-------Capítulo 49: Observad a Ra-------
-------Capítulo 49: Observad a Ra-------
El aire se volvió denso y pesado, cargado de calor sofocante. La temperatura había aumentado tanto que el vapor se elevaba en ciertas partes del templo, formando ondas distorsionadas en el ambiente.
Cada paso de Bakari hacía crujir el suelo con un leve sonido incandescente. Rachel observó la escena en silencio, cruzándose de brazos.
Rachel: Te deseo suerte.
Midoriya desvió la mirada hacia ella, notando la calma en su expresión. Pero no era una calma tranquilizadora. Era una advertencia.
Rachel: Él no es como Ren, Mathias o yo. Nosotros al menos dudamos... pero él...
Midoriya vio la mirada de Bakari. No había ira ciega. No había titubeo. Solo una determinación absoluta.
Rachel: Él cree con todo su ser que eres culpable.
Bakari arrastró su lanza por el suelo, dejando un camino de fuego tras de sí. En un instante, su figura desapareció.
Antes de que Midoriya pudiera reaccionar, Bakari ya estaba frente a él, con su lanza apuntando directo a su pecho.
Midoriya apenas pudo esquivar, pero un impacto brutal en su espalda lo hizo salir disparado. Su cuerpo atravesó el aire antes de estrellarse contra una pared de arenisca, dejando una grieta profunda en la estructura.
Steven: "¡Izuku!"
Midoriya sacudió la cabeza, disipando la confusión. Su espalda ardía por el golpe, pero no tuvo tiempo para quejarse. Porque Bakari ya descendía sobre él a toda velocidad.
La punta de su lanza brillaba con una intensidad abrasadora. Midoriya reaccionó en el último segundo. Creó una espada y bloqueó el ataque.
El choque de ambas armas desató una onda expansiva, levantando polvo y escombros por todo el templo. El fulgor dorado de la lanza eclipsó momentáneamente el campo de batalla.
Bakari: Basta de juegos.
Con un movimiento seco, expulsó una onda de fuego. La explosión empujó a Midoriya varios metros atrás, haciéndolo tambalearse.
Midoriya: "Tsk... Sabía que Ra le había dado su bendición, pero no esperaba que la diferencia de poder fuera tan abrumadora"
Khonshu: "No podrás vencerlo en términos de fuerza"
La voz del dios resonó en su mente con frialdad.
Khonshu: "En el panteón egipcio, Ra es de los más poderosos de todos. Si quieres ganar, debe ser de otra manera"
Steven: "¿¡Cómo cuál?! ¡Danos algo más que un discurso, por favor!"
Antes de que pudiera recibir una respuesta, Midoriya tuvo que esquivar un ataque descendente. Bakari no dejaba espacios. No le daba tiempo para pensar.
Midoriya alzó su espada para bloquear el impacto, pero la diferencia de fuerza era evidente. El suelo bajo sus pies comenzó a agrietarse.
Piedras y polvo se desmoronaban mientras Midoriya era hundido en el suelo por la fuerza de la embestida.
Steven: "¡El suelo se está rompiendo!"
Midoriya: "No puedo ganarle con palabras bonitas... pero tampoco con fuerza bruta... ¡Necesito otra manera!"
Desesperadamente, miró a su alrededor en busca de una solución.
Steven: "Un cambio de cuerpo no servirá. Sus ataques son físicos. La pelea con Ren y Mathias fue diferente porque sus poderes atacaban el alma. Pero Bakari... es puro combate cuerpo a cuerpo."
Midoriya: "¡Khonshu! ¡Dime algo ya!"
En un reflejo cristalino de la arena, Khonshu apareció. Fue entonces cuando Midoriya se percató de algo.
Steven: "El calor que emana es demasiado alto... ¡está cristalizando la arena!"
Midoriya abrió los ojos con comprensión.
Midoriya: "Eso significa que está superando los 1700 grados... Si sigue así, podríamos-"
Bakari: ¿Acaso apenas te das cuenta de tus pecados, Moon Knight?
La presión de su lanza se incrementó, enterrando a Midoriya más en el suelo. El calor era sofocante. La arena bajo él chisporroteaba.
Bakari: Estas son las consecuencias de desafiar al consejo... de interferir con el orden natural — Midoriya apretó los dientes.
Midoriya: ¡Ah! ¡Ya me cansé de oír lo mismo!
De repente, soltó su espada. El peso de la lanza lo empujó hacia abajo con fuerza, pero ese era el plan. Bakari cayó con su propio impulso, perdiendo momentáneamente el equilibrio.
Midoriya rodó hacia un lado, evitando por poco el golpe. Bakari aterrizó pesadamente, una leve marca de fuego surcando la piel de Midoriya.
Bakari: "Sabía que no se dejaría presionar para siempre..." — Su mirada se endureció — "Decidió dejar de resistirse para que yo cayera por mi propio peso... Fue inteligente... pero inútil."
Antes de que Midoriya pudiera recuperarse completamente, Bakari reaccionó al instante. Bloqueó la patada sorpresa de Midoriya con su antebrazo. Midoriya abrió los ojos con incredulidad.
La reacción de Bakari fue perfecta. No había duda, no había vacilación en sus movimientos.
Bakari: ¿Crees que me gané mi puesto solo por jugar a ser el fuerte?
Con una velocidad abrumadora, sujetó la pierna de Midoriya con fuerza. Lo miró directamente a los ojos. Y Midoriya sintió algo diferente.
Un peso abrumador en su mirada. No era solo la fuerza de un guerrero. Era la fuerza de alguien que había cargado con una verdad inquebrantable toda su vida.
Bakari: Te contaré una cruda realidad, Moon Knight — Su voz resonó como un trueno — Los fuertes nacimos para proteger a los débiles.
El agarre de su mano se apretó aún más, casi triturándole la pierna.
Bakari: Por eso no se juega a ser fuerte.
El fuego crepitó en su lanza, aumentando su fulgor.
Bakari: Uno no se convierte en fuerte. Uno nace siéndolo.
Y con un giro brutal, Bakari lanzó a Midoriya contra el suelo con un estruendo ensordecedor. El impacto sacudió todo el templo. Las grietas se extendieron por el suelo de piedra.
El polvo se elevó como un muro, ocultando la escena por unos segundos. Cuando finalmente se disipó...
Bakari estaba de pie, su silueta rodeada de llamas doradas. La manifestación de la ira de Ra.
Y Midoriya seguía tendido en el suelo, con el cuerpo tembloroso. Pero no derrotado. Apenas comenzaban.
"El desierto no tiene piedad. El sol quema sin remordimiento. El viento arrastra la arena como cuchillas invisibles, desgastando la piel, los huesos y el alma. En ese mundo cruel, Bakari nació. No con privilegios. No con fortuna. Solo con un destino inquebrantable"
"Desde que tenía memoria, Bakari vivió en un pueblo olvidado en las dunas de Egipto. Un lugar condenado por los dioses"
"Las sequías arrancaron sus cosechas. Las tormentas de arena borraron sus caminos. Los hombres con poder ignoraron sus súplicas. Pero Bakari no se quejaba. Desde niño, entendió que las quejas no llenaban los estómagos. Que los ruegos no traían agua. Que la esperanza sin acción no salvaba vidas. Por eso, él siempre cargó con todo"
"Cuando su madre enfermó, Bakari trabajó de sol a sol para conseguir las hierbas necesarias. Cuando su hermano menor cayó en una trampa de arena, fue él quien se arrojó sin dudarlo para salvarlo. Cuando los adultos perdían la fe, era Bakari quien los hacía seguir adelante"
"Nunca pidió ayuda. Nunca se permitió ser débil. Porque sabía que, si él se quebraba... el pueblo entero caería con él"
"La peor tormenta en cien años azotó su hogar cuando tenía ocho años. Los vientos arrasaron las casas como si fueran hojas secas. El cielo se tornó negro, ocultando el sol por días enteros"
"Los ancianos susurraban que era un castigo divino. Que el pueblo había sido olvidado por los dioses. Bakari no lo aceptó"
"Si los dioses no vendrían en su ayuda, entonces él mismo salvaría a su gente. Con sus propias manos, levantó muros de piedra para evitar que las dunas enterraran las casas.Con su propia espalda, cargó a los niños y ancianos fuera del peligro. Con su propia voluntad, se enfrentó a la tormenta... y sobrevivió"
"Cuando la calma regresó, el pueblo entero lo miró con asombro. Un niño..."
"Había protegido a todos. Ese día, los sacerdotes del templo de Ra llegaron al pueblo. Bakari había superado la prueba de los dioses"
"Y el sol lo había elegido"
Con el tiempo, Bakari se convirtió en el avatar de Ra. Fuerte. Justo. Inquebrantable.
Pero mientras más conocía el mundo, más veía la corrupción en él.
Los reyes jugaban con la vida de sus súbditos. Los héroes se llamaban a sí mismos protectores, pero destruían más de lo que salvaban. Los dioses eran ignorados.
Y lo peor de todo... Los hombres jugaban a ser dioses.
La existencia de los dones, de los poderes que nacían sin la voluntad divina... Era un error. Un pecado contra el equilibrio natural.
Los fuertes debían nacer fuertes para proteger a los débiles. Pero cuando los poderes comenzaron a aparecer en las personas al azar...
Cuando aquellos que no habían nacido con la fuerza de repente la obtenían sin esfuerzo... El mundo se torció. Y Bakari lo odiaba.
Odiaba a los que alteraban el destino. Odiaba a los que jugaban con lo que debía ser absoluto. Odiaba a los que intervenían en lo divino.
Por eso, cuando Steven Grant movió la luna y alteró el cielo de Egipto... Fue la gota que derramó el vaso.
Ahora, viendo a Midoriya frente a él...
Viendo a un hombre que desafió la muerte. Que desafió a la naturaleza al no tener un don, pero aún así obtener poder. Que desafió a los dioses al seguir a Khonshu.
Su odio ardía como el mismo sol.
Bakari: Tú... eres lo que más desprecio. Eres la prueba de que el mundo ha olvidado el verdadero significado de la fuerza. Y yo seré quien restaure el equilibrio. La ira de Ra... caería sobre él.
El calor seguía aumentando. El suelo del templo se agrietaba bajo los pies de Bakari, como si la misma tierra se retorciera ante su presencia. Cada paso que daba dejaba marcas incandescentes en la arena.
El aire parecía arder a su alrededor, vibrando con una intensidad abrasadora. Midoriya sintió la presión. Esta no era una simple pelea. Era una ejecución.
Steven: "Izuku... tenemos que pensar en algo rápido"
Midoriya frunció el ceño. No podía ganar con fuerza bruta. No podía ganar con velocidad. Pero sí con estrategia.
Midoriya: "Está bien. Haremos lo mismo que con Mathias y Ren. Un cambio de cuerpo en el momento justo para desequilibrarlo" — Steven asintió.
Steven: "Buena idea. Vamos a-"
Pero antes de que pudieran ejecutarlo... Bakari se movió.
Su silueta desapareció en una ráfaga de calor. Antes de que Midoriya pudiera reaccionar, Bakari ya estaba detrás de él. Su aliento ardiente le quemó la nuca.
Bakari: No funcionará.
El impacto fue brutal. El puño de Bakari se hundió en el abdomen de Midoriya, haciéndolo doblarse por la mitad. La onda de choque hizo temblar el templo.
Midoriya salió despedido como un proyectil, estrellándose contra una columna que se desmoronó en pedazos. Steven gritó dentro de su mente.
Steven: "¡¿Qué demonios fue eso?!"
Midoriya: "Lo... leyó. Como si supiera exactamente lo que íbamos a hacer" — Jadeante exclamó.
Bakari no les dio respiro. Con un solo impulso, se lanzó de nuevo contra Midoriya, la lanza en alto. Midoriya se puso de pie de inmediato, cambiando con Steven en el último instante.
Pero Bakari ya lo esperaba. Sin siquiera pestañear, giró su lanza en un ángulo perfecto y golpeó a Steven con la parte trasera del arma.
Steven no tuvo oportunidad de reaccionar. El impacto lo lanzó de regreso a Midoriya, haciéndolo rodar por el suelo.
Steven: "Mierda... no puede ser" — Midoriya se levantó con dificultad.
Midoriya: ¿Cómo lo hiciste...?
Bakari avanzó lentamente, su silueta rodeada de llamas doradas.
Bakari: No hay truco.
Su voz era firme. Absoluta.
Bakari: Cuando fui bendecido por Ra, mi cuerpo trascendió los límites de los hombres. Mi velocidad, mi fuerza, mi percepción... están más allá de lo que un simple mortal puede comprender.
Midoriya apretó los dientes. Bakari no estaba presumiendo. Estaba diciendo la verdad.
Bakari: Tu cambio de mentes... no es más que una ilusión contra mí.
Las llamas a su alrededor brillaron con una intensidad cegadora.
Bakari: Puedo ver tu energía.
Bakari alzó su mano, mostrando su palma envuelta en fuego.
Bakari: Puedo sentir el instante en que el flujo de tu esencia cambia. No importa si eres Izuku Midoriya o Steven Grant... ante mis ojos, sigues siendo el mismo cuerpo — Midoriya comprendió el problema de inmediato.
Steven: "No podemos cambiar de estrategia rápidamente contra él... porque él ya lo ve venir."
Bakari apuntó con su lanza.
Bakari: Y ahora... se acabaron los juegos.
El suelo se quebró bajo sus pies cuando Bakari se impulsó hacia adelante a velocidad imposible.
Midoriya apenas pudo reaccionar, alzó su espada para bloquear...
Pero el golpe de la lanza de Bakari la rompió en dos. El impacto lo lanzó hacia arriba antes de que pudiera caer de nuevo...
Bakari apareció sobre él con un solo movimiento, lo atrapó del cuello y lo estrelló contra el suelo.
El cráter se expandió por metros. El templo se estremeció y el cuerpo de Midoriya tembló por el dolor.
Pero Bakari aún no había terminado. Lo levantó de nuevo y lo lanzó al aire.
Midoriya se sintió suspendido por un instante, la vista nublada por el dolor. Pero lo último que vio... Fue la figura de Bakari saltando hacia él, su lanza envuelta en fuego puro.
Bakari: ¡Recibe el juicio del sol!
La lanza descendió como un rayo de luz celestial. Midoriya estaba atrapado. No había escape. La luz de Ra... iba a devorarlo.
El cielo se iluminó con un resplandor dorado, La lanza de Bakari descendió con el peso del sol mismo.
No hubo tiempo para esquivar.
No hubo espacio para resistir.
El impacto fue devastador. Una explosión de fuego y luz consumió a Midoriya en el aire, envolviéndolo en un infierno ardiente.
La onda expansiva sacudió el templo, haciendo que las columnas crujieran y la arena se cristalizara por el calor extremo. Cuando el polvo y las llamas se disiparon...
Midoriya yacía en el suelo, sin moverse.
Su traje estaba destrozado. Su piel quemada en varias partes. Su respiración era débil, irregular.
Bakari aterrizó suavemente, su mirada afilada.
Dio un paso adelante...
Luego otro...
Pero entonces se detuvo.
Midoriya seguía con vida.
Bakari: "...Imposible" — El Avatar de Ra frunció el ceño — "¿Cómo...?" — Pero la respuesta llegó antes de que pudiera formular la pregunta completa — "¡Khonshu!"
El nombre del dios salió de su boca como una maldición. Los ojos de Midoriya se entreabrieron lentamente, vio la silueta de Bakari avanzando hacia él.
Bakari: Te salvó en el último segundo... ¿verdad?
Su voz era serena, pero con un dejo de irritación, Midoriya intentó moverse... pero el dolor era insoportable. Cada fibra de su cuerpo ardía como si siguiera envuelto en llamas.
Steven: "Izuku, no puedes seguir peleando en este estado" — Pero Midoriya apretó los dientes.
Midoriya: "No... aún no."
Bakari alzaba su lanza de nuevo. La luz del sol parecía responderle, aumentando su intensidad.
Bakari: Si crees que puedes seguir resistiendo... te equivocas.
El calor volvió a incrementarse, el suelo chisporroteó, volviéndose cristalino.
Steven: "¡Izuku, cambia ahora!"
Midoriya cedió el control. En un parpadeo, Steven tomó su lugar. Y con su mente más clara... vio algo que Midoriya no había considerado.
Steven: "Necesitamos una salida. No podemos ganar aquí."
Y entonces, una idea cruzó su mente. Midoriya Industries, el sótano de la empresa. El salón de entrenamiento.
Si lograban llegar allí, podrían reevaluar la pelea. Podrían idear una estrategia real.
Steven: "No podemos enfrentarlo de frente... pero sí podemos llevarlo a un terreno donde tengamos ventaja."
Era su única esperanza. Bakari se preparó para atacar. Pero Steven ya tenía en mente una ruta de escape.
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