XI
Habían pasado ya dos semanas.
Izuku había conseguido trabajo en una panadería como vendedor y atendedor. Todo iba relativamente bien.
Ese día por la tarde, Izuku estaba sentando esperando la clientela para empezar con la venta de dulces, postres y panes, habían algunas galletas y cremas, todo variado. Cuando escuchó el sonido de la campana fue directo a recibir los pedidos.
Sin prestarle mucha atención a la persona quien atendía, el pecoso tomó el pedido y fue a buscarlo al otro lado de sala (cabe destacar que él tomaba los pedidos por una ventana pequeña y los entregaba por una de las puertas principales). Cuando regresó, vio a un ángel. O en este caso a Ochaco Uraraka. Su sorpresa fue grande, y se quedó sonriendo como idiota. Era tremenda casualidad verla después de tanto tiempo.
— ¿Izuku...? — la castaña se acercó lentamente, y miró nuevamente aún perdida. — ¡¿Izukuuu?!
— Sí.. Yo soy Izuku..
— ¡No puede ser!.— chilló emocionada la castaña. — ¡Cuánto tiempo sin verte!
— Puedo decir lo mismo, Ochaco.. ¡Estás muy linda!
— Ay, Izu.. Te ves más guapo.. ¡Haz crecido muchísimo!
Izuku rió sonoramente. No sabía que volvería a ver a su amiga de infancia.
(...)
Katsuki estaba sentando en una plaza hablando con Eijiro, Sero y Denki. Los cuatros comentaban sobre una posible fiesta que se haría a unas cuantas calles cercanas a la casa de Sero, y éste insistía en pagarle las entradas a todos para ese día. Todos aceptaron, menos Katsuki.
— ¿Qué demonios, viejo? — preguntó Denki sorprendido e indignado por esa respuesta.
— Creo que aún le afecta la posible ruptura que tendrá con Yaomomo si siguen así.— pensaba Eijiro en voz alta.
— Si es que ya no lo dejaron, como a mí. — fingió llorar Sero.
Todos especulaban posibles escenarios en la vida de su amigo, quien en silencio pensaba en cómo hablarle nuevamente con su novia. Todos reían, burlándose de Katsuki y sus desgracias, pero algo los hizo hacer silencio repentinamente.
— Hey, bro.. ¿esa no es Ochaco? — preguntó Sero sorprendido.
— Oye, sí.. Se parece demasiado.. — decía Eijiro con los ojos bien abiertos.
Katsuki lentamente levantó la cabeza y miró en dirección a donde sus amigos también miraban, su cara se deformó cuando vio a su colega junto a Midoriya. Definitivamente, eso no podía pasar nuevamente.
— Ese jodido imbecil, ¿no, y qué era un pedazo de gay? — pensó Katsuki fugazmente mientras intentaba calmarse.
— Mira, la mochi viene para acá con ese chico. — dijo Denki sonriendo.
— Ojalá sea el novio.— apostó Sero.
— Yo quisiera ser el novio de su novio.— habló Kirishima mientras reía.
Todos lo miraron con una ceja alzada mientras sonreían. Estaba más que claro que a él pelirrojo le atraían tantos mujeres como hombres. El rubio ceniza miraba con cierto desdén a sus amigos, no le agradaba para nada su conversación.
Ochaco caminaba a la par con Izuku, mientras hablaban sobre sus vidas y todo lo que había acontecido durante todo esos años de distancia y ausencia.
— Bueno, Izuku.. esos cuatros tipos con cara de idiotas de allá son mis amigos. Te los voy a presentar. — propuso la castaña.
Ambos caminaron hasta llegar a donde estaba el pequeño grupo de chicos. Los ojos de Midoriya se abrieron grandes cuando vio a Katsuki allí, y como si no fuera para menos, reconoció a Denki.
— ¿Ka-Kaminari-chan?
Denki y los demás se quedaron con la boca abierta. Si bien, no conocían al chico frente a ellos tenían una mínima idea de quién se trataba. Solo con ver la expresión aburrida y cansada de Katsuki en su rostro, entonces todos pensaron lo mismo.
— ¿Eres ese tal Deku, no? — preguntó directamente Kirishima.
Ochaco miró sorprendida a sus amigos, y luego a Izuku. No tenía idea de que ya se conocían.
— Izuku.. ¿De dónde conoces a Denki? — le preguntó un poco interesada.
— Solía escribirme por Facebook, y no pensé en encontrarme con él aquí y con ustedes... — hablaba ido, un poco cohibido por la situación.
— Bueno, siempre te escribí porque tenías un cierto lazo con "Kacchan" , y yo.. bueno.. creo que ya no vale la pena explicarlo.. — sonrió demasiado incomodo sintió una aura asesina atrás de él. Denki sabía que Katsuki lo mataría después de eso, así que quiso a arriesgarse más. — ... Pero eres bienvenido.. puedes quedarte aquí con nosotros.
Bajo la propuesta de Denki, la castaña quería quedarse pero la cara de sorpresa de Sero y Eijiro junto a la clara advertencia de Katsuki, Izuku solo se limitó a agradecer su agradable gesto.
— Oh, lo lamento. Hoy no será, estoy regresando del trabajo y tengo que ir a casa. — se disculpó el peliverde, mirando de reojo a Katsuki.
Todos lo miraban compresibles, y antes de que Izuku se fuera una voz suave lo hizo detenerse.
— Izukuuu.. — todos volvieron a quedarse de piedra cuando vieron a Momo saludarlo con tanta naturalidad. A Katsuki le dieron unas horribles ganas de insultarlos a ambos pero no quiso crear más drama y terminar peor con su novia.
— Oh, Yaoyorozu-san.. — sonrió Izuku mientras sentía ser abrazado por la pelinegra. Sintió la ira de su antiguo amigo, y pensó fugazmente en darse por muerto.
— ¿Qué te trae por aquí?, ¿Viniste a compartir con Katsuki y sus amigos? — preguntó divertida mientras sonreía.
— Solo iba de paso. Estaba con Uraraka-san.. — señaló con su mano a la castaña.
— Ah.. te acompaño a tu casa entonces..— propuso la chica mientras tomaba el brazo del chico.
Y el detonante de la bomba, fue que Izuku no hizo nada por quitarla.
— Bueno, bro... como que te comieron el mandado. — dijo Sero preocupado.
Definitivamente, Katsuki mataría a alguien.
AOYAMA ES EL TRAIDOR Y ESTOY LLORANDO
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro