Te crees un niño escondido en el cuerpo de un hombre, pero eres mucho más que eso.
Te asemejas a la tortuga que se esconde detrás de su caparazón sin saber que saliendo de ella podrías hacer grandiosas cosas que no sabías estaban ahí. Esperando por ti.
Piensas que no estás listo para ciertas cosas, pero lo que no sabes es que sólo tienes que confiar en ti mismo y la magia surgirá.
Nada está dicho, nada está hecho. Depende de ti y en la confianza que te tengas para realizar lo que quieras.
Dices ser rudo, pero dentro de ti hay un chico que sin quererlo es tierno y cariñoso.
Que tiene mucho amor para dar y también para recibir. Sólo debes de creer que es posible y las cosas se suscitaran solas.