15
Katsuki se había quedado petrificado ante esa posibilidad. O sea, no era como que le desagradaba la idea pero, él no quería ser su hermano. Aún así, el rubio mantuvo la calma y le sonrió casi invisible.
— No somos jodidos hermanos.
— ¿Entonces...?
— Somos más que eso.
— ¿Primos...?
— No.
— ¿A-Amigos?
— Sí pero no.
— ¿Mejores amigos? — sonrió seguro de su respuesta. Era la única alternativa.
— Sí, pero sigue siendo un no.
Izuku miró los ojos rojizos del contrario fijamente, eran tan lindos y de cerca resaltaba más su color natural. Katsuki también se perdió en la mirada verdosa de su compañero, era demasiado brillante y atrayente. Se quedaron viendo por un rato en silencio, solo admirándose uno al otro.
— Katsuki.
El rubio se acercó nuevamente a Izuku mientras éste, intentaba vagamente de safarse de esa mirada que le estaba consumiendo. No sabía porque no podía dejar de verla, así que se dejó llevar. El rubio, tuvo la necesidad de besarlo y abrazarlo más fuerte en ese momento pero fue sorprendido por el mismo peliverde, quién subió sus brazos para tomar el cuello contrario y abrazarse a el.
— ¿Entiendes lo que quise decir anteriormente?
El menor asentía lentamente mientras acariciaba las mejillas del otro, y con cuidado se acercó para darle un beso, momento que fue interrumpido por el golpeteo de la puerta en la parte de afuera. Katsuki iba a matar la persona que le quitó su maravilloso momento, claro que sí.
— ¿Qué demonios quieres? — abrió la puerta enojado y sin camisa, olvidándose de ella en ese instante ya que el impulso de matar a alguien era más grande.
— Oh, Blasty.. Disculpa la hora, necesitamos que nos digas si vas a ir o no a la fiesta ya que...
El pelirrojo no había terminado de hablar cuando vio a Midoriya salir también de la habitación del rubio con una cara de adormilado y también sin camisa. Obviamente, para los ojos de Kaminari y Kirishima pensaron lo inevitable. Había tensión palpable en el ambiente.
— Hola chicos, ¿qué tal todo? — habló Izuku inocentemente, sin saber muy bien el descontrol que había ocasionado.
— Ah, hola Midobro.. — saludó Denki sonriendo algo incómodo.
— ¿Sucede algo chicos?
— No, n-nada.. Solo queríamos hablar con Bakugo sobre algo importante.
— Oh, ya veo. Entonces me iré.— Izuku levantó su mano en despedida pero la mano del rubio la tomó.
— Te quedas conmigo. — miró fijamente al pelirrojo.— habla de una maldita vez, Kirishima.
— Queríamos saber si ibas a la fiesta, sólo eso. Además, hay trajes a juego.— respondió Kaminari por su amigo, quien se encontraba en shock debido a la escena reciente.
— Voy a ir, pero con Izuku.
Izuku iba a decir algo, pero Eijiro se adelantó. Denki aún ni procesaba nada, no entendía desde cuando Bakugo llamaba por su nombre al peliverde.
— Oh, bueno. !Suerte! Era sólo eso..
— Como sea.
— Cuídate.
Ambos chicos entraron de nuevo en la habitación, algo nerviosos por el momento anterior que fue roto. No volverían a tener otra oportunidad así, y Katsuki lo sabía.
— Vamos a dormir, nerd.
— Vamos.
Al acostarse, Izuku sintió unos brazos rodearle. Se le hizo cálido y bonito el gesto, así que se giró y enredó sus piernas con las del otro para dormir completamente abrazados. A ninguno de los dos le incomodaba ese hecho, sabían que eso era algo más que hermandad y amistad.
Volviendo al momento de Ochaco y Eijiro.
— Sólo me gusta Bakugo.
— No hay más idiota que tú, aún así te apoyo.
Pese a que Eijiro aún se sentía incómodo por la escena anteriormente vivida con los dos chicos, éste intentaba ser lo más positivo posible. Sabía que ser correspondido podría casi ser un sueño cumplido, y por eso no se rendía. Creía ciegamente en que conquistaría el duro corazón de aquel rubio imponente.
— Ochaco, finjamos ser novios.
Ochaco miró incrédula a su amigo, sinceramente le aterraba los sentimientos tan poderosos que mantenían a Eijiro cautivo. Se asustó muchísimo pero no tuvo más remedio que aceptar.
(...)
— ¿Y qué tal todo contigo, Shoto? — le preguntó Denki a su amigo bicolor.
— Feliz. Midoriya aceptó ir al baile conmigo. — sonrío minúsculo mientras miraba al rubio.
— ¡Eso es genial, viejo! Kyoka también me invitó al baile. — presumió con orgullo mientras se señalaba a sí mismo.
— ¿Ella a ti?
— B-Bueno, ella se adelantó. Y-Yo se lo iba a pedir hoy. — se sonrojó por la vergüenza intentando inútilmente cubrirse el rostro con su camisa.
— Igual van a ir, eso es importante.
— ¡Es un sueño! — suspiraba Denki enamorado.— .. Ella tan genial, y enamorada de mí.. y yo de ella.. Ahh, tan linda... — hablaba ilusionado mientras sonreía como un bobo.
Shoto volvió a sonreír mientras lo miraba divertido, su amigo era muy feliz con aquella chica tan bonita. El heterocromatico iba a decir algo más pero una mano en su hombro lo hizo detenerse y mirar hacia atrás.
— Ah, Kirishima.. — dijo aburrido el bicolor.
— Tienes que ayudarme, hermano.. Sabes que ganamos los dos.. — propuso Eijiro directamente con una expresión afligida.
— No quiero hacer ridiculeces contigo. No quiero perder a Midoriya por tus celos incontrolables..
— Igual lo perderás si permites que Bakugo se quede con él.. — dijo serio, sin miedo a arriesgarse.
Shoto apretó sus puños con fuerza y mordió su labio inferior pensativo. Eso no podía permitirlo.
— ¿En qué necesitas ayuda?
Kirishima sonrió grande, ya tenía todo planeado.
— Hey, ¿estás bien? Pareces como si hubiera muerto All Might. — dijo Sero preocupado.
— Cállate, solo pienso.
— En Midoriya, mínimo.
Katsuki echó su cabeza para atrás intentando respirar por la boca, su nariz se encontraba tapada.
— No sé qué mierda hacer para volver a traer a Deku de vuelta.. — dijo con voz rasposa. El contrario sabía porque Katsuki se encontraba así.
— Hermano.. Él volverá pronto.. Solo debes calmarte y ser paciente..
— He sido paciente durante toda mi maldita vida. — miró serio al pelinegro.— .. igual, el bastardo mitad-mitad lo está queriendo para sí solo..
— Y eso es algo que no debes permitir.— se adelantó a decir el chico.
— ¿Y qué coño quieres que haga? ¡No puedo obligarlo a que se quede conmigo!
— ¡Pero él te ama, imbecil! Incluso con la memoria atrofiada.. sintió ese amor que te tiene, idiota..
— Cállate, cara plana..
— No lo haré hasta que entiendas que Midoriya es tuyo. Así que no dejes que te lo quiten.— el pelinegro se sentó en otra silla y comenzó a beber agua.
— Joder.. vístete.. vamos a la jodida fiesta.— dijo Katsuki antes de salir del cuarto de Sero.
El contrario acató la orden de inmediato mientras refunfuñaba entre dientes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro