Un día llegas y miras todo a tu alrededor y;
Piensas en tantas cosas... y a la vez en nada...
Tu mundo se vuelve un rompecabezas
En la que cada pieza debe encajar, pero...
Sientes que algo falta y ese algo es la pieza que completa el rompecabezas de tu corazón.
Te sientes incompleto y sigues porque otra no te queda
Sin embargo lo buscas y buscas... pero no aparece por ningún lado
Sigues caminando, porque es tu deber,
Sin embargo no sabes lo que haces...
Y esa pieza faltante es la culpable, pero nada puedes hacer.
Sigues y sigues... hasta que un día sin darte cuenta;
Lo ves, es como si te esperara
Lo miras, y no lo crees, piensas que todo se solucionará;
Sin embargo algo falta y no sabes el qué
No logras alcanzar esa pieza faltante.
Pierdes las fuerzas de seguir sin ella y te derrumbas y;
Te niegas a seguir, pero debes hacerlo,
Tienes que luchar, pero las fuerzas te abandonan.
Haces lo imposible y en un instante...
Ese instante se vuelve momento y el momento un suspiro...
Suspiro que suelta la cadena atada a tu corazón y,
Es cuando tu corazón vuelve a latir y,
Al latir atrae la pieza faltante;
Esa pieza faltante que completa el rompecabezas de tu alma marchita, volviéndola un arcoíris de pasión y gloria.