Si bien, Izuku estaba feliz socializando con sus amigos y hablando de cosas divertidas, éste notó la clara ausencia del rubio ceniza. Quiso ir a buscarlo a su habitación para saber de él, pero un suave jalón al cuello de su camisa lo hizo detenerse.

Izuku giró su rostro y vio a Shoto sonreirle. El menor se sonrojó, ya que el bicolor se le hacía atractivo y bonito a la vista, sin decir que lo había tratado maravillosamente bien. Estaba fascinado.

— ¿Sucede algo, Todoroki-san?

— Puedes llamarme Shoto, no me incomodaría que lo hicieras.

— ¿Sh-Shoto?

El bicolor asintió levemente con la cabeza mientras seguía sonriendo. El más alto se sentó en uno de las sillas del comedor un poco más alejados del grupo, cosa que a Izuku le extrañó pero no le prestó atención.

— Mido-... I-Izuku.. — el heterocromatico intentaba no sentirse nervioso pero era inevitable. — ¿Te gustaría ir a la fiesta de este fin de semana conmigo?

Izuku se sorprendió, veía atentamente la cara sonrojada del contrario y también se puso colorado. Si bien, no sabía porqué igual se le hacía muy lindo todo ese plan, así que accedió rápidamente con una sonrisa y asentimiento de cabeza.

— Te va a encantar, Izuku.

— Sho... Shoto, no di-digas mi nombre así a la ligera.. es vergonzoso..

— Es muy lindo, Izu..

— Detente, por favor.

Ambos rieron divertido por esa acción. El peliverde no tenía problema en acompañar a su amigo a una fiesta. De hecho pensaba que se podía invitar  a más. Shoto en su interior veía al peliverde tan emocionado, y su corazón se regocijaba. Amaba demasiado a Midoriya.

Así cuatro personas y dos parejas quedaron en ir a la ansiosa y esperada fiesta. Quizás todo vaya de maravilla o simplemente se escapen las cosas de sus manos y ocurra lo más esperado.

El caos.

(...)

Era de noche, ya todos estaban en su habitación buscando la manera de dormir y descansar un poco. A excepción de una castaña y un pelirrojo. Estaban sentados debajo de una de las escaleras de las habitaciones donde no habían cámaras.

— Entonces, necesitamos algún plan.

— Necesito que tú distraigas a Izuku, Ochaco.

— ¿Para que demonios haría eso? — preguntó indignada.

— Así logramos que Shoto quedé sólo y luego tú vas a por él. Así tendrás tu noche perfecta con él, tonta.

— ¿Y con quién se quedará Deku-kun?

— Denki.

— ¿Crees qué...?

— Confío en él, además.. así tendré tiempo para estar con Blasty.

— Ese será lo peor de todo.

— No digas eso, Ocha..

— Lo digo solo porque ese chico se nota que no le gustan los lugares festivos..

— Dijo que iría conmigo. Él nunca miente.

— Hay excepciones. — concluyó la castaña divertida. — No te deprimas, Eiji. Hay muchos más rubios.

— ¿Cómo cuáles? — preguntó triste mientras veía el suelo.

— Denki, Mirio-san, Yagi-san.. También está Taishiro-San..

— ¡Detente! Ya lo entendí.

— ¿Entonces..?

— Sólo me gusta Bakugo.

— No hay más idiota que tú, aún así te apoyo.

Kirishima suspiró desganado y aburrido de toda la situación pero aún con la mínima esperanza de al menos ser correspondido.

(...)

2 horas antes.

Izuku había llegado a la habitación de Katsuki, tocó la puerta suavemente mientras esperaba ser atendido. Pensó que probablemente el chico se había quedado dormido porque se tardaba demasiado en abrir, aún así siguió tocando.

Cuando la puerta fue abierta se encontró con un rubio con los ojos hinchados y unas bolsas oscuras debajo de sus ojos. Claramente había estado durmiendo, y le habían despertado. Izuku se asustó pensando en que pelearía, ya conocía las actitudes superficiales del otro. Pero ni una maldición llegó.

El peliverde algo cohibido por todo esa escena tan bochornosa, decidió tomar una ducha para calmar su ansiedad y así, acostarse en la cama para dormir porque necesitaba descansar su cabeza que estaba toda desordenada y recién "hecha".

Katsuki veía atentamente los pasos nerviosos del otro desde la cama, se le hacía demasiado gracioso como intentaba tomar su toalla de baño y siempre terminaba en el suelo, estaba temblando como gelatina. El rubio, suspiró triste. Quería de vuelta a su Deku, a su nerd. Quería oír de nuevo "Kacchan".

(...)

Después de casi una hora, Izuku estaba vestido y preparado para dormir. Tomó una almohada y la colocó en su cabeza para proceder a acostarse en la cama. No quería emitir ni un sonido porque sentía que a Katsuki le haría enojarse, o empeorarle el temperamento.

— Hey, Deku.

El peliverde no pareció captar, y siguió viendo el techo mientras contaba cuantas líneas tenía ese lugar. Había una infinidad, pero aún así el menor se tomaba su tiempo de verlas. Prefirió eso antes que ver a su compañero.

— Hey, Izuku.

Izuku abrió sus ojos sorprendido y algo exaltado por ser llamado por su nombre reglamentario.

— ¿Sucede algo, Bakugo?

El rubio respiró pausadamente mientras intentaba no aclararle que su nombre no era ese sino otro.

— ¿Qué harás este fin de semana? — preguntó desinteresado.

— Shoto me invitó a una fiesta.

MIERDA.

Katsuki sintió como la luz verde en el semáforo se ponía automáticamente en roja. No había pase. Pero rendirse no estaba el diccionario de Bakugo.

— También quería invitarte, ¿quieres ir con nosotros? — concluyó el pecoso. Katsuki sonrió.

— Oh, claro que sí. Pero puedes estar más conmigo, ya que soy quien más te conoce.

El peliverde lo miró con una ceja alzada mientras asentía. Se le hacía demasiado conocido el rostro pero no recordaba de dónde, así que inconscientemente, Izuku abrazó a Katsuki. A Katsuki le dio tres paros de corazón y un bajón de sangre. Necesitaban ese abrazo.

— ¿A que se debe todo esto?

— Siento que te conozco desde antes. No lo sé... ¿Eres mi hermano?

— ¿Qué..?

Me siento tan mal weonwsnjdksks