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Una película...

Ya ni recuerdo la última vez que vi una. Bueno, no es como que fuera a ver una, solo la escucharía, pero la idea de tener una salida al cine con una chica era lo más nuevo para mí. Podría decir que no estaba nervioso, sí, claro, ¿a quién pretendo engañar?

Nicole me ponía como loco, y no que fuera de esa forma de decir tan de esa frase coloquial. En serio me volvía loco. En un solo minuto, me hacía pensar en miles de cosas a la vez. Sus comentarios, referencias y graciosas comparaciones no podían provocarme más que risas. Tampoco recordaba la última vez que me había reído tanto... o al menos tan seguido.

Al menos hay esperanzas de que sea una buena noche, o eso espero...

-Maggie... ¿qué tal estoy? ¿Crees que sea muy formal para la ocasión?- pregunto a la señora que me acompaña en mi cuarto mientras muestro cómo me vestí con un smoking y pajarita.

-Creo que te pasaste un poco, Notty. Solo con la forma de vestir se nota lo nervioso que estás.- escuché los pasos de ella acercarse y sentí sus manos en mi cuello.- Si te quitas la pajarita y te abres el primer botón de la camisa, tendrás un aire más relajado.- sentí mi cuello más liberado tras esas palabras.- Te ves mucho mejor así.

-¿Segura, Maggie? ¿No estaré demasiado relajado?- no me convencía de estar del todo bien, pero bueno, tampoco me habían convencido los otros 5 trajes que me había probado.

-Me recuerdas a mi difunto Esteban, Notty. En nuestra primera cita también hizo lo posible por arreglarse especialmente para mí.- sentí su mano acariciando mi rostro con un cariño maternal, a veces el que tanto me faltaba.

-¿Ah, sí?- sonreí como un niño al que le cuentan un cuento familiar de esos que te hipnotizan todo el rato.

-Estaba tan nervioso, que cuando bajó del tranvía, pisó un charco de agua y se mojó todo el pantalón.- su leve risa se me contagió.- De no ser porque yo ya estaba ahí cuando llegó, me dijo muy apenado que se hubiera vuelto a casa con tal de no presentarse en aquella facha.

-Vaya, debió ser duro que te dijera eso... casi que te iba a dejar esperando. Yo pensaría que me estaba dando calabazas. ¿Qué hiciste tú, Maggie?

-¿Yo? Di un salto en el mismo charco y manché todo mi vestido mientras me moría de la risa.- ambos reímos ante eso.

-Maggie, ¿es en serio? Eras toda una loquilla en esa época. - me llevó a la cama y me bajó el cuerpo por los hombros para que me sentara ahí, luego comenzó a peinarme.

-Era una jovencita, y siempre estaba haciendo locuras con Esteban. Cuando nos volvimos pareja, al principio él se puso como tímido, pero yo era quien lo llevaba a seguir cometiendo aquellas locuras. Siempre vivimos la vida entre risas.

-Debieron vivir a lo máximo ustedes.- volví a sonreír, las arrugadas manos de Maggie peinando mi cabello siempre me daban esa sensación de que fuera como mi segunda madre.

-Te confesaré, Notty, que cuando Esteban me vio manchar mi vestido, me le acerqué y le susurré algo que lo dejó colorado toda la noche.- sentí que había terminado con mi cabello, por lo que me volteé a ella con curiosidad.

-¿Qué fue lo que le dijiste?

-Que la ropa realmente no me importaba, sino el contenido de dentro. Y que si por mí hubiera sido, el mejor traje que le veía era su piel al descubierto.- volví a escuchar su risa la cual fue acompañada por la mía segundos después.

-Maggie, ¿quién te conociera en esa época?- estiré mi mano hacia ella, quería abrazarla.

Mi querida ancianita se sentó a mi lado en la cama y nos dimos un cariñoso abrazo. Tras unos minutos más que veló porque yo fuera bien vestido, salí con ella de la mano y mi bastón en la otra. Había comprobado con ella tres veces el tener el dinero ordenado para no hacer el tonto frente a Nicole, también había repasado más de una vez cuál era el camino al cine. Vamos, que no quería que nada saliera mal. Y conociendo a mi alumna, era a veces tan distraída que podía darle la vuelta a la ciudad completa antes de llegar al cine.

Maggie accedió a quedarse abajo del edificio esperando conmigo. Conversamos mientras tanto de lo mal que había ido su primera cita al final, y a la vez, lo mucho que ella se había divertido con su pareja. Cuando se acercaba la hora, estaba más pendiente de los pasos que escuchaba a mi alrededor que de las cosas que hablaba con mi amable vecina. Era como si me hechizaran aquellos sonidos mientras buscaba solo uno, el de Nicole. Pero esos no llegaban. ¿Por qué? Era casi la hora, no, ya habían pasado varios minutos de la hora que habíamos acordado. Entonces... ¿por qué no llegaba?

Apreté el mango de mi bastón con más fuerza según pasaban los segundos mientras escuchaba los autos y a la gente pasar frente a mí. Ni siquiera supe cuándo Maggie había dejado de hablar, pero solo me acariciaba el brazo para darme a entender que me debía calmar.

-No vendrá... - sentencié al darme cuenta de que habían pasado 15 minutos y Nicole no hacía acto de presencia.- Que iluso fui... ¿Cómo voy a pensar que una chica va a querer salir con un ciego? ¿En qué mundo vivo?

-Notty, a lo mejor se retrasó un poco. Ya sabes cómo somos las chicas al salir. Nos tardamos horas en arreglarnos y después estamos corriendo para no llegar tarde.- Maggie me intentaba animar, pero de la peor manera posible.

-No lo creo, Nicole no es de las que se arregla. Nunca tiene aroma de maquillaje encima... y aunque se estuviera arreglando, ¿qué sentido tiene si va a salir con un ciego? Igual no voy a saber qué se puso o cómo va maquillada.- sentí un zape en mi nuca que me hizo estremecerme levemente.- ¡Ay! ¿Por qué hiciste eso?

-¿Acaso la mujer de un ciego no tiene derecho a estar linda aunque su pareja no la vea?- me reclamó ella en tono de regaño.

-Ella no es mi mujer, es solo mi alumna y... - los autos dejaron de pasar por un momento provocando que la calle se quedara silenciosa y que a mis oídos llegara un sonido que conocía demasiado bien.- Maggie... el teléfono de mi apartamento, ¡está sonando!

-¡Notty! De seguro es ella.- mis cejas se alzaron por un segundo y solo pude sonreír negando levemente.

-Soy un tremendo idiota...

-¿Y eso a qué vino? Sube a coger esa llamada.

-Es que ya sé por qué llama.- reí levemente levantando mi cara.- Le dije que me recogiera en mi casa, pero nunca le di la dirección. Debe estar loca por localizarme para que le diga dónde es.

-Notty... menuda forma tienes de echar a perder tu cita.- la escuché suspirar, yo solo reí mientras volvía a entrar al edificio.

-Son gajes del oficio de hablar con Nicole. Cuando la conozcas, lo sabrás.- fue lo último que dije antes de subir esperando que me hubiera dejado algún mensaje o siguiera insistiendo en las llamadas hasta que yo llegara.

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