El cigarro,
El segundo puesto entre mis peores vicios.
El primero, por supuesto, es pensar en cosas que no debo.
Ya van varios años en que el humo y la nicotina me hacen compañía en las frías noches, en los tristes días.
Ni siquiera me he esforzado por dejarlo.
Tal vez me sienta bien pensar que me estoy matando poco a poco
Ya que no tuve los cojones de hacerlo rápidamente, de una sola vez.
Tal vez soy solo una terca poniéndose tontas excusas a sí misma.
Como sea, aquí seguiré cada madrugada de insomnio
Prendiendo fuego a mis ideas, aspirando decepciones y exhalando gritos ahogados;
Quizás hasta que encuentre algún otro vicio que me consuma con mayor velocidad, pero que si me permita dormir.