___Capitulo 16: Amantes de la luna___

Mr. Knight: "¿Izuku, me escuchas?" — Intentó ponerse en contacto con su amigo, pero únicamente recibió sollozos en su lugar.

Ahí Steven comprendió, que Izuku seguía en estado catártico y no se le sería tan fácil salir de ese transe. Debía sacarlo pero ¿como?

Mr. Knight: "Debemos salir de aquí. No puedo pelear sabiendo que te encuentras en ese estado. Pero ¿quién puede sacarte de ese transe?"

Cuestionó en sus pensamientos mientras usaba cada parte de sus sentidos para poder saber en donde se encontraba Layla.

Mr. Knight: "Layla, está caminando entre los cuerpos. Además custodia la única salida viable. La segunda salida posible es donde estaba la líder de toda esta subasta, pero Izuku la tapó con varias trampas. Por ende mi única salida viable es..." — El vigilante soltó un suspiro, poniéndose de pie.

Mr. Knight: Lo siento Izuku, esto será duro para ti...

Dijo en voz baja, esas palabras parecieron captar la atención de Izuku el cual levantó levemente su cabeza viendo desde la perspectiva de Steven.

Steven no tardó mucho en actuar sacando de la parte trasera de su traje dos granadas, y con un rápido movimiento salió de su escondite y lanzó aquellas granadas.

Layla volteo a ver detrás suya viendo que aquellas granadas se acercaban a ella, Layla dio un salto hacia atrás, las granadas estallaron sacando humo. Layla observó el humo con detenimiento, esperando un ataque desde el humo.

Mr. Knight: Templo de 6 lunas — Susurro para si mismo.

Acto seguido aparecio detras de Layla, desplegando unos sansetsukon (nunchakus de triples) de color blanco con partes doradas. Layala observó esto de reojo, giró con lentitud con la intención de bloquear el ataque.

Pero su tiempo de reacción no se comparaba con la velocidad del vigilante. Mr. Knight se preparó para arremeter contra Layla, con parte de su arma. Pero algo sucedió.

Izuku: "¡DETENTE!" — Ordenó desde los pensamientos conjuntos. La orden fue tan superior, que Steven se detuvo de golpe frenado en el aire.

Movimiento que aprovechó Layla para atacar, con sus espadas. En un movimiento que incluso sorprendió a Layla, el traje de Mr. Knight cambió a Moon Knight dando a entender que Izuku retomó el control.

Khonshu: "Izuku posee más control del cuerpo físico que el propio Steven. Pero cuando Izuku entra en estado mental débil, Steven puede tomar el control con facilidad esto cambia cuando Izuku en un arrebato de emociones, quiere retomar el control. Si sus emociones son potentes, toma el control sin problemas obligando a Steven a ceder. Qué mal momento para que esto suceda..."

Desde el mundo psicológico que conecta ambas personalidades, Steven cayó de golpe en un estanque de agua. Rápidamente levantó la mirada viendo una enorme pantalla donde se mostraba la perspectiva de Izuku.

Steven: ¡Idiota! ¡No estás en condiciones de pelear! ¡No te dejes llevar por las emociones! ¡IDIOTA!

Regaño al peliverde pero este, ignoró los reproches de Steven, levantando la mirada viendo a Layla, la cual retrocede al ver el cambio repentino del vigilante.

Moon Knight: No... yo... yo... yo puedo... yo debo... yo debo... — Alzó levemente la mirada viendo a Layla, reencontrándose con sus recuerdos del pasado.

Quedando inmovil nuevamente. Layla dio un impulso acercándose a Moon Knight, el vigilante no sabia como reaccionar, quería atacar o eso él pensaba pero sus recuerdos y emociones le impiden atacarale.

En cámara lenta Layla puso sus espadas en su cuello, listo para decapitarlo.

La mirada expectante de Khonshu y Steven se quedó paralizada sin saber qué hacer.

Todo parecía acabado.

Pero en un acto que no se esperaba. Las puertas se abrieron de golpe.

—¡Vayan alas feroces!

Varias plumas rojas impactaron con ambos contrincantes, haciéndoles chocar con la pared quedando ambos clavados en la pared con plumas filosas.

Steven: "Salvados por la campana fiuuu...."

Konshu: "Idiota, esto es peor. es el maldito pajarraco..."

Steven: "Si hablamos de pajarracos, tu eres el inicial eh...."

El vigilante alzó su mirada viendo como el héroe alado entraba acompañado de varios policías con trajes especializados antidisturbios.

Hawks: Esto se acaba aquí. Ahora estan bajo arresto por el asesinato de todos estos hombres — Dijo acomodnadose sus gafas acercandose a los dos suijetos clavados.

Steven: "Oye pajarraco, échame una mano ¿No?"

Khonshu que estaba a su lado asintió levemente, desde el mundo psicológico tocó la pantalla.

Hawks: Serán escoltados hasta la comisaria mas cercana. Pero tu vigilante de la luna. Se te acusa de asesinato de mas de alrededor de 150 personas, algo que decir en tu defe- ¿Eh?

Dijo confuso al ver como el traje cambió, esto alerto a todos los cuales apuntaron con sus armas al vigilante.

Mr. Knight: Tengo dos nombres pero ahora soy Mr. Knight — Dijo y con un movimiento rápido se deshizo de las plumas que lo mantenían cautivo.

Hawks: "¿Se liberó de mis plumas? maldita sea. Eso no decían los informes de Endeavor..."

Hawks empezó a volar y disparar varias plumas, los policías no se detuvieron y empezaron a disparar. Las balas y plumas no le hacían efecto al traje, sorprendiendo a los policías y al héroe.

Hawks: "¿Es inmune a las balas?"

Mr. Knight dio un salto y lanzó varias granadas de humo, las cuales estallaron cegando su vista. Hawks lanzó varias plumas haciendo que estas empezaran a volar por alrededor de la habitación despejando el humo.

Hawks: ¿Don-donde está?

Dijo viendo a sus alrededor, Mr. Knight había desaparecido. El héroe se acomodo sus gafas nuevamente y miro de reojo a donde estaba Layla.

Hawks: ¿Cómo logró escapar? — Dijo viendo que aun las plumas seguían clavadas.

En las calles, el peliverde caminaba cabizbajo iban sin rumbo o eso parecía. El peliverde se detuvo enfrente de un departamento. Sin miedo entró a aquel edificio.

En una habitación de aquel departamento, en una cama se podía ver como un bulto se escondía entre las sábanas. Parecía que alguien dormía plácidamente pero este plácido sueño no duraría mucho.

Los toques seguidos de la puerta de aquella habitación, haciendo que aquella persona que estaba detrás de aquellas sábanas se empezase a mover con toda la intención de levantarse a abrir quién era el que tocaba la puerta.

—Hum, ¿quién será a estas horas? — Dijo una Uraraka semi dormida levantándose de la cama.

Al llegar a la puerta y abrirla, la castaña despertó en su totalidad viendo quien había tocado la puerta.

Uraraka: Izuku — Dijo sorprendida.

Izuku: Hola, Ochaco. Lamento la hora pero... necesitaba hablar con alguien y no sabía a qué... a quién... a quien... — El peliverde se quebró empezando a llorar sin control.

Uraraka rápidamente reaccionó yendo a abrazar al peliverde el cual lo abrazo empezando a consolar.

Izuku cayó empezando a recibir el consuelo de la castaña.

Desde el mundo psicológico, Steven miraba con una pequeña sonrisa reconfortante a su lado Ksonshu haciéndole compañía.

Minutos más tarde, el peliverde estaba sentado en la cama a su lado estaba la castaña, viendo con tristeza. Bueno eso era externamente pero internamente...

Uraraka: "¡¿Qué hace Izuku aquí?! ¿Por qué estará aquí? ¿Estará bien? se ve triste, ¿le habrá pasado algo?"

Decía en sus pensamientos.

Izuku: Uraraka...

Uraraka: ¿Sí, Izuku?

Izuku: ¿Alguna vez te has enamorado perdidamente de alguien?

La pregunta sorprendió a la castaña, no esperaba que el peliverde quisiera hablar de amor. La castaña se quedó pensando unos segundos para poder darle una respuesta.

Pensó por unos segundos hasta que recordó el rostro de una persona que no le agradaba recordar.

Al recordar a aquella persona, negó con la cabeza intentando olvidar aquel amargo recuerdo.

Volvió a pensar en una respuesta, esta vez aclaró sus pensamientos.

Uraraka: Hm, bueno. No me he enamorado de alguien de verdad.

Izuku: Ya veo. Yo sí... — Dijo demostrando tristeza, viendo el suelo.

Uraraka se percató de esto, quería preguntarle pero no sabía si debía preguntarle o no. Ella no era tan cercana al chico y menos una amiga. En realidad no sabía que eran, ella solo era la hija de los socios del pecoso.

En otras circunstancias eso le causaría miedo e incomodidad que el jefe de sus padres estuviera aquí, ya que podría usar su poder para aprovecharse de ella. Pero Uraraka en su interior sabía que el pecoso no haría nada malo. Porque él demostraba compasión, cariño y aprecio. El era bondadoso.

Uraraka: ¿Quieres hablar de ello? — Preguntó mientras acariciaba gentilmente su espalda para darle apoyo.

Izuku negó y levantó la mirada viendo a la castaña. Sonrío y respondió.

Izuku: No estoy listo para hablar de ello.

Uraraka asintió entendiendo que el pecoso no quería expresar lo que sentía, sino lo que quería era que alguien lo consolara y le diera apoyo.

Desde el mundo psicológico, Steven sonrió genuinamente viendo aquella escena.

Khonshu: Fuiste demasiado inteligente al traerlo acá — Felicito al chico el cual era una copia de Izuku pero este en vez de tener el cabello verde lo tenia negro.

Esta era la primera vez que Steven se mostraba tal cual era. Un Izuku como el original con la diferenmcia de color de cabello y personalidad siendo el mas tranquilo y timido de los dos.

Steven: Cuando me otorgaste el control sabía que Izuku necesitaba ayuda externa. Bakugo no sabe nada acerca de Layla y siendo honestos creo que no está listo para decírselo a nuestro mejor amigo. Pensé que la mejor solución era que alguien que no nos conociese nos ayudará. Ahí es donde entra Uraraka. Ella es gentil y sabe escuchar, ella iba hacer un buen apoyo emocional. Además... — Guardó silencio un par de segundos, mientras un rubor aparecía en sus mejillas.

El dios se percató de ello y no quiso quedarse con la duda aunque se hacía la idea de que había sucedido.

Khonshu: ¿Además?

Steven: Ambos sentimos algo por ella, creo que ella no sanará el pasado lo que hará será que aceptemos el pasado y que esto sea un aprendizaje para nuestro crecimiento conjunto e individualmente — Dijo gentilmente mientras empezaba a sentarse en una silla que apareció de la nada.

Khonshu: Aceptar el pasado para construir un futuro, eso dará como resultado el crecimiento personal. Hay pocas veces en las que coincidimos, Steven Grant. Y hoy es una de ellas — Exclamó tomando asiento igualmente en una silla que apareció de la nada.

Seguidamente apareció una mesa entre medio de los dos, empezando a jugar unas partidas de senet.

}------Al dia Siguiente------{

La mañana llegó y en aquella habitación, Uraraka empezaba a levantarse debido a los rayos del sol que atravesaban la ventana. La castaña se estiró y estaba a punto de levantarse pero se detuvo al sentir un fuerte agarre en su cintura.

Sin recordar lo que había pasado hace apenas unas horas, giro en su cama solo para encontrarse con un peliverde dormido a su lado. Las mejillas de la castaña se ruborizaron en cuestión de segundos.

Izuku estaba dormido a su lado, por instinto vio su ropa percatandose que aun la tenia puesta, eso la tranquilizo. Pero se estaba preguntando ¿qué había sucedido?

Al empezar hacer memoria recordó lo que había pasado. Eso la relajó y a su vez le preocupó.

Con cuidado de no levantar al pecoso, se puso de pie, y con miedo y vergüenza fue al baño a darse una ducha para prepararse para ir a la UA, aún tenía tiempo así que podía darse el lujo de tomarse su tiempo.

Pasaron los minutos y en aquella cama, un pecoso empezaba a levantarse debido a una hermosa melodía que llegaba a sus oídos. Izuku abría lentamente sus ojos los cuales estaban hinchados y rojos al haber llorado toda la noche.

Al abrir sus por completo observó que estaba en otro lugar que no era su lujoso penthouse donde vivía, empezó hacer memoria y recordó lo que sucedió la noche anterior.

Decayó unos segundos, hasta que el sonido de una puerta abriéndose llamó su atención miro a un lado viendo a la castaña que salía vestida con su uniforme de aquel cuarto.

La mirada de ambos chocó. Sonrieron casi al instante, el peliverde se levantó de la cama y se acercó a la castaña.

Izuku: Uraraka, gracias. Por lo de hace unas horas. Lamento si te desperte o moleste.

Uraraka: No fue una molestia para mi Izuku. Puedes contar conmigo si necesitas apoyo, te lo daré sin problemas — Dijo felizmente.

Izuku: Jeje, eres muy buena, Urakaka. Oye faltan un par de horas para que entres a la UA, ¿te parece si vamos a desayunar algo? como agradecimiento por lo de hace unas horas.

La castaña se quedó sin palabras ante la propuesta del peliverde, este tenía razón, faltaban alrededor de 1 hora para que entrase a la UA. Una parte de ella le avergonzaba aquella propuesta, pero otra parte de ella le gritaba emocionada que aceptase la propuesta.

Uraraka: No... no... no lo sé — Dijo con timidez.

Izuku: Je, vamos. No pasará nada, te lo prometo. Solo será un desayuno y si temes llegar tarde no te preocupes yo mismo me encargaré de llevarte a la UA.

Uraraka pareció dudar unos segundos, pero al final decidió aceptar aquella propuesta.

Un par de minutos más tarde, ambos estaban en carretera con Izuku conduciendo hacia un lugar para desayunar. La castaña se había sorprendido no una ni dos sino tres veces.

La primera fue que al momento de aceptar aquella propuesta, a Izuku le bastó una llamada para que, un asistente de su empresa le trajera uno de sus tantos vehículos y llevarlo en cuestión de minutos a donde estaban ellos dos.

La segunda fue la marca del auto que había traído, un bugatti blanco de llantas negras, a la castaña casi se le salen sus ojos de órbita al ver el carro tan caro y hermoso que le habían traído.

Al preguntarle cuánto le costó. Izuku respondió.

Izuku: No se, me pareció bonito y lo compre, no vi el precio.

Aquella respuesta hizo que a la castaña se le cayera la mandíbula de la impresión.

La tercera cosa que le sorprendió a Uraraka, fue que el pecoso ya portaba licencia para conducir a tan temprana edad, ya que empezó a conducir sin muchos problemas.

No le había preguntado ya que aun seguía procesando que estaba dentro de un vehículo que debería de costar miles de millones de yenes. Pero cuando pudo aclarar sus ideas volvió a ver al pecoso el cual estaba al pendiente de su camino.

Uraraka: Eh... eh... Izuku...

Izuku: ¿Sí? — Respondió sin despegar la vista del camino.

Uraraka: ¿C-cómo puedes conducir? no tienes 18 años ¿o sí? — Dijo con un poco de pena al pensar que dentro de aquel auto estaba con un mayor de edad.

Izuku: Ahhh eso. Bueno, mi licencia de conducir la saqué en Estados Unidos y al regresar a vivir a Japón, hable con el gobierno, tuve un privilegio ya que ayudó a la sociedad de héroes. Ellos tramitaron los papeles de licencia, por eso la tengo. Es más complicado, entra política y demasiado papeleo — El auto se detuvo de repente, la castaña regresó a ver a la ventana viendo que estaban enfrente de una cafetería — Pero no debes de preocuparte, yo tengo mi licencia de conducir, no me arrestaran, creo...

Dijo lo último en voz baja para que no lo escuchara.

La pareja de jóvenes ingresaron a aquel restaurante y se acercaron a la barra, tomaron asiento y el pecoso tocó la campana, dando a entender que quería que lo atendieran.

Izuku: Oye Stan — Llamó al cocinero el cual se asomó desde la puerta de la cocina.

Stan Lee: ¡Oh pero miren que trajo la noche! ¡Si es mi cliente número uno!

Izuku: Tu único cliente creo yo — Dijo bromeando.

Stan Lee: Ja, deberías ver esto los fines de semana esto se llena — Dijo acercándose a la barra.

Izuku: Bueno, bueno. Ya entendí, debería verlo algun dia. ¿Nos puedes dar la carta? tenemos un poco de prisa.

Stan Lee miró quien estaba al lado del peliverde casi le da algo cuando ve que el chico había traído a una hermosa jovencita y como de un rayo se tratase, el hombre entró de vuelta a la cocina.

Stan Lee: ¡Enciendan las alarmas, Izuku trajo una chica!

Seguido de eso se escuchaba como en la cocina se caían cosas, rompían cosas e incluso se escuchaban gritillos de una que otra chica. Izuku negó mientras se avergonzaba un poco.

Izuku: Eh, eh lamento eso. Es un amigo antiguo de mi padre....

Uraraka: Jejeje, no hay problema, me pareció algo muy divertido — Expresó con una sonrisa en su rostro.

Aquella sonrisa había tranquilizado al pecoso e incluso hizo que su corazón empezase a latir más rápido.

Tal vez y la teoría de Steven de que Uraraka aliviará el pasado para que sea aceptado sea cierta.

Tal vez, Izuku de verdad podría volver a amar a alguien...

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