- The Fall of the Flash -

Dos días y medio habían pasado desde el capitulo anterior, en este tiempo el peliverde no a dejado de rondar por la ciudad, explorando varias zonas y dejando de lado el centró.

El primer día y medio habia ido hacia los barrios bajos, claro que el no sabia que lo eran, solo decidio hacer vigilancia pensando en la posibilidad de crímenes. Así consiguiendo detener al rededor de unos 5 crímenes en todo el día, 3 intentos de urto, es decir, casos en el que el victimario agarraba algo perteneciente a la víctima y salia corriendo, y otros 2 asaltos, similares a los que detuvo antes.

Para enfrentar a los criminales en los asaltos usaba tácticas de intimidación que había aprendido hace ya algún tiempo cuando se enfrentaba con los villanos de su mundo, utilizando comúnmente 2 de sus Quirks, Pantalla de Humo y Látigo Negro.

El primero como una herramienta de teatralidad, mientras que el segundo lo usaba como un apoyo para la intimidación, sumandole las habilidades de sigilo que Eraserhead les había enseñado en su primer año de U.A. atravez de sus entrenamientos de simulación de rescate de rehenes y combates en grupo.

Efectuar estas técnicas en conjunto y los resultados que obtenía de estas le eran complacientes, incluso embriagadores por momentos, ya que ver como los villanos se aterraban hasta el punto perder la capacidad de razonar de manera lógica y terminaban guiándose por el instinto a causa de la desesperación, liberaba consecuentemente parte de su odio y tristeza, aunque no duraba mucho tiempo....Pero sin contar el efecto de satisfaccion personal que lograban sobre su joven mente ya algo trastornada por el dolor, Midoriya comprendió rápidamente como esta forma de combate era efectiva a largo plazo para obtener informacion de ser requerido.

Pues gracias a sus acciones en su ciudad de origen, los criminales formaron el rumor de un vigilante despiadado del cual solo lograrias tener un final si te lo topabas, y ese era el terminar en la enfermería de alguna comisaria o prisión con múltiples fracturas en todo el cuerpo, así, adoptandolas como parte de su arsenal y no solo como un medio de liberación emocional.

Por la tarde del segundo día volvió a rondar los techos y callejones de la zona céntrica, al parecer Flash había estado un poco menos activo ya que pocas veces se había visto rondar su característica estela de rayos por las calles.

Y por ende, los intentos de robos y asaltos habían aumentado un poco.

Intentos, porque siempre que el peliverde veía, escuchaba o en caso semejante, sentía uno efectuarse a la relativa cercanía gracias a su Sensor de Peligro, los detenía rápidamente, así llegando a ser en el segundo dia 4 asaltos y 2 urtos.

[ Presente.... ]

Midoriya saltaba de tejado en tejado con el Flujo Total al 10% usando periódicamente el látigo negro para realizar unos balanceos necesarios para controlar su velocidad junto a una que otra voltereta, también aprovechando para tantear que tan ágil y elástico se mantenía su cuerpo.

La verdad es que el aprovechaba lo que fuera solo para una cosa, el distraerse de sus sentimientos.

Uno pensaría que con lo que sucedió hace unos días, el ya estaría un poco mejor, es decir, ya iba a cumplir una semana en este mundo.

Cualquiera pensaría que buscaría una forma de ayudar a su manera. Y si, en parte fue así ya que continuaba con su labor de vigilante aquí, pero aún su tormento no había sido resuelto, la culpa de alguna forma siempre terminaba por volver.

Incluso se podría decir que empeora poco a poco, con cada día que dejaba pasar sin liberar todo lo que siente. Guardarse las cosas para uno mismo, no hacer catarsis, no hablar con alguien de lo que te sucede....Eso solo te daña por dentro....Incluso puede llegar a destrozarte. Tu salud mental y física se ponen en riesgo, viéndose afectadas gravemente.

Y el tenia que guardarse todo lo que sentía...

Todo el odio hacia aquellos que le quitaron a quien más amaba....A su madre....Aquella que siempre lo apoyó y cuido lo mejor que pudo dándole su amor incondicional.

Toda su sed de venganza era tal que el queria--...No, necesitaba torturarlos hasta que deseen su propia muerte y solo cuando eso sucediera, eliminarlos.

Y todo ese sentimiento de culpa....La culpa por haber llegado a este mundo....Por su negligencia....Ahora no puede proteger a la unica familia que le queda de las garras de All For One, Shigaraki, la Liga.

¡¿Como mierda iba a seguir adelante con todo ese peso en su corazón?!

Sentia esa maldita necesidad de descuartizar y matar a todos esos desgraciados uno por uno...Y era algo que verdaderamente no era capaz de hacer por su conciencia, por su maldita moral....Agradecía que su madre lo educara tan bien, pero era justamente eso lo que no le permitía dejar de lado sus códigos por una vez, viéndose obligado a soportar que su odio crezca y crezca sin poder liberarlo al igual que su culpa....Ya sin siquiera poder expresarlo con todas sus lagrimas.

Por el simple hecho de que sus lagrimas ya no alcanzaban...

Y aunque lo hicieran e estaba solo, no tenia un hombro donde llorar, donde gritar, donde ser consolado mientras acarician su cabello y le dicen que todo iba a estar bien.

El ya no tiene eso...

El esta completamente solo...

Pero aún con eso, Izuku no lloraba, y no lo haría más, no porque no quisiera hacerlo con todas sus malditas fuerzas, mientras grita hasta quedar afónico parar librar una mínima carga de sus hombros

Sino porque ya era algo inútil para el.

El peliverde se detuvo sobre uno de los tantos tejados.

No podría cambiar nada llorando, tampoco podría matar a nadie para poder dejar ir su odio, y tampoco podría cuidar a su familia solo le quedaba seguir como pudiera...

Hasta caer muerto.

Midoriya se detuvo en un edificio cercano a la costa, sus emociones comenzaban a golpearlo nuevamente, pronto recordando algo que había obtenido de uno de los tantos ladrones a quienes había noqueado e inspeccionado, llevo sus manos a su cinturón multiusos gastado de color rojizo oscuro, sacando los obejtos

En sus manos se encontraba una cajetilla de cigarros y un encendedor.

Diablos....Recuerdos fueron a su mente sobre su preadolescencia de mierda.

La discriminación que sufría por ser Quirkless, el maltrato en la escuela por parte de prácticamente todos en esa institución, desde alumnos hasta algunos maestros.

El sabia que no era saludable, sabia sobre todas las repercusiones que podía causarle si se volvía adicto a el.

Pero no importó, a sus 13 años de edad, sufriendo de una jodida depresión y sin poder pensar adecuadamente aún contando con su basta inteligencia,  buscando otra salida que no sea encerrarse en su puto cuarto a llorar o dormir toda la tarde y habiéndose dejado llevar por los comentarios de otros adolescentes...Decidió probarlo.

Se las había ingeniado para comprar una caja de cigarrillos y un encendedor, normalmente en su ciudad natal, Musustafu, eran más cuidadosos con la venta de cigarrillos y alcohol a los menores de edad.

Pero tuvo suerte de que ese vendedor era un "Me importa una mierda tu saludo, compra lo que gustes, mientras me llegue dinero al bolsillo esta bien".

A palabras citadas del peliverde fue un asco su primer cigarrillo, el sabor era una mierda, y el humo espeso y difícil de aspirar.

Pero fuera de eso descubrió algo que no se esperaba realmente, la nicotina por alguna extraña razón que no comprendía calmaba su siempre acelerado, asustado y tímido corazón, relajaba sus nervios al igual que sus adoloridos y escualidos músculos, era una sensación que lograba satisfacerle y calmarlo.

El solo fumó uno, un mes después, luego de llegar a su limite psicológico y emocional nuevamente volvió a fumar otro para sentir esa abundante relajación, listo para esperar posiblemente otro mes hasta que tuviera que fumar otro.

Pero ese próximo mes se redujo a 3 semanas....

Las próximas 3 semanas se redujeron a 2 y media....

Esas 2 y media a una....

Y esa semana de diferencia pasaron a ser cada 3 o 4 días....

Se había vuelto cada vez un poco más adicto al cigarrillo, no demasiado por suerte.

También había podido evitar pegar el olor a nicotina en su informe y ocultar el de su boca.

Esto con simplemente guardar parte de su uniforme en su mochila cuando fumaba y quedarse callado sin hablarle a nadie en la escuela, siendo esto ultimo bastante fácil a decir verdad, nadie le hablaba con intenciones de algo bueno, y en casa simplemente se cepillaba los dientes lo suficiente y tan tan, listo.

La noche comenzaba a cubrir la ciudad, la luz del sol dio justo en uno de sus ojos esmeralda sin brillo del chico, provocando que voltee a ver.

Debia admitirlo, sin importar el mundo, el atardecer era igual de hermoso, una constante en el multiverso al parecer.

El río y los edificios reflejando la luz del horizonte, luz que entibiaba su cansado cuerpo, el aire recorriendo su rostro, y el tenue sonido del agua relajando su mente.

Por momentos, recordó lo que era la tranquilidad.

Por momentos, unos hermosos recuerdos con su madre llegaron a su mente.

Desde que el tenia 7 años su mamá y el iban a la playa de Musustafu juntos para relajar sus mentes, esto al menos una vez por mes hasta que se llenara de basura y dejaran de hacerlo.

Y playa la cual años más tarde seria su lugar de entrenamiento para obtener el cuerpo adecuado para soportar por lo menos la existencia del One For Al en el mismo sin explotar.

Ellos simplemente iban y pasaban el rato hasta que el sol se ocultaba.

El fresco aire del mar chocando contra sus rostros, la tibia arena en la que estaban sentados, la calida luz del sol que sentían por toda su piel....Todo eso relajaba sus cuerpos llenos de dolores producidos por el estrés del trabajo o el bullying sufrido en el colegio.

Y el sonido de las olas, el sonido de las olas que provenían del mar, eran tan relajantes para los dos peliverdes, liberaban sus mentes del miedo, de la incertidumbre, del rencor y la ira, de los sueños rotos, de todo lo que les aquejaba....

"Mamá..."

"¿Si Izuku?..."

"Esto es muy relajante..."

"¡¿Verdad que si?! Esto solía hacerlo cuando era más joven, me ayudaba mucho a relajarme....La verdad es que me alegra mucho saber que a ti también te ayuda bebe..."

"(Mamá es genial....Es mi heroína...)...Te amo mamá..."

"Y yo a ti, mi pequeño bebe..."

"N-No soy un bebe...."

"Claro que lo eres ¡Eres mi pequeño y hermoso bebe!...."

Esa sonrisa llena de amor, y esos momentos llenos de felicidad. Era algo simple quizás, pero eran su momento madre e hijo.

Uno que no volverían a tener or culpa de ellos.

Una lagrima cruzo la mejilla izquierda de Midoriya, apretó uno de sus puños hasta hacer tronar sus huesos.

Su pequeña sensación de paz, ese hermoso recuerdo, todo eso se vio oscurecido por la imagen de una peliverde moribunda, su cuerpo estaba lleno de cortes profundos los cuales no dejaban de sangrar, huesos rotos, quemaduras de segundo y tercer grado, y partes de su piel desintegrada hasta dejar los músculos expuestos.

Pero aún con eso...

Aún con el dolor, con sus lagrimas saliendo a montones y sintiendo como la vida se le escapaba del cuerpo, veía a su hijo con una sonrisa llena de amor, sabiendo que aunque ella no este ahí, el seguiría adelante, que seguiría su camino, y también porque sabia que su hijo no estaría solo cuando cumpliera su sueño.

Le dolia saber que no podría estar ahí para velo y darle esa despedida cuando vaya a su primer día como un héroe profesional, pero aún así ella le sonreía.

Mientras, Izuku la sostenía entre sus brazos a la vez que corría a toda velocidad con lagrimas en los ojos, intentando llegar al hospital más cercano aunque en el proceso se lastimara por sobre forzar su cuerpo a usar el 20%, un porcentaje que  no podía manejar aún.

"I-Izuku..."

"M-Mamá, n-no hables ¡Ahorra fuerzas! ¡Pronto llegaremos a un hospital! ¡Estarás bien, lo prometo!..."

"..Bebe....N-No creo lograrlo..."

"¡No digas eso! ¡Prometo que estarás bien! ¡Lo juro! ¡Solo resiste un poco más!..."

"M-Mi hermoso niño...S-Siempre tan optimista...S-Solo escucha por favor...Yo te amo....Con todo mi ser....E-Eres m-mi más grande orgullo....S-Siempre lo seras....E-Eres g-genial Izuku.....P-por favor.....C-Cumple tu....Sueño...."

"¿Mamá?..Ma..¡Mamá! ¡No te vayas!..¡No me dejes por favor! ¡¡¡NO PUEDO HACER ESTO SIN TI!!!"

Izuku llego con su madre en brazos al hospital y los médicos llegaron a asistir a la mujer inmediatamente.

Pero para entonces ya era tarde ella había muerto en sus brazos, con una suave sonrisa en sus labios, tan cerca de su pequeño, pero a la vez tan lejos, skn siquiera poder abrazarle una ultima vez.

Había sido muy ingenuo como para suponer que la mujer que su madre estaba a salvo, y muy débil como para salvarla de morir.

Midoriya volvió a la realidad....Y suspiro.

-- Perdóname mamá....No fui lo suficientemente fuerte....Jamás lo fui....( Y esto....No sera lo mismo sin ti....Creo que jamás lo será...) -- El peliverde se refería al aterdecer...Buscando su paz, se quitó sus guantes y sacó un cigarrillo de la cajetilla.

Estuvo así unos segundos quieto viendo el cigarrillo, ensando si era lo mejor.

Y sin más lo hizo...

Aspiro la primera bocanada del tabaco y nicotina.

Sus pulmones recordaban esta sensación al igual que el resto de su cuerpo.

Mirando el atardecer a la distancia, se quitó el cigarrillo de entre los labios, soltando todo el humo con ese extraño placer que no entendía del todo.

-- ( No sabia que fumabas... ) -- Su tono estaba cargado de sorpresa y tristeza al verlo en ese estado, pues ella y los portadores solo podían ver por lo que vivió desde que obtuvo el OFA.

El peliverde se sentó en el borde del edificio, apreciando el paisaje.

-- Que extraño, creí que lo sabrías.. -- Aspira algo de humo y luego lo exhala -- ..All Might lo descubrió cuando me ofreció ser su sucesor, me obligo a dejarlo cuando comencé a entrenar para recibir el One For All.. -- Aspira un poco más de humo y luego lo exhala -- ..Ademas, nunca me volví un adicto completo, solo lo usaba para escapar del dolor y el estrés que me provocaba ser yo mismo en Dagoba... -- Su voz sonaba un poco más relajada, sus lagrimas no caían, su mente se había alejado lo suficiente de todos aquellos recuerdos relacionados a su madre.

-- ( Sólo no te arruines la vida por escapar de lo que sientes usando esa cosa...) -- Sin más, la pelinegra se desvaneció en humo negro.

-- ( No es como si mi vida pudiera arruinarse más de lo que ya esta... ) -- Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios.

Esto era básicamente una recaída en las peores emociones que había logrado evitar gracias al tener que investigar sobre este nuevo mundo, no se había detenido a pensar en nada gracias a eso, hasta ahora.

Ya era de noche....

Izuku se había quedado sentado ahí hasta hace una hora.

Ahora simplemente se encontraba columpiandose entre los edificios con su Black Whip/Látigo Negro.

La verdad era que el cigarrillo le había ayudado más de lo que creyó que haría.

Este aterrizó en un tejado, viendo la ciudad. Pero entonces, su sensor de peligro resono en su cabeza.

Una estela de electricidad azul pasó por la calle en frente del edificio en el que se encontraba.

Un momento....Esa estela de rayos....

¡Era similar a la de Flash!.

Izuku estaba por intentar seguir esa estela, averiguar porque había activado de tal manera su sensor de peligro.

Pero lo que no se esperaba....Es que su duda seria resuelta ahí mismo.

[ -- Miren Todos, este es su héroe... -- ]

Una voz gruesa, casi demoníaca provino de unos televisores ubicados en la cuadra de en frente.

Midoriya dio un salto con el OFA, llegando en frente de la vitrina, viendo que sucedía en la televisión.

Un individuo en un traje negro, de el salían rayos azules, similares a la estela que acababa de ver....Y....Y tenia a Flash inconciente.

[ -- Este hombre no es ningún dios... -- ]

Dijo antes de levantar a Flash aún más.

[ -- Él no es nada... -- ]

Y así....El sujeto de negro se fue en un as de luz azul de ese lugar.

Midoriya se quito la mascara, viendo con ojos muy abiertosn como aquel hombre denominado El hombre más veloz con vida estaba a manos de un villano aún más poderoso que el.

-- Esto es malo... -- Dijo Izuku.

Continuara....