Capítulo 2: Los Inicios De Un Vigilante
Narrador Izuku: Han pasado varios días desde que conocí a ese extraño hombre, era alguien peculiar, ciego al igual que yo, pero había algo diferente en él, no estaba seguro de cuáles eran sus verdaderas intenciones, pero... No me importo, lo único que deseaba de él, era aprender a defenderme, del mundo... De los matones... Y de la vida, por eso accedí a ser entrenado por este hombre, pero sus entrenamientos eran rudos, sin piedad, arduos y tortuosos, muchas veces quise tirar la toalla, solo era un niño... Pero a pesar de todo el sufrimiento y el agotamiento, el entrenamiento... Tenían que soportarlo, debía mostrarle al mundo... Que incluso siendo ciego... Llegaría a ser un gran héroe... Pero no sabría en ese entonces... Que este hombre solo estaría de paso en mi vida.
//Lugar desconocido//
Dentro de lo que parecía ser un almacén cerrado y abandonado, en el sótano de algún edificio, el pequeño izuku estaba entrenando con el hombre misterioso que conoció, pero... Era un entrenamiento muy duro.
Izuku: Me está lastimando... -Dijo adolorido-
El pelliverde era sujetado por detrás, siendo inmovilizado por el hombre mayor, quien no tenía compasión y mucho menos una pizca de misericordia a pesar de tener a un niño bajo su entrenamiento.
¿?: Oblígame a parar. -Dijo serio-
Izuku: N-No puedo... -Dijo sin poder moverse-
¿?: Entonces ríndete. -Dijo frio-
Izuku: ¡Los Midoriya jamás nos rendimos! -Declaro molesto-
El maestro soltó a su alumno, lanzándolo devuelta al suelo, y tomo su bastón nuevamente, parándose firmemente frente a su aprendiz.
¿?: Entonces gáname... -Lo reto- Tengo todo el día niño, puedo hacer esto las veces que quieras, pero si no puedes tan siquiera darme un golpe, ¿Cómo esperas poder enfrentarte al mundo? -Dijo cortante-
El peliverde se levanta del suelo, ajustando sus lentes de sol, mostrando su molestia y desagrado hacia el hombre mayor.
Izuku: Eres solo un matón... -Dijo molesto-
¿?: El mundo está lleno de ellos... -Dijo sin importancia- ¿Qué vas hacer tu al respecto? -Dijo retadoramente-
En respuesta, el peliverde se lanzó contra el hombre, lanzando dos ganchos y una patada, pero su maestro los esquivo como si nada.
¿?: ¡Sentí la brisa! -Dijo serio-
Furioso, el peliverde volvió a atacar, lanzando puñetazos y patadas circulares, tratando de impactar un golpe contra su maestro.
Pero este esquivaba y bloqueaba todo ataque con su bastón, ni siquiera parecía importarle la pelea.
¿?: Tienes espíritu niño... -Dijo ligeramente impresionado- Pero no es suficiente. -Dijo serio-
Usando su bastón, golpeo al niño por la espalda, lanzándolo nuevamente al suelo, Izuku estaba casi agotado, jadeando por aire.
¿?: Tienes que controlar esa ira. -Dijo serio-
Izuku: Dijo que la rabia es un arma. -Dijo molesto-
¿?: La rabia es una chispa... Bien... -Dijo serio- La ira... Es un incendio, fuera de control y por lo tanto inútil. -Dijo frio- Igual que tú, tirado ahí en el suelo.
Molesto por las palabras del adulto, el peliverde se levanta nuevamente y retoma la pelea, cegado por la ira, comienza a atacar sin control y descoordinado.
Su maestro al ver esto, decide terminar con el entrenamiento y usando su bastón.
Golpea al niño por debajo del mentón, siendo un golpe de K.O. y derribando por tercera vez al peliverde.
Izuku: Argh... Hmp... Ouh... -Se quejó del dolor estando en el suelo-
¿?: Pensé que los Midoriya nunca se rendían. -Dijo fríamente-
Izuku estando en el suelo, comenzó a lamentarse, no solo por el dolor, sino... El cómo había terminado así.
Izuku: Es mi culpa... *snif*... ¡Es mi culpa, yo provoque esto! -Dijo con culpa-
¿?: ¿A quién? -Dijo serio-
Izuku: A mí y a mi madre... -Dijo triste- Si no me hubiera apartado de ella... Si no hubiese corrido para ver a mi héroe en lugar de seguir al lado de mi madre *Snif* entonces no estaría ciego, mi madre no se sentiría culpable y triste de lo que me sucedió. -Dijo soltando algunas lágrimas-
El hombre escuchaba seriamente y sin decir los pesares y lamentos del pequeño.
Izuku: Solo quería ver al héroe que admiraba, y un día... Llegar a ser como el, ahora... Jamás podre ser un héroe, y todo por mi culpa. -Dijo con tristeza-
¿?: Pero no pudiste verlo y ya nunca lo harás... -Dijo seriamente- Todos pagamos por nuestras elecciones niño, tal vez si no te hubieras alejado de tu madre aun podrías ver, quizás te hubiese pasado algo peor en su lugar. -Dijo seriamente- La única cosa de la que estás seguro, es que ya nunca podrás volver a ver. -Dijo fríamente-
El pequeño no pudo evitar sentirse mal ante las palabras del hombre.
¿?: Pero yo estoy aquí, incluso si tu madre está a tu lado, ni ella ni nadie jamás podrá entender cómo te sientes y jamás podrán comprender lo que vives cada día... Pero yo si. -Dijo seriamente-
El peliverde escucho atentamente las palabras de su maestro, reflexionando cada una de las palabras que dijo.
¿?: Ahora... ¡Levántate! -Dijo serio- Es hora de dejar de recibir palizas y empezar a dar una... Levántate. -Dijo serio-
El peliverde dudo de las palabras del anciano por unos instantes... Pero tenia razón... Ya no había vuelta atrás, de nada servía lamentarse por el pasado, lo único que podía hacer... Era levantarse... Y seguir adelante.
¿?: ¡Levántate! -Dijo firme- ¡¡LEVANTATE!! -Dijo lleno de determinación-
Izuku tomo toda la fuerza de voluntad que tenía, a pesar del miedo y la inseguridad, el recordó su promesa... Jamás retroceder, nunca rendirse, vivir al límite, vivir sin arrepentimientos, vivir... Sin miedo.
Izuku: Nunca... Vivir con miedo. -Pensó con determinación-
El peliverde se levantó una vez más, esta vez... Sin vacilar, sin dudas, esta... Era su nueva vida ahora, y debía aprender a vivir con ella... Y aprender a usarla a su favor.
¿?: Vamos niño... -Sonrió retadoramente- Demuéstrame que no estoy perdiendo mi tiempo. -Lo ínsito-
Con determinación, Izuku retomo el ataque, dando varias piruetas y saltos, lanzando patadas y golpes precisos esta vez, teniendo casi a su maestro contra la pared, pero el anciano a pesar de estar satisfecho con la iniciativa y la pasión del pequeño, este logro bloquear sus golpes y finalmente volver a sujetarlo, dejándolo inmóvil nuevamente, pero esta vez... Había progresado.
¿?: Nada mal... -Sonrió ligeramente- Aun te queda mucho camino por delante, pero... Vas progresando. -Dijo satisfecho-
El anciano soltó al niño, quien parecía exhausto.
¿?: Terminamos por hoy, es mejor que regreses a casa con tu madre, antes de que empiece a preguntar donde estas. -Sonrió ligeramente-
Izuku: Lo hare... -Dijo serio- Y... Gracias.
¿?: ¿Por qué?
Izuku: Por todo... -Dijo agradecido-
El anciano no dijo nada y se retiró del lugar, dejando al peliverde, quien comenzó a recordar el día en que conoció a su maestro... Y el resto de la conversación que tuvieron ese día.
*Flashback: Varios días atrás*
Días atrás, en el mismo parque donde había conocido a su maestro, el joven Izuku comía un helado junto con el hombre misterioso que se había aparecido.
Izuku: Nadie, ni siquiera mi madre, me había comprado helados desde que perdí la vista. -Dijo serio-
¿?: ¿A qué sabe? -Dijo serio-
Izuku: Vainilla.
El anciano rio ligeramente.
¿?: Todo el mundo puede saborear la vainilla. -Dijo sarcástico- Presta un poco más de atención, usa tus dones. -Dijo serio- ¿Sabes lo que tiene?
El peliverde parecía extrañado ante la insistencia del anciano, pero decidió guardar sus dudas y escuchar lo que decía el hombre mayor, quien empezó a oler el helado.
¿?: Granos de azúcar, vaina de vainilla, leche... De tres lecheras distintas del país. -Dijo analíticamente-
Luego procedió a probar el helado, lo cual le dio algo de asco al instante de haberlo probado.
¿?: Ugh, varios químicos salidos de la tabla periódica y... -Lo olio una vez más- Mugre de la mano del tipo que te lo sirvió. -Dijo serio-
Izuku estaba sorprendido, todo eso pudo analizar con solo oler y probar una pequeña porción de ese helado de vainilla.
¿?: Paso la mañana trabajando en su jardín, aun puedo oler la tierra sembrada. -Dijo serio-
El peliverde no tenía palabras para describir su impresión.
¿?: Tienes el mundo a tu alrededor Izuku, y es realmente enorme. -Dijo sabiamente- Y solo necesitas... Las agallas para dejarlo entrar, inténtalo. -Lo ínsito-
Izuku parecía comprender un poco a lo que se refería el anciano, el entreno sus sentidos por años, pero en cambio el, tenía super sentidos los cuales nunca había explotado su potencial.
¿?: Ese perro... ¿Cuál es su historia? -Señalo a un perro que iba pasando-
Izuku pudo sentirlo al instante y haciendo caso a las indicaciones del anciano, comenzó a usar sus super sentidos, averiguando lo que debía saber.
Izuku: Tiene hambre... Le está sonando el estómago, le encantaría comerse los hot dogs que tiene el tipo que camina contra el viento. -Dijo serio-
El hombre parecía impresionado, pero no lo demostró, debía ver hasta donde llegaría la habilidad de este niño.
¿?: No está mal... ¿Qué hay de la chica? -Una chica junto a su pareja paso a su lado-
Izuku repitió el mismo proceso, sintiendo en cada fibra de su ser, como se sentía la chica y lo que tenía.
Izuku: Su piel... Su piel está muy caliente, el corazón le late rápido, ¿Está enferma? -Dijo curioso-
¿?: Peor... Está enamorada. -Dijo sarcástico-
El peliverde no entendió a que se refería, pero siendo un niño, no entendía acerca de esas cosas y decidió ignorar el comentario.
¿?: ¿Y que hay el anciano? -Escucho como un anciano daba de comer a las palomas-
Nuevamente, el peliverde enfoco todos sus sentidos, escuchando cada uno de ellos, pero al hacerlo... También sintió algo malo proveniente del anciano.
Izuku: El... Se va a morir. -Dijo con pesar-
¿?: Y no hay nada que puedas hacer tu por el. -Dijo seriamente-
El peliverde agacho la mirada.
¿?: Es un mundo grande, no todos son flores y alegría. -Dijo serio- Y la única forma, en que tipos como tú y yo podemos sobrevivir... Es agarrarlo por el cuello y nunca soltarlo. -Dijo sabiamente-
El peliverde guardo el envoltorio del helado que comió, mientras pensaba en las palabras del anciano.
Izuku: Si le hago una pregunta, ¿Me golpeara? -Dijo curioso-
¿?: Depende de la pregunta. -Dijo sarcástico-
Izuku: ¿Cómo me encontró? ¿Cómo lo supo? -Cuestiono-
¿?: Los doctores, los del curso de Braille y tus maestros de la escuela, creen que fue idea de ellos. -Dijo serio-
Izuku: Pero no lo fue, ¿Cierto? -Cuestiono-
¿?: Tal vez por uno de mis dones, o solo tuviste suerte. -Dijo serio-
Izuku: Je, no es una respuesta. -Dijo divertido-
¿?: Je je, aprendes rápido. -Dijo ligeramente impresionado-
Izuku volvió a su semblante serio.
Izuku: ¿Va ayudarme? -Cuestiono-
¿?: No... Voy a entrenarte. -Dijo serio- A cómo controlar tu don, a ser que te sea útil, a usarlo y a pelear.
Izuku: Mi madre nunca quiso que peleara... Aunque en realidad... Lo he hecho durante los últimos meses, sin que ella se enterara. -Dijo serio-
¿?: Muy bien hecho, pero tu madre no está aquí ahora, y necesitaras habilidades para la guerra. -Dijo seriamente-
Izuku: ¿Cuál guerra? -Dijo curioso-
¿?: Ya llegaremos a esa parte... -Dijo serio- Cuando estes listo.
Izuku: Je, ni siquiera se su nombre. -Dijo irónico- ¿Cómo lo llamo? -Cuestiono-
Narrador Izuku: En ese momento creía que sería una gran oportunidad para cumplir mi sueño, pero acerca de esa guerra... Me dejo intrigado, no sabía que estábamos en una, posiblemente hablaba de algún mal, como los villanos o una organización terrorista en ese momento, pero era algo más grande que eso, pero el nombre de mi mentor, resulto ser...
*Devuelta al presente*
Izuku: "Stick" -Dijo seriamente- Ese anciano resulto ser más fuerte de lo que pensaba. -Dijo serio- Pero su entrenamiento es lo que necesito, quizás haya algo más oculto en todo esto, pero no importa... Hare lo necesario para algún día... Convertirme en héroe. -Dijo con determinación-
El peliverde salió del almacén, rumbo directo hacia su hogar, el entrenamiento de Stick había comenzado, y planeaba volverse más fuerte cada día.
//Varios meses después//
Narrador izuku: Durante casi un año, Stick me entreno física, mental y psicológicamente, enseñándome a usar mis sentidos como una herramienta, a usar mi cuerpo como un arma, los combates eran cada vez más brutales, me caía, me golpeaban, me rompían o dislocaban los huesos, pero a pesar de todo ese infierno... Mi motivación, mi creencia, mi sueño... Eran la base de mi determinación, incluso sabiendo que Stick no creía ni confiaba en los héroes, eso no me detuvo en querer perseguir mi sueño, puede que me estuviera entrenando para algo más, incluso podría jurar que esa guerra... Sería algo inminente, pero... Pese a todo, Stick además de ser un maestro... Era casi como una figura paterna para mí... Y ese... Fue mi más grande error.
//Lugar de entrenamiento oculto//
Al igual que casi todos los días, después de clases, Izuku se reunía con su maestro en el lugar de entrenamiento, practicando combate y mejorando cada día sus sentidos, incluso ahora, el alcance de sus super sentidos aumento, y eso lo hizo más fuerte, más ágil y más coordinado, era un guerrero.
Stick: ¡Mas rápido! -Ataco con dos palos en manos-
El maestro ciego atacaba a su alumno, usando dos palos como cachiporras, pero el peli verde evadía con rapidez y precisión los ataques, dando volteretas y saltos acrobáticos.
Pero Stick arrojo sus armas hacia el peliverde, pero este dio una voltereta en el aire y con sus manos, atrapo los palos sin problemas, aterrizando en una pose de pelea.
Stick: Descansa. -Ordeno-
El peliverde hizo caso, como todo un alumno hacia su sensei.
Stick: ¡¿Quién gobierna al cuerpo?! -Dijo estricto-
Izuku: ¡Mi mente! -Dijo firme-
El anciano retomo el ataque usando sus manos esta vez, Izuku usando los bastones bloqueo los ataques.
Y rodo por el suelo, esperando el siguiente ataque.
Stick: ¿Cuál es tu arma más fuerte? -Dijo seriamente-
Izuku: ¡Mi cuerpo! -Respondió de inmediato-
Retomando el ataque, Izuku bloqueo cada ataque del anciano, repeliendo y evadiendo los golpes directos y patadas circulares, usando su tamaño y agilidad como ventaja, pero Stick detuvo el último ataque bloqueando los palos de madera, mientras ambos forcejeaban.
Stick: ¡Relación! ¡Mente, cuerpo! -Dijo serio-
Izuku: ¡¡La mente controla al cuerpo, el cuerpo controla a nuestros enemigos y estos no controlan ni una mierda cuando acabamos con ellos!! -Declaro sin dudar-
Stick: Bien... -Dijo complacido-
El combate termino, ambos se separaron tomando distancia.
Stick: Pelear... Es solo el comienzo. -Dijo serio- Tienes que controlar tus sentimientos... Tus sentimientos que están en lo profundo. -Dijo seriamente-
Izuku: ¿Cómo? -Cuestiono-
Stick: Meditación... -Dijo serio-
Izuku: -Ríe- ¿Te refieres a eso donde finges no dormir? -Dijo sarcástico-
Stick: Je je, si... -Dijo con algo de gracia- Sí, eso... Debes abrirte a ella. -Dijo serio- Apréndela, te vuelve mucho más fuerte, más enfocado, incluso sana tus heridas más rápido. -Dijo serio-
Izuku: ¿Puedes hacer eso? -Dijo algo impresionado-
Stick: ¿Cómo crees que aun sigo vivo niño? -Dijo sarcástico-
Izuku: Entonces lo aprenderé, igual que tu. -Dijo con determinación-
Stick: Bien... Mañana empezaremos con los cuchillos, trata de que no te apuñalen. -Dijo sarcástico-
Incluso si no lo parecía, izuku podía sentir que su maestro era más que eso, pero... Ese día... Aprendería una valiosa lección.
Izuku: Stick... -Lo llamo-
Stick: ¿Sí?
Izuku: Tengo algo para ti... -Saco un objeto de su bolsillo-
Saco de su bolsillo, un brazalete casero, hecho a mano por el peliverde, entregándoselo a su maestro.
Izuku: Es un brazalete, lo hice con la envoltura del helado que me compraste cuando nos conocimos. -Dijo amablemente- ¿Lo recuerdas?
Stick no mostró ninguna emoción como siempre, pero... Esta vez, había algo diferente en él.
Stick: Si... Lo recuerdo. -Dijo serio-
Tomando el brazalete en su mano... Incluso si Izuku no lo veía, pudo sentir el momento en que su maestro, apretó con fuerza el regalo que le había dado a su maestro, triturándolo y arrojándolo.
Stick: Tu entrenamiento termino... -Dijo fríamente- Yo ya no puedo ayudarte. -Dijo serio-
Eso desconcertó al peliverde, no entendía por qué su maestro había tomado esa decisión de golpe.
Izuku: ¿Qué...? -Dijo sin poder creerlo- ¿Por qué?
Stick tomo sus cosas y se dispuso a irse, no sin antes decirle sus razones a su ex alumno.
Stick: No soy idiota Izuku... -Dijo fríamente- Sé muy bien por qué aceptaste mi entrenamiento. -Dijo serio- Lo hiciste para perseguir tu fantasía de querer volverte un héroe. -Dijo frio- Al principio creía que con el tiempo te haría ver la realidad, y dejarías ese absurdo sueño. -Dijo serio-
Eso indigno al peliverde, quien hasta ahora se había mantenido callado.
Izuku: ¿Absurdo? -Dijo molesto- ¡¡La única razón por la que acepte este entrenamiento, fue para volverme más fuerte y demostrarles a todos que incluso estando ciego, podría llegar a ser un héroe!! -Dijo serio-
Stick: ¿En serio crees que esta sociedad aceptara a un héroe que no puede ver? -Dijo serio- Tenías más potencial que eso, podías ser algo mejor que eso... Pero parece que no importa lo que haga... -Dijo seriamente- Aun sigues aferrado a ese sueño, creyendo que el mundo puede aceptarte tal y como eres. -Dijo fríamente - ¡El mundo jamás te aceptara por ser diferente, seas un niño sin don... O un niño ciego! -Dijo cortante-
El peliverde no dijo nada, pese a lo que dijo... Tenía algo de razón, el mundo se negaría a aceptar que un niño ciego, se convirtiera en un héroe, pero... No pensaba renunciar a ese sueño, eso era lo único que lo motivaba a seguir de pie, ese... Era su motivación, y si para cumplir su sueño debía renunciar a todo lo que Stick le dio... Que así sea.
Stick: Esperaba demasiado de ti... -Dijo seriamente-
Sin nada más que decir, el anciano salió del lugar, dejando al peliverde solo, quien a pesar de estar triste y quería llorar... No iba a darle la satisfacción, no derramaría más lágrimas, Stick ya le había enseñado todo lo que necesitaba... Ahora el resto dependía de él.
Izuku: Te equivocas... -Dijo serio- Si tengo potencial... Incluso si el mundo no me reconoce como héroe. -Dijo seriamente- Nada impedirá que ayude a las personas, protegeré a quienes no puedan hacerlo, defenderé la justicia... Incluso si para ello... Tenga que romper la ley. -Dijo con determinación- Si el mundo no quiere un héroe ciego... Entonces... Les daré algo más... -Dijo seriamente-
Narrador Izuku: Ese día aprendí una lección, incluso aquellos que te tienden la mano, esas personas que creías ver como un amigo o un padre... Pueden darte la espalda en cualquier momento, dejándote nuevamente solo en el mundo. Pero eso no me hizo renunciar a mi sueño, pero las palabras de Stick tenían algo de razón, el mundo jamás aceptaría a un héroe ciego, por eso... Decidí que, si no podía ser un héroe, entonces... Sería algo más, alguien dispuesto a hacer lo necesario para proteger a la gente de Japón, alguien que salvaría vidas, incluso si no era reconocido, la gente lo recordaría y lo aclamarían, entonces me convertí... En un símbolo de justicia... ¡"Justicia ciega"!
//5 Años después//
Dentro de un edificio departamental, dentro de uno de los apartamentos, Izuku Midoriya de ahora unos 14 años, se despertaba de un largo sueño, frotándose los ojos y quitándose dos tapones para los oídos, sirviendo exclusivamente para reducir el alcance de sus oídos agudizados, permitiéndole dormir. Se levanto, estirándose un poco y se acercó hacia su estéreo, encendiéndole y comenzó a escuchar la música para ahogar todos los sonidos del exterior.
https://youtu.be/mGJEfL5qaRI
Entro a la ducha de su cuarto y tras un tiempo, salió del baño, caminando hacia su closet, al abrirlo, pudo ver varios conjuntos de ropa colgados y en cada uno, había una pequeña placa con palabras escritas en Braille, pasando su mano por cada uno de ellas, hasta seleccionar la placa que tenía su uniforme escolar de secundaria.
Izuku: Creo que muy pronto necesitare una nueva placa para mi closet de ropa, ya que falta solo un año para mi graduación. -Pensó divertido-
Se vistió en poco tiempo para después tomar sus cosas, primero un celular manos libres para invidentes, luego tomo su billetera, en el cual había billetes doblados de diferentes formas para reconocer la cantidad de cada uno, tomo su bastón para invidentes y se puso sus lentes, que ahora eran de color rojo carmesí.
Inko: ¡Izuku! ¡El desayuno está listo! -Llamo su madre desde la cocina-
El peliverde escucho a su madre y apago el estéreo, saliendo de su cuarto a desayunar.
Izuku: ¡Ya voy!
El peliverde fue a desayunar, como cada mañana y desayuno junto a su madre, durante estos años, la personalidad de izuku cambio, era más serio y su actitud tímida había desparecido.
Inko: ¿Nervioso por el primer día de clases? -Dijo divertida-
Izuku: Yo nunca estoy nervioso... -Dijo sarcástico- Solo espero que Bakugo no esté en mi clase. -Dijo serio-
Inko: Aun no entiendo, ¿Qué paso entre ustedes dos? Eran muy buenos amigos de niños, pero entonces...
Izuku: El no quiso ser amigo de un ciego, al igual que muchos otros de mis compañeros. -Dijo serio- Pero no me importa, con un amigo me basta. -Dijo sonriendo-
Inko: Hoy te veras con...
*RING, RING, RING*
La alarma de Izuku sonó, señalando que ya se la hacía tarde para la escuela, Izuku termino de comer, tomo su bastón y su mochila y camino hacia la puerta de salida.
Izuku: Nos vemos después mamá. -Sonrió cálidamente-
Inko: Que tengas un buen día hijo. -Se despidió-
Izuku salió del departamento, usando su bastón para guiarse, aunque no lo necesitaba en verdad, pero era necesario. Camino por las calles hacia su escuela, como cada mañana, algunas personas se le quedaban mirando, pero Izuku ignoraba la sensación de ser visto.
Niño: Mamá, ¿Por qué ese chico usa ese bastón si no parece estar lesionado? -Pregunto un niño que pasaba-
Señora: No es nada hijo, es solo que ese chico no puede ver bien y necesita usar ese bastón. -Dijo amable-
De vez en cuando, el peliverde escuchaba conversaciones como esas relacionadas con él, no pasa muy seguido, pero siempre tiene la fortuna de escuchar cosas así, es algo divertido y al mismo tiempo molesto, pero Izuku ya estaba acostumbrado.
Izuku: Je, como cada mañana, siempre escucho a alguien diferente hablar de mi a mis espaldas. -Pensó con ironía- En un mundo donde la gente tiene dones y habilidades sorprendentes, lo que más les sorprende ahora, es ver a alguien sin don... O sin vista. -Pensó irónico-
Siguió caminando hasta llegar a la estación de trenes, tomando el tren hasta su escuela y el resto del camino lo hizo a pie, hasta que por fin llego a su secundaria, fue entonces... Que escucho que alguien se acercaba... Alguien... Muy descuidado.
Izuku: ¡Sé que estás ahí! Esta es la quinta vez esta semana que intentas tomarme por sorpresa... Foggy. -Dijo divertido-
Saliendo de su escondite, un chico castaño, robusto de rasgos americanos, se mostró algo decepcionado de no haber tomado por sorpresa a su amigo.
Foggy: ¿Cómo lo haces? -Dijo divertido- Sé que tienes un don que amplifica tus sentidos, pero, ¿Cómo es posible que puedas saber que estaba aquí? Ni siquiera respire. -Dijo impresionado-
Izuku: En primera: Pude escuchar los latidos de tu corazón, deberías tratar de hacer más ejercicio, casi parecía que te iba dar un infarto. -Bromeo-
Foggy: Ja ja, muy gracioso Izuku. -Dijo sarcástico-
Izuku: Y en segundo lugar: Pude oler el aroma de ese gel para el cabello barato que usas. -De burló- Deberías usar acondicionador en su lugar. -Bromeo-
Foggy: Y me lo dice el chico que tiene un arbusto por cabello. -Se burló-
Izuku: No lose, hace muchos años que no veo mi reflejo... Entre muchas otras cosas. -Dijo sarcástico-
Foggy iba decir algo más, pero sabia entonces sonó la campana de la escuela.
Foggy: Ok señor tengo todas las respuestas. -Dijo sarcástico- Será mejor entrar antes de que nos castiguen como la última vez.
Izuku: Esa vez, fue culpa tuya, te la pasaste media hora tratando de ligar con una chica que te rechazo en solo 2 segundos. -Bromeo-
Foggy: Estoy seguro de que le gustaba, solamente nos dimos un tiempo. -Se excusó-
Izuku: Claaaro. -Dijo sarcástico-
Los dos amigos entraron a la escuela, claro que Foggy ayudo a su amigo a llevarlo al salón, no es que no supiera la ruta hacia su salón, es solo que Foggy lo hacía por buen amigo... Y de paso para quedar bien con las chicas por ayudar a un invidente.
Narrador Izuku: Foggy Nelson, mi mejor amigo desde que entre a la secundaria, es un chico extranjero proveniente de los estados unidos, al igual que yo, Foggy no tiene un don, pero eso nunca le importo, es alguien carismático y divertido, pero sobre todo, ansia convertirse en un gran abogado algún día, debido a que de niño, presencio mucho crimen en las calles de su ciudad natal, por eso se mudó junto a su familia a Japón, en busca de un lugar seguro donde Foggy pudiese vivir más seguro y cumplir su sueño, desde que lo conocí, nos volvimos buenos amigos y nunca le molesto que yo fuera ciego, incluso ahora, sigue tratando de convencerme de que seamos abogados juntos... Y debo decir que la idea no es mala, pero aun sigo aferrado a mi sueño de ser héroe, pero tampoco esta demás tener una segunda opción como abogado.
//Horas más tarde: En una cafetería cerca de la escuela//
Después de clases, como cada tarde, Izuku y Foggy tomaban un café en una cafetería cercana de la escuela, ambos pasaban los ratos hablando, mientras que Foggy leía el periódico de la ciudad.
Foggy: En serio deberías escuchar esto: "Grupo de bandidos fueron arrestados cerca de un bar, los testigos aseguran que el justiciero de Musutafu fue el responsable" -Dijo emocionado-
Izuku: -Ríe- Foggy ¿Por qué lees esa basura? Ese tal justiciero es solo un mito urbano. -Dijo divertido-
Foggy: Desde hace un año que la gente habla de este justiciero, pero las autoridades y los héroes lo llaman vigilante. -Dijo en defensa-
Izuku: ¿Cómo ese mito de los cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York? -Dijo en burla-
Foggy: No juegues con eso, yo los he visto y son muy enormes. -Dijo ofendido- Un amigo mío de mi vieja ciudad los ha visto, es un hecho real. -Se puso a la defensiva-
Izuku: Bien, bien, no tienes que alterarte. -Bromeo-
Foggy: Ojalá pudieras ver esto, incluso tienen una imagen dibujada de cómo es. -Dijo divertido-
Izuku: ¿Ah sí? ¿Y como luce? -Dijo intrigado-
La imagen era de una especie de hombre oscuro como la noche, casi como un ninja, usando un antifaz en la cara, saltando por los edificios de la ciudad.
Foggy: He visto mejores dibujos que este. -Dijo decepcionado-
Izuku: No me sorprende, ¿Podrías pasarme la miel?
Foggy: Pero retomando nuestra conversación, en serio insisto en que deberíamos entrar juntos a la escuela de leyes Izuku. -Dijo serio- Con tu habilidad de escuchar y percibir, podrías ser un gran abogado. -Insistió mientras tomaba la miel-
Izuku: -Suspira- Foggy ya hablamos de esto. -Dijo serio- Dentro de un año, me preparare para el examen de admisión de la U.A. quiero intentar hacer el examen del curso de héroes, incluso si no entro, podría entrar al curso de estudios y quizás como dices... Estudiar leyes. -Dijo serio-
Foggy: Izuku...
Izuku: Lo se, sé que soy ciego... No tienes que recordármelo, pero esto es lo que yo quiero. -Dijo con determinación-
Foggy en respuesta cambio la miel por mostaza y se la dio a Izuku, quien, aunque no veía, pudo adivinar lo que haría su amigo y aun si, vertió la mostaza en su café.
Foggy: En serio, tienes una moral y un sentido de la justicia del que deberías carecer. -Dijo sarcástico-
Izuku: Otra razón por la que no sería un buen abogado. -Dijo irónico-
Antes de que pudiera continuar con su conversación, Izuku sintió algo... O más bien, pudo sentir que alguien se acercaba.
Foggy: ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Por dónde? -Miro alrededor-
Izuku: Entrara por la puerta... -Dijo serio-
Foggy: No la veo.
Izuku: Entrara en un segundo. -Dijo serio-
Y como había dicho, por la puerta entro una linda chica de la misma edad que los dos jóvenes, para los ojos de Foggy era algo linda, y de seguro lo sería para Izuku si pudiese ver.
Izuku: ¿Cómo es? -Dijo intrigado-
Foggy: ¿La verdad? -Dijo aun sorprendido-
Izuku: Si... -Dijo más intrigado-
Foggy: Esta horrenda... -Mintió sin dejar de verla-
Eso solo provoco la risa del peliverde, quien supo al instante que estaba mintiendo, y si lo hacía, significaba que la chica debía ser hermosa.
Foggy: No se si es alguna clase de mutación o por defecto de su don, pero como un futuro abogado, te recomiendo que no te acerques. -Dijo sin apartar la vista de la chica-
Aprovechando el momento, Izuku cambio su café con el de Foggy y haciendo caso omiso a las palabras de su amigo, se levantó de su asiento y camino hacia la chica con su bastón. La chica estaba leyendo una revista, cuando de pronto, siente que algo golpeo su pierna.
Izuku: Lo siento, mis más sinceras disculpas. -Fingió no saber por dónde iba-
¿?: No hay problema... -Dijo sin dejar de mirar su revista-
Izuku: Amm, estaba buscando la miel, ¿Sería tan amable de decirme donde esta? -Fingió nuevamente-
¿?: Está enfrente de ti... -Dijo seria y sin mirarlo-
Foggy por su parte no podía evitar reírse un poco de Izuku, estaba usando su clásica estrategia del chico ciego tímido, algo que funcionaba hasta cierto punto, sobre todo con las chicas.
Izuku: Perdón... Pero podrías ser más específica. -Dijo tímidamente-
¿?: ¡¿Acaso estas...?! -Levanto la mirada irritada-
Izuku: ¿Ciego? Me temo que si. -Fingió estar apenado-
La chica de inmediato se sintió sumamente apenada y avergonzada de su actitud hacia un invidente, dejando su revista de inmediato y le paso la miel.
¿?: P-Perdón... N-No sabes cuánto lo siento. -Dijo algo sonrojada-
Izuku: No pasa nada -Dijo sonriente- De hecho, yo...
*¡¡PFFFT!!*
Foggy escupió su café al instante de haberle dado un sorbo y miraba molesto al peliverde ciego, quien le había dado una cucharada de su propia medicina... O en este caso de mostaza. Mientras que izuku y la chica miraron con cierta diversión al pobre gordito.
¿?: ¿Es amigo tuyo? -Dijo divertida-
Izuku: En realidad, nunca lo he visto en mi vida. -Dijo con ironía-
Eso provocó una pequeña risa de la bella chica, Izuku sintió que había hecho una buena maniobra y siendo cortes, se presentó tendiéndole la mano.
Izuku: Izuku Midoriya. -Le estrecho la mano-
La chica estrecho su mano amablemente.
¿?: Encantada de conocerte... Izuku Midoriya. -Dijo cortésmente-
Luego procedió a retirarse sin responder a las palabras del peliverde
Izuku: Amm, no he escuchado tu nombre... -Dijo esperando la respuesta-
La bella chica salió por la puerta, no sin antes mirar al peliverde y responder.
¿?: No te lo he dicho. -Dijo sarcástica y se fue-
El peliverde se quedo sin palabras, no por las acciones de la chica, sino de su actitud, era algo que nunca había sentido antes.
Foggy: Amigo, hay quienes no tienen compasión por los chicos discapacitados. -Dijo apenado por su amigo-
Izuku: Eso parece... -Dijo divertido-
El peliverde en lugar de quedarse, hizo lo impensable... Se dispuso a salir de la cafetería.
Foggy: ¿A dónde vas? -Dijo curioso-
Izuku: Iré... A dar una vuelta. -Dijo divertido-
Foggy: Pero, ¿Qué hay de la asesoría que me prometiste? Sabes que aún me cuesta entender el japones. -Se quejó-
Izuku: Descuida, ve a mi casa y ahí te alcanzare. -Dijo motivado y salió de la cafetería-
El peliverde usando sus super sentidos, empezó a seguir el rastro que la bella chica había dejado.
//Parque Central de Musutafu//
Izuku camino por varias cuadras hasta llegar al último lugar donde capto el aroma y la esencia de la chica misteriosa, el rastro termino en el parque de Musutafu, el lugar donde solía venir a jugar cuando era niño, podía percibir a varios niños jugando. Al momento de llegar, se detuvo al sentir la presencia de alguien.
Izuku: Bonito parque, ¿No es así? -Dijo carismático-
Delante del peliverde, se encontraba la chica de la cafetería esperándolo, como si hubiese sabido que la seguiría.
¿?: ¿Qué quieres? -Dijo seria-
Izuku: Solo... Saber tu nombre, nada más, no busco problemas. -Dijo amablemente-
¿?: Escucha... -Se acercó al peliverde- No me gusta que me sigan, así que largo. -Dijo seria y firme-
Izuku pudo sentir la rudeza en sus palabras, cosa que haría retroceder a cualquier hombre normal... Pero eso por desgracia, no aplicaba para alguien que no le temía a nada.
Izuku: Disculpa de verdad, pero solo quería tratar de conocerla. -La tomo de mano- No hay necesidad de ser agresiva. -Dijo calmado-
La chica no le gusto que el peliverde la tomara de la mano sin permiso.
¿?: Tampoco me gusta que me toquen. -Dijo seria-
La chica trato de torcerle el brazo a Izuku, pero este lo sintió y en un movimiento rápido contrarresto su movimiento, quedando enfrente de la chica.
Izuku: ¿Por qué no me dices lo que te gusta y acabamos antes? -Bromeo-
En respuesta, la chica trato de golpearlo, pero el peliverde lo evito, seguido de casi recibir varios golpes marciales, para sorpresa de Izuku, quien en respuesta trato de inmovilizar a la chica, pero esta lo evito haciendo una voltereta y liberándose, para después lanzar una patada que Izuku esquivo sin problemas, ambos tomaron distancia, la chica miraba fijamente al peliverde, mientras que Izuku parecía más interesado en la chica.
¿?: Sabes que estamos llamando la atención, ¿Verdad? -Dijo sarcástica-
Izuku: ¿Acaso alguno de los dos ha usado su don o algún arma que pueda atraer la atención de la policía? -Dijo sarcástico-
¿?: No... -Dijo igual-
Izuku: Entonces no tienes de que preocuparte, la gente pensara que somos un simple espectáculo, no creo que se molesten en hacer algo. -Dijo relajado-
Los niños y los adultos presentes empezaron a acercarse a ver lo que sucedía, al principio creían que se trataba de una pelea entre jóvenes, pero al no ver que ninguno usaba algún don o algún objeto peligroso, pensaban que se trataba de un espectáculo callejero.
¿?: ¿En verdad eres ciego? -Dijo intrigada-
Izuku: ¿En verdad no me dirás tu nombre? -Respondió sarcástico-
La chica miro divertida la actitud del peliverde, no era como los demás chicos... Era... Interesante. Los civiles presentes miraron con interés lo que se disponían a hacer los dos jóvenes.
Izuku: Entonces... Que comience el espectáculo. -Dijo con determinación-
¿?: Que así sea entonces. -Dijo igual-
Izuku lanzo su bastón al aire, mientras se quitaba la chaqueta de su uniforme, al igual que la chica se quitaba el chaleco de piel que traía, lanzándolos al suelo y en ese preciso momento, Izuku atrapo su bastón al momento de caer. La chica se puso en pose de combate, mientras que el peliverde se mantuvo con su bastón en mano y con su mano retándola.
Izuku: ¿Empezamos? -Dijo retándola-
La chica respondió lanzado un golpe directo, seguido de dos patas rectas, pero siendo bloqueadas por el peliverde con su bastón y en un movimiento rápido apuntando su bastón hacia ella.
Izuku: ¿Eso es todo? -Dijo divertido-
¿?: Tú lo quisiste. -Dijo igual-
Aparto el bastón con su mano y dio una voltereta hacia atrás corriendo hacia unos sube y baja, levantando uno al momento que Izuku la siguió, pero este lo evadió a tiempo, la chica corrió por uno de los sube y bajas, intentando golpear al peliverde con el otro extremo, pero Izuku lo evito por un pelo y con su fuerza, bajo el extremo y mando a la chica volando hacia sus brazos, atrapándola al instante, teniendo su rostro cerca de ella.
Izuku: ¿Te estas conteniendo? -Dijo divertido-
¿?: Si... -Dijo algo agitada-
Izuku: No lo hagas. -Dijo con determinación-
La chica sonrió en respuesta y dio una voltereta hacia atrás, casi pateando el mentón del peliverde, ambos saltaron sobre los dos sube y baja, quedando frente a frente, haciendo un equilibrio impresionante.
Izuku: ¿Todos los chicos tienen que pasar por esto para saber tu nombre? -Dijo divertido-
¿?: Y eso que ni siquiera me has pedido el número de celular. -Dijo divertida-
La chica salto hacia el otro sube y baja, seguido por Izuku, manteniéndose equilibrados, pero quienes miraban el espectáculo se impresionaban y animaban la demostración de artes marciales de ambos jóvenes, incluso los niños y niñas animaban a cada uno por separado, animando a cada género.
Izuku: ¿Qué te dije? Ellos piensan que es un espectáculo. -Dijo divertido-
¿?: Eso parece, pero me temo que el show debe terminar en algún momento. -Dijo sarcástica-
Izuku: Estoy de acuerdo. -Dijo con determinación-
La chica ataco con sus brazos, pero Izuku bloqueo los ataques con su bastón, pero la chica en un movimiento rápido pateo el bastón del peliverde, lanzándolo hacia una banca del parque, entonces Izuku dio un salto en voltereta hacia el suelo, corriendo por su bastón, pero la chica no se lo permitiría, lanzando una patada evitando que tomara su bastón y atacando con golpes directos, los cuales fueron bloqueados o respondidos con puñetazos directos del peliverde, ambos estaban a un nivel muy parejo de habilidad de combate, pero Izuku decidió cerrar esto, tomando uno de los brazos de la chica, esta respondió con el otro, pero también fue tomado por Izuku, inmovilizando a la chica.
Izuku: Deja... De golpearme. -Dijo agitado-
La chica sonrió ante la habilidad del peliverde.
¿?: De acuerdo... -Dijo agitada-
Y en un movimiento sucio, piso el pie del peliverde, quien por el dolor aflojo el agarre, lo cual fue aprovechado por la chica, quien le dio un codazo al torso, lanzándolo contra la banca del parque y finalmente le apunto con su pie elevado, en señal de victoria.
Izuku: Je... Creo que ganaste. -Dijo divertido-
¿?: Antes me preguntaste mi nombre... ¿Verdad? -Dijo victoriosa-
Izuku: Si... -Dijo algo cansado-
La chica sonrió y le tendió la mano, la cual el peliverde acepto gustoso y se puso de pie frente a la chica.
¿?: Me llamo... "Ochaco Uraraka" -Dijo con orgullo-
La chica era una joven castaña de pelo corto con la cara redonda, un rubor en ambas mejillas que parecía tierno y lucia ropa deportiva.
El peliverde sonrió, aunque había perdido, al menos descubrió el nombre de la chica misteriosa.
Izuku: Es un placer... Ochaco Uraraka. -Dijo cortes-
Ochaco: Igualmente... Izuku Midoriya. -Le siguió la corriente- Sí que sabes dar una muy buena primera impresión. -Dijo divertida-
Izuku: Podría decir lo mismo de ti, tienes muy buena técnica, aunque ese último golpe fue sucio. -Dijo sarcástico-
Ochaco: -Ríe- Ya sabes lo que dicen: "En el amor y la guerra todo se vale" -Dijo divertida-
Izuku: Depende, ¿Cuál es tu guerra... O cual es ese amor del que hablas? -Dijo sarcástico-
Ochaco: Tendrás que averiguarlo otro día. -Dijo enigmática-
El peliverde rio un poco, la actitud de esta chica era algo única, aun que pudo sentir que le mintió en algo, pero no le dio importancia.
Ochaco: Fue un placer conocerte, Izuku-kun. -Dijo alegre- Pero me tengo que ir, quizás nos volvamos a ver algún día. -Dijo sonriente-
Izuku: Je, estaré ansioso por nuestro reencuentro predestinado entonces. -Dijo dramáticamente-
Ochaco rio por la actitud divertida del peliverde, incluso ciego, debía admitir que tenía cierto encanto misterioso. Ochaco se acercó al peliverde y para sorpresa de este, le deposito un tierno beso en la mejilla, cosa que tomó por sorpresa a Izuku.
Ochaco: Hasta la próxima... -Dijo coqueta-
La castaña se fue del lugar, dejando impresionado al peliverde, quien paso su mano por la mejilla, era la primera vez que una chica lo besaba...
Izuku: Así que... Así se siente. -Dijo embobado-
¿?: Debo admitir que estoy impresionado y algo celoso... Que suerte tienen los ciegos. -Dijo con envidia-
El peliverde reconoció la voz de inmediato.
Izuku: Creía haberte dicho que me esperaras en mi casa. -Dijo divertido-
Foggy: ¿Y dejarte toda la diversión? Olvídalo. -Dijo divertido- Además... Quería ver tu siguiente estrategia con esa castaña, pero fuese lo que hayas hecho o dicho... Funciono. -Dijo asombrado- Incluso te llevaste un beso de despedida.
Izuku: -Ríe- ¿Qué puedo decir? Es mi encanto natural. -Se burló-
Foggy: Ya quisieras. -Dijo igual- Pero basta de bromas, aun me debes una asesoría de japones. -Dijo divertido-
Izuku: Llévame a casa entonces. -Dijo sarcástico-
Foggy: Dices estar ciego, pero te he visto caminar a tu casa solo y sin problemas a pesar de no poder ver, ¿Cómo explicas eso? -Dijo sarcástico-
Izuku: Fácil... Tengo buena memoria. -Dijo como si nada-
El chico americano ya no discutió más, comenzando a guiar a su amigo, aunque no lo necesitara, devuelta a su casa. Pero mientras los dos amigos se iban, la misma chica castaña miraba a la distancia con sumo interés al peliverde.
Ochako: Izuku Midoriya... Al fin te encuentro. -Dijo con interés- Nos volveremos a encontrar más pronto de lo tú crees. -Sonrió con interés-
La castaña se retiró del lugar, dejando dudas e incógnitas de sus verdaderas intenciones con el peliverde.
//Horas más tarde: Casa de los Midoriya//
Tras varias horas de asesoría, Foggy había llegado a su limite el día de hoy, dando por terminada su asesoría y despidiéndose del peliverde, quien se dispuso a cenar con su madre.
Inko: ¿Cómo te fue en tu primer día? -Dijo con interés-
Izuku: Fue un día sumamente normal... -Dijo tranquilo- A Excepción de esa chica que sabia artes marciales. -Pensó esto ultimo con interés-
Inko: Escuche que Foggy te invito a su casa esta noche, ¿Por qué rechazaste su oferta? Se nota que es un buen chico y te considera un gran amigo. -Dijo curiosa-
Izuku: Lo siento, pero le dije que tenía que hacer tarea, además, no quiero incomodar a sus padres. -Dijo divertido- Tener a un chico ciego en la mesa puede incomodar a algunos.
Inko: Eso no es verdad, tu presencia no incomoda a nadie, eres alguien muy sociable, solo eres un poco...
Izuku: ¿Serio o muy directo? -Dijo sarcástico-
Inko: I-Iba decir muy franco. -Dijo algo nerviosa-
El peliverde sabía que mentía, una de sus habilidades relacionadas con su super sentidos, era la habilidad de detectar si alguien mentía, escuchando el latido del corazón de las personas, al igual que poder sentir si estaba nervioso, asustado o sentir cualquier mala intención entre otras cosas, nadie podía engañarlo a menos que él lo quisiera así.
Izuku: Como sea, gracias por la cena mamá. -Se levantó de la mesa- Iré a hacer mi tarea y me iré a dormir. -Dijo directo-
Inko: Está bien, pero no te quedes despierto hasta muy tarde. -Dijo amable-
Izuku: Nunca lo hago. -Eso... Era una gran mentira-
El peliverde entro a su cuarto, cerró la puerta con seguro y escucho por medio de la puerta, cuando su madre había apagado las luces y había entrado a su propio cuarto... Fue cuando Izuku... Empezó a trabajar.
Izuku: Bien... Es momento de trabajar. -Dijo serio-
El peliverde se quitó sus lentes y soltó su bastón, camino hacia su armario y dentro de este, movió un pequeño compartimiento secreto que tenía oculto y de este, saco un cajón, del cual saco algo.
Izuku: Sé que no es muy llamativo, pero me ayuda a ocultarme a plena noche. -Pensó seriamente-
El peliverde tomo el contenido de la caja y minutos después... Había abandonado la habitación, dejando su uniforme en la cama, y se había llevado el contenido del cajón secreto.
//Cerca de los Muelles de carga de Musutafu//
Dos camionetas negras aparcaron cerca de unos contenedores de carga y de los vehículos, bajaron un grupo de hombros, llevando por la fuerza a un grupo de mujeres, quienes estaban aterradas y amenazadas.
Hombre 1: ¡Hey, hey, cállense! -Dijo serio- Estoy ganando 50 mil yenes por cada una de ustedes, así que... Si se callan, les dejare tomar un balde y si no... -Saco una macana eléctrica, amenazando a las mujeres-
Eso asusto más a las mujeres, uno de los hombres harto de sus gritos, tomo su macana y dejo inconsciente a una de las mujeres, y metieron al resto dentro del contenedor.
Hombre 1: Vamos, griten todo lo que quieran, aquí nadie las va escuchar, ¡Ha, Ha, Ha, Ha! -Dijo siniestramente-
Mientras el resto de los hombres inspeccionaban la zona, una de las chicas señalo algo que estaba encima de los contenedores, al principio el sujeto pensó que se trataba de un intento por distraerlo... Pero entonces...
*¡¡PUM!!*
Algo cayó sobre él, tirándolo contra el suelo, haciéndolo soltar su macana eléctrica. Las chicas miraron entre asombro y miedo al sujeto que estaba frente a ellas.
¿?: Quédense dentro del contenedor y no salgan hasta que yo les diga. -Dijo seriamente-
Las chicas no discutieron con el sujeto misterioso e hicieron caso a sus palabras, pero no sin antes darle un vistazo al hombre, quien en realidad... Lucia muy joven.
Era Izuku, que tenía una camisa de manga larga negra ajustada, unos pantalones de combate negros, al igual que unos guantes negros, pero lo más destacado... Era que llevaba una banda en la cabeza, ocultando su rostro, dejando expuesto solo su boca y mentón.
Hombre 2: ¡Por allí!
Hombre 3: ¡¡No lo dejen escapar!!
Hombre 4: ¡¡Mátenlo!!
Los hombres corrieron hacia el chico de negro, atacaron con sus macanas, pero el chico evadió sin problemas el ataque y en un movimiento rápido, les arrebato sus macanas y con estas, golpeo con fuerza a dos de los criminales, para después proceder a golpear con fuerza al otro.
Uno de los criminales trato de derribar al chico, pero este salto hacia atrás y con una patada de derribo tumbo al criminal y en un movimiento brutal, le rompió la pierna al criminal de una sola patada.
Hombre 3: ¡¡AAAAAHHHH!!
El chico de negro lo cayo de un solo golpe a la cabeza, dejándolo inconsciente, pero los otros dos se lanzaron sobre él, pero tomando las macanas de los criminales, golpeo la cabeza de uno de ellos, dejándolo en el suelo, y al otro le propino una patada giratoria a la cara, lanzándolo contra los contenedores, y usando ambas macanas, electrocuto a los dos hombres hasta dejarlos inconscientes en el suelo.
Hombre 1: Maldito... -Murmuro- Este... Será tu fin. -Saco una pistola de su bolsillo-
Izuku escucho las intenciones del criminal, al igual que también escucho el gatillo de la pistola, y en un movimiento rápido, se agacho evitando el disparo y rodo por el suelo evitando la mayoría de los disparos, corriendo hacia los contenedores y comenzó a treparlos haciendo parkour.
Hombre 1: ¡¡Sal ahora mismo cobarde!! -Grito desesperado-
El criminal camino entre los contenedores, con su arma apuntando en todas direcciones, pero el chico de negro se movía entre las sombras, asustando al criminal, quien no dejaba de apuntar a todas partes, el criminal dio la vuelta a todos los contenedores y regreso con las mujeres capturadas, pero sin darse cuenta... El chico estaba detrás de él, y usando una de las macanas como proyectil, arrojo la macana.
La cual reboto contra la puerta de uno de los contenedores y golpeo al criminal, derribándolo contra el suelo.
Hombre 1: ¡¡AAARRRGG!! -Cayó al suelo adolorido-
El peliverde enmascarado salió y camino hacia el contenedor donde estaban las mujeres asustadas, pero agarro otra macana y se la lanzo a otro que solo estaba sentado comiendo y cayo al agua.
Izuku: Diríjanse al centro, quédense en la luz y háganle señas al primer oficial de policía que vean. -Dijo seriamente-
Las mujeres parecían estar congeladas del miedo por la presencia del chico misterioso.
Izuku: ¡¡AHORA!! -Golpeo el contenedor-
Haciéndolas reaccionar, las mujeres salieron del contenedor llevándose a una de las mujeres inconscientes, a pesar del miedo, estaba agradecidas con el chico de negro, quien les había salvado la vida. Pero el criminal aún estaba consiente y con su última bala, apunto a una de las chicas dispuesto a matar al menos una de ellas.
Hombre 1: No... Escaparan todas... Con vida. -Dijo furioso-
Antes de que pudiera dispararle a alguna de ellas, el chico misterioso dio una voltereta en el aire y pateo la cara del criminal y con otra patada alejo la pistola del sujeto, el chico tomo al criminal del cuello, haciéndolo mirar hacia su cara cubierta.
Hombre 1: Quien... ¡¿Quién carajos eres?! -Dijo asustado-
El chico solo preparo su puño respondió fríamente...
Izuku: Soy la Justicia... -Dijo fríamente-
Y sin más, comenzó a golpear sin piedad al criminal, una y otra y otra vez.
Comenzando a manchar sus guantes con la sangre del criminal, hasta que por fin había caído inconsciente, fue cuando el chico misterioso paro, y tomo a cada uno de los criminales inconscientes y los arrojo dentro del contenedor donde habían intentado traficar a las mujeres.
*Tiempo después*
La policía llego a la zona, a pedido de una llamada anónima, cuando llegaron a los muelles, encontraron el contenedor cerrado y trancado con una macana, y al abrirla... Encontraron al grupo de criminales golpeado y a uno de ellos con el rostro ensangrentado y con moretones.
Oficial: Parece ser que nuestro vigilante misterioso, hizo de las suyas otra vez. -Dijo serio-
Los policías procedieron a llevarse a los traficantes de personas, pero mientras lo hacían, uno de ellos balbuceaba en un estado de shock y miedo.
Hombre 2: El... No era un hombre... -Dijo asustado-
Oficial: ¿Ah sí? ¿Entonces que era? -Dijo serio-
Hombre 2: Era... Era... El Diablo... -Dijo aterrado- No era humano... Era un demonio sin compasión. -Dijo en shock-
El oficial ignoro los desvaríos del criminal y procedió a procesar a los criminales, pero sin sabes que, en una azotea a solo unas cuadras de distancia, el mismo chico con ropas negras, escuchaba como se llevaban a los criminales, estando satisfecho, el chico se alejó del lugar, perdiéndose en la oscuridad de la noche.
//Horas después//
El chico cubierto de ropas negras, había pasado casi toda la noche patrullando y deteniendo criminales, y a solo unas horas del amanecer, el chico regreso a su hogar, y una vez en el tejado, se quitó la banda negra de la cabeza, mostrando una melena de cabellos verde...
Izuku: -Jadeando por aire- Otra noche... Otra noche más dándole una paliza a la escoria criminal... -Respiro agitado-
El peliverde bajo por las escaleras de incendio hasta llegar a la ventana de la habitación de su departamento, verificando que su madre seguía dormida al escuchar sus leves ronquidos, entro con cautela a su cuarto.
Izuku: Esos traficantes de personas... Son el cuarto grupo que detengo esta semana, quien quiera que sea el jefe de estos mal nacidos... Sí que es persistente. -Pensó seriamente-
El peliverde procedió a quitarse su atuendo de vigilante, removiéndose la camisa con cuidado, al hacerlo mostro varias marcas y heridas de cortadas, moretones, incluso roses de bala que había recibido hace tiempo, mostrando que esta no era la primera vez que hacía esto por las noches.
Izuku: Mierda, creo que una de las balas de ese tipo logro rosar mi espalda. -Pensó adolorido-
Se quito el resto de su traje y lo guardo en su compartimiento secreto, después sin alertar a su madre, entro al baño y procedió a darse una ducha, quitándose la mugre, el sudor y la sangre del cuerpo, como cada noche lo hacía. Al terminar abrió el botiquín que tenía en el baño y se tomó unos analgésicos para el dolor y por último procedió a irse a dormir, tapándose los oídos con unos tapones que reducían el ruido y se quedó con la mirada fija mirando hacia la nada, antes de cerrarlos y dormir.
Narrador Izuku: Esta era mi vida ahora, de día... Soy Izuku Midoriya, un chico ciego, estudiante en su segundo año de secundaria, cuyo sueño es convertirse algún día en el primer héroe ciego que existe, pero de noche... Soy un vigilante, un héroe anónimo oculto entre las sombras y el abrigo de la noche, cuyo objetivo... Es proteger a las buenas personas de Musutafu y castigaba a la escoria criminal que amenazaban la ciudad, un héroe sin compasión por los criminales, y libre de miedo, estos... Fueron mis inicios como héroe, pero lo que no sabía... Era que dentro de un año... Mi vida daría otro nuevo giro, que me impulsaría aún más en mi sueño, pero también... Traería nuevos peligros a mi vida.
El comienzo de un héroe y los primeros pasos de un vigilante, la vida de Izuku Midoriya esta apunto de cambiar aún más, pues nuevos amigos y futuros enemigos tocaran a la puerta del vigilante de Musutafu.
Continuara
ALTAIR X 110: ¡Qué tal lectores! Les vengo a agradecer por el apoyo y el interés por esta nueva historia, además de disculparme por no publicar el segundo capítulo antes, es que ahora son 3 historias las cuales debo apoyar y escribir, pero para compensarlo, les aviso que por el resto del mes de enero, me concentrare en actualizar las historias de: Deku: El héroe Sin Miedo y My Marvel Academia, ya que he notado que son las historias que más les interesan ahora, y en cuanto a El Sorprendente Spider-Deku, prometo retomar el arco de los Interespecies en los primeros días de febrero, pero les pido paciencia, ya que al igual que Spider-Deku2002, yo también tengo clases y no siempre podre publicar seguido, pero cuando lo haga, hare que valga la pena la espera, sin más que decir, nos vemos en los siguientes capítulos, ¡Hasta la próxima!
Spider-Deku2002: Así que tengan paciencia amigos, pronto se actualizaran mas capitulo, como dijo ALTAIR, la escuela no es que deje mucho tiempo, pero el y yo haremos lo mejor posible para traerles más capitulos de las 4 historias que se publican, sin más que decir, nos despedimos por hoy, ¡Soyanara mai brozas!
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