Un día, cinco de julio, llegó a la vida una hermosa niña llamada Maylin.
Una hermosa mujer que no teme a luchar por lo que quiere.
Una hermosa mujer con corazón de niña y alma de leona.
Una hermosa mujer única en todo su esplendor.
Que mantiene firme su postura y no se deja amedrentar fácilmente.
Capaz de defenderte frente a las injusticias de la vida.
Pero aun así, no deja de ser la dulce niña que corretea en los jardines y sonríe sin cesar.
Una mujer que sólo un afortunado tendrá la dicha de tener.
Porque Maylin es como un dulce caramelo, pero puede volverse agrio si intentas avasallarla.
Una flor como ninguna otra, de las que no encuentras en cualquier jardín.