Al fin y al cabo, Bakugo estaba con ropa de Deku grande usándola como pijama. Estaban acostados los dos, mientras el menor le comentaba un sueño raro que había tenido, nada importante pero servía para entretener la mente. Recordó que temprano había osado besar los labios del otro, sin consentimiento. Realmente se había sentido tan bien.

- Hey, Deku.

- ¿Umhhh?.- hizo un ruido en señal de respuesta.

- ¿Tienes novia?.- no sabía porqué preguntaba eso, pero quería saber que pasaba por su cabeza.

- No.- respondió.- Kacchan siempre me decía que yo no sería lo suficientemente bueno para tener novia.

Bakugo lo escuchaba en silencio, hasta que algo lo desconcertó.

- ... porque siempre me dijo que yo sería su novia.- hablaba inocentemente sin saber el peso de sus palabras.

- Yo nunca dije eso, Deku.

- Claro que sí, Ka-Kacchan.- dijo exasperado.- recuerdo que estábamos en el parque, y me dijiste que yo sería tu novia.- había puesto un tierno puchero en sus labios.

Bakugo quería morir y revivir. No sabía si sentir felicidad o tristeza.

- Deku, ¿tú me quieres?.- habló en un susurro cerca de la oreja del menor.

- Amo mucho a Kacchan. - sonrió tierno mientras tocaba las mejillas del contrario.

- Y, ¿aceptaste ser mi novia?.- su voz salía baja, pensando en que alguien podía oírlos.

- ¡Sí, Kacchan!. - respondió nuevamente Izuku emocionado.

El corazón del mayor saltó frenéticamente en su pecho. No entendía, como podía, un simple niño hacerlo sentir así.

Después de esa cálida conversación, el rubio decidió abrazar al menor y dormir.

...

Era de mañana. Ese día no había clases, así que el rubio pudo dormir hasta la hora que quería. Izuku por su lado estaba despertando, estaba siendo abrazado por el rubio y se sentía bien. Se quedó quieto escuchando la respiración del mayor, hasta que sintió un bulto restregarse por sus glúteos. Sabía que era Katsuki dormido, así que no le prestó atención.

Sentía como el rubio inconscientemente tomaba su cadera para apegarlo más a él y frotarse. El menor por un momento temió, pero simplemente se dejó hacer porque se trataba de Kacchan. Y Kacchan no le haría algo malo que lo perjudique a él.

El peliverde sintió como el mayor apretaba más su torso, y lo tocaba delicadamente. Escuchó un gemido ronco que lo hizo temblar en su lugar haciendo más pequeño y su piel erizada, empezó a sentir calor cuando Katsuki, paseaba su mano por su torso y tomaba sus caderas firmemente para frotarse mientras gruñía.

El chico aún sin saber muy bien lo que sucedía se dejó llevar mientras jadeaba, hacía mucha calor y en su entrepierna se hacía un cosquilleo. No sabía que sucedía pero, no era malo. Sintió como la mano escurridiza se metió por su pantalón de pijama, temeroso, tragó grueso ante eso. Sintió como el rubio tocaba su parte íntima e intensificaba el molesto cosquilleo. Sudaba mucho y respiraba pesado. Sentía cosas en el estomago, calentura. Después, de que Katsuki se había calmado, el pecoso respiraba más pausado. Tenia miedo de que Katsuki se enojara, porque sabia que lo haría si él preguntaba lo que había sucedido esa mañana.

...

Bakugo había despertado enojado, irritado. Izuku quiso acercarse pero por alguna razón se sentía avergonzado. Katsuki lo notó. Se acercó al menor, y tomó su mentón con algo de rudeza.

- ¿Qué sucede contigo?

Izuku enrojeció hasta las orejas, el rubio lo miraba expectante.

- N-Nada, Kacchan!.- habló rápidamente mientras cerraba sus ojos con fuerza.

- Habla, pequeña mierda.- se había acercado peligrosamente a los labios del chico.- después de todo, eres mi novia. Tienes que decirme cómo te sientes, cariño.

Izuku abrió los ojos impresionado, y un rubor aún más grande cubrió su rostro.

- P-Pero, no miento. A-Además.. estás enojado y no sé que hacer para alegrar tu día.

- Oh, no. No es tu jodida culpa, Deku.- tenía unas ganas horribles de besarlo pero se mantuvo firme y no cayó ante sus deseos.- vamos, debes ir a tomar un baño.

El menor accedió, aún triste por el enfado que tenía su "novio".

...

Shoto estaba hablando con Momo y Denki sobre una fiesta que iban a realizar en la escuela. Decidieron hacer algo pequeño para compartir y disfrutar. Todos estaban hablando cómodamente y planificando todo para esa futura noche.

Katsuki estaba con Izuku en la cocina, preparando algo para los dos. Había llegado Ochaco y Eijiro a saludar y notaron el "crecimiento" de Izuku, saludaron amablemente, y el niño respondió igual. Se sentaron a entablar conversación mientras el rubio, cocinaba.

- ¿Entonces, Midoriya?.- preguntó Kirishima, mientras notaba el silencio del menor.- ¿Sólo recuerdas a Blasty?

Izuku no entendió.

- ¿Quién es, Blasty?.

- Ah, sí. Es Bakugo. Así le digo yo.- se señaló a sí mismo con una sonrisa de oreja a oreja.

El menor sonrió tiernamente, asintiendo. Bakugo lo miraba desde la cocina, y vio que después de esa tierna sonrisa que le dedicó a su compañero pelirrojo, pasó a mirarlo a él con una mirada totalmente seria y dolida. El rubio no entendía.

Ochaco tocaba los cabellos de Izuku y le hacia todo tipo de peinados, mientras que Eijiro hablaba animado con el rubio. Bakugo solo se limitaba a oír y responder de vez en cuando.

- Uraraka-san.. ¿Me acompañas?.- estiró sus brazos en señal de abrazo, o mejor dicho, de levantamiento.

Ochaco usó su quirk para hacerlo flotar y tomó su mano para que no tuviera un accidente. Ambos se despidieron de los dos presentes, mientras Izuku tenía su cara muy roja. Bakugo, sabía que no era porque precisamente estaba feliz.

Buenas, quiero follar.