/=======|Capítulo 55: Nuestro Epílogo|=======\

Capítulo Final.

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Ochaco

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Aun recuerdo el día que supe que mi corazón latía sin control, por Izuku Midoriya. Por Deku.

Aquella vez que saltó a salvarme, sin esperar nada a cambio. Arriesgando no solo sus puntos para entrar a la UA. Sino también, arriesgando su propia vida al saber que su don era destructivo.

Verlo correr hacia el peligro, hizo que algo empezara a florecer, como un árbol de cerezo.

No pasó mucho, para que esa hermosa semilla que fue plantada en mi corazón empezara a crecer lentamente.

El día en el campamento cuando fuimos atacados, sentí un dolor inmenso en mi corazón, verlo herido, verlo sufriendo. Hacía que algo se rompiese dentro mio.

Luego, mis sentimientos fueron aclarados, cuando Mina. Hizo aquella pregunta "¿Es Midoriya el que te gusta?" Aquella pregunta hizo que me pusiera nerviosa empezando a flotar por toda la sala.

Mientras mis amigas, intentaban saber más al respecto. Yo desvié mi mirada viendo a Deku, entrenar fuera de los dormitorios haciendo que mi corazón latiera al verlo, era como una brisa pacífica y hermosa la cual hacía que todo dentro de mi, se volviese loco.

En ese momento. Lo supe y se me aclararon mejor mis pensamientos. Estaba enamorada de Izuku Midoriya. De Deku.

Ahí fue cuando, supe que aquello que sentía al verlo con otras chicas y ver que él se llevaba de una buena manera. No eran más que celos que ocultaba sin siquiera saberlo.

Lo admiraba. Admiraba todo de él. Siempre buscaba proteger al resto sin importar si él salía herido. O peor. Lo vi como lentamente se convertía en héroe, se convertía en el más grande de todos.

Y agradezco a la vida que me haya dado esta hermosa oportunidad de verlo crecer como héroe y como persona.

El punto de inflación, cuando supe que tuve que dar yo el paso, por que tal vez no podría ver lo que yo sentía o que solo él no sentía lo mismo, fue luego de la batalla contra Toga.

Quería decirle cuánto lo amaba, cuánto amaba a Deku. Pero...

No pude...

La noticia de que él había desaparecido durante la batalla contra All For One. Hizo añicos mi corazón. No había día, hora o segundo que buscaba desesperada aunque sea una pequeña pista de su paradero.

No quería rendirme. Rendirme era darlo por muerto. Y yo sabía que no lo estaba, aún tenía cosas que contarle, cosas que hacer. No podía simplemente irse sin más.

Hasta que un día, apareció. Pero no como me hubiese gustado, regreso siendo un lacayo de la Sala Roja. Peleamos varias veces e incluso peleé junto a él. Esos días fueron los que más amé, lamentablemente...

Esa alegría no duró mucho, cuando él tuvo que irse, porque aun sentía resentimiento con su pasado que lo carcomía por dentro.

Lo tuve cerca. Sabía dónde estaba, pero jamás se lo dije a nadie, porque sabía que si lo traicionaba, lo perdería y eso no lo quería, había sufrido ya mucho al no saber nada de él. Pero en ese instante tenerlo cerca reconfortaba mi corazón, sanar aquellas heridas que no podía sanar antes de que el regresase.

Todo cambió una mañana, en la cual me vi obligada a irme. No porque quisiese si no porque era necesario para ambos. Para proteger un futuro a su lado.

Me duele no haber sido sincera, pero debía hacerlo. Debí hacer todo esto por nuestro futuro.

Cuando recibí el llamado del profesor Aizawa, para que me uniese a ellos para rescatar a Deku. No dude en decir que si, debía hacer que volviese para así cumplir nuestro sueño. No me importaba el costo.

Aunque me costase la vida.

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Narrador

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El chirrido de piel siendo perforada acompañado del sonido de un disparo captó la atención del peliverde, este consternado regresó a ver detrás suya solo para ver con horror lo que sucedía.

Midoriya: ¡OCHACO! — Grito desesperado.

Detrás suyo, la castaña se interponía entre medio del pecoso y Dreykov siendo ella quien recibió el disparo.

La frustración y el enojo, hizo que Midoriya actuara rápidamente, consumido por la ira tomó su espada y la arrojó contra Dreykov atravesando el cráneo de este matándolo en un instante.

Las feromonas del villano no surtieron efecto gracias a la adrenalina que tenía el pecoso en su cuerpo, la cual rápidamente se tranquilizaron al ver caer a su amada.

Sin cuestionarse o esperar que alguien llegase, se acercó a ella viendo en donde le había dado la bala aorta abdominal causando un sangrado.

Midoriya: Nonono — Repitió con voz temblorosa tomando a Ochaco entre sus manos.

Ochaco: De...ku... — Dijo débilmente respirando de forma lenta.

Midoriya: ¡No hables! tengo, tengo que suturar la herida — Dijo desesperado empezando a buscar una forma de ayudar a la chica, pero en la desesperación y el shock apenas y el chico podía pensar en alguna solución.

Ochaco: Ya es tarde... para mi...

Midoriya: ¡No hables! solo, solo déjame pensar.

Vio nuevamente a sus alrededores viendo que no había nada, solo escombros y polvo.

Ochaco: Sabía que esto pasaría.

Midoriya: Por favor... — Sus ojos empezaron a soltar lagrimas sin parar viendo como su amada yacía en sus brazos moribunda — ¡Que alguien me ayude! — Grito al cielo con esperanza de que alguien llegase.

Ochaco: Deku...

Midoriya: Solo deja que se me ocurra algo...se que... se que lo resolveré — Dijo entre cortado.

Ochaco: No... no... no puedes resolverlo todo, Deku...

Midoriya: ¡Pero si quiero hacerlo contigo!

Ochaco: Deku...

Midoriya: No puedo... no quiero perder a la mujer que amo — Apretó ligeramente el cuerpo de la chica sintiendo como este se empezaba a enfriar.

Ochaco: Nunca me perderás... estaré aquí — Con su mano lentamente toco el pecho del chico en el lugar donde habitaba su corazón. Haciendo que éste empezase a llorar desconsoladamente al ver aquella acción de su amada.

En ese momento, nuevamente el mismo sonido apareció en los recuerdos de la castaña. Un hermoso sonido el cual le hizo recordar lo que tanto tenía que decirle.

Ochaco: Deku... necesito... necesito decirte algo...

Midoriya: Guardatelo cuando estemos en la cabaña. Está al lado de un hermoso río, junto a hermosos árboles frondosos... ahí envejeceremos juntos — Dijo consumido por lágrimas y dolor.

Ante la respuesta de su amado, Ochaco sonrió una sonrisa débil la cual reflejó lo que ella sentía por Deku.

Ochaco: Así que lo cumpliste... me alegra saber eso... pero esto no puede esperar...

Sin más opción o argumentos, Midoriya asintió tragando pesadamente saliva conteniendo las lágrimas para oír a su amada.

Midoriya: Arg... bien...bien... eh... esta-esta bien... dime amor mio...

Ochaco: Acercate...

Al acercarse, Ochaco le reveló la verdad a Midoriya. La verdad de todo lo que sucedía, lo que en realidad estaba pasando todo este tiempo. Al enterarse de la verdad, sus ojos empezaron a lagrimear con más rapidez, seguidamente observó el cuerpo de Ochaco viendo como este parecía perder lentamente su fuerza, haciendo que Midoriya entrara aún más en desesperación.

Midoriya: NO, NO ¡NO! ¡NO PUEDES IRTE!

Ochaco: Este es el final del camino... amor mío... agradezco cada minuto a tu lado... no me arrepiento de lo que viví...

Midoriya: ¡P-por favor no! ¡Por favor que alguien me ayude! ¡Quien sea! Dios no te lleves al amor de mi vida! ¡Llévame a mi en su lugar! — Rogo viendo el cielo esperando un milagro divino — ¡TE LO PIDO! ¡TE LO RUEGO! ¡NO TE LLEVES A MI OCHACO! ¡LLÉVAME A MI!

Los gritos del chico eran audibles hasta cierta distancia, mientras gritaba abrazaba con fuerza el cuerpo de Ochaco la cual estaba lagrimeando al no poder cumplir el sueño que tenía al lado de su amado.

Ochaco: Perdón Deku...

Midoriya: No me dejes, te lo ruego ¡Pagaré lo que sea! ¡Lo que sea maldita sea! ¡Mi alma! ¡Mi vida! ¡No me importa solo no se la lleven! ¡No me la quites de mi lado! — Grito abrazando con fuerza a Ochaco.

Ochaco: N... te... no te sientas mal... por mi ida... estaré siempre a tu lado... siempre...

Midoriya: No te vayas te lo pido — Rogó esta vez con voz más baja sollozante.

Ochaco: Deku... ¿dónde estás...? no puedo... no puedo verte...

Midoriya cayó sus gritos de súplica y de dolor, tomando la mano de Ochaco apretando fuertemente para mostrarle que estaba a su lado.

Midoriya: Aquí estoy... estaré aquí... estaré aquí contigo... no me iré de tu lado... siempre estaré a tu lado... en cada parte del mundo... en cada universo... estaré a tu lado...

Ochaco sonrió ante ello, sintiendo el poco calor que ella ya podía sentir que el pecoso le estaba transmitiendo con su tacto.

Ochaco: Me alegra... me alegra saber... saber eso... gracias... amor mío... por todo lo que hiciste... por ser mi más grande héroe...

Midoriya: No importa que... no importa quienes... yo siempre...

La escena se corta, no dejando saber que era lo que Midoriya tenía pensado decir al final, ahora se mostraba a la Clase A bajando de las naves empezando a buscar desesperados entre los escombros o por los cielos a sus amigos.

Bakugo: "Nonononono, no puedo dejar que se vuelvan a ir... Deku... Ochaco... por favor aparezcan" — Pidió en sus pensamientos quitando escombros.

Shoto: ¡Alguien viene de ahí! — Todos los presentes voltearon a ver en donde señalaba el bicolor.

La clase sonrió al ver como, Midoriya aparecía, su alegría no duró mucho cuando todos presenciaron como en brazos del pecoso sostenía un cuerpo el cual estaba con piernas y brazos holgeantes.

Tsuyu: No... — Cayendo de rodillas empezó a llorar desconsoladamente.

El resto le siguió el llanto descontrolado cuando vieron que el cuerpo que sostenía Midoriya, era el de Ochaco la cual sonreía pero sin vida.

Midoriya continuó su camino pasando por en medio de la clase la cual no podían creer entre lágrimas que su compañera y amiga se había ido de esta vida.

Bakugo: Deku... — Llamó a su amigo haciendo que este se detuviera en seco.

La mirada de Deku era fría, sin emociones. Esperó pacientemente a su amigo a que le dijera algo o alguien que le dijera algo pero nadie habló, sin más. Midoriya continuó su camino en dirección al horizonte.

Al final, la Sala Roja le arrebató algo más antes de irse. Le arrebató a su amada.

Corte de escena. Semanas después, en un lindo vecindario, podemos ver a Midoriya viendo las casas atentamente encima de un techo.

Bakugo: ¿Porque querías verme? — Preguntó apareciendo detrás del peliverde.

Midoriya: Quería disculparme por todo lo que ha pasado en este último año. Me comporte como un soberbio y un cretino.

Bakugo: No te culpes por ello, sufriste mucho en silencio. Tanto que no quisiste que tu dolor también nos golpease.

Midoriya: Los hice pasar por un infierno y la vida de Ochaco fue el precio a pagar — Comentó con tristeza.

Bakugo: ¿No te haré cambiar de opinión de que no tienes la culpa verdad?

Midoriya: Yo soy el culpable de todo esto. Nadie más que yo es el culpable. Esa es la dolorosa realidad.

El pelicenizo se acercó al pecoso poniéndose a su lado viendo de igual forma aquel lindo vecindario. Se formó un silencio entre ambos mientras veían caminar a las familias.

Bakugo: ¿La culpas por que te mintió? — Pregunto rompiendo el silencio.

Midoriya: No, fui yo su mayor carga emocional. Cargo demasiado para sí misma. tanto que no quería hacerme más daño del cual ya estaba sufriendo.

El pelicenizo asintió levemente entendiendo las palabras de su mejor amigo.

Bakugo: ¿Volverías con nosotros? se acabó todo esto... ya no es necesario que sufras en silencio.

Midoriya:No, aunque mi venganza ya fue concluida. Mis manos están manchadas con la sangre no solo de criminales, también de inocentes y sobre todo de la mujer que amo...

Bakugo: ¡Nadie te culpa! — Se apresuró a decir.

Midoriya: Yo sí — Dijo con firmeza, pero con un tono de frustración que intentaba ocultar — Ella murió en mis manos y yo no pude hacer nada más que verla morir... prometí protegerla... vaya protector que soy...

Se formó un silencio abrumador, Bakugo agacho la cabeza al no poder darle palabras de aliento. Siempre fue malo con eso e incluso hoy no puede hacerlo más cuando su amigo lo necesitaba más que nunca.

Bakugo: ¿Qué harás ahora? — Preguntó siendo lo único que pudo hacer en ese momento.

Midoriya: Aunque la Sala Roja ya cayó, todavía quedan remanentes en Japón. Quiero crear un pais libre y pacifico por ella.

Bakugo: Lo puedes lograr con nuestra ayuda. Podemos ayudarte — Intento animar a su amigo.

Midoriya: Lo lamento, Kacchan. Pero ese camino solo lo debo tomar yo. Ochaco se fue, pero aun tengo un propósito para seguir peleando por lo que quiero proteger.

En ese momento el pecoso observó en el patio de una casa, como había un bebe sentada en su sillita intentando alcanzar una mariposa verde que volaba alrededor suya.

Midoriya: Un mundo en donde nuestros hijos puedan ser felices — Relato, sacando una hoja de papel verde empezando a hacer un origami, para después ponerle una flor de sakura — Proteger para ganar. Ganar para proteger.

Lanzó el origami el cual empezó a danzar con el viento dirigiéndose a la pequeña, el origami empezó a volar a su alrededor, esto llamó la atención de la pequeña la cual intentaba alcanzarlo con sus pequeñas manitas.

Bakugo: Deberías acercarte. Después de todo eres su padre — Aconsejo.

El origami aterrizó en las piernas regordetas de la pequeña, mostrando a una pequeña bebe de tan solo 3 meses, de cabello verde y ojos cafés, sus mejillas rellenitas y ese hermoso cabello demostraban con exactitud quienes eran sus padres.

La pequeña tomó el origami entre sus manos empezando a inspeccionar que era ese objeto tan llamativo el cual aterrizó en sus piernitas.

Sr. Uraraka: Hikari, ¿que tienes ahí? — Preguntó el abuelo acercándose a su nieta — Ouh, ¿de donde sacaste esto pequeña, eh? — Pregunto tomando el origami dejándole el sakura a su lado.

Al ver el origami abrió sorprendido sus ojos al ver el color de la hoja, rápidamente supo quien era el que lanzó aquel papel, regresó a ver detrás suya viendo al peliverde.

Midoriya: No es el momento, está mejor sin mi — Dijo dando media vuelta yéndose.

Seguidamente Bakugo dio un leve suspiro regresando a ver por un instante a ver al abuelo y a la hija de su amigo. Sorprendiendose por lo que estaba viendo, el abuelo cargaba a la menor.

Al tenerla en brazos le entregó un peluche parecido a Deku. Y no solo eso, también el abuelo movía la mano de la pequeña de la niña para que esta se despidiera.

Sr. Uraraka: Dile hola a Papá. Él te protegerá. Tal como tu mamá lo protegió a él. Y tal como ella lo prometió — Dijo mientras unas pequeñas lagrimas transcurrían por su rostro.

Bakugo: "Solo si esperaras, sabrías que ella te necesita" — Dijo dejando escapar una lágrima.

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Deku

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Hace años, sucedió algo impresionante ¡Nació un niño que brillaba! después de ese bebe, varios más nacieron despertando singularidades que el mundo llamó don. Y la profesión de héroes nació, todos querían ser uno, ser como All Might, Endeavor o Hawks.

Incluso yo, cuando tenía 12 años soñé con ser un héroe como All Might, pero nací sin un don, pero no fue el fin de mi historia, gracias al héroe que más admiraba, All Might, puede heredar su don. Para así cumplir mi más grande sueño.

Fue un camino largo y lleno de rocas y obstáculos, me enfrente a varios enemigos, inclusive al mismísimo rey demonio. Pase por demasiado, junto a mis compañeros y amigos.

Venci, gane, llore, protegí. Incluso me enamoré de una hermosa chica la cual se convirtió en mi esposa, lamentablemente no fui feliz. El mismo día que ambos nos juramos amor eterno y cumplí mi venganza, cuando pensé que podía ser feliz...lo perdí todo...

La perdí a ella, perdí aquella luz que me hacía continuar y no perder la razón, ya había perdido a mi madre, pero perderla a ella... fue lo que me estaba matando internamente.

Cuando pensé que ya lo había perdido todo, una pequeña luz de esperanza apareció, Una razón para que no perdiera la razón.

Hakari Midoriya

Mi luz. Como su nombre lo dice, ella es luz. Ella ahora es aquella luz que ilumina mi camino para que no perdiese la razón. Mi hija con Ochaco, la niña mas hermosa que jamas vere.

Si ella... si ella me hubiera dicho la verdad de su embarazo, habría dejado de lado mi venganza personal... Habría escapado junto con ella a nuestra hermosa cabaña y envejeceremos juntos tomados de la mano.

Pero ahora te fuiste de mi lado amor mio. Pero no te preocupes, amor. Protegeré a nuestra hija, a cualquier costo. No me importa si muero en el proceso.

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Narrador

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Narro el pecoso en la profundidades de la noche estando en la cornisa de un edificio viendo como unos asaltantes estaban saqueando un cajero automático.

Midoriya: Un mundo en donde nuestros hijos sean y crezcan felices. El One For All se fue... — El pecoso salió de la oscuridad mostrando su nuevo traje.

Vestia su traje de Taskmaster donde los colores negros y blancos resaltaban, teniendo varias lineas verdes oscuras en gran parte de su cuerpo, en sus brazos portaba los ganchos de su amada.

Midoriya: La Sala Roja me quitó a Deku. Pero me dio a...

El peliverde se dejó caer, mientras su casco se materializaba hasta colocaselo por completo.

Midoriya: Taskmaster.

Fin

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Muchas gracias a todos los que leyeron la historia. Gracias.

Esta historia paso por demasiados problemas, entre ellos que tenian 2 arcos mas que queria contar titulados:

Hora Roja y La busqueda de Izuku Midoriya

Claramente ambos quedaron cancelados, ya que no queria alargar mas la historia de lo que tenia pensado, otra problema que tuve es que esta historia a comparacion de otras, paso por demasiados bloqueos creativos impdiendome, hacer varios planes que tenia pensado.

Pero un plan siempre estuvo a mediados del arco: Torre de Babel.

El cual era la Muerte de Ochaco. Gokhan0104 lamento haberte mentido todo este tiempo, pero queria que fuese sorpresa lo que tenia pensado.

Tambien la hija, fue algo que surgio con la muerte de Ochaco y no lo dude y lo puse.

Bueno sin mas que decir... mas que...

Gracias por acompañarte todo este tiempo TKM <3 

Nos vemos con mas actualizaciones con el resto de los fanficts que tengo activos.

Nuevamente los amo 3,000,000 <3

Gracias por acompañarme durante tanto tiempo...

¡Esperen!

Bajen...

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Escena Post-créditos

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—Hum, hum, hum, hum — Un hermoso tarareo empezó a sonar por el lugar.

Seguidamente se mostró a una chica con el uniforme de la UA, de cabellos verdes.

—Perdón por llegar tarde, Mamá, papá — Dijo deteniéndose frente a dos tumbas.

La escena cambia, ahora nos enfocamos en un lugar diferente. En lo que parece el centro de un universo teniendo al fondo un árbol verde que brillaba en la oscuridad de la noche.

—Esa historia si que me parte el corazon, auh estan aqui — Saludo mirando a los lectores — Me han seguido por demasiado tiempo que aun no me conocen, por mi nombre, me presento...

Vigilante: Mi nombre es Uatu. Soy el vigilante, observó lo que sucede alrededor del Multiverso y el — Señalo a una persona la cual estaba concentrada en una actividad peculiar — Se llama el tejedor de Historias, ¿te gustaría presentarte?

El Tejedor negó con su dedo, haciendo que Uatu soltara un leve suspiro.

Vigilante: Él se encarga de supervisar que el Multiverso no se desmorone por completo. El supervisa yo observo — Explico brevemente hasta que el tejedor señaló a lo lejos algo.

El Vigilante confuso regresó a ver en dirección hacia donde el tejedor señalaba, abriendo sus ojos sorprendido.

Vigilante: Oh vaya... se acerca algo... algo grande... algo que cambiará el curso de cómo vemos el Multiverso. ¿Qué hará, Tejedor?

Este sin decir ni una palabra alzó 5 estatuas de 5 personas diferentes, Uatu las reconoció al instante, sonriendo.

Vigilante: Espero que no se equivoque Tejedor.

El Vigilante se empezaba a alejar lentamente, hasta que escuchó como el Tejedor se ponía de pie, sorprendido volteo a verle.

—Los héroes no nacen, se forjan. Cuando se forjan, inspiran... todos tienen un propósito, y ellos ya lo tienen — Es lo único que dijo para después alejarse del lugar.

Uatu se sorprendió unos segundos para después regresar a ver al universo de Taskmaster, viendo como Hikari estaba teniendo un picnic, frente a las tumbas de sus padres.

Hikari: Quisiera que estuvieran aquí, mamá, papá...

Taskmaster regresa en...

Secret Empire