansancio.
—No lo creas. Yo a penas podía usar una computadora. Nunca tuve una en casa...— se ríe —Ahora imagina el trabajo que me costó aprender este sistema.
—Bueno. Creo que sí fue más estresante —ella ríe aún más —¡Es broma!— aclaro.
—No hay problema. Créeme, soy un dinosaurio aprendiendo de tecnología.
No puedo evitar reír a carcajadas y ella igual —Pero mírate ahora, me enseñas a mí.
—Sí. ¡Jamás pensé llegar tan lejos!— dice con aire triunfante —En fin, dime... ¿estudias?
Le ayudo a quitar unos paquetes de revistas, que están sobre el mostrador y la sigo a donde se dirige —Sí. De hecho empiezo la semana que viene en la universidad local.
Voltea sorprendida —¡No! ¿En serio? También estudio ahí.
—¿Qué estudias?
—Segundo año de publicidad —se adentra en una habitación.
—Genial. Yo empezaré mi primer año en relaciones internacionales.
Ella empieza a colocar los paquetes en un módulo —También es genial. Esa carrera llamó mucho mi atención, pero no soy buena aprendiendo idiomas. Y dime: ¿dónde vives?— se gira y toma los paquetes que yo cargo. —Disculpa si soy un poco preguntona.
—No hay problema. Es bueno tener con quien charlar — me encojo de hombros. —Estoy viviendo en Golden.
Ella se recarga con su espalda en el módulo —No te puedo creer. ¡Yo igual!
Me sorprende, no recuerdo haberla visto —Qué pequeño el mundo, ¿no crees?
Ella asiente feliz. Alguien llama a la puerta y ambas volteamos a ver —¡Chicas deben salir!— Emma, otra empleada, nos llama.
Ambas salimos y Juridieth, se encamina hacia una mujer que observa un vestido, para atenderla.
—Juridieth... ¿y yo qué hago mientras tanto?— me quejo porque no tengo idea de qué hacer ahora. Aún no sé cómo atender a alguien, y mucho menos facturo.
—Puedes llevar eso a la bodega —señala una caja —.Y dime Juri.
Asiento y tomo la pequeña caja. Luego avanzo, hacia donde se me indicó que está la bodega.
Doy un par de giros entre pasillos. Finalmente al fondo, hay una puerta. Debo decir, que luce tenebrosa. Una risa burlona me asalta, cuando comparo la puerta con la de una escena en una película de terror. Siempre es la puerta, en el pasillo al fondo.
Al abrirla, me encuentro con una extremadamente: pequeña bodega. El espacio es demasiado reducido, tanto, que apenas calculo caber. A esto le sumo todas las cosas que le quitan el poco espacio.
¡Maldita claustrofobia!
Me invade, aún y cuando ni siquiera he entrado al lugar. Pero odio tener que hacerlo. Cajas parecidas a la que traigo, están hasta el fondo. Por lo que no podré lanzarla desde la entrada como quería.
Tomo una inspiración profunda y me obligo a entrar. Me voy directo al fondo del estrecho espacio y coloco la caja. Siento asfixia, debido a mi respiración desesperada, y los latidos de mi corazón, se han acelerado de una manera sorprendente, por lo que me apresuro a salir.
Cuando me giro, alguien cierra la puerta y corro para golpearla.
«¡No. No. No! ¿¡Qué demonios!? No puedo estar aquí. ¡No encerrada!» mi corazón se acelera aún más y la asfixia aumenta. «¡Maldición!, ¡Estás encerrada Aly!» mi subconsciente está aterrado.
Golpeo la puerta pero no abre.
—¿¡Alguien me escucha!?— grito desesperada, pero nadie responde.
Todo está oscuro y apenas puedo ver la puerta frente a mí. Sigo golpeando y la desesperación se apodera más de mí, cada segundo. Me siento mareada. Necesito salir o en unos minutos más, voy a desmayarme.
—¡Necesito salir! ¡¡Auxilio!!— grito casi llorando y la puerta se abre. Salgo lo más rápido que puedo y choco contra el cuerpo de alguien.
—¿¡Estás bien!?— la voz de Juri suena preocupada. Levanto mi vista hacia ella, quien me observa con su ceño fruncido —¿Qué pasó? Estás pálida.
Mi respiración es jadeante y agitada. Torpemente asiento. Me toma unos instantes, empezar a relajar mi respiración y lograr tranquilizarme a mí misma.
—Oye, fue una broma. ¡Disculpa!— la voz de un chico llega a mí, pero no giro para verlo.
Escucho que parece reír un poco. El idiota se ríe y yo estoy asustada hasta la mierda. Pero ahora, también me siento enojada con él. Realmente fue una broma estúpida.
—En serio... disculpa, no pensé que...
—¡¡Cállate!!— lo corto de golpe, y me muevo de mi lugar, avanzando por el pasillo.
—¡Oye!— creo que es Juri, quien me llama —¡Hey, Alyssa! ¿Segura que estás bien?
Me detengo y giro para verla —Sí. Lo siento por eso...— señalo atrás de ella —.Yo..., sólo estaba alterada.
—Lo noté. Pero más bien, parecías aterrada —se cruza de brazos.
—Sí lo estaba. Es que yo...— me detengo para pensar si confesarme ahora. No creo que sea necesario mencionar mi maldita claustrofobia —.Es una larga historia —suspiro.
—Te cuento un secreto: ¡Soy buena escuchando largas historias!— se señala a sí misma con ambas manos.
—¡Gracias!— le sonrío. —Pero creo que será en otro momento.
—Entiendo. No es buen lugar ahora —avanza hasta mí y me hala del brazo para ir a la sala de ventas —.Pero cuando necesites hacerlo, solo dime.
—Claro, y gracias —suspiro —.Creo que he tenido demasiado estrés últimamente. Es la primera vez que me mudo, y la primera vez que trabajo. Todo es desconocido para mí en este lugar. Es bueno tener una..., amiga— sonrío tímidamente.
—¡Oye! Me agrada eso... ¡Amiga!— me golpea juguetonamente en la cadera y ambas reímos.
El día entero, pasa demasiado rápido a mi parecer. La boutique pasa llena casi todo el día, lo cual, ha influido en no hacerme sentir el tiempo.
He aprendido mucho más: hacer tickets y hacer cierres de caja. Además, Juri me enseñó la mayoría de lo que venden. Son muchos modelos en vestidos, blusas, faldas y jeans. Además, de la ropa para caballero. El calzado tanto como para dama, como para caballero, es realmente extenso.
También venden accesorios como: relojes, collares, bolsos y carteras, entre otros. Todo, bastante costoso en realidad. Yo no podría comprar ni un simple collar, sin quedarme sin nada de dinero.
También aprendí, el tipo de compañeros que tengo. Emma, es una rubia un poco antipática, Juri dijo que tenga cuidado con lo que hablo con ella. También está Mary, es un poco más amigable; pero igual, Juri dijo, que no confíe en ella. De hecho, aclaró que no confíe en nadie aquí.
Respecto a ella, me dijo que ella es de esas personas, que se ganan la confianza de alguien; lo cual, me motivó a ser a ella, a la persona a la que más me acerque.
Y en fin, ese es el grupo de personas con las que trabajaré. Además dijo que, ocasionalmente; viene Michael, el tonto que me encerró en la bodega. Él es como el encargado de trasladar la mercadería, por lo que no pasa en la boutique.
Son las 4:11pm y según me indica Juri, nuestro turno ha terminado. El lugar cierra a las 9:00pm, pero los turnos son variados, debido a que la mayoría de empleadas estudian.
—¿Quieres que te lleve? Traigo mi auto— Juri recoge su rojiza cabellera en un moño.
—No gracias. Iré en autobús.
—De ninguna manera. ¡Vamos! Vivimos en el mismo edificio. Puedo llevarte —ahora, pasa una toalla húmeda para limpiar su cara.
Ella es una chica bastante atractiva. Su cabello es rojizo natural, me parece un lindo color. Sus ojos color avellana y su piel es bastante clara; sus mejillas son adornadas, por diminutas pecas. No es muy alta, más bien es de mi estatura; su cuerpo, tiene notables atributos. Mucho más que el mío.
—Si tú insistes— me encojo de hombros.
—Bien. Vamos entonces, Aly...— se gira —,puedo decirte Aly, ¿verdad?
—Claro. ¡No hay problema!
—Bien —sonríe y toma su bolso —¡Vamos!
Salimos del cuarto de empleados y Juri me guía a la salida de atrás. Aclara que sólo puedo entrar y salir por ahí. No sé el motivo, peor no pregunto. Al salir del local, pasamos el solitario callejón y nos dirigimos a los autos que están estacionados, al salir a la calle principal.
—Lindo mi auto, ¿no crees? Es un Chevelle —golpea en el capó. Es bastante bonito en realidad. Es color negro, lo cual lo hace lucir más llamativo.
—¡Lo es!— lo admiro un poco más —Tienes buenos gustos.
—Mi papá me lo regaló el año pasado. Justo cuando vine a estudiar —abre la puerta del conductor y entra. Luego quita el seguro de la puerta del lado del copiloto y yo la abro para entrar.
La tapicería de los asientos y de todo el interior, está muy bien cuidada. Me coloco el cinturón y ella enciende el motor. Salimos de donde estaba estacionada, rumbo a Golden.
—¿En qué piso vives?— pregunta sin retirar su vista de la calle.
—En el tercer piso, ¿y tú?
—En el cuarto —se detiene cuando llega a un semáforo —¿Tienes compañera de apartamento?— voltea hacia mí.
—No. Aún no llega nadie. Supongo que esta semana puede que se llene el lugar. Ya pronto inician las clases.
—Puede que sí— continúa el camino, cuando el semáforo da luz verde —¿No quisieras tener una loca compañera en tu apartamento?
Puedo asegurar, que sé lo que está pensando y no me molesta la idea. Ella es realmente agradable. Una excelente persona, para que sea mi compañera de apartamento.
—Claro que me gustaría. Pero, ¿dónde podría encontrar una persona tan loca como yo?
Ella ríe a carcajadas —¿Me puedo auto recomendar?— dirige un segundo su vista hacia mí y yo asiento, entonces, voltea de nuevo hacia el frente y prosigue :—Parezco demente, pero estoy en mis cabales. Soy aseada, ordenada. No fumo ni bebo, y no es por presumir... —hace una pausa y me observa un segundo —,pero sé cocinar delicioso y lo mejor de todo...— cambia la velocidad, cuando giramos hacia la derecha —,no ronco.
No puedo evitar reír a carcajadas, realmente me agrada. Veo al frente y puedo ver ya el edificio donde vivimos —Eso si que es bueno, no me gusta dormir con arrullos incómodos —bromeo —Y creo que necesito probar algún platillo. Sólo para asegurarme.
—Ayúdame a mover todas mis cosas a tu apartamento, y juro que te haré una exquisita cena — observa al frente, para asegurarse de estacionarse bien.
—¡Hecho!— acepto, porque estoy segura de que es buena idea, que ella sea mi compañera de apartamento.
—¡Hecho!— canturrea feliz y apaga el motor.
Antes de que pueda decir algo, mi teléfono suena y lucho por sacarlo del bolsillo delantero de mi jeans.
Odiosamente, sigue siendo involuntario, el hecho de que mi corazón se acelere, cada vez que veo como remitente, el nombre de Jaden.
—¿Si?— respondo, llevando el aparato a mi oreja.
—Hola bonita... ¡A-Alys!— se corrige inmediatamente y eso me causa risa. —Con que bonita, ¿eh?— una voz divertida, se escucha más allá de la bocina y sé de quién es.
—Evan...— mascullo divertida.
—El mismo...— su voz es lejana. Se escucha un ruido, como si estuvieran forcejeando el teléfono entre ellos y no puedo evitar reír —¡Dámelo!— es Jaden —¡Como quieras! habla con tu..., bonita. ¡Adiós Aly!— Evan se burla, y a pesar de que no los tengo enfrente, no puedo evitar sonrojarme.
Evan lo recalca. Jaden me dijo bonita. De nuevo. Se está volviendo una costumbre en él.
Juri ha bajado ya del auto, por lo que lo hago también —¿Ya acabaron de pelear?— bromeo esperando una respuesta en el teléfono.
—Sí. ¡Ya lo dejé en su lugar!— es Jaden. —Disculpa, llamaba porque quería saber, si tienes algo que hacer esta noche.
Mi pulso se acelera y a pesar de que -odiosamente- quiero verlo, no puedo —¡Oh! De hecho sí. Ayudaré a mi nueva compañera de apartamento a mudarse...— giro hacia Juri, quien está recostada en el capó del vehículo.
—Mmm entiendo— se queda en silencio —.Es que..., bueno yo... —parece nervioso —yo tenía pensado llevarte a conocer un lugar. Habrá un evento ahí, que quiero que veas.
—Lo siento. Pero, ¿puede ser otro día?— me siento triste por no poder ir, a pesar de que no debería sentirme así.
—¡Claro! Ahora que lo mencionas, habrá otro evento igual dentro de dos semanas. ¡Pero promete que irás!— advierte.
No sé a donde pero acepto —¡Lo prometo! ¡Iré!
—Bien. ¡Más te vale cumplir, Alys!
—Yo siempre cumplo mis promesas, ¿¡okay!?— me defiendo —¡Adiós!— sin decir más, espero a que Jaden se despida y cuelgo la llamada.
—Alguien se puso nerviosa y sonrojada con una llamada— Juri se acerca y me golpea juguetonamente en la cadera. Es costumbre en ella. —¿Quién era? ¿Algún pretendiente?
—¡Claro que no!— digo inmediatamente. —Bueno..., yo no lo veo así.
—¡¡Aún no se declaran!!— chilla emocionada —.Tendrás que contarme esa historia también. ¡Ahora en la noche!
—No. No hay una historia. ¡No hay nada que contar!— me cruzo de brazos y trato de ponerme seria pero fracaso, ya que claramente, reprimo una enorme sonrisa.
—Claro que sí. ¡Esa sonrisa lo dice todo!— me señala aún más divertida. —Y lo quiero con todo y detalles —me hala del brazo camino al edifico —.Me cuentas y prometo contarte algo mío que sea interesante, ¿de acuerdo?
Niego con mi cabeza pero acepto. No puedo evitar reír, cuando ella empieza a hablar, acerca de estar emocionada; porque según ella, daremos el primer paso hacia una grandiosa amistad: basada en confianza y sobre todo, historias emocionantes.
Pero me siento nerviosa y ansiosa. Será la primera vez, que le cuente a alguien esa historia tan extraña, que ha surgido entre Jaden y yo.
Será la primera vez, que diga en voz alta, lo que creo estar sintiendo por él.
¿Qué siento por él?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro