|-|-|-|-|-|Capítulo 34: La paz antes de la tormenta|-|-|-|-|-|

"Venganza. Era lo que resonaba en los pensamientos de Izuku, después de haber matado a 3 miembros de la mesa Carmín, casi su venganza estaba concreta, después de haber matado a Misterio, nuestro protagonista se encontraba entrando a una oficina en un lugar escondido en la ciudad de Jakku"

—Veo que tuviste una tarde ajetreada, Taskmaster — Saludo un hombre, al recién llegado.

Izuku se quitó el casco, mostrando su aspecto cansado y derrotado, sus ojeras se veían más visibles, su traje mostraba algunos ligeros cambios. Como que ahora en vez de tener varios tonos anaranjados, ahora el blanco y azul marino vislumbra más sin dejar de lado el tono naranja en las hombreras y en los codos.

Midoriya: No vine por placer, vine por trabajo — Mencionó sentándose en un sillón cercano.

—Como siempre, el joven mercenario es todo un intrépido. Tengo algunos encargos que estoy seguro que te agradaran — Movió unos papeles por encima de la mesa, Izuku se puso de pie y los tomó.

Empezó a hojear el interior, viendo de qué se trataba la misión que tenía encargada.

—Es una misión simple, un hombre teme perder la custodia de sus hijos a manos de una ex mujer, quiere que mates a la muje-

Rápidamente se calló al oír como un cuchillo se clavó encima de la mesa, el hombre alzó la mirada viendo la mirada asesina del pecoso.

Midoriya: Solo tengo 3 reglas para ser mercenario. Una no mato a inocentes, sus vidas valen más que las de un cliente que puede pagarse un viaje de lujo a Miami. Dos no mataron niños, son inocentes en todos los sentidos, en todo caso mataré a los padres que envenenaron su mente. Y tres no mató a mujeres inocentes ¿Quedo claro?

El hombre asintió temeroso viendo la mirada de odio del pecoso, quitó el cuchillo de la mesa para después arrojarle los papeles a la cara al hombre, para seguidamente salir del lugar.

—¡¿A dónde vas?! ¡¿No querías trabajo?!

Midoriya: Ya lo tengo.

Horas más tarde, en la noche, un hombre caminaba por las calles tranquilamente siendo custodiado por dos guaruras. En un callejón, Taskmaster vigilaba pacientemente.

—¡Si! ¡Aumentare el pago siempre y cuando mi estúpida ex mujer esté muerta en estos días! — Dijo el hombre con enojo.

Sin que los guardias se percataran, Taskmaster caminaba ocultando su sed de venganza y su propia presencia, de repente dio un paso más rápido y se posicionó en medio de los guaruras.

—¿Uh? — Exclamaron al unísono viendo de reojo a Taskmaster.

Rápidamente los acuchilló con una daga oculta matándolos al instante, seguidamente los sujeto para que no cayesen e hiciesen ruido, colocando cuidadosamente en el suelo a los hombres, para después acercarse más al hombre.

—Tsk, me acaban de informar que el mejor mercenario no acepto, ps, que importa, iré a un burdel donde hay mujeres de verdad, hay que ir antes de- — Volteo viendo que ambos guardias estaban muertos en el suelo — ¿Ah...? ¿Eh...? ¿Que-que paso? — Pregunto asustado dando leves pasos atrás.

Rápidamente volteo listo para huir, pero cuando giro una daga se clavó en su cuello, haciendo que caiga al suelo ahogándose en su propia sangre, el hombre alzó la mirada viendo como Taskmaster se alejaba del lugar tranquilamente.

—¿P-p-por q-q-que? — Preguntó en su último aliento, cayendo muerto a los segundos.

Midoriya: ¿Alo? ¿Policía? si, hay tres cadáveres cerca de la zona residencial... ¿la dirección? claro es...

Al día siguiente, Endeavor y Hawks miraban la escena del crimen.

Hawks: ¿Sabes que fue Midoriya no es así?

Endeavor: La policía grabó la llamada, su voz fue clara. Los Avengers, están al tanto, tsk. Odio darle la razón a la cabeza de hojalata pero, tenía razón...

Endeavor volteo a ver los cadáveres, recordando las palabras del héroe de hierro.

Endeavor: Midoriya, se convirtió en un mercenario.

En otro lugar de Japón, en un cementerio, el pecoso vistiendo una gabardina azul miraba fijamente, mostrando nostalgia y tristeza, viendo la tumba la cual tenía hermosas flores blancas y verdes, la tumba era de una mujer que alguna vez le ayudó a caminar.

Inko Midoriya, D. E. P

El pecoso tocó ligeramente la tumba para después ubicarse frente a ella.

—Deku...

El peliverde volteo viendo al pecoso, viendo a la castaña con un ramo de flores.

Midoriya: Ochaco — Saludo a la castaña poniéndose de pie.

Uraraka: No sabía que vendrías — Dijo acercándose, cambiando las flores marchitas por unas flores más nuevas.

Midoriya: Gracias por venir a entregarle flores a mamá, estaría feliz por eso — Agradece viendo las hermosas flores, que estaban decorando la tumba de su madre.

Uraraka: No hay problema. Es lo minimo que puedo hacer después de todo lo que sucedió — Mencionó.

Se formó un silencio en el lugar, el viento soplaba con un aire fresco y tranquilizador, la castaña volteo a ver al peliverde viendo sus nuevas y claras ojeras las cuales eran más visibles que antes.

Uraraka: ¿Has comido bien? ¿Has dormido bien?

Midoriya: Si, he estado comiendo bien, dormir no tanto, duermo unas 2 horas al día y con eso es suficiente para mi.

Uraraka: No te ves bien, te ves cansado. Me prometiste que dormirás bien...

Midoriya: Perdón, pero he estado trabajando mucho últimamente.

Uraraka: Hum, por favor duerme más, no te afectara nada dormir unas 5 horas extras al día.

Midoriya: Lo sé, intentaré dormir más...

Uraraka: Me alegra, ¿cómo te sientes en mi departamento? se que no es la gran cosa, pero creo que te sentirás cómodo en un lugar al cual llegar para poder descansar.

Midoriya: Huele a ti, se siente como en casa... — Mencionó volteando a ver a la castaña con una sonrisa, Uraraka se sonrojo al respecto.

Uraraka: Si se siente como en casa... ¿por qué no vienes conmigo y terminas todo? ¡Escapemos! ¡Iremos a un lugar alejado! — Pidió con algunas lágrimas.

Midoriya limpio aquellas lágrimas con sus dedos, mientras acariciaba la mejilla de la chica, para después juntar sus frentes tiernamente, depositando un beso en su frente.

Midoriya: Solo espera un poco... lo prometo... cuando acabe todo, iré por ti...y nos iremos juntos a una hermosa cabaña en el medio del bosque... tendremos una hermosa familia y... y... envejeceremos tomados de la mano... pero te pido tiempo... — Pidió entre lágrimas, para después abrazarla.

La castaña se aferró al peliverde, no queriéndose separar de los brazos del chico.

Minutos después, ambos jóvenes estaban en un café cercano, tomando algo para pasar el rato.

Uraraka: ¿Estás seguro que está bien que estés aquí? — Preguntó preocupada al ver el lugar el cual parecía estar lleno a esta hora.

Midoriya: No te preocupes, tengo una máscara holográfica puesta, escanee las ondas cerebrales y visuales que tienes, para que puedas ver mi cara real — Explicó brevemente señalando su rostro.

Uraraka: Comprendo ¿seguro que nadie se dará cuenta?

Midoriya: Estoy seguro — Tomó un sorbo de su bebida enfocando su vista a la mesa — Ochaco...

Uraraka: ¿Hm?

Midoriya: ¿Alguien más sabe, que estás en contacto conmigo?

La castaña, negó mientras recordaba aquella tarde después de la batalla que habían tenido en el Tártaros, Midoriya estaba en aquel callejón en donde todo había iniciado, en aquel callejón donde sus piernas se movieron solas, estando ahí esperaba pacientemente.

—Deku...

El peliverde miró detrás suyo, viendo a la castaña la cual no vestía su traje de heroína y menos su uniforme de la UA.

Midoriya: Gracias, por venir en las condiciones que te dije...

Uraraka: Quería verte y si la única forma de hacerlo era esta, no tendría problemas en hacerlo. Se que no me harías daño...

Midoriya: Y lo sabes a la perfección, jamás les haría daño a nadie de ustedes los valoro y aprecio como mi familia.

Uraraka: Entonces, vuelve con nosotros. Te ayudaremos el camino el que tomaste es oscuro y lleno de espinas si tan solo nos dej-

Midoriya: No pueden — Interrumpir a la castaña, haciendo que esta se entristezca al respecto — No quiero empujarlos a mi propio vacío en el cual me hallo, estos demonios que poseo, los debo combatir yo solo. Se que sus intenciones son buenas, pero no dejaré que mis propios demonios los consuman también a ustedes...

Uraraka se llevó las manos a su pecho sintiendo una presión en su corazón, sentía dolor al respecto. Quería ayudarlo, pero comprendía que él no quería arrastrar a todos sus amigos a un foso sin fondo y más al saber que no habría salida ante tal acción.

Midoriya: Te llame principalmente porque tengo un pendiente y quiero que me ayudes. Actualmente eres la única persona en la que confío, también te diré lo que planeo de ahora en adelante...

Uraraka: ¿De ahora en adelante?

Midoriya: Me puse en contacto con un informante del bajo mundo, contratan mercenarios a sueldo, completan recados y les pagan gran cantidad de dinero, necesitare los fondos para lo que planeo. No te preocupes me aseguraré de no dañar a inocentes, menos a niños y mujeres. Pero respecto a mi pendi-

Uraraka: ¿D-dónde te quedarás? — Preguntó interrumpiendo la explicación.

Midoriya: ¿Hm?

Uraraka: Harás muchas cosas y necesitarás fuerzas. Un lugar donde dormir y un lugar donde comer. Pero explicas todo eso como si ya tuvieras un lugar donde restaurar fuerzas...

Midoriya: Agradezco tu comprensión y preocupación, pero yo puedo apañármelas solo, no tienes porqué preocuparte en ese aspecto, hay varios lugares en los cuales puedo esconderme...

La castaña se quedó observando un buen rato, Midoriya al ver que no hablaba supo que ya no tenía más que decir. Cuando el pecoso estaba a punto de decir algo, la castaña de un movimiento rápido, le aventó algo, Midoriya lo atrapó sin problemas.

Midoriya: ¿Qué es esto? — Preguntó viendo el objeto que le había lanzado, la cual eran unas llaves.

Uraraka: Son las llaves de mi antiguo departamento, quiero que te quedes ahí. Quiero que estes seguro en un lugar que yo sepa que estes bien...

El peliverde se quedó perplejo ante la bondad de la castaña, el sabia lo bondadosa que era, pero no sabia que en estos tiempos y más con todo lo que ha hecho el peliverde, aún tendría esa bondad dentro de ella, era eso... o que Uraraka quería cerciorarse, de la seguridad del pecoso, debido a que sus emociones se interponen en su raciocinio, lo cual no era malo en estas situaciones.

Midoriya: Ochaco... yo... enserio agradezco, esta bondad pero...

Uraraka: ¡No te pido nada! ¡No le diré nada a nadie! ¡Por Favor te pido que solo estes en un lugar seguro! Quiero... quiero protegerte... aunque sea esta vez... — Pidió entre lágrimas.

Midoriya posó su mirada en las llaves para después voltear a ver nuevamente a la castaña, su corazón se estrondujo al ver las lágrimas de la castaña, se odiaba a sí mismo por el simple hecho de hacer llorar a la castaña en estas circunstancias, odiaba eso, se odiaba a sí mismo, odiaba a la Habitación roja que le provocó esto.

Midoriya: Ochaco...

Uraraka: ¡No me digas que no simplemente porque temes a hacerme daño!

Midoriya: Ochaco...

Uraraka: ¡Tu no tienes control sobre mis decisiones!

Midoriya: ¡Ochaco! — La castaña al oír la voz del pecoso más cerca alzó la mirada viendo que este ya estaba frente suya — Me odio a mi mismo por hacerte llorar, me odio por provocarte esto, he sido un ingrato y un imbécil. Pensé en mi tetra de venganza que no me percate del daño que te hice — Empezó a explicar mientras limpiaba las lágrimas de la castaña — Bien... te debo esto... después de todo el martirio que te hice pasar, te debo mínimo esta conformidad...

Acto seguido acaricio su mejilla, acercándose a la castaña.

Volvemos al presente, donde vemos a ambos jóvenes estando en aquella cafetería pasando el día.

Uraraka: No, nadie más sabe que estamos en contacto. Los Avengers e incluso Bakugo y el profesor Aizawa preguntan si se algo de ti. Niego todo, pero creo que ya comienzan a sospechar.

Midoriya: Era de esperarse, has estado más tranquila últimamente, ya deben saber que sabes algo eso o simplemente dan por hecho que me comunicare contigo antes que cualquier otro — Concluyó posando sus manos sobre la mesa, formando un leve silencio en el lugar.

Pasaron unos segundos, en silencio cómodo, hasta que la castaña recordó lo que le debía decir al chico.

Uraraka: Deku....

El peliverde alzó la mirada, con la vista atenta.

Uraraka: Acerca de tu encargo... — Midoriya presto más atención — El esta deacuerdo... pero todavia no sabe que sigues con vida... deberias ir a verlo uno de estos días...

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Comienza el ultimo arco de este fanfic...

Comienza el ultimo arco:

Hora Roja.

Portada para este arco final: